Lectio Divina viernes 22 de noviembre 2013, trigésima tercera semana. Tiempo Ordinario Ciclo –C- Lecturas: 1Macabeos 4, 36-37. 52-59; Salmo (1Crónicas 29); Lucas 19, 45-48 PALABRA QUE DA VIDA -Reflexionemos¡CUEVA DE BANDIDOS! 1. Hagamos las LECTURAS Entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: -«Escrito está: "Mi casa es casa de oración"; pero ustedes la han convertido en una "cueva de bandidos."» Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los notables del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios. LECTURAS COMPLEMENTARIAS: - Celebraron la consagración del altar, ofreciendo con júbilo holocaustos. Salmo– Alabamos, Señor, tu nombre glorioso 2. MEDITEMOS la lectura a. ¿Qué dice el texto? Jesús confronta a las autoridades del templo por todo el engranaje de mercadería que se manejaba dentro del mismo, hasta el punto de convertir la casa de Dios en una cueva de asaltantes. El rechazo de Jesús al modelo de templo y de “religión oficial”, enciende las alarmas en las autoridades de Jerusalén. Temerosos por las denuncias de Jesús, lo siguen de cerca, para escuchar lo que dice y ver lo que hace, no con el fin adherirse a su proyecto, sino para encontrar los argumentos con los que puedan atraparlo, condenarlo y eliminarlo. b. ¿Qué nos dice el texto a nosotros hoy? Las acciones de Jesús de Nazareth dentro del Templo de Jerusalem serían determinantes a la hora de las acusaciones que vertería el Sanedrín para condenarlo a muerte: por una parte, quiebra el negocio de cambistas y vendedores de animales sacrificiales y, por el otro, llama en su propio rostro a sumos sacerdotes y dirigentes bandidos y ladrones. Con ello cuestiona también la misma santidad del Templo, y eso no iban a perdonárselo; inclusive en su misma Pasión, ello sería objeto de burlas por parte de sus enemigos. Lo que sucede es que Él quería dar por finalizada esa espiritualidad que implicaba el trueque de actos piadosos por favores divinos -si yo cumplo con esta promesa, Dios me dará tal o cual cosa y viceversa-, y también toda una maraña de normas y preceptos que poco tenían que ver con la Buena Notica de Abbá su Padre.En Jesús de Nazareth se establece que el templo mayor es cada vida humana, templo santo y latiente en donde habita el Dios de la vida. Quizás por ello nosotros estamos necesitando también purificar estos Templos que somos. A menudo nos aferramos a ese intercambio piadoso, a esa religiosidad comercializada antes que al amor generoso e incondicional que nos brinda Dios y que se expresa a cada instante en la Gracia. No tenemos muchas opciones, pues si no estos templos -sin sustentación- corren peligro de derribo. 3. CONTEMPLEMOS - Cultivemos la semilla de la Palabra en lo profundo del corazón Todas las iglesias y todas las religiones tienen que estar atentas para verificar si sus lugares sagrados y sus ritos ayudan a sus fieles a encontrarse con Dios o si, por el contrario, asaltan la buena fe de éstos con experiencias religiosas sectarias, alienantes y monetaristas. La novedad del Reino que anuncia Jesús restablece la comunicación directa entre Dios y la humanidad, propone una experiencia religiosa entre amigos, no entre amos y esclavos y orienta las prácticas rituales y misioneras desde la clave del amor y la justicia. – ¿En qué debería mejorar nuestra iglesia para que toda ella sea una verdaera escuela de oración y de misión? 4. OREMOS - ¿Qué nos hace decirle el texto a Dios? Dios, Padre nuestro siempre fiel: Que tu Hijo viva en nosotros de modo que nuestra comunidad sea el templo donde él viva y donde nos reúna a todos juntos como sus hermanos y hermanas. Guárdanos de todo formalismo, para que te rindamos culto auténtico con nuestras vidas, por el poder y sabiduría de Jesucristo nuestro Señor. Amén. 5. ACTUEMOS – ¿Cómo puedo vivir este texto hoy? Motivación: A ver qué hacemos para que no nos derriben estos templos en que nos hemos convertido. Para que se nos vuelvan a encender los fuegos de la solidaridad y la compasión, esas llamas que alumbran fuerte y nos hacen ver desde dentro que lo sagrado se encuentra en cada mujer y en cada hombre, que cada vida es única e irrepetible. ¿PORQUÉ TU IGLESIA…? Señor, ¿por qué tu Iglesia da la impresión de vivir más obsesionada por justificarse a sí misma que por transparentar tu perdón? ¿Por qué se preocupa más de anunciarse a sí misma que de anunciar al mundo tu Evangelio? ¿Por qué reduce tu mensaje a un moralismo voluntarista y de justificación por la Ley, en lugar de dejarte ser la Gran Noticia inapresable que eres para nosotros, tus hijos e hijas? ¿Por qué en tu Iglesia seguimos temiendo a los pobres, aún después de haber dicho que optamos por ellos? ¿Por qué se callan las voces nuevas, las voces discordantes, las voces que protestan, las voces que piden abrir puertas y ventanas y compartir saberes y esperanzas? Líbranos del miedo, Señor. Haz que tu Iglesia sea transparencia de las inagotables dimensiones de tu perdón, de tu llamada y de tu mensaje que llevan a la vida, no sin pasar por la muerte. Y hazla casa solariega, casa de oración, lugar de encuentro y alegría para todos en medio de las dificultades de la historia.