Madrid, diciembre 1925J A Ñ O III.—VOL. I I I . - N Ú M . 3 6 . Estaciones secundarias en líneas de doble via Por JUAN CAMPOS ESTREMS, Ingeniero de Caminos (i). CARACTERES GENERALES. El extraordinario desarrollo que los ferrocarriles han adquirido durante un siglo de existencia ha obligado a mejorar incesantemente los primitivos elementos de su explotación y a aportar el concurso de otros nuevos, que de día en día se multiplican y perfeccionan. Donde más se advierte esta aportación es en las estaciones centrales de viajeros, vastos organismos que a los ojos del más profano revelan la grandeza y complejidad de los ferrocarriles actuales; pero, si no t a n visible, no por eso es menos precisa la implantación de tales perfeccionamientos en las estaciones secundarias, por modesta que sea su categoría, cuando pertenecen a líneas de gran tráfico. Como ejemplo interesante de la transformación que han experimentado los ferrocarriles, vamos a describir uno de sus elementos menos importantes: la estación secundaria, de escaso tráfico local, en una línea de doble vía. El tipo más sencillo de estación de este género se compone (lám. X) de las dos vías generales, a lo largo de las cuales se establecen los andenes, una vía de apartado para los alcances de trenes, tanto ascendentes como descendentes, y una o dos vías más para el servicio de mercancías. Las vías generales se comunican entre sí por medio de dos enlaces dispuestos en ambos extremos de la estación y cuyos cambios, lo mismo que los que dan entrada a las vías de apartado y de muelle, se abordan siempre de talón por los trenes que circulan en sentido normal. El servicio de viajeros dispone de un edificio y un pabellón de retretes enclavados en el andén, contiguo al patio de la estación. El segundo andén se coloca, unas veces al lado opuesto de las vías generales y otras veces en la entrevia. Esta última disposición es ventajosa porque los viajeros que entran y salen por el primer andén sólo tienen que atravesar la vía intermedia. La otra solución, en cambio, permite utilizar como vía de andén una de las de apartado, en caso de que el tráfico aumente, colocando al efecto una aguja de punta. A poco que el movimiento de viajeros lo justifique, es muy conveniente unir los dos andenes a través de la línea general por medio de un paso inferior. En algunas estaciones próximas a grandes centros de población se producen, durante determinados días, afluencias extraordinarias de viajeros, que son difíciles de encauzar hacia los pasos inferiores. Con objeto de evitar la invasión de las vías, procede en tales casos colocar en el eje de la entrevia, convenientemente ensanchada, una ligera valla que incomunique los dos andenes, obligando al público a hacer uso del paso o pasos inferiores cuyas dimensiones deben, naturalmente, ser muy amplias, para (1) Subjefe de vías y obras de la Red Catalana de la Compañía de JI. Z. A; que en ningún momento se interrumpa la circulación. En la valla se dejan pequeñas puertas para el paso del personal de servicio. Esta disposición se ha empleado con buen éxito en la estación de Badalona, de la línea de Barcelona a Mataró (fig. 1.a). Algunas estaciones especiales, en las que el edificio de viajeros se encuentra a distinto nivel que las vías, tienen accesos independientes a sus dos andenes y los viajeros no necesitan, en general, pasar del uno al otro. Es el caso de los ferrocarriles metropolitanos. También ocurre a veces que el segundo andén está en comunica- Figura i.^ Estación de Badalona. Valla de entrevia y paso inferior. ción directa con el camino que cruza la estación y pueden establecerse dos salidas para el público. Cuando la importancia de la estación o los rigores del clima lo aconsejan se cubre parcialmente el andén opuesto al edificio de viajeros. El trazado de las vías de apartado es muy variable. Si se dispone de dos, una a cada lado de la línea general (véase la segunda estación de la lámina X), los trenes ascendentes y descendentes pueden apartarse sin necesidad de cruzar la otra vía. Las estaciones donde esto ocurre alcanzan gran longitud y el edificio de viajeros queda algo descentrado. Generalmente los apartaderos se sitúan a un mismo lado de la doble vía y se unen a ella por medio de dos cambios y un cruzamiento. Para el servicio local de mercancías se dispone ordinariamente, en las estaciones de este tipo, de un pequeño almacén y un muelle descubierto adosados a un grupo de vías que debe ser parcialmente accesible desde el patio, para las operaciones de carga y descarga directas. Las instalaciones referidas se concentran, por lo general, junto a las de viajeros, o sea del lado de la población. 561 © Biblioteca Nacional de España