Parroquia Ntra. Sra. de Lourdes. Salamanca. 2015 Domingo 3º de cuaresma B. Lectura del santo evangelio según san Juan 2. 13En aquel tiempo se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. 14Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. 15Haciendo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: “Quitad esto de aquí. No hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado”. 17Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: El celo por tu casa me devorará. 18Los judíos entonces replicaron diciéndole: “¿Qué signo nos muestras para obrar así?” 19Jesús les respondió: “Destruid este santuario y en tres días lo levantaré”. 20Los judíos le contestaron: “Cuarenta y seis años se ha tardado en construir este santuario, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?” 21Pero él hablaba del santuario de su cuerpo. 22Cuando fue levantado, pues, de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho eso, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había dicho Jesús. 23Mientras estuvo en Jerusalén, por la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver los signos que realizaba. 24Pero Jesús no se confiaba a ellos porque los conocía a todos 25y no tenía necesidad de que se le diera testimonio acerca de los hombres, pues él conocía lo que hay dentro de cada hombre. LAS OTRAS LECTURAS: Lectura del Éxodo (10,1-17): Salmo 18,8.9.10.11 A los Corintios (1,22-25): La ley fue dada por Moisés. ”Señor, tú tienes palabras de vida eterna”. Cristo crucificado escándalo para unos para los creyentes sabiduría de Dios. Para entender mejor El templo de Jerusalén era considerado el lugar de la presencia de Dios en medio de su pueblo. Sin embargo, los profetas insistieron incesantemente en que no bastaba acceder al templo y ofrecer sacrificios para ser agradables a Dios. Dios pide una vida moralmente recta y justa. Si el culto exterior no expresa estas posturas vitales, es vacío. Jesús se injerta en esta tradición profética de purificación del culto para la acción del futuro "Mesías" a este respecto. Los discípulos lo admiran por esto y rápidamente piensan que por este modo de comportarse tendrá que sufrir como Jeremías y los otros profetas. Para el evangelio de Juan la acción de Jesús es más que un gesto profético de celo por Dios. Es un signo que prefigura y anuncia el gran signo de la muerte y resurrección de Jesús. Más que una purificación, lo que hace Jesús es anunciar la abolición del templo y del culto allí celebrado, porque ya el lugar de la presencia de Dios es el cuerpo glorificado de Jesús. SIGNIFICADO SOCIO-RELIGIOSO. El templo era considerado instrumento como el instrumento de justificación ritual. La justificación ante Dios se fundamentaba, sin compromiso moral, en el aparato cultual: Un Templo que garantizaba la presencia de Dios en Israel de modo excluyente, un culto con recurso a víctimas externas y una clase sacerdotal privilegiada. El templo era símbolo de identificación nacional. Vínculo de unidad. Los de la diáspora tenían obligación de peregrinar, signo de distinción excluyente de Yahvé, los gentiles no podían pasar del “atrio de los gentiles”. El Templo sancionaba del dualismo: sagrado-profano. El templo era el recinto “sagrado”, los sacerdotes las personas “sagradas”, las ofrendas las cosas “sagradas”. Todo lo profano, para la comunicación con Dios, debía de pasar por lo sagrado. Con este texto del evangelio se pretende abolición del culto vigente y de la teología judía del templo. Por todo los dicho la reacción de Jesús no es un arrebato de ira sino una acción simbólica en forma de profecía escatológica contra la realidad del templo y contra la mentalidad subyacente que justificaba todo el aparato del culto: "Ha llegado algo mayor que el templo" (Mt 12, 6). La inhabilitación del templo pasa a Jesús: Lo que significaba el templo como presencia de Dios está en Jesús, él es la presencia de Dios entre los hombres. Su muerte y resurrección significa destruir esa concepción y reedificar. La nueva comunidad cristiana edificada sobre la fe pascual, sobre la piedra angular que es Cristo. (Mt 21, 42). El centro de convocación y asamblea pasa del templo a Jesús. Queda abolido el particularismo religioso judío. La fe en Jesucristo realiza la convocación universal. El verdadero culto pasa del templo a la existencia vivida en justicia y misericordia. Jesús invalida un culto que recurre a víctimas externas, por eso expulsión de animales. No reforma al culto sino que lo abole. En el nuevo culto sólo cabe la ofrenda de sí mismo "como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios". (Rm 12,1). Jesús traslada el culto a la existencia: A las ovejas, que eran la figura del pueblo, las echa fuera, hacia la vida. Mt 9, 12: el culto está en la misericordia y no en el sacrificio (Os 6,6). Jesús suprime la distinción entre sagrado y profano: Lo sagrado es un atributo de la condición humana. Los panes de la proposición pierden sacralidad ante la necesidad de un hombre (Mc 2, 25 ss). Nuestras iglesias (los edificios) no son “la casa de Dios”, sino “la casa de la comunidad cristiana en la que, efectivamente, se hace presente a Cristo en la asamblea reunida en su nombre, en la Palabra proclamada, en el ministro que preside en nombre de Cristo, en el pan y el vino de la eucaristía, en el altar, y fuera de las celebraciones en el sagrario. Nos preguntamos: ¿Qué entendemos por sagrado y profano? ¿Cómo adorar en espíritu y en verdad? ¿El acontecimiento pascual es la destrucción del santuario (Cristo) y reedificado en tres días? ¿Dónde está para los cristianos la presencia de Dios? ORACIÓN ¡Oh Padre!, tú has constituido a tu Hijo Jesús templo nuevo de la nueva y definitiva alianza, construido no por manos de hombre sino por el Espíritu Santo. Haz que, acogiendo con fe su Palabra, vivamos en Él y podamos así adorarte en espíritu y verdad. Abre nuestros ojos a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas que son miembros del cuerpo de Cristo para que sirviendo a ellos te demos el verdadero culto que tú deseas. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor.