DELEGACIÓN DIOCESANA DE LITURGIA Diócesis de Salamanca Intenciones para la oración de los fieles Especialmente en tiempo de Cuaresma: Para que nuestra comunidad una a la oración y a la penitencia el dinamismo de la caridad fraterna, y todo aquello que se quite al egoísmo se transforme en ayuda concreta a los pobres, parados y marginados. Para que todos nosotros cedamos con generosidad el fruto de nuestras privaciones voluntarias en bien de los pobres y necesitados. Especialmente en tiempo de Pascua: Por tu Hijo glorificado, ayuda, Señor, a los que sufren a causa de la crisis económica, da trabajo a los parados y la abundancia de tus bienes a todos los hombres. Para que los pobres y los enfermos, los tristes y los abandonados, los emigrantes, los presos y los desempleados reciban en abundancia los bienes de la tierra y el gozo del Espíritu. Preces para todo tiempo: Por la justicia y la paz del mundo: para que los egoísmos y los intereses cedan el paso a una fraternidad verdadera. Por los que sufren por falta de vivienda, de pan, de trabajo; para que encuentren en nosotros la acogida y ayuda que necesitan. Para que los graves problemas de nuestro tiempo encuentren vía de solución en el poder y la gracia de Dios y en la buena voluntad de los hombres. Para que socorra a cuantos padecen hambre o desempleo, inspire sentimientos de caridad a los que tienen bienes y multiplique los frutos de la tierra. Para que se produzcan los cambios necesarios en las estructuras económicas de manera que la riqueza esté repartida con justicia. Por los gobernantes, los empresarios y los sindicatos, para que aúnen sus esfuerzos en la consecución de trabajo y pan para todos. Por los que a causa de la crisis habitan en viviendas en malas condiciones o ni siquiera tienen vivienda. Por los que, a causa de la crisis, no pueden comprar lo necesario para satisfacer sus necesidades básicas. Por los pobres, por los parados, por las familias que sufren las consecuencias de la crisis económica. Por los parados que se han quedado sin subsidio, por los jóvenes que no pueden trabajar, por los pequeños empresarios que viven dificultades. Para que los parados encuentren la ayuda generosa de todos. 1 DELEGACIÓN DIOCESANA DE LITURGIA Diócesis de Salamanca Para que los gobernantes, los sindicatos y las asociaciones empresariales no cejen en su empeño por encontrar soluciones justas a los problemas económicos y laborales. Por nuestro país, para que mejore la situación económica y tengamos prosperidad en la agricultura, la industria y los demás áreas de la economía. Para que el Señor conforte a los oprimidos, proporcione a los pueblos el desarrollo necesario y vele con su providencia por los pobres y necesitados. Por aquellos hogares donde falta el pan de cada día, el trabajo y la felicidad: para que la fortaleza del Espíritu los anime y encuentren acogida en nuestra caridad. Para que los responsables del mundo se unan en la búsqueda de la paz y de la justicia. Para que los pobres y enfermos descubran en Jesucristo la luz que sostenga y oriente sus vidas. Para que todos los hombres sepan moderar sus deseos de bienes temporales y atiendan a las necesidades de los demás. Para que el pobre, y todo el que sufre constituya siempre el centro de nuestra atención y de nuestra entrega, como signo de la continua presencia del Señor entre nosotros. Por los más pobres de nuestro mundo, por los que más sufren: para que vean aliviado su dolor con nuestra solidaridad y encuentren, un día, la gloria de Jesucristo, que les ama. Por los que sufren injusticias, atropellos o desahucios y han perdido la esperanza: para que sus quejas sean escuchadas. Por todos los hombres de buena voluntad que se preocupan por construir un mundo mejor: para que sus esfuerzos se vean coronados por la conquista de una sociedad más justa y pacífica, según el proyecto de Dios. Para que los recursos de la tierra sean utilizados para socorrer a todos los que están en la miseria y en el hambre. Para que los pueblos necesitados reciban ayuda en su indigencia y se consolide en todo el mundo la justicia, el desarrollo y la paz. Por los pobres, para que sean ayudados en sus luchas, disfruten de los bienes de la vida y lleguen a ser verdaderos pobres de corazón. Para que los pobres, los parados, los hambrientos puedan recobrar su fe en las palabras de la Iglesia, encontrando la debida acogida en todos nosotros. Por los que dirigen y organizan el mundo del trabajo y de la economía: para que procedan siempre con sabiduría y justicia, respetando los derechos de todos los hombres. Por los que sufren por falta de empleo o a causa de la dureza de su trabajo; por los trabajadores que están en peligro o reciben sueldo injusto. 2