Observatorio astronómico en Chile

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Observatorio La Silla, IV Región
El Observatorio Meridional Europeo La Silla, se encuentra ubicado en el Cerro La Silla a 2.400 metros sobre
el nivel del mar, en el Desierto de Atacama, distante 600 kilómetros de Santiago, en la provincia del Elqui, en
la precordillera entre Vallenar y La Serena.
Inaugurado en 1969 durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva, su funcionamiento depende de un
consorcio, llamado European Southern Observatory, ESO, que agrupa a países como Bélgica, Dinamarca,
Francia, Alemania, los Países Bajos y Suecia. Conocido en un principio como Cinchao y renombrado La Silla,
la cumbre del cerro posee, dentro de otros poderosos instrumentos astronómicos, un telescopio reflector de 3,6
metros de diámetro.
La mayor ventaja de la ubicación de este observatorio es el total alejamiento de cualquier fuente de
contaminación luminosa y de polvo, los peores enemigos de la astronomía.
El Observatorio La Silla, es el observatorio astronómico más grande del Hemisferio Austral, además de ser el
centro de observación astronómico más moderno del mundo.
Cuenta con un radiotelescopio submilimétrico (Sest) de 15 metros de diámetro y 14 telescopios ópticos (los 2
más grandes de espejos de 3,6 metros de diámetro). Su telescopio más moderno es el New Technology
Telescopy (NTT), que puede ser maniobrado, vía satélite, desde Alemania.
En esta zona de Chile las condiciones meteorológicas son insuperables lo que hace que los cielos de noche
presenten una gran claridad la mayor parte del año, alrededor de 300. En años normales el 70% de las noches
son útiles para la observación llegando en ocasiones a un 80%.
Situaciones como tormentas de nieve, viento fuerte, humedad alta o nubes se transforman en noches perdidas.
La mejor época para la investigación son los meses entre diciembre y abril. Durante julio y agosto las noches
son poco claras.
Alrededor de 800 y 1000 astrónomos de distintas nacionalidades se dan cita anualmente en el Observatorio La
Silla.
Para hacer posible el desarrollo del observatorio trabajan más de 100 ingenieros y técnicos chilenos utilizando
las más avanzadas tecnologías en el campo de la óptica, de la electrónica y de la mecánica de alta precisión.
Los telescopios usados en Cerro la Silla son:
Telescopio ESO de 3,6 metros:
Este telescopio cuenta con un sistema óptico del tipo Ritchey−Chretien y cuenta con una montura ecuatorial
clásica. La luz puede ser reunida en dos focos: un foco primario en la parte superior de la estructura del
telescopio, y un foco Cassegrain, debajo del espejo primario, al cual se le pueden colocar distintos
instrumentos. En el último tiempo se le equipó con un sistema de óptica adaptativa (ADONIS), con un
espectrógrafo capaz de captar imágenes en el infrarrojo térmico (TIMM) y con un espectrógrafo de alta
resolución (CES) ubicado en una estación pseudo Coudé alimentada via fibra óptica desde el foco Cassegrain.
Telescopio CAT:
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Es un telescopio paralelo al de 3,6 metros, en una torre adjunta a éste, cuenta con un espejo de 1,4 metros, sus
siglas significan Telescopio Auxiliar Coudé, el espectrógrafo CES, mencionado anteriormente, es también
utilizado por este, es conectado al instrumento a través de un tubo que conduce el haz luminoso.
Telescopio SEST:
El Telescopio Sub−Milimétrico Sueco−ESO (SEST) de 15 metros para longitudes de onda entre los 0,8 y 3
mm es un telescopio sumamente moderno. El diámetro del espejo es de 15 m y la precisión de su superficie
cercana a los 0,07 mm, alcanzable gracias al uso de tecnología basada en fibra de carbono (CFRP). Se utiliza
principalmente para estudiar las moléculas de las nubes interestelares de la Vía Láctea y de galaxias cercanas
a éstas.
Telescopio NTT:
El Telescopio NTT es el prototipo de lo que sería el VLT, allí se probaron los sistemas de software, tipo de
construcción, instalación de instrumentos, y todo lo que era necesario. Tiene un sistema de óptica adaptativa,
un complejo sistema hidraúlico y eléctrico. Este telescopio puede ser operado por control remoto desde
Garching, gracias al enlace satelital existente.
Telescopio Suizo:
Este Telescopio pertenece al Observatorio de Ginebra, es un telescopio de 1,2 metros con un sistema óptico
Ritchey−Chrétien. Está equipado con un espectrómetro alimentado por fibra, llamado CORALIE. Se
encuentra en operaciones desde el año pasado 1998, está especialmente diseñado para la medición de
velocidades radiales y está siendo utilizado, principalmente, para la búsqueda de planetas extra−solares en
órbita alrededor de las estrellas cercanas.
La más hermosa vista del cielo
Como cualquier usuario de binoculares sabrá que cualquier pequeño movimiento se incrementa en los
dispositivos ópticos. Imagine la distorsión si el objeto que se observa esta a 10 millones de años luz.
La luz que recibe el telescopio de 3.6 metros, en lo alto de la montaña La Silla, en Chile, se ve como la luz
que proyecta una estrella que ya no existe. "¿Por qué sucedía esto?", se preguntó Manuel Silva, en los últimos
15 metros del viaje antes de llegar al magnífico observatorio.
Justamente ese era el problema que tenía que resolver Silva: sin un sistema adecuado de enfriamiento el calor
que se escapaba, al abrirse el domo durante la noche, distorsionaba la luz que viaja miles de billones de millas
para llega a la tierra, algo parecido a las ondas que refleja el asfalto, en un día soleado, y que distorsionan el
tráfico que vemos.
El equipo formado por Silva, un ingeniero de Interma y Carrier Chile, resolvieron este problema tan
efectivamente, que Carrier Chile se ganó la reputación del "Enfriador del obsevatorio".
Las habilidades demostradas le ayudaron a obtener el contrato de enfriamiento en la construcción del
observatorio en el Cerro Paranal, a 650 kilómetros al norte.
El observatorio del Cerro Paranal será enfriado por tres unidades 23XL fabricadas en Syracuse, Nueva York
mismas que fueron seleccionadas por su eficiencia y por los bajos niveles de vibración. "Actualmente existen
otros observatorios en Chile, en los cuales los enfriadores Carrier están participando", menciona Alfredo
Rodríguez, Gerente General de Carrier Chile.
Los observatorios de La Silla y Paranal son operados en consorcio con un organismo europeo, la
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Organización Europea de Astronomía y están ubicados en el desierto de Atacama por buenas razones.
El desierto de Atacama es la parte más seca del planeta. La fría corriente Humboldt, en la Costa del pacífico
chileno, enfría el ambiente y reduce la formación de humedad. Una vez que el aire se calienta, la humedad
desaparece.
El resultado son casi 300 noches sin nubes en La Silla y 350 noches claras en Cerro Paranal. Como no hay
grandes ciudades cerca no existe niebla ni contaminación de aire o luz.
El camino de terracería que conduce a La Silla, se mezcla con los colores de las dunas y las montañas que
rodean el observatorio. Las cabras que habitan cerca del observatorio serían invisibles sinno fuera por el polvo
que levantan sus pisadas. Hay tan poca vegetación que nos preguntamos si las cabra comen piedras. Los
únicos vestigios de color son los que proyectan los cóndores, al volar en círculos sobre un manantial de agua
termal, y el observatorio que permite a los astrónomos resolver los misterios del cosmos.
Silva hace un comentario casi paternal acerca de La Silla. "¿Cómo es posible que invirtamos tanto en un
edificio maravilloso y en un telescopio, para destruir la información en los últimos 15 metros?".
"Mi misión era diseñar e instalar un sistema que mantuviera la misma temperatura dentro y fuera del domo
durante la noche. Sólo así se podría abrir sin que ocurriera una mezcla de aire caliente", agrega.
El desierto de Atacama es conocido por su abrasador calor durante el día, pero por la noche baja la
temperatura considerablemente, aún en el verano. Por esta razón todos los que visitan el observatorio durante
la noche portan chaquetas.
"El sistema de enfriamiento está diseñado para el telescopio, no para los astrónomos," comenta Silva. "Claro
que todos trabajan en habitaciones fuera del domo, donde la temperatura está controlada, así que esto no es
problema. Las habitaciones también cuentan con equipos Carrier, así que los astrónomos tienen lo mejor de
dos mundos".
Utilizando información meteorológica archivada durante el día, se mantiene una temperatura igual a la
registrada durante la noche dentro del domo. Cuando se abre sólo existe una diferencia de uno o dos grados.
Esto no es fácil ya que hay 15 metros entre el suelo y el observatorio. La diferencia entre el piso y el techo
anteriormente era de siete grados Celsius. Para reducir la diferencia, el diseño de Silva envía aire frío
directamente abajo del espejo del telescopio, ubicado a nivel del piso, el resto se envía por serpentines al
domo.
El sistema es un enfriador serie 30 de McMinnville, Tennessee y dos enfriadores Carrier de Montulel, Francia,
que son operados por la red digital Carrier Confort.
El mismo sistema Carrier controla el intercambio de calor así como el aceite utilizado en el sistema hidráulico.
El sistema hidráulico mueve el telescopio y el domo de 30 toneladas.
"Existe una importante diferencia entre los astrónomos y nuestro sistema de enfriamiento Carrier," menciona
Silva. "Los astrónomos sólo trabajan de noche. El sistema trabaja las 24 horas.
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Informe Observatorio
La Silla
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