30 de octubre de 2011 - Vigésimo domingo después de Pentecostés El Día de todos los santos y la Conmemoración de todos los fieles difuntos L 30 de octubre de 2011 - Vigésimo domingo después de Pentecostés El Día de todos los santos y la Conmemoración de todos los fieles difuntos L a Iglesia Episcopal celebra todos los años el Día de todos los santos el 1 de noviembre, y celebra la Conmemoración de todos los fieles difuntos (a veces llamado el Día de todas las almas) el 2 de noviembre. El Día de todos los santos, que conmemora a los santos de la Iglesia, conocidos y desconocidos, es una de las siete principales fiestas del año litúrgico, y es uno de los cuatro días festivos recomendados para celebrar el santo bautismo. Aunque los eruditos no están de acuerdo en cuanto al origen exacto del Día de todos los santos, la primera celebración registrada de la Festividad de todos los santos fue en el año 610 cuando el papa Bonifacio IV consagró el Panteón en Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires. Sin embargo, algunos creen que la celebración de todos los santos comenzó con la antigua fiesta pagana de los Lemures, que se celebra el 13 de mayo, para apaciguar a los malos e inquietos espíritus de los muertos. Durante el siglo VIII, el papa Gregorio III suprimió la fiesta del 13 de mayo, y trasladó el día de la conmemoración al 1 de noviembre. a Iglesia Episcopal celebra todos los años el Día de todos los santos el 1 de noviembre, y celebra la Conmemoración de todos los fieles difuntos (a veces llamado el Día de todas las almas) el 2 de noviembre. El Día de todos los santos, que conmemora a los santos de la Iglesia, conocidos y desconocidos, es una de las siete principales fiestas del año litúrgico, y es uno de los cuatro días festivos recomendados para celebrar el santo bautismo. Aunque los eruditos no están de acuerdo en cuanto al origen exacto del Día de todos los santos, la primera celebración registrada de la Festividad de todos los santos fue en el año 610 cuando el papa Bonifacio IV consagró el Panteón en Roma a la Santísima Virgen y a todos los mártires. Sin embargo, algunos creen que la celebración de todos los santos comenzó con la antigua fiesta pagana de los Lemures, que se celebra el 13 de mayo, para apaciguar a los malos e inquietos espíritus de los muertos. Durante el siglo VIII, el papa Gregorio III suprimió la fiesta del 13 de mayo, y trasladó el día de la conmemoración al 1 de noviembre. “Los precursores de Cristo con santos y mártires” de Fra Angélico (circa 1424) “Los precursores de Cristo con santos y mártires” de Fra Angélico (circa 1424) Copyright © 2011 The Episcopal Church www.episcopalchurch.org Copyright © 2011 The Episcopal Church www.episcopalchurch.org En el siglo X, el 2 de noviembre, Día de todas las almas, se convirtió también en un día de fiesta. El Día de todas las almas fue un día para que las familias y amigos pudieran recordar a sus seres queridos difuntos. Después de la Reforma en el siglo XVI, este día ya no se observó, pero en los últimos años se ha convertido en un día opcional de observancia en el calendario episcopal. Cada vez más, muchas congregaciones de la Iglesia Episcopal, especialmente latinos/hispanos, celebran del Día de los muertos el 2 de noviembre (Día de todas las almas). Esta tradición mexicana, que se remonta a un festival azteca, reúne a las familias y amigos para recordar y orar por sus seres queridos que han fallecido. A menudo, para honrar a los difuntos, se construyen en los hogares altares decorados con calaveras de azúcar, velas, flor de caléndula y fotografías, junto con bebidas y alimentos favoritos de los difuntos. Hay una sensación real de que los fallecidos y sus seres queridos se comunican mutuamente en este día. En el siglo X, el 2 de noviembre, Día de todas las almas, se convirtió también en un día de fiesta. El Día de todas las almas fue un día para que las familias y amigos pudieran recordar a sus seres queridos difuntos. Después de la Reforma en el siglo XVI, este día ya no se observó, pero en los últimos años se ha convertido en un día opcional de observancia en el calendario episcopal. Cada vez más, muchas congregaciones de la Iglesia Episcopal, especialmente latinos/hispanos, celebran del Día de los muertos el 2 de noviembre (Día de todas las almas). Esta tradición mexicana, que se remonta a un festival azteca, reúne a las familias y amigos para recordar y orar por sus seres queridos que han fallecido. A menudo, para honrar a los difuntos, se construyen en los hogares altares decorados con calaveras de azúcar, velas, flor de caléndula y fotografías, junto con bebidas y alimentos favoritos de los difuntos. Hay una sensación real de que los fallecidos y sus seres queridos se comunican mutuamente en este día. Calaveras de azúcar para el Dios de los muertos, cc por Jennifer Janviere Calaveras de azúcar para el Dios de los muertos, cc por Jennifer Janviere Colecta para el Día de todos los santos Dios todopoderoso, que has entrelazado a tus elegidos en una sola comunión y hermandad en el cuerpo místico de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor: Danos la gracia para que de tal manera segamos a tus benditos santos en toda virtuosa y santa vida, que podamos llegar a los gozos inefables que has preparado para aquellos que realmente te aman. Por medio de Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, en la gloria sempiterna. Amén. (Libro de Oración Común, p. 162) Colecta para el Día de todos los santos Dios todopoderoso, que has entrelazado a tus elegidos en una sola comunión y hermandad en el cuerpo místico de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor: Danos la gracia para que de tal manera segamos a tus benditos santos en toda virtuosa y santa vida, que podamos llegar a los gozos inefables que has preparado para aquellos que realmente te aman. Por medio de Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, en la gloria sempiterna. Amén. (Libro de Oración Común, p. 162)