DE REPENTE ESTÁ TODO BIEN

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DE REPENTE ESTÁ TODO BIEN
Bruno Depaoli en Isla Flotante. 28 de Junio – 5 de Julio, 2013.
La violencia en imágenes se nos ofrece constantemente, nos interpela como esperando una reacción
visceral. Para su infortunio, su presencia ha convertido el reclamo en uno tan constante que nos
hemos acostumbrado a cambiar la página o a seguir scrolleando. Ahora las interpelamos nosotros a
ellas, ¿qué tan verdaderas son? ¿cuánta realidad hay en estos relatos de ficción policíaca que nos
alimentan a diario los medios? ¿qué es lo que se invierte en éstas imágenes/relatos inventados,
producidos desde el aire?
Los instantes de hiperrealidad que produce Bruno Depaoli, provienen de una fuente mucho más
genuina, de una necesidad enraizada de ver realizada la perfección estética de sus sueños de
maldad. El render-3D le permite ser obsesivo, alcanzar la pulcritud que esa maldad innecesaria toma
en su mente. En el presente del pics-or-it-didn't-happen, Depaoli fabrica sus propias pruebas, le
encuentra viabilidad a sus deseos de violencia.
Como los antihéroes en las películas de Cronenberg, que rompen con la realidad-aburrición burguesa
a partir de algún tipo de enfermedad, sólo para entregarse a la muerte y al caos; Depaoli se entrega
interiormente, y con minucia y obsesión produce imágenes de lo que bien podrían ser los residuos
materiales de esos individuos perturbados. Levanta ficciones como lo hacen los medios, pero desde
un furor irracional en el que no se abandona, sino que reconstruye casi matemáticamente.
Depaoli resuelve su furia en imágenes y en muestras que con un par de elementos, articulan sus
reclamos de reacción. Sin pretensiones de predicar, nos bombardea con elementos que buscan
nuestros sentimientos de antipatía, no buscan agradarnos, quieren molestarnos aunque sea desde la
intriga y lo inconcluso de la violencia ficcionada.
Un testimonio anónimo –en la clave del que teme mostrar el rostro en TV– nos brinda instrucciones
para obtener y utilizar el talio como veneno, un método que cuenta entre sus fanáticos a Sadam
Husein. Mientras los medios desarrollan sus propias ficciones, con héroes y villanos, sembrando duda
y buscando emociones; Depaoli busca desde su producción encarnar al villano y nos acerca a sus
armas en forma de imágenes.
–GABY CEPEDA
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