APOSTOLADO LEGIONARIO - MARIA et PATRIA (Un Apostolado para los jóvenes del mundo) Tu trabajo es vital. Es de gran importancia para la Iglesia porque demuestra claramente el hecho de que cada hombre está esperando que alguien le ofrezca el don de la fe. «¿Cómo podré entender a menos que alguien me enseñe?», dijo el etíope en su carro al apóstol Felipe (Hechos de los Apóstoles, 26 al 39). Introducción por el reverendo Thomas O'FIynn, C.M., anterior director espiritual del Concilium Legionis Mariae Las siguientes páginas nos hablan de un nuevo para los jóvenes del mundo. Este movimiento, que tuvo sus principios durante el año 1981, parece ofrecer amplias posibilidades de desarrollo. La meta en la que la Legión ha puesto sus miras es nada menos que la de hacer retroceder la corriente del materialismo sin Dios que amenaza envolver a todos los pueblos. Intenta conseguirlo dándoles la esperanza, confianza y alegría natural de un verdadero amor de fe y de patria. El plan lleva el sello del esfuerzo de la auténtica Legión y ha sido probado en el crisol de la práctica. Durante los últimos años, equipos de jóvenes, cada uno bajo la dirección de un sacerdote, han ido, durante una semana o más, a muchos lugares de Irlanda y del resto del mundo. Su intención inmediata era la de activar la fe de todos los jóvenes de las zonas visitadas por medio de contactos y aumento del número de praesidia. Felicito a los pioneros de este esfuerzo heroico y pido la bendición de Dios para ellos y para todos los que sigan su ejemplo. Con palabras de una antigua bendición irlandesa: ¡Que María os acoja bajo su manto! Thomas O'FIynn, C. M. Dublín (Irlanda) EL APOSTOLADO PARA LOS JÓVENES DEL MUNDO Los problemas con que se enfrentan los jóvenes de hoy afectan a la sociedad en los aspectos social, económico, cultural y religioso. Ciertamente, la Legión de María ha intentado siempre velar por el bienestar del individuo como una persona íntegra: cuerpo y alma. La Legión no da limosnas. El servicio de la Legión al prójimo surge del inmenso respeto por el individuo. Para el legionario, servir a su prójimo es ser consciente del solemne deber de católico de ver y servir a Jesucristo en los demás. Como legionarios, realizamos este deber en unión con María, nuestra Madre. Acercarse a los problemas con que se enfrenta la juventud de hoy en el terreno social, económico y cultural, solamente sobre las bases humanísticas o profesionales, no sería bastante. La Legión tiene experiencia de la verdad del texto del Evangelio: «No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios». El problema auténtico de hoy en la mayor parte de los países es que acabamos de surgir de un estado de abundancia donde los valores se basaban en la creencia de que Dios había desaparecido. El resultado es un vacío, una insatisfacción, un materialismo sin esperanza. La Legión de María se fundó en Dublín, el 7 de septiembre de 1921, víspera de la Natividad de Nuestra Señora, en un momento de gran sufrimiento, grandes penalidades y enorme pobreza en Irlanda. Pero a pesar de todo esto, era un momento de gran idealismo. Los jóvenes, libres de riquezas y de privilegios en la esfera económica y cultural, tenían ideales y estaban dispuestos a sacrificarse por ellos. El servicio al prójimo, el verdadero patriotismo, tendrá siempre una dimensión espiritual, y en el caso de Irlanda en ese momento particular, el amor a Dios era sinónimo de amor al país. Durante los años de abundancia, este idealismo se perdió por completo. Hoy, en muchos países del mundo, las verdaderas estructuras del sistema materialista están desintegrándose ante nuestros ojos. El desempleo a gran escala ya está entre nosotros y el efecto inmediato sobre los jóvenes es grave. Todo el mundo reconoce que hay que hacer algo para combatir este problema abrumador. Pero, ¿qué hacer? Por supuesto, no podemos ver si hay una solución al final del camino, pero al menos podemos empezar por el camino recto. Y eso es lo que este mensaje intenta. La Legión cree que restablecer la esperanza, la confianza y la voluntad de vencer nuestras dificultades es la tarea principal. El idealismo evidente de la primera mitad de este siglo que tuvo su fuente en la fe, como manantial de nuestro sentido de valores, ha sido corroído, como hemos dicho, por un rastrero materialismo. En la actual crisis se están haciendo esfuerzos para solucionar estos problemas con medios temporales o materiales. Es más fácil dar una limosna que llevar una vida de fe y transmitirla a otros. En el callejón sin salida en que nos encontramos, la fe es la única cimentación profunda sobre lo que poder construir. En palabras de nuestro Divino Maestro, «El que oye mis palabras y las cumple será corno el varón que edificó su casa sobre piedra; y la lluvia cayó, y vinieron los torrentes, y soplaron los vientos, pero la casa no cayó porque había sido cimentada sobre roca» (Mat. 7,24-25). Privados del idealismo, la esperanza y la fuerza que ofrece la fe, los jóvenes caerán en autocompasión, egoísmo y apatía, con un consecuente crecimiento en drogadicción, violencia y otros males que están ya acosando a la sociedad de hoy. La lección que sacamos de todo esto es clara. No ignorar a Dios, ni confiar en los medios puramente materiales. Faltan los cimientos, porque en este trabajo los cimientos deben ser personas con fe. Debemos llegar a los corazones y mentes de las personas, especialmente de las generaciones Jóvenes. Sí queremos ayudar a los jóvenes, debemos incluir la fe como elemento esencial, no sólo como un ingrediente en el plan, sino como su auténtica base. Por ejemplo: la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo. La Legión de María ha tenido siempre la fortuna de contar en sus filas con un núcleo de jóvenes capaces y deseosos de emprender las tareas que exigen fe y valor. Este ha sido el modelo en todo el mundo, y la cualidad que ha dado fama a la Legión de ser una organización de laicos misioneros. La caridad empieza en la propia casa, y en cualquier sitio que exista la Legión de María allí está su casa, y su deber de servir a la Iglesia y al pueblo. Fue al darse cuenta de esta necesidad cuando el Hno. Frank Duff introdujo la verdadera devoción a la nación en los años sesenta. Su intención era promover, no sólo en el pueblo de Irlanda, sino entre los pueblos de todas las naciones, un verdadero espíritu de patriotismo basado en la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo. Los miembros de la Legión de María han entendido la doctrina del Cuerpo Místico de Cristo como una realidad viviente. Tal como la Legión entiende el programa de la verdadera devoción a la nación, no se puede elegir solamente la parte social e ignorar las bases sobre las que descansa el programa. El proyecto y el principio no van en líneas paralelas, sino que uno se apoya en el otro. A principios de 1982, el Concilium presentó el experimento de un nuevo apostolado para los jóvenes, cuyo experimento tenía un doble objetivo: 1° Atraer a los jóvenes alejados de la práctica de la fe por el contacto personal y otros medios. 2° Establecer un núcleo de espiritualidad, es decir, un praesidium de la Legión de María, en el área visitada por el equipo, para que el trabajo ya iniciado continúe después que el equipo se haya ido. Unos noventa legionarios jóvenes, de dieciséis años en adelante, participaron en ocho proyectos durante el año 1982. Al revisar los diferentes informes a final del año fue evidente que todos los equipos habían trabajado bien y con buenos resultados. Para los mismos legionarios este nuevo esfuerzo había merecido la pena, y muchos de ellos dijeron que habían obtenido gran provecho. Por su mediación, muchos jóvenes volvieron a los sacramentos y se establecieron varios praesidia. Un director espiritual acompañaba a cada equipo, y sin excepción apoyaron el experimento, mostrando su deseo de volver al año siguiente. En 1983 se formaron once equipos que trabajaron en once zonas diferentes de Irlanda, y tanto sacerdotes corrió seglares están convencidos de que este apostolado para jóvenes es capaz de hacer un bien inmenso. La fórmula es la siguiente: 1. Los objetivos, indicados anteriormente. 2. El equipo puede estar formado por ocho a dieciséis legionarias, de una edad mínima de dieciséis años. Es necesario que haya siempre legionarios adultos para asegurar un equilibrio adecuado en el equipo. 3. Cada equipo tendrá un director espiritual que comprenda la Legión y esté preparado para trabajar en él. 4. El equipo contará con un legionario adulto experimentado qué hará de dirigente. 5. El proyecto durará generalmente de cinco a siete días. Sólo podrá tener lugar en una parroquia que cuente con el permiso del párroco. Cualquier sacerdote de la parroquia que desease colaborar con el equipo sería bien recibido. 6. El proyecto tendrá un programa fijado para cáela día que será trazado por el comité central, y constará de: oraciones de la mañana y de la tarde, misa diaria y comunión, junta del equipo y trabajo apostólico activo. 7. Cuando exista un consejo en el área donde actúa un equipo deberá tener en cuenta los siguientes puntos: a) El consejo facilitará al equipo alojamiento adecuado para los jóvenes, que usarán sacos de dormir. b) Los legionarios de dicho consejo se preocuparán asimismo de la alimentación del equipo. c) Igualmente el consejo planificará el trabajo del equipo, que estará enfocado hacia personas jóvenes de dieciséis años en adelante. 8. Es importante que los responsables de la planificación presten atención hasta de los más pequeños detalles. Ante todo, ha de suponer un esfuerzo por extender la maternidad de Nuestra Señora en las almas, y han de reflejar lo más aproximadamente posible el delicado cuidado que Ella pondría en este trabajo. 9. Los legionarios que iniciaron este experimento hace años, lo hicieron a expensas propias. El Concilium decidió recientemente, en lo que a Irlanda se refiere, que se abone la mitad de los gastos a los legionarios que participen. Debido a que Irlanda es un país pequeño y las distancias no son grandes, los gastos no son excesivos. Sin embargo, en países donde los consejos dirigentes no puedan hacer estos gastos, los legionarios harán los sacrificios que sean necesarios, como ocurre con las PPC. Si se llevan a cabo con el verdadero espíritu de la Legión, está claro que lo que estos proyectos pretenden para los jóvenes de todas las naciones tendrá efecto sobre: a) Los legionarios que participen en el proyecto. b) La parroquia en la que ha trabajado el equipo. c) El consejo que ha invitado al equipo a trabajar en su zona, ya que no pueden dejar de verse los efectos de un apostolado tan activo. Esto es formación para él trabajo. Si mantenemos e incrementamos estas acciones, los legionarios estarán pronto capacitados para hacerse con los problemas que afectan a la sociedad, especialmente a los jóvenes. Si la Legión va a seguir siendo un instrumento valioso en las manos de María, nuestra devoción a Ella debe ser tal, que estemos deseando en todo momento conseguir lo imposible. Sam Hughes Presidente del Concilium (1984) Tomado del Boletín 467 y 468 de Enero y Febrero de 1994 respectivamente del Senatus de Madrid, España.