06 | SOCIEDAD W TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 24 de enero de 2015 VIENE DE PÁG. 5 4 libros crueles SIGUE EN PÁG. 8 ESPECIAL VERANO Por Oscar Contardo, periodista y escritor. Autor de La era ochentera, Siútico y Raro. La capacidad de ser crueles está relacionada con el poder. Es una expresión de él y como tal se encuentra en distintas formas y dosis. En la literatura yo suelo rastrear la crueldad de distintas maneras: en la forma de plantear el mundo narrado, en la trama como destino inevitable, en las relaciones de los personajes o en los quiebres del relato. Me gustan los personajes débiles y rabiosos. Me gusta la maldad cuando es sigilosa y valiente y me conmueven los malheridos, sobre todo cuando nunca aspiraron a ser ni héroes ni santos. Las hermanas Grimes El baile Recursos Humanos Richard Yates Irène Némirovsky Antonio Ortuño Michel Houellebecq Es el mejor ejemplo del destino como una cicatriz de la que es imposible deshacerse. Un orden social sutilmente feroz que condena como verdugo a buscar felicidad donde no la hay ni la habrá. La vida es dura y el mundo un infierno de rutinas estériles. Dicen que la autora detestaba a su propia madre. Que no toleraba su arribismo, que resentía de su frivolidad. Dicen que tal vez El baile pudo ser una suerte de venganza, o la fantasía de una revancha devastadora y dolorosa. El escritor mexicano dibuja a través de las relaciones de oficina de un grupo de empleados la violencia domesticada del organigrama del resentimiento. El narrador va mostrando la zancadilla al prójimo como estrategia de sobrevivencia y la autodegradación como truco para ascender puestos. La crueldad en su fase más escéptica y socarrona. El autor francés es un maestro en el arte del maltrato de sus propios personajes, de mostrarnos sus heridas, de ridiculizar sus rutinas y fregar sus anhelos hasta dejarlos sin más compañía que su propia desdicha. Una especie de Sename adulto en un mundo burgués, sometido por las ilusiones impostadas. 5 libros de música Por Marisol García, periodista. Autora de Canción valiente Elvis Presley: Último tren a Memphis + Amores que matan Peter Guralnick Quizás sea la mejor biografía sobre un músico popular escrita alguna vez, y es poco probable que otro libro la desbanque pronto. Está el detalle de los muchos datos repartidos en dos tomos, pero también la capacidad del autor de humanizar a su personaje y convencernos de la tragedia que terminó siendo su vida. Las partículas elementales 4 clásicos que ocurren en verano Por Marcelo Somarriva, académico de la Facultad de Artes Liberales de la UAI. Viento sur La víctima La historia secreta del disco Norman Douglas Saul Bellow Peter Shapiro Este autor se hizo famoso con esta novela que describe la vida de una comunidad de extravagantes expatriados en una isla llamada Nepenthe, que en realidad es Capri apenas disfrazada con una hojita de parra. Su trama, si es que la tiene, es muy tenue y el relato está formado por digresiones, chismes e infidencias divertidas de esta gente que parece vivir perpetuamente de vacaciones. Douglas era un escritor extraordinario y un sujeto moralmente dudoso. Viento Sur es la novela veraniega perfecta. Ambientada durante un verano torrencial, cuando Nueva York parece haberse convertido en Bangkok, narra las desventuras de Asa Leventhal, quien entre otras circunstancias apremiantes es acosado por un borracho que lo culpa de haberle arruinado la vida. Cuentan que Bellow renegaba de este libro, pero como dice el escritor J. M. Coetzee, estaba siendo injusto: La víctima es una de las mejores novelas cortas de la literatura norteamericana. La canción en el sombrero El mensajero J. G. Farrell Horacio Salinas L. P. Hartley Es un libro escrito por un músico, y se nota. Prima antes la descripción de influencias y circunstancias creativas, por sobre el anecdotario. La historia de Inti-Illimani desde dentro. “El pasado es un país extraño, la gente ahí se comporta de otra manera”, dice el narrador de esta inolvidable novela mientras recuerda un caluroso verano de su infancia que pasó invitado en una elegante casa de campo. Todo va más o menos bien, hasta que la hermana mayor de su amigo le pide que sea el intermediario de su romance clandestino. Esta novela recrea incidentes ocurridos en el famoso motín de la India de 1857, cuando un destacamento británico se acuartela esperando el ataque de sus sitiadores indios, quienes prefieren esperar a que el horrible calor y las lluvias de los monzones terminen con ellos. Un crítico decía que hay novelas inteligentes, otras que cuentan buenas historias y otras para reír, pero que estos tres atributos rara vez coinciden, como sí ocurre en este libro. Un libro que se toma cinco páginas para describir Love to Love You Baby, de Donna Summer y Giorgio Moroder, encontrándole vínculos hasta con el marxismo es, sin duda, recomendable. Cómo se canta la poesía popular Desiderio Lizana Una muy importante labor de rescate de textos clásicos sobre folclore chileno y poesía popular ha estado realizando la editorial Tácitas con su colección Vox Populi. Este libro de 1912 es una suerte de manual que muy didácticamente explica las características de géneros como la paya, la décima, el canto a lo humano y a lo divino, y el resto de saberes de los llamados “puetas”. Una historia natural del piano Stuart Isacoff Un período largo, descrito con conocimiento y muy buen estilo en la escritura. Chopin, Glenn Gould y Jerry Lee Lewis en un mismo relato. El sitio de Krishnapur 5 libros para jóvenes depresivos Por Constanza Gutiérrez, escritora. Autora de Incompetentes. En verano, y si aún eres lo suficientemente joven como para tener dos meses libres, la sucesión de días tan largos da mucho qué pensar. Y aunque, al principio, es divertido revolcarse en la miseria un rato, es mejor revolcarse mientras te ríes, así que propongo algunos libros que a mí me sirvieron de consuelo y diversión. Ahí voy: para empezar, Desubicados, de María Sonia Cristoff, que sabe bien lo que es sentirse incómodo. Luego, La campana de cristal, de Sylvia Plath, favorita entre favoritas, y también La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, que es para reírse a gritos. Luego, el absurdo de El padre muerto, de Donald Barthelme y de Esperando a Godot, de Beckett, porque siempre es bueno recordar que el mundo es absurdo y que, aunque nuestras vidas también lo sean, no vale la pena estar pensando en eso. Siempre es mejor reírse.