Una cr咜ica de la reducci de la moralidad a la justicia

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CUADRANTEPHI No. 23
Julio - diciembre de 2011, Bogotá, Colombia
El metro patrón de París
Víctor Gabriel González Martínez
Carrera de Filosofía
Universidad Nacional de Colombia
Bogotá
[email protected]
En este trabajo revisaré si la crítica hecha por Kripke a Wittgenstein, en la primera
conferencia de Naming and Necessity, sobre el metro patrón, es acertada o no. Para
lograr este objetivo dividiré el presente texto en tres partes. En la primera haré una
reconstrucción de la postura de Wittgenstein sobre el metro patrón. En la segunda parte
haré una reconstrucción de los argumentos de Kripke en contra de Wittgenstein. Y por
último revisaré la pertinencia de las críticas de Kripke a Wittgenstein.
1. Wittgenstein: sobre los paradigmas
En el § 50 de las Investigaciones Filosóficas se habla de si tiene sentido decir de un
elemento (u objeto simple) que existe o no. Se nota que la existencia es cuestión de
relaciones entre elementos y que los objetos simples son la condición de posibilidad de
esas relaciones, por lo que de un objeto simple no se puede decir que existe o no, o que
se destruye o no.
Wittgenstein plantea un caso análogo con el metro patrón. Según él, del metro patrón no
se puede decir que es de un metro de longitud o que no lo es. Ese metro es el paradigma
de medida y se usa de la siguiente forma: si queremos saber si a mide un metro,
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debemos compararlo con el paradigma de metro; solamente si la longitud de a coincide1
con la del paradigma entonces a mide un metro.
¿Por qué Wittgenstein dice que del metro patrón no tiene sentido decir que mide o no un
metro? La normatividad de la regla del uso del metro estipula que para decir que algo
mide un metro se debe comparar con el paradigma de medida. De esta manera, se hace
una distinción entre patrón y objeto medido. La relación 'medir' solamente funciona
cuando se compara un elemento del conjunto de los objetos medibles con un elemento
del conjunto de los paradigmas. Proponer una relación en la que un elemento del
conjunto patrón se compare con él mismo, sería una nueva relación que no es la de
medir, pues se está comparando un elemento del conjunto de paradigmas con él mismo
y no un elemento del conjunto de los medibles con el del conjunto de los paradigmas. El
metro patrón es un instrumento del lenguaje que permite hacer enunciados sobre la
longitud, pero él no es un sujeto válido para una oración sobre longitud. Parece que
Wittgenstein está resaltando la diferencia entre el paradigma y lo que es regido por él.
Ahora bien, si de los objetos simples no tiene sentido decir que existen o no (dado que
la relación existencia depende de que en efecto hayan objetos simples), parece que ellos
son medios de representación y no objetos susceptibles de ser representados (algo
análogo al paradigma y lo que es regido por él, o a las reglas y lo que rigen las reglas
como en el ajedrez).
Pensemos en el caso de un señor que muere (“cuando el señor N.N. muere se dice que
muere el portador del nombre, no que muere el significado del nombre” (§40)). Se dice
que lo que dota de significado al nombre no es que se pueda descomponer en objetos
simples que necesariamente tendrán un portador, sino un paradigma que se usa en el
juego del lenguaje en conexión con el nombre. La alternativa que toma Wittgenstein
para no comprometerse con un atomismo ontológico es el uso de paradigmas. En el §55,
dice que si un nombre pierde su paradigma es imposible jugar con él un determinado
juego del lenguaje.
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Por coincidir entiendo una relación que permita establecer una igualdad en tanto longitud –en el caso en que
se esté midiendo, pues es claro que hay diversos paradigmas según lo que se quiera hacer– entre el paradigma
y el objeto medido
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Podemos ver que el metro patrón es un medio de representación en tanto permite usar el
predicado “mide un metro”. Por otro lado, de un objeto x, diferente del metro patrón, se
puede decir que mide o no un metro sólo si se compara con el metro patrón. Esto es un
juego del lenguaje, en el cuál el metro patrón tiene el papel de ser el paradigma de
medida.
2. Kripke: ¿se puede decir que el metro patrón de París mide un metro?
Wittgenstein dice que hay una cosa de la cual no se puede decir que tiene un metro de
largo o no, y es del metro patrón de París. Además de eso, Wittgenstein recalca que no
está dándole al metro patrón una propiedad extraordinaria, sino sólo mostrando el papel
peculiar que tiene en el juego del lenguaje de medir en metros. Kripke cree que
Wittgenstein se equivoca. Según Kripke, se puede llegar a la conclusión de que el metro
patrón mide un metro de largo. Si el metro patrón es una vara de 39.37 pulgadas de
largo (lo que presupone que existe un patrón para la pulgada), no hay nada que impida
que, con base en el patrón de pulgada, se llegue a la conclusión de que el metro patrón
mide un metro.
Kripke entiende que Wittgenstein dice que del metro patrón no se puede decir que mide
o no un metro, dado que cualquier cambio de longitud que tenga no afectará su papel
como paradigma de medida. Es decir, según la interpretación que hace Kripke de
Wittgenstein, no tiene sentido decir del metro de París que mide un metro o no, porque
necesariamente mide un metro.
Supongamos que el metro patrón mide un metro. Se puede pensar que la proposición “la
vara s mide un metro de largo” es una verdad necesaria (en donde s es el patrón de
medida para metro). El tamaño de s puede variar con el tiempo, por lo que es necesario
precisar la proposición. Quedará de la siguiente manera, “la vara s mide un metro de
largo en t” y según Kripke eso es equivalente a “un metro es la medida de la vara s en
t”. Alguien, erróneamente, podrá decir: la anterior es la definición de metro (“un metro
es la medida de la vara s en t”) y por definición la vara s mide un metro en t, lo que
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quiere decir que es una verdad necesaria que s mida un metro en t.
Quien haya hecho el anterior comentario está usando la definición de metro, no para dar
el significado de lo que él llamó metro, sino para fijar la referencia. Por ejemplo, en el
caso del metro ocurre así: hay una distancia que se quiere determinar. Se delimita por
medio de una propiedad accidental de una vara que tiene una longitud. Otra persona
puede fijar la misma referencia por medio de otra propiedad accidental de otro objeto,
como la diezmillonésima parte de la distancia que separa el polo de la línea del ecuador
terrestre. De esta manera se fija la referencia de metro, o bien en la diezmillonésima
parte de una distancia, o en una vara. De todas maneras, si se usa la vara s como
paradigma de metro se puede decir: “si se le aplica calor a la vara s en el tiempo t,
entonces en el tiempo t la vara s no tendrá un metro de longitud”.
Antes de continuar debo explicar dos términos importantes: designador rígido y
designador no rígido. Un designador rígido es un término que designa al mismo objeto
en todos los mundos posibles. Por otro lado un designador no rígido es un término que
designa a un objeto determinado sólo en ciertas circunstancias. De esta manera se puede
decir que un designador no rígido designa a un objeto determinado, pero es fácil
imaginarse que designe a otro objeto. Por ejemplo “el inventor de los lentes bifocales”
es un designador no rígido. Si bien designa a Benjamin Franklin, puede ser que, en un
escenario contrafáctico, designe a otra persona. Por otro lado, un designador rígido
siempre designa al mismo objeto. Por ejemplo, “la raíz cuadrada de 25” designa de
forma rígida a '5' dado que por medio de una prueba aritmética se puede mostrar que
necesariamente 5 es la raíz cuadrada de 25 sin importar hechos empíricos contingentes
(cf. Kripke, 1972b: 131).
Ahora bien, aunque el metro patrón sea el único paradigma de medida hay una
diferencia entre “un metro” y “la longitud de s en t”. La primera frase es un designador
rígido en todos los mundos posibles, que en el mundo actual ocurre que es la longitud
de s en t. En segundo lugar “la longitud de s en t” no designa nada de forma rígida. En
situaciones contrafácticas la vara pudo haber sido más larga o más corta. De esta
manera podemos decir del metro de París ─de la misma manera que de otras varas de la
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misma sustancia y longitud─ que si una cantidad de calor es aplicada a él, se expandirá
y dejará de medir un metro. Del designador no rígido “la longitud de s en t” se puede
decir que no mide un metro en las anteriores circunstancias.
No hay conflicto entre la oración contrafáctica (en donde se le aplica calor a la vara) y
la definición de metro como “la longitud de s en t” porque la definición correctamente
interpretada no dice que la frase “un metro” es sinónima de “la longitud de s en t”.
Fijamos la referencia de la frase “un metro” estipulando que es un designador rígido de
una distancia que de hecho es la longitud de s en t. De esta manera no es una verdad
necesaria que s mide un metro de largo en t, dado que en ciertas circunstancias s no
medirá un metro de largo en t. Esto se da porque el designador “un metro” es rígido y
el designador “la longitud de s en t” no lo es. Es por esto que, como ya lo había
mencionado anteriormente, alguien erróneamente dirá que el metro de París
necesariamente mide un metro, o que según Kripke no se puede decir ni que mide un
metro ni que no lo mide, dado que es necesario que mida un metro.
3. Revisión de la crítica de Kripke a Wittgenstein
Antes de comenzar propiamente con la revisión de la crítica, quisiera concentrarme en
mostrar qué es un juego del lenguaje. Wittgenstein introduce este término en el §7 de
las Investigaciones Filosóficas. Un juego del lenguaje es un entramado de palabras y
acciones, delimitado por ciertas reglas que obedecen a un fin. Por ejemplo, en el
parágrafo 2, Wittgenstein describe el siguiente juego del lenguaje:
El lenguaje debe servir a la comunicación de un albañil A con su
ayudante Β. Α construye un edificio con piedras de construcción; hay
cubos, pilares, losas y vigas. Β tiene que pasarle las piedras y justamente
en el orden en que A las necesita. A este fin se sirven de un lenguaje que
consta de las palabras: «cubo», «pilar», «losa», «viga». A las grita — Β le
lleva la piedra que ha aprendido a llevar a ese grito. — Concibe éste
como un lenguaje primitivo completo. (1988)
Los juegos del lenguaje son como pequeños módulos que tienen un objetivo y que
pueden entrecruzarse. Por ejemplo, el juego entre A y B sirve para hacerse llegar
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elementos de construcción, pero puede entrecruzarse con el juego de lanzarse una losa
varias veces entre A y B sólo por diversión (digo que se entrecruzan porque los dos
juegos comparten algunos elementos). Ahora bien, según Wittgenstein las palabras sólo
tienen relevancia dentro de un juego del lenguaje determinado. Por lo tanto, la palabra
'losa' por fuera de un juego del lenguaje determinado no tendrá un significado. El
significado de un nombre será su papel en un juego del lenguaje.
En el análisis que hace Kripke del metro patrón, encontramos un elemento que muestra
la distancia que hay en el modo de entender el lenguaje entre Kripke y Wittgenstein.
Este elemento es el designador rígido. Kripke define a un designador rígido como un
término que designa al mismo objeto en todos los mundos posibles. El hecho de hablar
de mundos posibles sirve para darle necesidad a la designación que hace este tipo de
designador a su ente designado. De esta manera los designadores rígidos designan
necesariamente un objeto, sin importar las diversas situaciones.
Estoy convencido de que Wittgenstein rechaza la idea de un designador rígido. Si las
palabras sólo tienen un papel dentro de los juegos del lenguaje, no podemos decir que
haya un tipo de palabras (designadores rígidos) que, sin importar las condiciones en
donde se encuentren, van a designar siempre lo mismo. Un ejemplo de designador
rígido, según Kripke, es “la raíz cuadrada de 25” dado que, sin importar las
circunstancias, referirá a '5'. Ahora bien, siguiendo la idea de juego del lenguaje
planteada por Wittgenstein, ¿podemos crear un juego del lenguaje en donde la oración
“la raíz cuadrada de 25” refiera a '6' o a cualquier otro número? Este ejercicio parece
bastante sencillo. Podemos crear un juego del lenguaje en donde cada vez que yo diga
“la raíz cuadrada de 25” mi interlocutor diga '6' o la serie de los números naturales hasta
10, o cualquier cosa que nos parezca divertida a mi interlocutor y a mí. Claro está que
este juego del lenguaje es diferente al juego que se hace en matemáticas con la oración
“la raíz cuadrada de 25”, pero también es claro que es un juego del lenguaje válido.
Kripke dice que la frase “la longitud de s en t” es un designador no rígido, y en virtud
de su característica de ser no rígido (que puede darse de otra manera), propone que s
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puede dejar de medir un metro en t en ciertas circunstancias (como cuando se le aplica
calor). Dado que eso puede acontecer, es posible decir de “la longitud de s en t”, o del
metro de París, que puede no tener un metro de longitud.
Creo que Wittgenstein dice que del metro de París no se puede decir que tiene un metro
de largo o no, porque está señalando el papel que juega el paradigma de metro en el
juego del lenguaje de medir. Es decir, habla del metro de París en un contexto
específico, a saber, el juego del lenguaje de medir en metros. Wittgenstein no está
diciendo que el metro de París necesariamente mide un metro, como interpreta Kripke.
Lo que dice Wittgenstein es que la relación medir sólo es válida cuando se compara un
objeto x con el metro de París. Y dado que no se puede aplicar esta relación al metro de
París, no se puede decir de él que mide o no un metro. La interpretación de Kripke no
parece tener el objetivo de entender qué dice Wittgenstein sobre el metro patrón, es más
bien una lectura acomodada a su teoría del significado (la teoría de Kripke). Esta forma
de entender a Wittgenstein es peligrosa en tanto no se toma en cuenta la idea de juego
del lenguaje, central en las Investigaciones Filosóficas. Por tanto, la crítica de Kripke a
Wittgenstein parte de una mala interpretación de los enunciados de Wittgenstein sobre
el metro de París. Esta mala interpretación hace que la crítica sea inofensiva para el
pensamiento de Wittgenstein.
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Bibliografía
Kripke, Saul. Naming and Necessity, Harvard University Press and Basil Blackwell,
1972, at p. 54
--- “Identidad y necesidad”. En: La búsqueda del significado. Luis M. Valdés
(Compilador), 1972b.
Wittgenstein, Ludwig. Investigaciones filosóficas, traducción de Alfonso García Suárez
y Ulises Moulines, Altaya, 1988.
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