PALABRA QUE DA VIDA -Reflexionemos- RECHAZAR TODA VIOLENCIA TENEMOS LA INVITACIÓN Y EL DESAFÍO QUE NOS LANZA JESÚS A SEGUIR ESE ANDAR DE MANSEDUMBRE Y QUE DESTIERRA TODA VIOLENCIA, QUE EN CADA MUJER Y EN CADA HOMBRE RECONOCE A UN HERMANO, A UN PREDILECTO DE DIOS Y NO A UN ENEMIGO. MARTES 1 DE OCTUBRE DE 2013 Del Evangelio según san Lucas 9, 51-56 Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: «Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?» Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea. LECTURAS COMPLEMENTARIAS: ZACARÍAS 8,20-23 - VENDRÁN PUEBLOS NUMEROSOS A VISITAR JERUSALÉN. SALMO 86 - DIOS ESTÁ CON NOSOTROS AL SEÑOR EN CONTEXTO – Para ir de Galilea a Jerusalén, la ruta más directa es la que pasa por Samaría. El relato refleja la ancestral hostilidad existente entre galileos y samaritanos. Los peregrinos que iban a Jerusalén para las grandes fiestas de Israel, evitaban el paso por Samaría, utilizaban el camino de la costa o el valle del río Jordán. Para Jesús, que tiende la mano a todos, ésta es una buena oportunidad para anunciar a los samaritanos su evangelio. Por eso Jesús envía mensajeros para que preparen su paso por esta tierra, pero no lo consiguen, porque los samaritanos los rechazan, debido al destino del viaje, la rival Jerusalén. Obviamente, los samaritanos desconocían la razón real del viaje de Jesús a Jerusalén, la cruz. EL MAESTRO NOS INVITA A EVITAR LA VIOLENCIA Hoy, a pesar de que sabemos que violencia trae más violencia, y a pesar de llamarnos seguidores de aquel que regañó a los discípulos por querer bajar fuego del cielo y acabar con los samaritanos, seguimos en las mismas. No podemos hacer caer fuego del cielo para quienes se oponen a nuestros pensamientos o intereses. El verdadero profeta no puede sólo denunciar, sino proponer caminos que den soluciones más humanas a los problemas y retos que la vida nos presenta. Quien sólo denuncia y no tiene la capacidad de encontrar los caminos de paz para una mejor convivencia, terminará asesinando y apoderándose de lo que no le pertenece. PARA REFLEXIONAR MENSAJEROS BELICOSOS Y VIOLENTOS El resentimiento entre judíos y samaritanos era histórico; los judíos consideraban a los samaritanos impuros y herejes, causal más que suficiente para el desprecio y la exclusión. Pero el Maestro está más allá de todas esas cuestiones: Él no quiere detectar enemigos, no se detiene en distintos, en puros, en exclusividades. Él sólo ve hijas e hijos que sal- var, Él tiene una misión de rescate encomendada por su Padre y por eso mismo se encamina decidido a Jerusalem, allí mismo en donde está el centro del poder político y religioso y no se callará, a pesar de que se cierne ominosa en el horizonte la voracidad de la cruz. Por eso envía mensajeros por delante de Él, para dar aviso e ir allanando el camino. Sin embargo, en la aldea samaritana se niegan tajantemente a recibirlo, y aquí hay que hacer un alto y reflexionar acerca de esta negativa. No se trata solamente del enfrentamiento habitual: esos mensajeros seguramente se adelantan anunciando al Mesías, al Rey de los judíos que va a tomar posesión real de Jerusalem, y no a un Salvador de toda la humanidad. El rechazo es automático, y no debe sorprendernos porque a menudo solemos sintonizar la misma frecuencia, es decir, un Redentor limitado a los cristianos y, dentro de ellos, a nosotros los católicos. El rechazo samaritano es lógico, porque la exclusión crea ghettos que, a su vez, multiplican esa exclusividad con signo inverso. Y ese rechazo despierta las furias y la violencia entre los discípulos. Santiago y Juan, hijos de Zebedeo -conocidos tradicionalmente como hijos del trueno por sus caracteres bravos e irasciblesproponen a Jesús enviar desde el cielo una lluvia de fuego que elimine a los réprobos, que borre a los enemigos, que aniquile a los opuestos... Basta observar las noticias diarias para imaginarnos a misiles y bombas inteligentes arrasando a pueblos enteros -en el lugar que fuera- a partir de esa idea primera. Pero Él, sin detener sus pasos, los reprende y sigue andando. Es el Servidor manso y pacífico que no impone sino que anuncia y propone la Salvación desde la pura gratuidad, el Reino de su Padre, el tiempo de la Gracia. Nos queda a nosotros la invitación y el desafío a seguir ese andar de mansedumbre que no admite resignaciones, y que destierra toda violencia, que en cada mujer y en cada hombre re- conoce a un hermano, a un predilecto de Dios por ello mismo, por una cuestión de ternura de un Dios que es Padre y es Madre también. PARA ORAR Señor Jesús, bendigo el valor con el que endureciste tu rostro como piedra y emprendiste el camino hacia la cruz, aun sabiendo que nosotros te habríamos de corresponder con la incredulidad, la indiferencia e incluso la hostilidad. Bendigo la paciencia de la que haces gala incesantemente con nosotros, que nos mostramos a menudo impacientes y severos con los otros y con sus errores. Me aferro al borde de tu manto, seguro de que encontraré en ti al que me cura de mis infidelidades y me conduce a la casa del Padre. Amén. PARA ACTUAR – A nosotros nos corresponde, como comunidad creyente, seguir decididamente a Jesús, en actitud abierta, comprensiva y dialogante con quienes piensan diferente, forman parte de culturas diferentes y hasta carentes de hospitalidad. Pasar por Jerusalén supone enfrentar muchas dificultades, pero Jesús de Nazaret nos convida a seguir en el camino. MADUREZ Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver las discrepancias sin violencia o destrucción. Madurez es paciencia. Es la voluntad de posponer el abrazo inmediato en favor de un beneficio de largo plazo. Madurez es perseverancia, es la habilidad de sacar adelante un proyecto o una situación a pesar de fuerte oposición y retrocesos decepcionantes. Madurez es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones, incomodidades y derrotas, sin queja ni abatimiento. Madurez es humildad. Es ser suficientemente grande para decir “me equivoque”. Y cuando se esta en lo correcto la persona madura no necesita experimentar la satisfacción de decir “Te lo dije”. Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades para al fin no hacer nada. Madurez significa confiabilidad, mantener la propia palabra, superar la crisis. Los inmaduros son maestros de la excusa. Son los confusos y desorganizados. Sus idas son una confusión de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad. Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar. «Tomó la decisión de ir a Jerusalén» No sé con qué armas se luchará en la tercera guerra mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta: palos y mazos. Albert Einstein