Las mujeres y las luchas árabes por la liberación.

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Los mitos de oriente y la paradoja
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de del
occidente...
artículo
REVISTA NOMADÍAS
Julio 2011, Número Nº 13, 147-151
Las mujeres y las luchas árabes por la liberación.
Kamal Cumsille M.
Universidad de Chile
[email protected]
¿Por qué una retórica de defensa de la democracia y al mismo
tiempo un silencio político y un irrestricto respaldo económico
y militar a dictaduras sangrientas? Es la pregunta que la actual
Intifada ha planteado a EEUU y a las potencias europeas, así
como ha dejado al descubierto su escandaloso doble estándar.
A las feministas occidentales se les podría plantear una interrogante similar: ¿por qué una retórica de emancipación anti-velo
y al mismo tiempo velar a mujeres no veladas? Y pues, se trata
de que, sea por la llamada “amenaza islamista” (en el caso del
respaldo a las dictaduras árabes por parte de las potencias) o por
el velo del orientalismo y la pretensión de universalidad de los
discursos occidentales sobre libertad y liberación (entran aquí
hombres y mujeres), la mujer árabe se ha visto invisibilizada
tanto por el sistema patriarcal del que es víctima (al igual que
todas las mujeres del planeta), por las fuerzas conservadoras de
sus sociedades y también, por el mismo orientalismo que coloniza las mentes de las feministas occidentales. De manera que,
Edward Said tenía absolutamente la razón cuando en su célebre
Orientalismo, decía que Occidente ha “orientalizado” a Oriente
porque le convenía que así sea.
En un excelente libro de reciente aparición Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe furiosa (del que el dossier
que comento da noticia), la poeta y periodista libanesa Joumana Haddad da cuenta de este problema en las primeras páginas,
donde en su “Nota al lector” nos relata el hecho a partir del cual
le surgió la idea de escribir dicho libro. Se trata de una entrevista
en la que una periodista se le mostraba perpleja ante su figura,
para ella muy excepcional, de una mujer árabe “emancipada”
que escribe poesía erótica y edita una revista sobre el cuerpo,
a lo que Haddad respondió, según ella misma reconoce “de un
modo bastante grosero” diciendo: “No me considero tan excep147
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cional. Hay muchas «mujeres árabes liberadas» como yo. Y si,
como usted dice, no sabe de nuestra existencia, entonces ese es
su problema, no el nuestro”1. El lugar en que este prejuicio pone
a la mujer árabe que lucha por la emancipación es el de eterna
seguidora de la feminista occidental, ya emancipada y que lleva
la avanzada en la lucha por los derechos de su género, pues se
trata del problema del léxico de lo universal, sobre el que occidente reclama toda propiedad, esto también corre para hombres
y mujeres. Ahora, tampoco se trata de tergiversar la realidad ni
de ser tan condescendientes con el mundo árabe: la situación
de la mujer en la mayoría de estos países es desastrosa tanto en
aspectos legales como familiares, sin embargo, la historia de sus
luchas nos muestra que hace ya bastante tiempo la mujer árabe
dejó de ser esa víctima “velada” que nos exhibe el orientalismo
con tanta insistencia, y del que también se hacen eco las feministas occidentales, sea por mero desconocimiento, o bien por la
convicción de que el sujeto femenino es obra de su “civilización”.
Pues ¿por qué tanta consternación frente a la masiva participación de las mujeres en las revueltas? Como si se tratara de
la primera vez que las mujeres árabes salen a la calle para manifestarse públicamente por derechos políticos y sociales. También
esto corre para el juego espectacular de las imágenes, pues, si
no es por Al Jazeera, nos quedamos con la imagen que (tal como
muestran las fotos del dossier que estamos comentando) las
mujeres árabes son un conjunto de anónimas veladas.
Esto no es así desde ningún punto de vista. La aparición
pública de la mujer árabe no comenzó el año 2011, si quiera en
mayor medida que en períodos anteriores; y tampoco son un
conjunto de anónimas veladas. La mujer árabe ha jugado un rol
importante,- no menor que el de los hombres, y tampoco menor
que el de sus congéneres de otras culturas- en todos los procesos políticos y culturales de la historia de su región, y si ese rol
se ha visto invisibilizado, es porque como dije antes, no lo han
provocado solamente las fuerzas conservadoras de sus países,
sino también el orientalismo que impregna el discurso del occidente que dice defender sus libertades. Todavía hay que agregar,
el rol de liderazgo tampoco es menor que el de las mujeres de
otras culturas, pues occidente y sus periferias colonizadas que
reclaman esta identidad, tampoco puede jactarse de tener gran
cantidad de líderes femeninas (no me refiero a líderes feministas
por cierto, sino a líderes para toda la sociedad). De manera que,
es necesario aclarar: las mujeres árabes han jugado un importante rol en lo que fue la Nahda (renacimiento cultural árabe
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liberación
de entre la segunda mitad del siglo XIX y primeras décadas del
XX), en la lucha anticolonial, en los movimientos revolucionarios de resistencia contra Israel, así como en las revueltas actuales, de las cuales participan, no como mujeres, sino como parte
de un pueblo entero que reclama libertades políticas de las que
no gozan hombres ni mujeres. Tal vez, un estudio más profundo sobre el tema deba quedar pendiente para un futuro trabajo,
donde no se trate el rol particular de las mujeres en estos procesos, sino de igual a igual con sus pares varones, cosa que tampoco se observa en las historias políticas “generales” del mundo
árabe. Así, quienes debemos quitarnos el velo somos nosotros
mismos, y de este modo, permitirnos sacar del anonimato en que
nos aparecen, a todas esas mujeres cuyo papel ha sido crucial en
los procesos del mundo árabe. En lo que sigue, sólo pretendo dar
noticia de algunas de ellas que dan testimonio de esa realidad.
May Ziadeh (1886-1941): Una
figura central del renacimiento
árabe. Nació en Nazaret, Palestina.
Entre los años 1912-1916, formó
en El Cairo el “Salón literario”,
instancia en la que reuniría semanalmente en tertulias a las más
grandes figuras del renacimiento
cultural árabe de la época, entre
ellos: los egipcios Taha Husayn,
Ahmed Lutfi Al-Sayed, Mahmud
Abbas Al-Aqqad, Ya’qub Sarruf,
Ahmed Shawqi; y los libaneses
Khalil Mutran, Antoine Gemayel, entre otros. Estudio filosofía,
historia y lenguas. Además del
árabe y el francés, que fue el idioma de sus primeros dos libros de
poesía, manejaba cinco idiomas, entre ellos el español. Publicó
más de quince libros, entre poemarios, colecciones de artículos
de crítica literaria, traducciones y escritos políticos. Lamentablemente, más que por su trabajo, es conocida por su amor
epistolar con el poeta Gibran Khalil Gibran (con quien nunca se
conocieron personalmente ya que éste vivía en Nueva York), y
al que ella hizo famoso en los países árabes a través de artículos
sobre la obra del poeta en los principales periódicos de Egipto
y Líbano.
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Hoda Shaarawi (izquierda) y
Safia Zaghloul (derecha). Dos
mujeres egipcias que en 1919,
participaron de la revolución
nacional en contra de la ocupación británica jugando un papel
protagónico. En 1923, Hoda
Shaarawi con Saiza Nabarawi
fundaron la Federación de Mujeres, asociación que además de
estar inscrita activamente en el
movimiento anticolonial, luchó
por la educación y los derechos
de las mujeres. Uno de sus logros
fue el que en 1924, la edad mínima para contraer matrimonio en el caso de las niñas se elevara
a los 16 años. En 1921, Amelia Sakakini y Zalikha Al-Sharabi
habían fundado una federación similar en Palestina.
Leyla Khaled (1944- ): Nació
en Haifa, cuando Palestina aún
estaba bajo mandato británico.
En 1948 su familia se ve forzada
a salir al Líbano, como parte de
los más de 800 mil refugiados
palestinos que debieron dejar
sus hogares tras la instalación
de Israel. A los 15 años se unió
al Movimiento Nacionalista
Árabe, cuya facción palestina en Líbano dirigía George
Habash, y que tras la guerra de
1967 se convertiría en el Frente
Popular para la Liberación de
Palestina –FPLP. Durante algunos años ejerció como profesora
en Kuwait. En los años 1969 y 1970 participó de dos secuestros
de aviones, lo que la convirtió en la primera mujer en integrar
comandos de operaciones de envergadura en la resistencia
palestina. Actualmente vive en Jordania, es miembro del Consejo Nacional Palestino y participa regularmente del Foro Social
Mundial. En 2005, la cineasta palestino-sueca Lina Makboul
realizó un film sobre su vida titulado: “Leila Khaled hijacker”.
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Mujeres de la resistencia contra
la ocupación israelí en el sur
del Líbano
En 1982, en el marco de la Guerra
Civil libanesa, y con el respaldo de la Falange, Israel invade el país. Tras el asedio al que
somete a su capital, Beirut, entre
junio y septiembre de ese año (el
que termina con la masacre de
los campamentos palestinos de
Sabra y Shatila), Israel mantendrá invadida una porción de territorio en el sur, invasión que
duró hasta mayo de 2000. Además del conocido “Partido de
Dios” (Hezbollah), uno de los más importantes movimientos
que resistieron a esta invasión fue el llamado “Frente de Resistencia Patriótica Libanesa”, integrado por diversos partidos y
facciones laicas libanesas y palestinas. En este frente, las mujeres
jugaron un importante papel. Entre ellas destaca Sana’ Mihaidli,
proveniente de las filas del Partido Nacionalista Sirio, que en
1985 participó de una operación suicida en contra de un convoy
militar israelí, tras lo cual ha sido recordada como “La novia del
Sur”. La imagen que se muestra es un poster del frente aludido,
en conmemoración de la “Semana de la mujer de la resistencia”,
que homenajea a nueve mujeres mártires.
Gigi Ibrahim, de 24 años, cuenta entre las mujeres protagonistas de la revuelta egipcia que
terminó con el régimen de Hosni
Mubarak en febrero del presente año. Estudió Ciencia Política
en la Universidad Americana
de El Cairo, donde comenzó su
actividad política. Como dirigente estudiantil tomó contacto con el movimiento obrero,
contribuyendo a la articulación
política de los diversos grupos
que expresaban demandas
sociales. Al igual que decenas
de miles de personas, acampó
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durante 18 días en la Plaza Tahrir hasta producir la dimisión del
presidente. En su página de Facebook, se pueden leer sus notas
críticas sobre la situación política de Egipto, así como sus comunicados que instaban a la comunidad universitaria a unirse a las
huelgas de los trabajadores y trabajadoras en 2010.
Notas
1
Haddad, Joumana. Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe furiosa. Buenos Aires: Debate, 2011, p.13.
Bibliografía
Al-Saadawi, Nawal. La cara desnuda de la mujer árabe. Madrid: Editorial
Horas y Horas, 1991.
Haddad, Joumana. Yo maté a Sherezade. Confesiones de una mujer árabe
furiosa. Buenos Aires: Debate, 2011.
Khrais, Bilal. “Lebanon’s women warriors”, En: Al Jazeera English, 24 de
abril de 2010. http://english.aljazeera.net
Naib, Fatma. “Women of the revolution”, En: Al Jazeera English, 19 de
febrero de 2011. http://english.aljazeera.net
Wolf, Naomi. “The Middle East feminist revolution”, En: Al Jazeera English, 04 de marzo de 2011. http://english.aljazeera.net
Centro de Documentación Digital, Universidad Americana de Beirut.
http://ddc.aub.edu.lb/
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