Descargar - Ministerio evangélico Exponiendo la Palabra.

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Pastor José Fabundi
¿Diezman los judíos modernos?
RESPUESTA
Los judíos no pagan el diezmo, y la explicación que dan es muy lógica y
fácil de comprender: "El diezmo, que pertenece a la ley y que nosotros
nos esforzamos por cumplir, ordena a los de la nación de Israel diezmar
para la mantención del templo de Jerusalén y de los sacerdotes levitas. Y
hoy no existe el templo ni sacerdotes levitas, así que no podríamos pedir
en las sinagogas el diezmo, donde además no existe un sacerdote de la
tribu de Leví, sino que simplemente un rabino".
El pasaje favorito de los pastores inescrupulosos que han impuesto el
diezmo en sus iglesias es sin duda Malq. 3:8-10 "¿Robará el hombre a
Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos
robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición,
porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos los
diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa".
Y torciendo este pasaje que Dios dirige a los de la nación de Israel, Malq.
3:6 "Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis
sido consumidos", los creyentes somos hijos de Dios, nunca la Biblia nos
llama "hijos de Jacob". Los pastores mañosamente lo introducen en la
iglesia que está bajo la Gracia y no bajo la ley e insultan y amedrentan
gratuitamente a los cristianos, para usufructuar de algo que no les
pertenece, porque los pastores no son sacerdotes levitas ni ordenados
según la rigurosidad de la ley, ni viven en el templo de Jerusalén. Por lo
tanto, si alguien está robando a Dios, son los pastores y no la
congregación.
Dios dispuso en su pueblo terrenal, Israel, que la tribu de Leví no podía
tener propiedades, por esta razón ordenó al resto de la nación
sustentarlos con el 10% de sus ingresos, para que los sacerdotes levitas
pudieran dedicarse al servicio del tabernáculo. Labor que debían efectuar
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desde los 25 años, y al cumplir los 50 años tenían que retirarse
(Nm.8:24-25).
Además, cualquier lector de la Biblia sabrá que Dios ordenó que el
diezmo debía ser entregado en especies (Deut.12:17 "Ni comerás en tus
poblaciones el diezmo de tu grano, de tu vino o de tu aceite, ni las
primicias de tus vacas, ni de tus ovejas"). Por este motivo dice en ese tan
mal tratado pasaje de Malq. 3 que esos diezmos debían ser llevados al
alfolí, que eran unas piezas del templo destinadas al almacenamiento de
esos víveres, y tampoco como mienten los pastores de hoy, que eran
alcancías para guardar el dinero, dice Malq. "para que haya alimento
en mi casa" .
Pero los comerciantes de la fe de nuestros días, cuando alguien le
muestra estos pasajes, dicen con mucha impudicia: "Eso se hacía antes
porque en esos tiempos no existía el dinero". Mienten una vez más,
porque la Biblia menciona que existía el dinero desde los tiempos de
Abraham, Gn. 20:16 "Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de
plata a tu hermano".
La Biblia dice que el salario de un día de trabajo era un denario. Si
ganaban treinta denarios al mes ¿por qué no pagaban tres denarios por
el diezmo mensual en el templo? Sin embargo, hasta en los días del
ministerio terrenal del Señor Jesucristo se entregaba en especies,
Lc.11:42 "Jesús reprende a los fariseos hipócritas y les dice: "¡Ay de
vosotros fariseos! Que diezmáis la menta, y la ruda, toda hortaliza, y
pasáis por alto la justicia y el amor de Dios". El Señor está reprendiendo
a los fariseos (que son israelitas y no cristianos), para reprocharles su
hipocresía de preocuparse del diezmo, y no de la justicia y del amor de
Dios.
Esto nos suena muy familiar ¿verdad? En el pasaje paralelo de Mateo
dice a estos fariseos hipócritas, representantes de la ley. Y resulta
curioso ver a muchos líderes religiosos de nuestros días, cómo se
esfuerzan por identificarse con esos hipócritas para poder cobrar el
diezmo, Mt.23:23 "Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque
diezmáis la menta, y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante DE
LA LEY: la justicia, la misericordia y la fe. Esto ERA (en tiempo pasado)
necesario hacer, sin dejar de hacer aquello".
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Es decir, sin dejar de hacer la justicia, la misericordia y la fe, porque ellos
se estaban preocupando únicamente de lo material, el diezmo ¿o Ud. es
de los que ha creído a los mercaderes de la fe cuando aseguran que
aquí lo más importante de la ley que se refiere el Señor y que se debe
continuar pagando es la menta, el eneldo y el comino?. El Señor es muy
claro para asegurar que "dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la
misericordia y la fe" y eso era lo que debía continuar. De ninguna manera
se refiere al diezmo que se pagaba en especies en el templo judío para
que no faltara la comida allí, que además el Señor sabía perfectamente
que ese templo pronto sería destruido.
Hoy no existe el templo en Israel, no hay sacerdotes levitas. Todos los
registros de los archivos genealógicos que se guardaban en el templo
fueron destruidos en el año 70 DC. Los Rabinos de hoy no cobran
diezmos porque ellos, conocedores de las Sagradas Escrituras, saben
que únicamente los Levitas podrían hacerlo, y si vivieran en el templo de
Jerusalén.
Ni el mismo Señor Jesucristo recibió jamás el diezmo, y no le
correspondía, porque no era de la tribu de Leví, sino de la tribu de Judá
Heb. 7:14 "Porque manifiesto es que nuestro Señor vino de la tribu de
Judá, de la cual nada habló Moisés tocante al sacerdocio".
Lo mismo podríamos decir de todas las iglesias que se mencionan en el
Nuevo Testamente, ninguna de ellas cobró el diezmo, porque eso no es
para la iglesia. Hoy debemos ofrendar libremente como cada cual
propuso en su corazón 2Cor 9:7 "Cada uno dé como propuso en su
corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador
alegre".
En el Nuevo Pacto que hizo el Señor Jesucristo con la iglesia, en la
Gracia, todos somos sacerdotes (Ap.1:6) "nos hizo reyes y sacerdotes
para Dios, su Padre" (1Pd.2:9) "vosotros sois linaje escogido, real
sacerdocio". Por lo cual sería absolutamente antibíblico que un sólo
hombre se atribuyera el derecho de ser sacerdote para cobrar los
diezmos.
Lamentablemente hoy en día los líderes de las iglesias que se han
alejado de las ordenanzas divinas, han amarrado esa imposición humana
del diezmo con fuertes cadenas de la superstición y codicia humana para
lucro personal, contrariando lo dispuesto por Dios.
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Los pastores que cobran el diezmo en sus iglesias, le están robando a
Dios, porque a ellos jamás les ha correspondido ese beneficio. El Señor
lo ordenó para los levitas, porque a ellos no se les permitía poseer
ninguna propiedad. Y hoy los que viven ilegítimamente del diezmo, son
los que tiene las mayores y mejores propiedades.
Por otro lado, los que pagan el diezmo probablemente no se sientan mal.
Pero cuando vean realmente cuanto mal en lugar de bien han hecho
esos diezmos, entenderán que necesitan arrepentirse y terminar con esa
práctica contraria a la voluntad de Dios. Pídale al Espíritu Santo que le
muestre cómo el diezmo ha creado obstáculos para que la gente llegue a
Cristo, y ha sido el principal motor de toda esa maquinaria de corrupción
que se ha levantado en muchas iglesias de nuestros días.
Para mayores detalle sobre este tema del diezmo, puede leer en la
sección MENSAJES de este sitio web, el Nº 10 "El diezmo".
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