CELEBRACIÓN PENITENCIAL CUARESMA MONICIÓN AMBIENTAL En estos días, la comunidad de los seguidores de Jesús, se prepara para celebrar el acontecimiento central de su fe que da sentido a su ser cristianos: La Resurrección del Señor. Nosotros también somos parte de esta comunidad, por nuestro Bautismo, aunque muchas veces nuestra indiferencia a la vida y actividades de la comunidad cristiana no lo demuestran. Que la celebración del “Sacramento del Perdón” del Señor, el cual venimos a pedir con actitud humilde, nos haga unirnos a la gran comunidad cristiana. Durante toda la celebración el Señor se hará presente. Ante nuestro pecado, el Señor, nos dice: “Y Tú, ¿De que vas?”. Nos invitará a crucificar el mal y el pecado que está en nosotros y favorecer con ello el crecimiento de la fe. Os invito a abrirle a Él, nuestro corazón, a arrepentirnos y a romper con las máscaras que nos impiden mostrar, con nuestras actitudes y estilo de vida, el rostro de Jesús, el Resucitado. CANTO: “Oración del Pobre” SALUDO DEL PRESIDENTE En el nombre del Padre... El Señor rompe todo aquello que nos esclaviza. Dichosos nosotros porque sabemos que nos llama a eliminar tantas y tantas caretas que hemos puesto en nuestros rostros que nos impiden mostrarnos como hijos e hijas de un misma Padre. Que ese gran don de Dios, su amor, esté siempre con todos vosotros. ORACIÓN CONJUNTA DE LOS SACERDOTES Oremos (Pausa) Padre misericordioso, que nos has reunido en nombre de tu Hijo para alcanzar misericordia y encontrar gracia que nos auxilie. Abre nuestros ojos para que descubramos el mal que hemos hecho; mueve nuestro corazón, para que con sinceridad nos convirtamos a ti. Que tu amor reúna de nuevo a quienes dividió y dispersó el pecado; que tu fuerza sane y robustezca a quienes debilitó su fragilidad; que el Espíritu vuelva de nuevo a la vida a quienes venció la muerte; para que, restaurado tu amor en nosotros, resplandezca en nuestra vida, la imagen de tu Hijo, y así, con la claridad de esta imagen, resplandeciente en toda la Iglesia, puedan todos los hombre reconocer que fuiste Tú, quien enviaste a Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. MONICIÓN AL SALMO (Nos sentamos) Porque sabemos que el amor de Dios es infinito, pidámosle ahora con este salmo que tenéis en las manos, que nos ayude a arrancar de nuestra vida todo aquello que es careta, corazón de piedra, desamor... Coro 1 Yo se que me quieres, Señor, porque eres bueno, porque tienes un corazón sensible, perdóname. Limpia mis bajos fondos de pecado, Y de mis caídas continuas levántame. 1 Todos Coro 2 “De mis caídas continuas, ¡levántame!. Me siento pecador ante ti, que eres santo. mi pecado está agarrado a mí. Contra ti, contra ti sólo pequé. Tus ojos han visto con pena mi corazón manchado. Todos “Tus Coro 1 Todos Coro 2 Todos Coro 1 Todos Coro 2 Todos ojos han visto con pena mi corazón manchado”. Tú me miras fijamente y amas lo profundo y limpio que hay dentro de mi. Me amas suavemente, como amigo en el silencio. Abrázame y tu amor me cambiará el corazón. Sé mi amigo y caminaré hasta la cumbre. “Sé mi amigo y caminaré hasta la cumbre” Devuélveme el gozo y la alegría que perdí. Deja que mi vida sea como una fiesta. Somos amigos, ¡olvida el mal que hice! Ayúdame con tu amistad a renovarme. “Ayúdame con tu amistad a renovarme.” Que nazca en mi un corazón puro y una voluntad firme. Quiero ver tu rostro alegre a mi lado, y que tu fuerza me acompañe siempre. “Que tu fuerza me acompañe siempre.” Ya sé que tú no te andas con hipocresías y que no quieres de mi palabras vacías. Lo que me pides es un corazón arrepentido, un corazón noble y sincero es lo que tú quieres. “Un corazón sincero es lo que Tú quieres” Amén. LECTURA DEL EVANGELIO Lc. 22, 54-62. (Pedro niega a Jesús). HOMILÍA (Breve) RITO DE LA RECONCILIACIÓN MONICIÓN AL GESTO: Vamos ahora a hacer un gesto. Nos ayudará a reflexionar sobre nosotros mismos y nuestras actitudes. Como habéis visto en el presbiterio de nuestro templo durante toda esta Cuaresma, hemos ido ocultando el rostro de esta figura con diferentes caretas, las cuales han ido mostrando diversas actitudes que resumían nuestros modos de ir por la vida. Modos de vida que denuncian un cristianismo de formas, ritos, de palabras vacías... Vamos a recordad ahora estas caretas. 2 (Irán apareciendo personas con las caretas y un lector irá leyendo las preguntas que suscitan) .... Y tú, ¿de qué vas? 1. “La Tentación del poco esfuerzo” ¿Te ocupas de los demás o piensas: “Este no es mi problema”? ¿Dices o manifiestas en tu casa: “Esto no me toca, que lo haga otro”? ¿Te preocupan de los problemas del tercer y cuarto mundo, o piensas, “esto no hay quien lo arregle y mejor no complicarse la vida”? ¿Me esfuerzo por corregir la envidia, por perdonar y dialogar con quienes he tenido un discusión...? .... Y tú, ¿de qué vas? 2. “Seguimiento de las ‘Luces superficiales’ y rechazo a luz del Señor” ¿Te sientes mal si tu situación económica no te permite gastar en caprichos, y envidias a los que lo hacen? Cuando compras algo necesario, ¿eliges las marcas conocidas o lo que anuncian por televisión, aunque sea más caro? ¿Piensas alguna vez que con lo que gastas en caprichos podrías hacer feliz a una familia que vive en la miseria?. ¿Te esfuerzas por destacar más, ser más importante que los otros, ser el mejor? ¿Te dejas deslumbrar por la marcas, las modas, el dinero, estrellas de cine y música, más que por la Palabra de Dios? ¿Vivo con “limpieza de corazón” la sexualidad, o la vivo obsesionado y dominado por ella? .... Y tú, ¿de qué vas? 3. “El templo como tranquilizador de conciencias” ¿Cuál es el centro de tu actividad religiosa: el templo o la persona? ¿A que Dios adoras en las celebraciones litúrgicas: al Dios del cumplimiento de la norma, del ayuno, precepto dominical... o al Dios del amor que te libera de tus ataduras, miedos, egoísmos e individualismo?. El que vengas a misa y a catequesis ¿provoca en tu manera de vivir, que las demás personas se sientan atraídas a la fe, o todo se queda en formas y palabras bonitas o bien dichas a las que tú no prestas atención? Aún celebrado la Eucaristía ¿sigues encerrado en todo lo tuyo?. ¿Ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el tuyo? .... Y tú, ¿de qué vas? 4. “La mentira, la falsedad, el engaño” ¿He causado daño a los demás con mentiras, afirmando, cosas que no conozco, o revelando cosas que se tenían que guardar en secreto? ¿Qué imagen del cristiano reflejas ante los demás? ¿El que se queda en las formas, en los medios...en las mentiras?. ¿Vas por la vida haciendo el papel de “bueno” ante los demás? ¿Exiges a los demás lo que tu no eres capaz de hacer? 3 ¿Has dado testimonio cristiano con tu conducta o has actuado con cobardía, con miedo al “qué dirán”? .... Y tú, ¿de qué vas? 5. “Indiferencia, falta de sacrificio por el otro” (Un corazón de piedra). ¿Reconoces y ves a Jesús en los Pobres o renuncias a identificarlo? ¿Qué se remueve dentro de ti cuando oyes o lees noticias sobre actos de racismo o xenofobia? ¿Aceptas a los que son diferentes? ¿Te acuerdas de que hay personas que lo están pasando mal? Ante las situaciones de injusticia que hay a mi lado ¿te haces el “despistado” o las denuncias? ¿Paso de largo cuando alguien sufre? ¿Trato a los demás con indiferencia? ¿Sé renunciar a mi comodidad en favor de los demás? PRESIDENTE: Dejemos un minuto de silencio, para que sin temor, con toda sinceridad podamos reconocer nuestro pecado concreto y pedir perdón al Señor. CONFESIONES INDIVIDUALES PRESIDENTE: Cada uno pasa a confesarse con aquello que a escrito en su careta (máscara) y de lo cual está arrepentido. Al terminar la confesión romperá la careta y dará al sacerdote como símbolo de romper con el pecado y disposición de vivir renovado por el Perdón del Señor. (Recordar por favor que se trata de hacer una pequeña confesión y no una consulta de tipo individual y de seguimiento espiritual: sed breves. Antes de las confesiones haced la primer parte de la absolución con las manos extendidas sobre la asamblea). PRIMERA PARTE DE LA ABSOLUCIÓN (Oración conjunta de los sacerdotes) Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo el mundo por la muerte y resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados. Os conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz... Mientras hay confesiones hay música de fondo y/o cantos apropiados cantados por el coro. CONFESIONES Y ABSOLUCIÓN INDIVIDUAL a continuación los sacerdotes y concelebrantes se distribuyen por el templo y los asistentes se dirigen a ellos para reconocer individualmente sus propios pecados. Los sacerdotes concluyen con cada persona la fórmula de absolución: Yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. PADRENUESTRO (cogidos de las manos) PAZ 4 PRESIDENTE: Hemos recibido el perdón de Dios. Hemos renovado nuestra amistad con aquel que nos ama y con los hermanos. Que nada nos impida ahora manifestar la Paz que sentimos por estar reconciliados con nosotros mismos, con Dios y con los demás. ¡Démonos fraternalmente la Paz! ORACIÓN CONCLUSIVA Y DESPEDIDA Oremos agradecidos por el perdón de Dios: Te damos gracias, Padre, porque a pesar de nuestro pecado, no dejas nunca de amarnos. Tú siempre estás dispuesto al perdón y hoy nos lo has dado a nosotros. Haz que seamos agradecidos y que cambiemos nuestra vida animados con la fuerza del Espíritu. Te lo pedimos por Jesucristo... BENDICIÓN CANTO “Te damos gracias” 5