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EL Gallo Ilustrado 10
Ilustraciones
Junio 1979
Sobre la caricatura política.
¡Qué risa,
todos lloraban!
Jorge A.Boccanera,JorgeA.
—Algo de historia—
X ^ A historia del humor gráfico se podría decir que
comenzó con los intentos de hombres que, cómo
Joseph Pulitzer y William Hearst, a finales del siglo
pasado y en los inicios del actual, se propusieron crear
opinión a través de un periodismo de mayor agilidad
con novedosas fórmulas que a t r a j e r a n a una masa
considerable —y hasta ese momento desconocida—de
lectores.
El denominado nuevo periodismo parte entonces
de la época citada con antecedentes específicos como
la imaginería popular, los libros ilustrados para niños,
la litografía y el grabado costumbrista, los aleluyas, le
caricatura con una temática política, la publicidad
etcétera.
En los comienzos del siglo XX, hacen su aparición
los diferentes personajes que van a ser de alguna
m a n e r a , los protagonistas de un devenir gráfico que
partiendo del cartón primitivo y pasando por diversas
etapas evolutivas, llega a formas vanguardistas y
sotu ticadas. En la etapa alcanzada la c a r i c a t u r a
7' icxiona sobre sí misma, expresa sus limitaciones 1
(es más; se burla de esta situación), juega con las
reglas de la verosimilitud; "analiza su notable poder
de penetración social; objetiva (y en algunos casos
parodia) sus códigos y mecanismos convencionales;
se convierte, inclusive, en objeto de su propia ironía, y
acaso haya que ver en estas ictitudes, casi como un
fenómeno de rebote y feedimck crítico, uno de los
frutos probables del análisis y de la reivindicación del
género operada desde !a perspectiva de la crítica
semiológica"(l).
El surgimiento de este género, es m á s o menos
simultáneo al inicio de otras instancias de la comunicación visual y a una nueva concepción del manejo de
la información dentro del periodismo.- .
En 1907 aparece la tira Mutt y Jeff, considerada
como pionera en el género, creación del dibujante
americano Bud Fisher, y ya la temática se enriquece
años después, cuando el dibujante Me Manus da paso
a Tifón o Sisebuta o Delicias de la vida conyugal
donde se narran las peripecias de un matrimonio de
nuevos ricos y su búsqueda insaciable de crédito y
renombre, según los valores de la sociedad norteamericana del momento.
Formal y temáticamente, la tira humorística
avanza con el correr del tiempo incorporando nuevas
técnicas y experimentando en el lenguaje, buscando
sistematizar un m e n s a j e cada vez contundente, que
muchas veces se queda en el silencio del gesto. La
parte gráfica pasa de la simpleza de los primeros
trazos a la complejidad de planos tridimensionales,
estilos realistas que recurren incluso a elementos
característicos del encuadre y la óptica del cine.
La época de oro de este género está señalada por
los especialistas a partir de los años treinta, década en
la que aparece Ana, la huerfanita, tira en la cual
Harold Gray "revela como pocos el neto proceso de
ideologización de la historieta y su empleo como
m e c a n i s m o d e control social"(2)
No se puede, asimismo, desestimar la influencia
ejercida por Walt Disney en el plano ideológico de sus
muchos personajes y en la conceptualización clara del
t r a b a j o en equipo; instancia que borra a partir de 1908
con la tarea solitaria y artesanal del dibujante. El
aparato montado alrededor de este nuevo estilo (especializado en ios dibujos animados) logrará una difusión masiva a nivel internacional a partir de 1934.
Temáticamente las tiras siguen el devenir de los
diversos acontecimientos sociales que conmocionan al
mundo entero, como las guerras, crisis económicas,
agudización de la violencia, adelanto de la tecnología
y la ciencia (específicamente la c a r r e r a a r m a m e n t i s
ta y el uso de la energía atómica con fines bélicos), e
crecimiento demográfico desmedido, la sofisticación
en la metodología represiva, etcétera.
En la década de los años cincuenta la historieta
"en un vertiente caricaturesca y humorística" toma
un rumbo hasta entonces inusual, interesando a un
lector intelectual que consume periódicos y revistas
minoritarias o underground, "en un proceso bastante
complejo en el que toman parte las nuevas corrientes
del dibujo animado (...) los avances de la sensibilidad
pop, el reconocimiento de la especificidad y el valor
estético de la historieta"(3)
A mediados de la década citada aparece la revista
Mad Comics de Kurtzmann, convertida luego en la
prestigiosa publicación Mad, que a c t u a l m e n t e circula
en varios países y que representó un intento m á s que
valioso —aunque solitario en sus inicios— de este
proceso.
Para uno de los más importantes caricaturistas
mexicanos, Helio Flores, sus colegas de hace una
década "se concretaban a ilustrar chistes, y a hacer
dibujos m á s o menos graciosos que buscaban simplemente hacer reir al lector". Interrogado recientemen-
es cont. hoja 22
te por un periódico capitalino, el d i b u j a n t e citado
agregó que el género debe " h a c e r p e n s a r o recapacit a r , al lector". P a r a otro connotado (y a c a s o el m á s
popular) c a r i c a t u r i s t a de México, Rius "los caricaturistas somos una especie de diputados del pueblo".(4)
Lo cierto es que el h u m o r político de hoy p a r e c e *
ser en s u m a , un g r a n f r e s c o de lo d i s p a r a t a d o de lo
cotidiano. Con filoso estilete y esgrimiendo una a g u d a
ironía —a veces corrosiva y cruel— m u e s t r a cómo el
h o m b r e de hoy está i n m e r s o en su propia destrucción
y en el absurdo, e s a declaración de fe en m a n i f i e s t a
contradicción con n u e s t r a s opiniones, al decir de
Ambrose Bierce en su Diccionario del Diablo. La
mención de Bierce aquí no es g r a t u i t a , ya que m u c h a
de la c a r i c a t u r a producida a c t u a l m e n t e , p a r e c e e s t a r
destinada a ilustrar su particular modo de ver la
realidad. P a r a visualizar esto, a c é r q u e s e un dibujo
cualquiera de los m u c h o s artistas de A m é r i c a Latina
sobre Somoza o Pinochet, a la etimología que el
escritor estadunidense d e s t i n a r a al término dictador:
m a n d a t a r i o de un país que p r e f i e r e la pestilencia del
despotismo a la plaga de la a n a r q u í a , y se comprenderá aún m e j o r esa risa oculta que logra filtrarse sobre
la c e n s u r a m á s rígida.
cierta independencia p a r a el logro de una difusión
m á s o m e n o s masiva a través de las revistas especializadas y los comic-book.
Según datos recientes, existe un t i r a j e de periódicos a nivel internacional de cuatrocientos millones de
e j e m p l a r e s diarios, correspondiéndoles a los países
subdesarrollados menos del cincuenta por ciento del
total. A este déficit se s u m a que solamente el ocho por
ciento de la población a l f a b e t a de A m é r i c a Latina lee
periódicos.
Pese a esta situación, el h u m o r político ha cobrado una fuerza de comunicación inusitada en los
últimos tiempos, en una burla ágil y c e r t e r a , a las
peripecias de un sistema que h a c e a g u a , que simula
una ética, que asesina para lograr su supervivencia.
El d e s f a s a j e e n t r e lo que r e a l m e n t e se es y lo que
se a p a r e n t a , deja un jugoso m a r g e n para las travesur a s de los m u c h o s y buenos c a r i c a t u r i s t a s latinoamericanos. El deterioro de los valores presupuestos por
quien los corrompe está a la vista; el gran mago saca
un nuevo conejo de la galera pero ya le han descubierto el t r u c o , e n t o n c e s : c o n v o c a a s u s soldados
Quien los ha descubierto se lleva a la boca una m a n o y
m a s t i c a una risa ronca y provocativa. Alguien se
siente en falta, pide a gritos un espejo y éste d e f o r m a
su imagen, corre despavorido, lo han descubierto: era
el bufón probándose la m á s c a r a del rey.
La c a r i c a t u r a se a c e r c a así a la v e r d a d e r a caricat u r a , al grotesco, al m a n d a t a r i o oscuro, clase m e d i a ,
adventista, m e r c e n a r i o s con f a m a de héroes, marginados, autocompasivos, e t c é t e r a .
Las revistas de h u m o r político y su destino,
estuvieron s i e m p r e en relación directa a la flexibili-
t í a t a r i l a
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aportes al género desde sus s i n g u l a r e s p e r s o n a j e s ,
como " C h a r l e s Schultz ( P e a n u t s , 1950), J o h n n y Heart
(B.C., 1958) y P a r k e r H a r t (The Wizard of I d ) " como
igualmente sería imperdonable omitir "los croquis
e s q u e m á t i c o s de Harold Ross en New Yorkker, el
intelectualismo analítico y escéptico de F e i f f e r (The
E x e m p l a i n e r s , 1958, B e r n a r d ) , el 'ideologismo' de
Bosc y Siné ( P a r í s M a t c h ) , las indagaciones lingüísticas de S e m p é ( L a m b e r t , 1965), los m o n t a j e s 'victorianos' de Ad Reinhart, los textos de Coscinny p a r a Les
Dingodossiers, los dibujos de Udergo y André F r a n cois (Le P.D.G., 1961) los diseños pop de Guy Pellaerl
(Jodelle) e t c é t e r a " . ( 5 )
—El h u m o r gráfico en la actualidad—
Vamos a tocar aquí a l g u n a s de las c a r a c t e r í s t i c a s
del género producido en algunos países latinoamericanos, que s e g u r a m e n t e son p e r t e n e n c i a s de casi todos,
entendiendo que un alto p o r c e n t a j e de naciones del
continente viven hoy oscuros años de d i c t a d u r a .
Si bien la c a r i c a t u r a política ocupa un lugar
p r e p o n d e r a n t e dentro del q u e h a c e r periodístico (el
texto a s u m e en m u c h o s d i b u j a n t e s un valor informativo de p r i m e r orden), el género en cuestión ha logrado
La c a r i c a t u r a a v a n z a en m o m e n t o s en que la
censura se agudiza, por ello se vuelve sutil, la herí a- ^
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dad de la c e n s u r a , a u n q u e a l g u n a s sobrepasaron los
cálculos previstos y llegaron a t i r a j e s considerables.
Tal es el caso de Los Agachados que llegó a ediciones
de ciento cincuenta mil e j e m p l a r e s y Tía Vicenta y
Rico Tipo, que en Argentina a fines del 50 llegaron a
ciento veinte mil y doscientos mil e j e m p l a r e s , respect i v a m e n t e . T r a s un bajón considerable en la edición y
venta de este tipo de revistas, florece el género en la
d é c a d a actual y Hortencia pasa de cinco mil ejemplar e s a los cien mil p a r a que la genial Satiricón a l c a n c e
en 1974 la cifra de doscientos cincuenta mil. Como
bien lo e x p r e s a r a un crítico, la publicación citada (las
dos últimas m e n c i o n a d a s p e r t e n e c e n a Argentina)
había rebalsado los límites permitidos por la c e n s u r a .
En esa línea, d e s p r e j u i c i a d a pero inteligente,
informativa y a la vez testimonial, se inscriben o t r a s
que, como Monos y M o n a d a s (quincenario festivo y de
c a r i c a t u r a s ) en P e r ú y La Bunga en E c u a d o r , r e c r e a n
el h u m o r popular que circula i n c e s a n t e m e n t e y se
filtra por las p a r e d e s de la solemnidad que levantan
los g o b e r n a n t e s .
P a u l a t i n a m e n t e las técnicas a v a n z a n acompañando a un texto s u g e r e n t e ; a veces directo. En un
artículo aparecido en la revista Crisis b a j o el título de
" u n a c o m p a d r a d a contra el t e r r o r " se señala que es
p r á c t i c a m e n t e imposible h a b l a r del t e m a sin mencion a r a aquellos d i b u j a n t e s que realizaron significativos
Los juegos secretos
de Gonzalo Suárez
Julio C O R T A Z A R
D E Gonzalo Suárez conozco dos o I res novelas,
es cont. hoja 23
rm-n'.ii es a ! d a d a y pr.se a los v i e n t o s de la r e p r e s i ó n
ü>.;i¡.n pretende e n c e n d e r la leña del humor y lo
!"'.- a. De-nparecen rumv-rosas publicaciones, pero
!;.: . r un
y el h u m v blanco cae tras la m a n c h a de
. '.¡¡ni.r ¡.'ciiitií o q u e no d e s c a n s a .
acaba de a p a r e c e r Quecosaedro (el ingenio
!;.• .i-i
g u a ) burlando-e hasta de sí m i s m a —reouéruc>" uue ir.:-. ! pnrnt-r n ú m e r o considerado malo por
! • ' : : ó n . -;e publicó un n ú m e r o uno-bis).
H¡ h u m o r mexicano ;iene a sus inmediatos y
irascenden!:il<-s a n t e c e d e n t e s en "el legado de El
Ahuizote El colmillo público, El hijo del Ahuizote, El
Ahuizote Jacobino, El diablito rojo y México n u e v o " ,
según palabra i del e.v.'níur Carlos Monsivás d u r a n t e
una mesa i edonda celebrada recientemente b a j o el
lema La c a r i c a t u r a política en México.
En Cuba se a c a b a de i n a u g u r a r el Museo del
Humor, presentando a la P r i m e r a Bienal Internacional del Humor y la Orática Militante con la participación de m á s de mil obras, enviadas por nada menos
que. trescientos sesenta y ocho participantes de tremía y c u a t r o naciones. Tal evento se Nevó a cabo b a j o el
iema de la paz y el deseo de construir una sociedad
m e j o r , " u n mundo que r í e " , ya que "el h u m o r i s m o en
Cuba se ha convertido en un a r m a de educación
política y cultural que contribuye a la formación de un
c i u d a d a n o con principios m á s elevados, de amplia
cultura y de certera visión" (6).
Pero una bienal m á s amplia circula por todo el
continenie haciendo trizas a asesinos con cara de
ruiseñores de la paz y el progreso, una exhibición
cotidiana que ilustra incluso los cables m á s importantes e inmediatos de las agencias noticiosas internacionales.
En esta labor destacan los mexicanos Rius, Nar a n j o . Helio Flores, Magú, Dzib; los argentinos Fontanarrosa, C'rist, Cognigni, Quino; el chileno Palomo,
los uruguayos T a b a r é y Sab'at, Roke , Asdrubal y
Avispor del Ecuador y los peruanos Pan y Tobar,
entre muchos otros.
La m a n e r a de parodiar al mundo, el m a n e j o de la
ironía, los gestos que a s u m e n los trazos pueden sor
distintos en .sus particulares estilos, pero la intención
y la calidad son indiscutibles.
Cabe solamente un ¡gracias! a estos señores que,
acercándose desde las páginas de una revista, un libro
o un periódico, .suelen d e j a r n o s esa convulsión interna, que produce una distorsión de los rasgos faciales y
se a c o m p a ñ a de ruidos particulares. Es infecciosa, y
aunque i n t e r m i t e n t e , incurable al decir de Ambrose
Bierce; aunque a \ c c e s detrás de esa risa haya que
apresar
dientes y l o m a r conciencia de que aquello,
que u- no- ore^.-nu: como una broma, no loes tanlo. •
1) Historia del humor gráfico a r g e n t i n o
U, J o r g e B. Rivera, revista Criáis n ú m e r o 35,
marzo/78.
2) De la historieta a la fotonovela, Capítulo Universal n ú m e r o 40 ( L i t e r a t u r a Cont e m p o r á n e a (1971.
3) Idem 2.
4) Entrevista, La prensa Literaria n ú m e ro X, septiembre/76.
5) Idem 1.
6) La c a r i c a t u r a de pantalón largo, Enrique H e r a s , F.l Gallo [lustrado, n ú m e r o 873,
m a r z o /79.
una
película P a r r a n d a , y svi considerable sentido del humor. La suma de esos ingredientes me basta para ver
en él uno de esos outsíders de las a r e n a s intelectuales
y artísticas que. por desgracia, no abundan demasiado en estos tiempos.
Para alguien que aprecia los juegos sigilosos de una
inu-hgencia irónica y la marginalidad deliberada allí
donde la gran m a y o r í a t r a b a j a a full t i m e , la obra
resbaladiza y casi inasible de Suárez dibuja en el
p a n o r a m a español c o n t e m p o r á n e o algo análogo a lo
que pudo dibujar en su día. y en F r a n c i a , la obra de
Boris Vían. Cuando se I^s espera en una pantalla de
< ine o en un escenario d e s a p a r e c e n b r u s c a m e n t e para
m o s t r a r s e d e t r á s de las e t a p a s de un ld"'o o de un solo
de t r o m p e t a ; quienes les habían dado cita en u n a
mesa redonda c o m p r o b a r á n , con.sleinados, ei hueco
de su a u s e n c i a a la m i s m a hora en que una dueña de
casa, e s t u p e f a c t a , descubría que un huésped de a m a ble sonrisa ocupa una silla a la que nadie lo h a b í a
invitado. De alguna m a n e r a , cuyo secreto sólo él
conoce. Gonzalo Suárez iransiia desde hace años por
los registros m á s variados de la vida intelectual
española, pero esa actitud de t r á n s f u g a y casi de
f a n t a s m a inquieta e incluso enoja a los críticos
a m a n t e s del orden, los géneros y las etiquetas.
¿Novelista que hace cine, cineasta que r e g r e s a a la
novela? De cuanto en cuando hay m a r i p o s a s que se
Gonxolo Suárez
niegan a d e j a r s e c l a v a r en el c a r t ó n de las bibliog
fías y los catálogos; de c u a n d o en cuando, t a m b i
hay lectores o e s p e c t a d o r e s que siguen prefiriendo
m a r i p o s a s vivas a las que d u e r m e n su triste sueño
las c a j a s de cristal.
Un Puzzle
Pienso en cosas así c u a n d o no h a c e m u c h o liem
que he leído Operación Doble Dos; ya a n t e s lo hal
pensado c u a n d o conocí otra de las novelas de Suárt
El roedor de F o r t i m b r á s y vi su. película P a r r a n c
Tengo m a l a m e m o r i a y, sin e m b a r g o , e s t a s tres obr
tan disímiles que m e f u e r o n llegando a lo largo de di
años, se unen en el r e c u e r d o con la precisión de 1
piezas que poco a poco v a n componiendo un puzzl
s a c a n d o de un caos de colores y de f o r m a s ur
i m a g e n definida e ínborrable.
El estilo, en p r i m e r t é r m i n o : e n . el cine o
l i t e r a t u r a , Suárez prescinde de ese é n f a s i s demasiac
presente e n lo que se h a c e en torno a él, y p r e f i e r e <
a p u n t e a la disertación, el dibujo a la m a t e r i a espesa
Su película P a r r a n d a p a r t e de un t e m a que podrí
b o r d e a r el m á s truculento m e l o d r a m a y que, en su
m a n o s , vira a tiempo p a r a precipitar al e s p e c t a d o r e
una a t m ó s f e r a de ^alucinación' onírica, de e n o r m
f a r s a f a n t á s t i c a que a u m e n t a r á todavía m á s el impat
to del regreso a la realidad.
En Operación DobJe Dos, novela de e s p i o n a j e en 1.
que u n o de los p e r s o n a j e s es n a d a m e n o s que e
g e n e r a l í s i m o F r a n c o , la acción se c u m p l e con uní
p e r m a n e n t e liviandad, pasando de capítulo e n c a p í t u
lo en una proyección a c e l e r a d a de diapositivas; a p e
ñ a s el lector e n t r a en una escena, h a y una escamotee
i n s t a n t á n e o y la vista que sigue c r e a una descoloca
ción a la vez incómoda y angustiosa. E x t e r i o r m e n t í
a s e n t a d a en la técnica de la novela del c o m p o r t a m i e n
to (la acción p u r a dando las sutiles claves de la
reflexión), el r e l a t o c o r r e por u n a pista de trescientas
p á g i n a s que H a m m e t o R a y m o n d Chandler h u b i e r a n
c i e r t a m e n t e apreciado. Al t é r m i n o de esa c a r r e r a de
m u e r t e e s p e r a algo m á s que el d e s e n l a c e usual que
r e c o m p e n s a al lector por su f a t i g a ; h a y otra cosa, una
condensación del h o r r o r en lo a b s u r d o que obliga a
p e n s a r en eso que nos rodea c o t i d i a n a m e n t e , lo
a b s u r d o en el h o r r o r . F r a n c o en persona, que sabía de
e s t a s cosas, se e n c a r g a r á de c e r r a r n o s el libro en
plena c a r a , como c e r r ó en plena c a r a de E s p a ñ a , h a c e
c u a r e n t a años, el libro de la historia.
Danza de muerte
Hice u n a r e f e r e n c i a al h u m o r d e Gonzalo Suárez,
porque lo creo la h o r m o n a principal d e su q u í m i c a
literaria y cinematográfica,, incluso en P a r r a n d a .
Pero t o m a r é dos e j e m p l o s de Operación Doble Dos: el
p e r s o n a j e de S.S.S., pistolero inverosímil que alcanza
realidad y algo como g r a n d e z a a lo largo de una
trayectoria en la que c a d a acción y c a d a f r a s e lo
a r r a n c a n de los estereotipos usuales e n el género y lo
conviertan de alguna m a n e r a en la f i g u r a m á s viva y
convincente en esa danza de la m u e r t e que es Operación Doble Des,
El segundo e j e m p l a r es otra vez F r a n c o , que a n t e s
de d o r m i r s e lee un libro de e s p i o n a j e titulado El
roedor de F o r t i m b r á s , cuyo a u t o r , e s p r e c i s a m e n t e
Gonzalo Suárez, y que contiene u n a d e las s á t i r a s m á s
corrosivas del militarismo y del r é g i m e n . . .
De El P a í s d e M a d r i d / e x c l u s i v o e n M é x i c o p o r o Et Día
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