La autoexploración de mama, una práctica ineficaz a

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Fecha: 06/02/2011
La autoexploración de mama, una práctica
ineficaz a erradicar
Los médicos coinciden en que no reduce la mortalidad y puede provocar carcinofobia
LAURA L. RUÍZ 06/02/2011 - 22:08 h.
Aunque el cáncer es una de las enfermedades que más vidas se cobra en el mundo
occidentalizado y, por tanto, más recursos reciben las investigaciones que tiene como objetivo
erradicarla, todavía se desconoce la forma de esquivarla de forma 100% efectiva. No solo queda
mucho por saber de cómo funcionan las células cancerígenas, sino que muchas prácticas que se
consideraban primordiales para reducir su mortalidad se han mostrado como ineficaces. Es el
caso de la autoexploración, una herramienta de detección precoz del cáncer de mama o testículos
impulsada en los años 80. Aunque casi desde su inicio existían informes y ensayos que dudaban
de la efectividad de este control sobre la supervivencia de los pacientes, aún hoy hay médicos y
asociaciones de pacientes que siguen recomendando a las mujeres con riesgo de padecer cáncer
de mama que se revisen ellas mismas en busca de “bultos sospechosos”. “Sigue habiendo
polémica en este asunto, pero lo cierto es que nunca hubo evidencia médica que ayudaran a
mejorar la supervivencia de los pacientes y, además, pueden hacer daño psicológico”, explica el
oncólogo Juan Cueva, del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago.
Muchas de las investigaciones que desde 1995 se realizan al respecto, resumen que el riesgo de
sufrir carcinofobia –miedo irracional a padecer cáncer– supera con creces la función de detección
de los tumores. Un estudio de 2003 realizado sobre 400.000 mujeres en Rusia y China, explicó
que la tasa de mortalidad por el cáncer fue la misma en el grupo que se autoexploraba como en el
que no. Incluso se llegó a precisar que en el grupo de las mujeres rusas que se vigilaban ellas
mismas las mamas hubo un efecto psicológico que duplicó el número de falsos tumores
encontrados.
“Es difícil calcularlo, pero hay muchas mujeres que se obsesionan y acaban necesitando ayuda
psiquiátrica para superar la fobia que sufren a padecer cáncer. En el caso contrario, también
existe la posibilidad de sufrir una sensación de falsa confianza que puede llevar a saltarse las
revisiones con el médico”, añade Miguel Martín, presidente del Grupo Español de investigación
de cáncer de Mama.
A la pregunta de porqué se recomendó esta práctica en el pasado si no había evidencia de que
sirviera para algo, responde el oncólogo del CHUS, Juan Cueva: “Era una herramienta de
cribado muy barata, mucho más que las mamografías, las resonancias o las ecografías. Pero para
hacerla, hace falta entrenar al paciente y eso ya no es tan sencillo”. Los manuales médicos
explican que para hacer bien una autoexploración, la mujer debe saber que el pecho varía a lo
largo del ciclo menstrual, que hay nódulos de grasa, que se retiene líquidos y que incluso los
músculos pueden parecer lo que no son. “Y está el problema –insiste el médico Cueva- de quién
debe entrenar a la mujer: ¿el oncólogo, el ginecólogo, el médico de atención primaria, un
enfermero?”.
A los riesgos que se derivan de una mala formación a la hora de realizar esta prueba está la
realización de biopsias innecesarias y pruebas radiológicas que solo valen para tranquilizar a la
Fecha: 06/02/2011
paciente. Las primeras, caben recordar, que son intervenciones quirúrgicas con un riesgo
insalvable y, las segundas, que suelen ser mamografías, equivalen en radioactividad a 76 placas
de tórax.
Ante la evidencia científica, la Sociedad Americana de Cáncer, el referente mundial en este
campo, dejó de incluir esta forma de cribado en sus guías, aunque incluye la recomendación a los
pacientes de “estar alerta”. “Creemos que se refiere a que si una persona se descubre un bulto
anormal mientras se enjabona en la ducha o si está frente a un espejo, debe ir a al médico a
consultar y no ignorarlo”, aclara Aúrea Fernández, presidenta de la Asociación de mujeres
afectadas por cáncer Punto e Seguido, que considera que la ansiedad u obsesión que puede sufrir
una mujer al autoexplorarse también reside en cómo sea esa persona.
Aún así, lo más recomendable es hacerse los exámenes clínicos anuales a partir de los 50 años o
las mamografías que considere el ginecólogo oportunas antes si la mujer tiene riesgo genético
añadido de padecer cáncer de mama “Si eres hipocondríaco con otras cosas, también lo serás con
el cáncer. Así que, desde Punto e Seguido recomendamos que si esta prueba le va a provocar
ansiedad a una persona, que no se explore”, afirma Aúrea, con quien coincide el oncólogo
Cueva: “Si se ve que la criba va a producir más daño que beneficio, debe desecharse totalmente
la idea de su recomendación”.
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