220-20637 Ref.: Las sociedades que prestan servicios públicos están vigiladas por la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios. Procedimiento para impugnación de actas. Distinguidos señores: Se avisa recibo de su escrito radicado con el número 501.653-0 del 8 de mayo del año en curso, a través del cual ponen en conocimiento de éste Despacho la ocurrencia de irregularidades acontecidas durante el desarrollo de la asamblea general de accionistas llevada a cabo el pasado 23 de abril, que entre otros asuntos, se relaciona con la integración de la nueva junta directiva. Como consecuencia de los hechos relacionados, solicitan declarar la nulidad de las decisiones adoptadas y determinar si los actos comportan prevaricato y la sanción que conlleva. Sea lo primero precisarles que la competencia de la Superintendencia de Sociedades se encuentra circunscrita a las atribuciones de inspección – art. 83-, vigilancia – art. 84- y control – art.85-, conferidas en la Ley 222 de 1995. La primera de ellas se desarrolla sobre cualquier sociedad comercial no sometida a la supervisión de la Superintendencia Bancaria; mientras que son sujetos de vigilancia y control las sociedades comerciales, siempre que no se encuentren vigiladas por otra Superintendencia. A su turno, el artículo 228 ibidem contempla la llamada competencia residual en cabeza de ésta Superintendencia cuando, no obstante la sociedad comercial estar vigilada o controlada por una Superintendencia diferente, las atribuciones de vigilancia y control no estén expresamente asignadas a ellas. En torno a las facultades de la Superintendencia de Sociedades respecto de las empresas que prestan servicios públicos domiciliarios, se les informa que el tema ha sido objeto de pronunciamiento mediante el oficio 220-59248 del 22 de junio de 1999, cuya fotocopia anexo para mayor información. Sin embargo, para el caso en estudio vale la pena hacer referencia al texto de la pagina 5 del mismo, en el cual se expresa que del Decreto 548 de 1995, artículo 6, numeral 6.1, literales a) y g), se colige que corresponde a la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, en ejercicio de las funciones de inspección y vigilancia, verificar el cumplimiento de la ley y de los actos administrativos a los cuales deben sujetarse las empresas prestadoras de servicios públicos, cuya violación origina la facultad para sancionar a los infractores de las mismas. En ese orden de ideas se concluye que los hechos puestos en conocimiento de ésta Superintendencia, son del resorte exclusivo de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, razón por la cual en cumplimiento al artículo 33 del Código Contencioso Administrativo, en la fecha se está dando traslado del escrito a dicha Entidad para los fines que considere pertinentes. Ahora bien, otro propósito del escrito, es el relacionado con la declaratoria de nulidad de las decisiones adoptadas por el máximo órgano social, particularmente la integración de la junta directiva, y adicionalmente el pronunciamiento de este Despacho, en el sentido de determinar si los actos comportan prevaricato y la sanción que tal conducta conlleva. Sobre el particular, es pertinente aclarar que de la impugnación de actos o decisiones del máximo órgano social o de junta directiva, es competente para conocer la justicia civil, según los términos de los artículos 191 y 194 del Código de Comercio, puesto que de conformidad con el artículo 137 de la Ley 446 de 1998, tal función jurisdiccional fue asignada a ésta Superintendencia, en materia comercial, sólo en relación con los actos o decisiones adoptadas por los órganos de administración o dirección de sociedades sometidas a la vigilancia permanente de ésta Entidad. De otra parte, tampoco será la competente para determinar si las conductas configuran prevaricato, pues la investigación sobre comisión de delitos y las sanciones a que ello diere lugar, son del resorte exclusivo de la jurisdicción penal. Sin embargo, cualquiera que sea el proceso que se adopte, civil o penal, aunque bien puede ser simultáneo, no impide a la autoridad administrativa que ejerce control o vigilancia, entiéndase Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, la imposición de las sanciones pecuniarias a quienes resulten infractores de la ley o de los estatutos sociales. En los anteriores términos se ha dado respuesta a su consulta, no sin antes manifestarles que los efectos del presente pronunciamiento son los contemplados en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.