MARARATONESTRUCTURAS - Maestría en Salud Integral y

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EL EFECTO DE UN MARATÓN SOBRE LAS ESTRUCTURAS
MÚSCULO ESQUELÉTICAS
Randall Alberto Ramírez Solano
Universidad Nacional Costa Rica
[email protected]
2006
INTRODUCCIÓN
La presente investigación tiene como objetivo principal el determinar cuales son las
principales consecuencias músculo esqueléticas después de competir en un maratón
desde un punto de vista anatómico, fisiológico y bioquímico.
La recopilación de la información se logro mediante la investigación en libros, revistas
y sitios de internet con respaldo científico, relacionados con el movimiento humano.
La primera parte introduce en forma muy general sobre la anatomía y terminología
general relacionada con el sistema músculo esquelético.
Se menciona la importancia y la relación existente entre un maratón y sus efectos sobre
la densidad de masa ósea, la actividad osteogènica y el daño oxidativo así como su
relación con la inflamación a nivel muscular.
De las estructuras anatómicas que mas daño pueden sufrir durante un maratón tenemos
los miembros inferiores por ser estos el soporte del cuerpo y el pilar en este tipo de
actividad deportiva, por lo que se mencionan lesiones en las diferentes estructuras que
los conforman.
La función enzimàtica de la creatin kinasa y su fracción MB, de gran importancia como
marcador de daño muscular en deportes de resistencia, se analiza en forma exhaustiva, a
partir de una serie de estudios expuestos en la presente revisión bibliogràfica.
Por último se hace mención de la importancia que conlleva una buena recuperación
posterior a la competición, donde se exponen algunos consejos y recomendaciones para
evitar la aparición de lesiones.
Espero que la siguiente investigación sea de ayuda para una mejor comprensión y
manejo de los maratonistas en busca de la prevención de lesiones indeseables en esta
población.
DESARROLLO
Un concepto erróneo común es que el hueso es una estructura muerta, ya que este tiene
mucha vida y es una estructura que crece y cambia de forma, y que además esta
expuesto a sufrir de enfermedades (Crafts, 1997).
El hueso consiste en una armazón de células y tejidos, que puede tomar la forma de
hueso compacto sólido o poseer huecos alrededor y llamarse hueso esponjoso. Todos
los huesos se encuentran cubiertos por una capa delgada de periostio (Crafts, 1997).
Dentro de sus funciones tenemos que sirven como armazón para el cuerpo y le dan su
forma general, son estructuras importante sobre las cuales los músculos pueden actuar
para producir movimientos, sirven para proteger a los órganos internos que se dañan
fácilmente, sirven como almacenes de calcio y fósforo, y la médula ósea es sitio
importante para el desarrollo de las células sanguíneas (Crafts, 1997).
Dentro de los tipos de huesos tenemos los largos, planos y pequeños. Los huesos largos
están formados por la diáfisis, que es la parte central de este, formado por hueso
compacto que encierra una voluminosa cavidad de medula ósea, la fisis, solo en
individuos en crecimiento, donde se encuentra el cartílago o plato de crecimiento,
metàfisis, que es hueso esponjoso situado por debajo de la placa epifisiaria, y por último
la epífisis, que se localiza en los extremos, formado por hueso esponjoso, y es donde se
presenta la cara articular (Ivancovich, 2000).
En cuanto a los huesos planos están formados por cortical interna y externa que encierra
al hueso esponjoso. Se localizan en cráneo y pelvis. Los huesos pequeños son de
construcción simple, una capa externa de cortical que encierra hueso esponjoso, por
ejemplo los huesos del carpo y tarso (Ivancovich, 2000).
Los músculos esqueléticos del cuerpo son de varias formas, según como los fascículos
musculares se distribuyen alrededor del tendón (Crafts, 1997).
Los músculos actúan haciendo tracción sobre los puntos óseos para aproximar uno al
otro, como un esfínter, o tirando de la piel, no empujan. Los músculos que actúan juntos
para realizar un movimiento se denomina sinergistas, por el contrario, los que tienen
acciones opuestas se llaman antagonistas (Crafts, 1997).
Es muy controversial el pensar en que el maratón es beneficioso o perjudicial para la
salud del cuerpo, por este motivo los corredores toman las medidas del caso para evitar
posibles lesiones. Estudios han demostrado que durante la carrera de maratón, gran
cantidad de carbohidratos son quemados como energía, sin embargo el incremento
fisiológico aumenta la utilización de las grasas como sustrato. Es importante que previo
a la competición se mantenga una dieta rica en carbohidratos para mantener las reservas
de energía (McLaughlin, 2002).
También se ha observado que durante la competición los niveles sèricos y urinarios de
magnesio y hierro disminuyen, por lo que suplementos de metales y minerales podrían
ser útiles previo y durante la competencia en este tipo de atletas (McLaughlin, 2002).
Existen varios estudios sobre los efectos de una maratón sobre los huesos. Mientras
algunos estudios ponen de manifiesto que existe cambios positivos a nivel de la
densidad de masa ósea a nivel vertebral, otros estudios a nivel de calcáneo encontraron
que no hubieron cambios a nivel estructural producto de un maratón. Estos estudios no
deben de ser contradictorios uno con el otro, ya que ambos analizan diferentes huesos
estructurales del cuerpo, los cuales responden a diferentes tipos y magnitudes de estrés
al correr (McLaughlin, 2002).
Otros estudios han analizado la actividad osteogènica en relación a la carrera de
maratón. Los huesos no son estructuras estáticas, constantemente se están formando
nuevas células, y en este proceso, se tratan de reponer las constantes lesiones a las que
es expuesto el hueso en los corredores. La formación de hueso y la reabsorción
disminuye con los ejercicios de baja frecuencia, pero se incrementa después de estrés
físico intenso como en el maratón, lo cual sugiere que esta aumenta la formación de
hueso (McLaughlin, 2002).
A nivel muscular los incrementos en la función de la oxido nítrico sintasa durante la
carrera están relacionados con la respuesta inflamatoria, sin embargo la respuesta
inmunorreguladora a la reacción del daño celular no es bien conocida. Un análisis del 8hidroxideoxigualnosina, un indicador de daño oxidativo en el ADN, de corredores de
súper maratón durante cuatro días poscompetencia mostró incrementos durante los
primeros tres días y una significativa disminución al cuarto día, con lo cual se concluyó
que el ejercicio extremo repetido induce estrés oxidativo , pero esto a la vez puede
causar una adaptación dirigida a la normalización del daño oxidativo del ADN, lo cual
puede tener acción positiva en la respuesta inflamatoria. Un estudio enfocado a la
proteína C- reactiva, el cual es un indicador de la respuesta inflamatoria, encontró que
una disminución es este reactante después del entrenamiento sugiere que el ejercicio
intenso regular tiene efecto sistémico antiinflamatorio (McLaughlin, 2002).
Un entrenamiento intensivo y la competición en eventos de resistencia como el maratón
se pueden acompañar por lesiones de las fibras músculo esqueléticas. La evidencia de la
lesión comienza con el incremento de las enzimas intramusculares y la mioglobina
encontrada en sangre después del ejercicio, desde la sensación subjetiva de inflamación
en los músculos en el periodo post-ejercicio, y la examinaciòn histológica directa de
muestras de daño muscular (Armstrong, 1986).
Los estudios histológicos han demostrado que algunas fibras musculares presentan
cambios degenerativos después del ejercicio, la necrosis es acompañada por aparición
de macrófagos y otras células fagocíticas que invaden las células lesionadas y el
intersticio adyacente. Precisamente cuando inicia el daño celular no es bien conocido,
pero la hipótesis sugiere que se inicia por una sobrecarga metabólica y un daño
mecánico. El entrenamiento reduce la magnitud del daño que ocurre en respuesta al
realizar el ejercicio físico, sin embargo, algunos competidores de eventos de resistencia
han demostrado lesión muscular crónica por incrementos en sus intensidades de
entrenamiento (Armstrong, 1986).
Aproximadamente un tercio de los corredores serios sufren de alguna lesión durante el
año, y de estos un tercio envuelven a la rodilla. Estudios en biomecánica revelan el
trauma que sufren las rodillas durante la carrera. La etiología de estas lesiones envuelve
diferentes factores, tales como errores de entrenamiento, variaciones anatómicas y
biomecánicas, y diferencias entre zapatos y superficies de carrera. Errores de
entrenamiento son la causa de un tercio de las lesiones. Dentro de las lesiones màs
frecuentes en la rodilla tenemos el síndrome de presión lateral excesiva, tendinopatìa de
cuadriceps y patelar, la presencia de una plica, las lesiones meniscales, bursitis,
fracturas por estrés, la osteoartritis, el síndrome de la banda iliotibial, la tenosinovitis
poplítea y la inestabilidad ligamentosa, entre otras. Algunas condiciones severas pueden
producir dolor anterior en rodilla que comúnmente envuelve el mecanismo extensor.
Muchas lesiones pueden tratarse conservadoramente, pero otras van a requerir, por su
complejidad, cirugía. Después del tratamiento es adecuado llevar una buena
rehabilitación, incluyendo un retorno gradual a la carrera para solucionar la lesión
(James, 1995).
Las lesiones en pies y tobillos son frecuentemente encontradas en corredores. Muchas
de estas lesiones se deben a síndromes por sobreuso y errores de entrenamiento (Baxter
y Zingas, 1995).
El dolor de pies es muy común en atletas profesionales y recreativos quienes compiten
en carreras de atletismo. La duración del dolor esta relacionada con la lesión, así como
la intensidad del dolor, estos son factores importantes. Adicionalmente, cambios en el
régimen de entrenamiento, el nivel, la intensidad, la duración, o la naturaleza de la
rutina son componentes críticos para la valoración. El examen físico puede ayudar a
diferenciar la etiología. Dentro de los exámenes para llegar a un diagnóstico definitivo
se pueden utilizar radiografías, escáner óseos y resonancia magnética nuclear, estos dos
últimos de utilidad en patologías como el síndrome de estrés tibial medial, fracturas por
estrés, y el cálculo de la presión intracompartimental en el síndrome compartimental
crónico. El tratamiento va a requerir de descanso y cambios en los regímenes de
entrenamiento. La cirugía para situaciones como el síndrome compartimental crónico
van a permitir un retorno a las actividades pre lesión (Cooley, Khanuja y Pell, 2004).
Otro problema en corredores es la contusión muscular secundaria, que es causa
frecuente de morbilidad relacionada a lesiones deportivas. La severidad depende del
sitio de impacto, el estatus de actividad de los músculos envueltos, la edad del paciente
y la presencia de fatiga. El diagnóstico tradicionalmente se hace por medio de la
exploración física, sin embargo, la ultrasonografia, la resonancia magnética nuclear y la
espectrografía han comenzado ha incrementar su importancia en la identificación y
delimitación de la extensión de la lesión. Estudios en animales, donde se indujo
contusión muscular han ayudado a describir la naturaleza del proceso de lesión, que
envuelve un complejo balance entre reparación muscular, regeneración y formación
tisular. Varios estudios han demostrado la eficacia y los efectos en la contusión
muscular de los antiinflamatorios no esteroideos, corticoesteroides, la reparación
quirúrgica y los protocolos de ejercicio. La prevención y tratamiento de las
complicaciones tales como la miositis osificante son de gran importancia para evitar las
secuelas crónicas de estas lesiones (Beiner y Jokl, 2001).
En lo que a la bioquímica se refiere, las elevaciones sèricas de la isoenzima creatin
kinasa MB (CK-MB) en corredores de maratón después de la competición puede estar
asociado a lesiones músculo esqueléticas, miocárdicas o una combinación de ambos
tejidos. Un grupo de científicos examinaron los músculos gastrocnemios por
microscopia electrónica de 40 maratonistas varones en intervalos después de la
competición y de 12 hombres no corredores. Los músculos de los corredores mostraron
cambios ultra estructurales de lesión focal en fibras y reparación: edema intra y
extracelular con lesión endotelial, lisis miofibrilar, dilatación y disrupción del sistema
de T-tubular, y degeneración mitocondrial sin infiltrado inflamatorio (1 a 3 días). El
daño mitocondrial y miofibrilar mostraron reparación progresiva en 3 a 4 semanas.
Biopsias tardías mostraron núcleo central y células satélite características de la
respuesta regenerativa (8-12 semanas). Los músculos de corredores veteranos mostraron
depósitos intercelulares de colágeno sugestivos de una respuesta fibròtica a la lesión
repetitiva. El control de tejidos de los no corredores no mostró ninguno de estos
hallazgos. La secuencia de cambios morfológicos en corredores es sugestivo de que hay
un incremento en músculo esquelético de la CK-MB, lo cual es un marcador de
regeneración celular (Evans, Silverman y Warhol, 1985).
Existen límites para los niveles de CK en atletas después de entrenamiento o
competición de resistencia. Se realizó un estudio donde se utilizaron como sujetos a 15
corredores de larga distancia, midiendo los niveles de CK antes de la competición, 24
horas post-competición y cuatro semanas post-competición, en la maratón de Boston en
1979. Los niveles de CK post-competencia tuvieron una elevación significativa en los
diez corredores mas rápidos en relación a los cinco mas lentos, lo cual indica que sus
elevaciones sericas son inversamente relacionadas con los tiempos finales de carrera
(Lopez, Siegel y Silverman, 1980).
En otro estudio se valoro la creatinquinasa y CK MB en suero en siete corredores
después de un maratón y se comparó con la actividad enzimática de cinco pacientes
después de un infarto agudo al miocardio. En los corredores, la CK total y la CK MB
presento una elevación significativa a las 1, 24, 48 y 72 horas post-maratón y se
comparo con niveles de 1 hora pre maratón. La actividad de la CK MB alcanzó el pico a
las 24 horas en ambos grupos de sujetos. La actividad de la MB a las 24 horas de la
maratón fue sustancialmente mas alta que la actividad de la MB 24 horas después del
infarto agudo al miocardio. La elevación de la CK y la CK MB duro mas tiempo
elevada post maratón en comparación de la duración de la elevación posterior al infarto.
Estos resultados son sugestivos de que la CK MB es màs específica de lesión del
músculo esquelético en corredores de maratón, sin embargo las elevaciones de esta en
rangos indicativos de daño miocárdico deben ser interpretado con precaución en
corredores de la larga distancia (Apple y Sherman, 1984).
Es interesante la valoración de la actividad enzimática en mujeres maratonistas. En un
estudio se determinó la actividad de la CK y CK MB en músculos gastrocnemios y en
suero obtenidos en 14 mujeres maratonistas. Los niveles totales de CK MB en músculo
se incrementaron significativamente después del ejercicio o entrenamiento crónico
desde un 5,3% a un 10,5% del total de la CK, no siendo así después de ejercicio agudo
(post maratón 8,9%). No hubieron diferencias significativas en la actividad total de la
CK. Sin embargo la actividad total de la CK en los músculos fue significativamente
menor (1800 U/g) en relación a los reportados en los músculos de los corredores
hombres (3000U/g). Una correlación significativa se observó en el incremento total en
suero de la CK y la CK MB después de 24 horas post maratón. Estos resultados
sugieren que el músculo gastrocnemio en mujeres se adapta la entrenamiento con
incrementos en la actividad de la CK MB e implica que el músculo esquelético es el
mayor recurso en la elevación de la actividad de la CK MB en maratonistas femeninas
(Apple y col, 1987).
Para diferenciar entre lesión muscular esquelética y cardiaca durante ejercicio severo
surgen problemas a través de los análisis sericos básicos. Un estudio realizado en once
corredores de maratón donde se midió en el pre y pos-competencia los niveles sèricos
de la troponina-I miofibrilar cardiaco-especifica junto con los niveles totales de creatin
kinasa, isoenzima creatin kinasa MB, mioglobina, tropomiosina miofibrilar y proteína
C-reactiva. La creatin kinasa total, isoenzima creatin kinasa MB, tropomiosina y
mioglobina tuvieron una elevación significativa sobre los niveles precompeticiòn en
todos los corredores entre 1 y 128 horas post-competencia. Ni la troponina-I cardiaca ni
la proteína C-reactiva se elevaron post-competencia, lo cual indica que el daño a
músculo esquelético y no el cardiaco fue la causa de la elevación de los indicadores
sèricos que aumentaron (Cummins y col., 1987).
En 1993, se tomo a los atletas de la Auckland Citibank Marathon, y se compiló la
información acerca de problemas de salud durante, inmediatamente después y siete días
después del maratón mediante un cuestionario pre-competición, la ayuda médica
posterior, y un cuestionario pos-competición. De los 1219 que iniciaron, 916 (75.1%)
completaron ambos cuestionarios.
Setenta y siete individuos (6.2%), necesitaron asistencia médica posterior. Durante o
inmediatamente después del maratón, 218 reportaron problemas sistémicos de salud
(23.8%) y con problemas específicos de salud respondieron 846 (92.4%). En los siete
días después del maratón, se reportaron 723 (79.2%) con problemas específicos de
salud, de los cuales la mayoría fueron ampollas, rigidez y dolor, predominantemente en
miembros inferiores (Gadiner y col, 1996).
El sangrado gastrointestinal y el incremento de la permeabilidad intestinal se han
observado en corredores de maratón. Se tomaron 23 corredores para un análisis, los
cuales recibieron L-arginina o glicina (placebo), 10 gramos 3 veces al día por 14 días
previo a la maratón de Houston en 1997. Algunos de los síntomas de los corredores
fueron nauseas y vómitos, eructos e indigestión, dolor abdominal, diarrea, y dolor de
extremidades. Ocurrieron sangrados digestivos ocultos en el 8% de los que utilizaron
arginina y en un 20 % en los de glicina inmediatamente postmaratòn. Los síntomas
gastrointestinales fueron mínimos o no existentes. El dolor en extremidades fue similar
en ambos grupos. La amilasa sèrica fue normal en los dos grupos, la lipasa sèrica fue
normal en ambos grupos postcompetencia, pero aumento a las 48 horas. La CPK tuvo
un aumento significativo y similar en ambos grupos inmediatamente post carrera, y aun
mayor 48 horas después. Un modesto decremento se observó en suero de aminoácidos
de ambos grupos. El estudio fallo al buscar un claro beneficio de la suplementaciòn de
arginina para la prevención de isquemia intestinal o lesión de reperfusión asociado a
carreras de resistencia. La lesión músculo esquelética no fue afectada por la
suplementacion con arginina o glicina. Finalmente el incremento en la lipasa sèrica fue
sugestivo de lesión pancreática (Alvarez y col, 1999).
Los cambios de la taurina urinaria en plasma así como los aminoácidos fueron
evaluados en corredores de maratón en la maratón de Rótterdam, 1998, ambos
inmediatamente después de completado el evento y 24 horas después de recuperados.
Estos tuvieron significativos cambios en la excreción urinaria de aminoácidos, la
mayoría mostraron un importante decremento inmediatamente de completado el
maratón y 24 horas después de la recuperación. En contraste la excreción de taurina
urinaria se incremento inmediatamente después de la maratón. Los cambios en la
taurina urinaria se correlacionaron con los cambios de creatin kinasa en el inmediato
poscarrera, 24 horas después, posiblemente esto indique que la taurina proviene del
músculo. La fisiología responde al ejercicio exhaustivo muscular, particularmente con la
aparición de cambios en la taurina del plasma y orina, esto probablemente relacionado a
al debilitamiento de la función muscular. El incremento de excreción de la taurina
urinaria podría se un indicador de lesión muscular ocurrido durante el ejercicio
exhaustivo (Cuisinier y col., 2001).
Otro estudio hecho a maratonistas se realizó por un periodo de cuatro semanas de
suplementaciòn diaria con 500 a 1000 mg de vitamina C y 500 a 1000 UI de vitamina E
para modificar los índices ultraestructurales y bioquímicos de daño muscular después de
los 21 km de carrera (Dawson y col., 2002).
Se tomaron quince corredores masculinos y se dividieron en dos grupos (vitamina o
placebo) y recibieron suplementacion por cuatro semanas antes de completar los 21 km
de carrera los mas rápido posible. Posterior a esto se dieron otras cuatro semanas de
suplementaciòn y se completaron otros 21 km de carrera. Inmediatamente después y a
las 24 horas se tomaron muestras sèricas para medir los niveles de creatin-kinasa,
mioglobina y vitaminas C y E. A un subgrupo de seis corredores se les tomo biopsias de
gastronecmio 24 horas antes y 24 horas después de los 21 km, que fueron analizados
luego por microscopia electrónica. Las dos dosis de suplementacion produjeron
similares resultados, tanto en la bioquímica sanguínea como en los resultados de las
biopsias, lo cual indico que no hubieron diferencias significativas entre la ingesta de
vitaminas y placebo en los corredores (Dawson y col., 2002).
La recuperación es de vital importancia en todo maratonista. En el post maratón
inmediato se deben prevenir las lesiones, es importante el no sentarse sino seguir
caminando por un periodo de tiempo hasta enfriar el cuerpo, es importante también
mantener la reposición de líquidos con bebidas hidratantes y tomar una pequeña comida
rica en carbohidratos después de finalizar. Si es posible es bueno el cambiar la ropa de
carrera a ropa seca (Pribut, 2002).
En la tarde noche es bueno alimentarse con una cena rica en carbohidratos. Un baño frió
es bueno para las músculos, aunque un baño caliente es mas relajante. Es importante el
tratar de acostarse mas temprano que de costumbre (Pribut, 2002).
El día después del maratón es bueno hacer una caminata corta de 15 a 20 minutos.
Comer algo saludable por la mañana. Durante la primera semana evitar el correr, comer
sano y descansar mucho. En la segunda semana hacer carreras cortas. En la semana tres
se debe correr de 15 a 30 segundos mas rápido que el paso de maratón. En la semana
cuatro, las distancias se incrementan gradualmente. En la quinta semana hacer un poco
mas de carrera, pero sin abusar de las largas distancias. Finalmente en la semana seis
tratar de regresar a la normalidad y empezar a planear para la próxima competición
(Pribut, 2002).
Algunas consideraciones que hay que tomar en cuenta al finalizar un maratón son:
- Si existe excesivo dolor muscular y articular es indispensable la valoración
médica o de un especialista relacionado.
- Después de cruzar la línea de meta tomar líquido para recuperar el perdido
durante la competencia.
- Algunos minutos después de finalizar, tomar algo de comer.
- Realizar ejercicios de estiramiento al menos 20 minutos después de haber
finalizado.
- Inmediatamente al terminar seguir caminando, no detenerse completamente, esto
disminuye la inflamación muscular.
- Si es posible tomar un masaje poscompetencia.
- Remojar los pies en agua fría (Liberman, 1999).
Un dato importante es que estadísticas sugieren que la mayoría de las lesiones que sufre
un maratonista ocurren en las tres semanas posteriores a el maratón. El correr un
maratón empleándose a fondo, produce efectos destructivos en el organismo que
requieren de tiempo de recuperación para que no se conviertan en lesiones mayores
(Romero, 2000).
El principio de especificidad de Jeff Galloway establece que las sesiones de
entrenamiento tienen por objetivo desarrollar la resistencia, o la fuerza, o la velocidad,
pero solo una capacidad a la vez, lo que asegura pronta recuperación y menor riesgo de
lesiones. Durante un maratón al tratar de hacer el menor tiempo posible se emplearan
las tres capacidades, lo que tiene un efecto destructivo sobre los grupos musculares que
se utilizan para correr, que en algunos casos el corredor no llega a percibir, y que
requiere de una atención especifica para su solución (Romero, 2000).
Se aconseja que, una persona que corrió los 42 km al máximo de su capacidad no
vuelva a competir antes de seis semanas , y de preferencia reiniciando con distancias no
màs de 15 km (Romero, 2000).
CONCLUSIÓN
El maratón es una competición que requiere de una muy buena preparación general, ya
sea a nivel profesional o aficionado, ya que en cualquiera de los dos casos las lesiones
pueden aparecer por la magnitud de la actividad.
Antes de la participación en un maratón se debe de tener una dieta rica en carbohidratos
para mantener las reservas de energía adecuadas y así concluir satisfactoriamente la
prueba.
Este tipo de actividad aumenta la osteogènesis por medio del aumento de la actividad
osteoblàstica, así como un efecto sistémico antiinflamatorio por medio de la práctica
continua del deporte.
Las rodillas, los tobillos y los pies son de las estructuras anatómicas que mas sufren
durante un maratón, por eso es de vital importancia el cuidado de estos, como por
ejemplo el uso de calzado adecuado y el entrenamiento sobre superficies estables.
La actividad de la creatin kinasa MB, y su elevación es un indicativo de lesión músculo
esquelética posterior a un maratón, la cual es un importante marcador en el diagnostico
y en la investigación de este tipo de lesión.
El periodo de recuperación es tan importante como el de preparación. Todo maratonista
posterior a su competición debe de tener un periodo de recuperación guiado por un
profesional con la finalidad de evitar lesiones, y no se aconseja regresar a la
competición en un periodo no menor de seis semanas, ya que estadísticamente se dice
que la mayoría de las lesiones que sufre un maratonista se dan en las tres semanas
posteriores a un maratón.
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