Hortalizas Cultivo Sin Suelo en la Producción de Hortalizas Bajo Cubierta Ing. Agr. Adolfo T. Amma INTA San Pedro, Buenos Aires En la producción bajo cubierta, la degradación del suelo es el principal factor responsable de la disminución de la producción en calidad y cantidad. Bajo determinadas circunstancias, el cultivo sin suelo puede constituirse en una alternativa posible. La principal ventaja del sistema es poder controlar las condiciones de la rizosfera para que resulten más favorables, en todo momento, a los requerimientos del sistema radicular En la rizosfera se encuentran las condiciones diferenciales entre el sistema tradicional y el cultivo sin suelo (CSS). En los CSS, el sustrato -por su mayor uniformidad, reducido volumen, aislamiento y condiciones físicas favorables- permite un control estricto con vistas a proporcionar a las raíces las condiciones óptimas para el desarrollo de sus funciones. Parte de los hidratos de carbono producido fotosintéticamente por la planta son utilizados con posterioridad como fuente de energía para ciertas funciones fundamentales del sistema radicular. La superioridad teórica de los sistemas sin suelo se basa, en parte, en el ahorro de esta energía. La raíz tiene a su disposición el agua retenida a bajas tensiones y los elementos nutritivos minerales en equilibrio y concentraciones apropiadas. Esto facilita su absorción y evita el consumo de energía superfluo en vencer presiones osmóticas de soluciones con salinidad demasiado elevada, pH inadecuados o antagonismos por desequilibrios iónicos. Así, el manejo adecuado de los cultivos sin suelo consiste en controlar las condiciones de la rizosfera para que sean las más favorables, en todo momento, a las exigencias de la raíz, evitando cambios u oscilaciones perjudiciales a la fisiología de las plantas. En general, los cultivos sin suelo son sistemas más fiables para la planificación de la producción. Este es un aspecto importante desde el punto de vista comercial, porque hace posible establecer con antelación los programas de 30 idiaXXI entrega del producto, una ventaja competitiva indudable. Además, este sistema permite hacer un uso más eficiente de los invernaderos dada la rapidez con que pueden efectuarse los sucesivos cultivos. A medida que se elimina el cultivo anterior puede implantarse el siguiente sin que medie un espacio de tiempo para las labranzas, incorporación de enmiendas varias, desinfección del suelo, etc., como en el cultivo tradicional. Esta mayor eficiencia en el uso de los diferentes recursos permite lograr un volumen superior de producción por unidad de superficie, con productos de calidad y en forma sostenible. Tomate cultivado en canaleta con cáscara de arroz + perlita y en macetas con cáscara. Hortalizas Tomate cultivado en saco. Detalle gotero y sistema drenaje. PERSPECTIVAS En nuestro país, la producción de hortalizas bajo cubierta se realiza principalmente, teniendo el suelo natural como medio para el desarrollo de las plantas. Se recurre a labranzas, enmiendas orgánicas y químicas, aplicación de altas dosis de fertilizantes, desinfección de suelo con diferentes agroquímicos, fertirriego, etc., para mantener una alta capacidad productiva del suelo, compatible con los requerimientos de rendimiento -calidad y cantidad- necesarios para satisfacer las demandas del mercado y lograr el mejor resultado económico. Luego de unos pocos años, este sistema conduce a un deterioro de las condiciones edáficas -problemas de salinidad, alcalinidad, sanitarios, falta de aireación, reducida infiltración de agua, desbalances nutricionales- que limitan la producción cuali-cuantitativa de los cultivos y con- tribuyen a la contaminación del medio ambiente. Ante esta situación, el productor adopta diferentes criterios, unos pocos eligen implantar especies más tolerantes a estas condiciones, no siempre posible por razones económicas; otros, intentan la recuperación del suelo dejando de cultivar unos años y trasladando el invernadero a otro sitio. El lavado que produce el agua de lluvia, el efecto combinado de la actividad biológica del suelo y de la vegetación natural o implantada sobre las características fisico-químicas, tienden a recomponer su capacidad productiva. Esta opción se torna dificultosa en la medida que el productor adopte estructuras mejoradas, difíciles de trasladar -invernaderos metálicos o combinados- o por carencia de espacio disponible, situación frecuente en los principales núcleos productivos cercanos a centros poblados. En la Argentina, como ha ocurrido en otros países, el sistema productivo de hortalizas bajo cubierta ha tenido un período de rápida evolución tecnológica; existe una tendencia a la adopción de equipamientos e insumos modernos y tecnologías que permiten optimizar los factores de producción. Además, se observa un paulatino cambio de actitud de un importante estrato de productores y una activa participación de los técnicos en el manejo productivo, que tienden a un sistema productivo más eficiente. Los cambios operados en el escenario económico del país están modificando el sistema productivo de manera integral. Hay una intensifi- Lechuga. Frente cultivo en canteros y fondo en sistema con fertirriego gravitacional. idiaXXI 31 Hortalizas Recolección de plantas de lechuga. Cultivo con fertirriego gravitacional cación en la búsqueda de nichos de mercado para lograr mejores precios, un ajuste en el sistema productivo sobre la base de adopción de tecnologías de producción, cosecha y poscosecha para obtener con mayor eficiencia productos de calidad, necesidad de organización empresarial con una fuerte logística de comercialización, etc. El mercado internacional, y en forma incipiente el nacional, exige productos de calidad integral (inocuos, sin residuos y sin contaminantes), certificados y con trazabilidad. Para ello, se deben seguir protocolos de producción en donde se establecen normas de manejo integrado de cultivo y plagas, de cosecha y poscosecha. Bajo estas condiciones, la producción de hortalizas en diferentes sistemas sin suelo constituirá, rentabilidad de por medio, una tecnología que permitirá la obtención de producciones de calidad, con altos rendimientos sostenibles en el tiempo y contribuirá a la preservación del medio ambiente. ACTIVIDADES DESARROLLADAS A partir del año 1993, con la finalidad de contar con información local, en la Estación Experimental Agropecuaria San Pedro del INTA se iniciaron actividades relacionadas a la producción sin suelo de hortalizas. Este sistema se basa en tres componentes fundamentales: sustrato, contenedores y sistema de riego. Ante la carencia en nuestro país de la mayoría de los insumos requeridos, se trabajó 32 idiaXXI inicialmente en la evaluación de diferentes contenedores disponibles o posibles de construir, de productos y mezclas de productos utilizables como sustratos, armado del sistema de riego adaptable a cada situación y evaluación del comportamiento de las principales especies de hortalizas. La solución nutritiva completa utilizada en todas las experiencias fue la recomendada por Sonneveld. Contenedores evaluados - Sacos de polietileno: Confeccionados con mangas de polietileno de 25 - 33 cm de ancho y 300 micrones de espesor, utilizados para la conducción de agua. Se rellenaron con los diferentes sustratos, sellándose los extremos de manera que se lograron sacos de 1,20 m de largo. En cada saco se trasplantaron 5 plantas de tomate, pimiento, o pepino. Los sacos normalmente utilizados son confeccionados con polietileno bicolor blanco-negro, siendo de color blanco exteriormente. En este caso, al no disponer de dicho material en el país, se logró el saco blanco cubriendo el negro con lámina de polietileno blanco de 100 micrones. - Macetas sopladas de polietileno: de 7 y 10 litros de capacidad, las disponibles en el comercio tienen orificios de drenaje en la base y costados del recipiente. Bolsas de polietileno de 100 micrones de espesor que pueden utilizarse como macetas. En macetas se cultivaron: tomate, pimiento y pepino, 1 planta por maceta; chaucha, 2 plantas por maceta. - Canaletas: construídas sobre el suelo con Hortalizas lámina de polietileno negro de 300 micrones de espesor, estacas de madera y alambre; medidas: 0,15 m ancho x 0,20 m de alto y largo variable. Distancia entre plantas de tomate 0,40 m. - Canteros: construidos sobre el suelo con lámina de polietileno negro de 300 micrones, estacas de madera y alambre. En el caso de lechuga y apio, ancho de 0.80 m x 0.10 m de altura y largo variable. En cada cantero se dispusieron 4 líneas de plantas de lechuga o apio y la distancia entre plantas fue variable según época de cultivo. Sustratos evaluados - Arcilla expandida: 0 - 3 mm y 3 - 10 mm. Tomate, Pimiento. - Perlita agrícola: Tomate, Pimiento, Pepino y Lechuga. - Cáscara de arroz: Tomate, Lechuga, apio. - Cáscara de arroz + Turba: Tomate, Pepino, Lechuga, apio. - Cáscara de arroz + Perlita: Tomate, Lechuga, apio. - Cáscara de arroz + Vermiculita: Lechuga; Tomate. - Perlita + Turba: Tomate, Pepino. Sistema de riego En las experiencias de CSS abierto, el equipo de riego consistió en una bomba centrífuga de acero inoxidable, dos bombas inyectoras porcentuales (dosatron) de funcionamiento hidráulico para la inyección de las soluciones madres A y B de nutrientes y filtro de anillas. Sistema de distribución: tubos de polietileno de diferentes calibres y goteros. El riego, momento y duración, se reguló por medio de dos temporizadores con posibilidad de programar seis riegos diarios en cada uno de ellos. El mecanismo de riego adoptado en las experiencias de CSS con suministro de solución nutritiva por gravedad se detalla al describir el sistema de cultivo. En las experiencias de CSS cerrado o recirculante el cabezal utilizado es un programador computarizado, el que permite programar no sólo los turnos de riego por tiempo o según radiación acumulada sino que además hace posible fijar distintos soluciones de riego en base a datos de pH y CE. no vuelve a tener contacto con el sistema productivo. Como sistema menos contaminante y de aprovechamiento energético, podría conducirse el líquido drenante a un tanque cisterna para su posterior utilización para el riego y fertilización de otros cultivos. - Sistema cerrado o con recirculación de la solución drenante: esta solución es recuperada en tanque de reserva desde el cual es bombeada al tanque mezclador del equipo de fertirriego y previa regulación de pH y conductividad pasa nuevamente al torrente circulatorio. - Sistema cerrado sin requerimiento de energía eléctrica: el módulo consiste en dos mesadas de 0,40 m de ancho x 0,12 m de altura, separadas por una canaleta de 0,10 x 0,10 m con nivel cero, recubierto de polietileno de 300 micrones. Sobre ella se dispone una membrana absorbente que conduce la solución nutritiva desde la canaleta hasta la base del sustrato dispuesto sobre las mesadas y desde allí por capilaridad se alimenta el sistema radicular de las plantas. El suministro de la solución nutritiva se realiza desde un tanque, por gravedad, a través de un tubo de plástico provisto de una válvula de corte a flotante colocado en un extremo de la canaleta. El sistema no tiene drenaje, la realimentación desde el tanque se produce a medida que la solución es consumida Cultivo sin suelo en macetas. por Pepino. el cultivo. Cultivos en sustratos, sistemas evaluados - Sistema abierto: la solución sobrante o drenante se elimina por escorrentía, la misma idiaXXI 33 Hortalizas Tomate. CSS sistema abierto y cerrado, tanques reservorio de drenajes. Sistema de retomo de solución nutritiva. CONCLUSIONES PRELIMINARES Contenedores - Sacos: en el período de alta temperatura mayor a 30º C en el exterior del invernadero-, en el saco de color negro se registraron mayores temperaturas, entre 1,2 a 2º C en el sustrato y entre 0,9 a 1,9º C en cara abaxial de las hojas de plantas con respecto a saco blanco; a pesar de ello ambos sacos tuvieron comportamiento productivo similar. - Macetas: es conveniente no tener orificio de drenaje en el fondo de las macetas, disponer solamente los del costado y en lo posible unos 2-3 cm por encima del fondo, de manera que entre riegos, quede en la base solución nutritiva libre para que actúe como “buffer” o reserva temporaria. - Bolsas macetas: no son recomendables por su escasa durabilidad. - Canaletas y canteros: contenedores de bajo costo y de buen comportamiento en las especies cultivadas. Los diferentes contenedores han mostrado buen comportamiento, por ello es aconsejable seleccionarlo de acuerdo con las características del cultivo, durabilidad, facilidad de adquisición o posibilidad de fabricación, costo, etc. En los casos de tomate, pimiento y pepino se debe disponer de un volúmen mínimo de 7 litros de sustrato para cada planta. Sustratos Perlita agrícola, cáscara de arroz y mezcla per- 34 idiaXXI lita + cáscara de arroz como sustratos mantuvieron su capacidad productiva y sin problemas sanitarios durante, al menos, 5 ciclos continuos de tomate; resultados similares se lograron con 4 cultivos sucesivos de lechuga con cáscara de arroz y mezclas de cáscara + perlita y cáscara + turba. Los distintos sustratos simples y mezclas evaluados han demostrado buen comportamiento productivo. La elección del mismo debe efectuarse teniendo en cuenta los requerimientos del cultivo (de manera especial relación aire/agua del medio), durabilidad de los materiales, facilidad de adquisición, homogeneidad entre partidas, costo, facilidad de manipulación, reciclable o de bajo índice de polución ambiental. Para obtener óptimos resultados es fundamental ajustar el fertirriego (momento y duración) de acuerdo con la capacidad de retención de agua fácilmente disponible del sustrato y al requerimiento hídrico de la planta y del ambiente. Solución nutritiva Es importante su ajuste de acuerdo al requerimiento del cultivo, del sustrato y del medio ambiente. A pesar de ello, se ha comprobado que las distintas especies, dentro de un cierto rango de concentración y relación de nutrientes, son más sensibles a variaciones de otros factores de producción. Por ello es conveniente su ajuste una vez que se ha logrado optimizar dichos factores. Sistemas de cultivos en sustratos - Abierto: es el menos sofisticado -con mate- Hortalizas riales y equipamientos disponibles en el orden local es posible su implementación-, requiere menores conocimientos y menos controles entre los sistemas de CSS. Además, admite el uso de agua de menor calidad. Los rendimientos alcanzados en las distintas especies cultivadas son comparables a los logrados en países de mayor desarrollo. - Cerrado: Requiere cabezal de fertirriego programable que regule automáticamente las características de la solución nutritiva de riego, mayor control general, mayor conocimiento para su implementación y necesidad de agua de mejor calidad. Hay un ahorro en agua y fertilizantes y los rendimientos son similares al sistema abierto. - Cerrado, aporte de solución nutritiva por gravedad: sistema de manejo relativamente sencillo, no requiere equipamiento sofisticado, puede practicarse sin energía eléctrica. El mayor inconveniente es la salinización del sustrato. Al tercer ciclo de cultivo de lechuga se constató salinidad elevada 4-5 mS . cm- 1 (extracto acuoso 2/1, agua/sustrato). Esta salinidad puede reducirse mediante lavados. Produjo rendimientos similares a sistema abierto con un menor consumo de agua y fertilizantes. Pimiento. Cultivo sin suelo en perlita. Productor Mercuri, L. Olmos, La Plata. Tabla 1. Rendimiento medio ensayos varios. Sistema abierto idiaXXI 35 Hortalizas Tabla 2. Lechuga producción en canteros. Reutilización de sustratos.(kg/ha) Tabla 3. Lechuga. Sistema Fertirriego Gravitacional Tabla 4. Tomate Sistema Abierto y Cerrado (*): Eficiencia = kg fruto / lts. Agua aportado Bibliografía Amma, A.T. y G. Cascardo. 1994. Producción hortícola sin suelo. Experiencias iniciales. Horticultural soilless production: Preliminary experiments. Riv. Agric. Subtrop e Trop. 88(3):559-568. Horticultura Argentina. Documenti per la Cooperazione allo Sviluppo. IAO Nº 10: 547-558, 1995. Amma, A.T. y G. Cascardo 1997. 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