EL BAUTISMO DE LOS NIÑOS

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EL BAUTISMO
DE LOS NIÑOS
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CONTENIDO
PROLOGO
CAPITULO I:
LA BASE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
 Abraham y su familia entran en el pacto
 Abraham y su familia reciben la señal del pacto
CAPITULO II:
LA APLICACIÓN EN LA ACTUALIDAD
 Una sola Biblia
 Una sola actitud
 ¡Cada vez mas bendiciones!
CAPITULO III:
EL BAUTISMO COMO SEÑAL DEL PACTO
 El Bautismo la nueva señal
 Rechazar la señal, rechazar la realidad
CAPITULO IV:
OBJECIONES DE EVANGELICOS
 Para los Judíos solamente
 Para el Antiguo Testamento solamente
 Los niños no son capaces
 Jesús se Bautizó de niño, seguimos su ejemplo
 Nosotros presentamos los niños al Señor
 No hay ejemplos concretos en el N. T.
CAPITULO V:
CONCLUSIONES PRACTICAS
 El deber de aquellos bautizados de niño
 El deber de los padres cristianos
 El deber de la Iglesia
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PROLOGO
El Bautismo de niños de los creyentes
¿Por qué es que en las Iglesias Anglicanas, Metodistas,
Presbiterianas y varias otras, se bautiza los niños de los
creyentes? ¿Solo porque es una costumbre bonita y da
placer a los parientes? ¿Solo porque tener un certificado de
Bautismo es una ayuda después en los trámites civiles?
¿Solo porque es una tradición de la Iglesia? ¿Solo por tener
Compadres?.
Para aquellos que creen, como nosotros los Anglicanos,
que la Biblia es la suprema autoridad en doctrina y práctica
Cristiana, ninguna de estas razones sería suficiente, ni
tampoco todas en conjunto, si no hubiera la autoridad
divina de la Biblia. Nosotros creemos que la hay y por eso
lo hacemos. Pero desgraciadamente hay muchos, aún entre
nosotros, que no entienden bien estas razones Bíblicas y
por eso se ha escrito este estudio.
Se recomienda leer una vez más o menos rápidamente, sin
buscar las citas Bíblicas mencionadas, para así captar las
varias etapas del argumento y luego leerlo detenidamente,
leyendo las citas en la Biblia. Por favor, ¡No comience a leer
en la parte que le parezca más fácil o más interesante, sin
haber leído primero las partes anteriores!.
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CAPITULO I
LA BASE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Abraham y su familia entran en el Pacto
Génesis 15:6 describe cómo Abraham creyó en Dios y fue
aceptado por Dios. Como consecuencia de su fe, Dios
recibió a Abraham en una relación especial, llamada “el
pacto” (que significa un acuerdo, tratado, convenio), en
Génesis 17. Pero Dios no recibió sólo a Abraham en éste
pacto, sino; que recibió también a la descendencia de
Abraham (Génesis 17:7), aquí Dios le dice a Abraham
“Estableceré mi pacto entre mi y ti y tu descendencia
después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para
ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti”.
En este versículo y en cada uno de los versículos del 7-10,
se ve que el pacto era un acuerdo entre Dios por un lado y
Abraham y su descendencia por el otro. No sólo con
Abraham, sino; con Abraham y su descendencia, aunque
no hay ninguna evidencia de que ellos eran convertidos
aún. (Con la sola excepción de su hijo Ismael, que todavía
no había nacido), de éste hecho podemos sacar la primera
conclusión; cuando Dios aceptó a Abraham en el pacto,
como consecuencia de su fe, Dios aceptó también a los
descendientes de Abraham, aunque no eran aún
convertidos.
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A aquellos que no están familiarizados con esta manera
divina de tratar a veces con grupos y no sólo con
individuos, quizás esto les parezca algo difícil de entender al
principio. Se sabe por ejemplo, que para que un adulto sea
salvo, es necesario que él mismo se arrepienta y crea en
Cristo. No basta que algún pariente lo haya hecho, sino;
tiene que hacerlo él, personalmente, o sea; cuando se trata
de la salvación de un adulto, se sabe que Dios trata con
adultos en forma individual, según la respuesta personal de
cada uno y no trata con grupos, por eso se preguntará
¿Como puede tener razón la conclusión obtenida arriba en
Génesis 17 en donde Dios trata con grupos?.
Pero se ve en otras partes de la Biblia también esta misma
idea que se ve en Génesis 17, de que a veces Dios trata con
un grupo entero según la actitud de uno de sus integrantes
(generalmente el jefe). Por ejemplo, Génesis 6:8 dice que
“Noé halló gracia delante de los ojos de Jehová”, mientras
el versículo 18 del mismo capítulo dice que pudieron entrar
en el Arce para ser salvos, no sólo Noé, sino; también su
familia. Siendo parientes de Noé, Dios los aceptó y los
salvó del Diluvio junto con Noé el que había hallado gracia
en sus ojos. Dios trató con un grupo, la familia de Noé,
según la actitud de uno solo del grupo ... Noé.
Asimismo en Génesis capítulo 19, Dios no sólo rescató a
Lot de la ciudad de Gomorra antes de destruirla, sino
también rescató a su familia, aunque era Lot “El que era el
justo” (2 de Pedro 2:7) y su familia dejaba mucho que
desear en cuanto a justicia. En Josué , capítulos 2 y 6, no
solo Rahab fue salvada de la destrucción de Jericó, sino
también su familia, aunque era Rahab la que había creído
en Dios (Hebreos 11:31) otros ejemplos de esto pueden
encontrarse en Génesis 39:16, Josué7, Jonás1, un grupo
entero según la actitud de un solo integrante del grupo. Lo
mismo se ve muchas veces en la vida diaria, un grupo
entero a veces es afectado por la acción o actitud de un
miembro del grupo, por ejemplo: Un padre de familia
bueno que tiene un buen trabajo, no es el único beneficiado
por el trabajo y sueldo, sino; toda la familia goza de lo que
consiguió él con su duro trabajo. Asimismo en un partido
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de fútbol, no sólo el jugador que marca un gol se regocija,
sino; todo el equipo, porque todos se ven beneficiados por
lo que hizo uno. Asimismo si un presidente declara guerra
contra otro País, el no sería el único que tendría que pelear,
sino; todos los ciudadanos del País estarían implicados.
Muchos otros ejemplos podrían añadirse para demostrar
que a veces un grupo tiene que considerarse como un
grupo, como una totalidad, sin mirar a los integrantes en
forma individual solamente y que a veces todo el grupo es
afectado por la acción o actitud de un integrante. Eso se ve
en la Biblia y en la vida diaria. Entonces ahora no debería
causar tanta sorpresa la primera conclusión obtenida arriba
en Génesis 17, que cuando Dios aceptó a Abraham en el
pacto como consecuencia de su fe, aceptó también a sus
descendientes (todo el grupo humano relacionado con
Abraham), aunque no todos estaban convertidos
personalmente (¡ni siquiera vivos todavía!).
Abraham y su familia reciben la señal del Pacto
Volviendo otra vez a Génesis 17, cuando Abraham entró
en el pacto con Dios por medio de su fe, tuvo que recibir la
señal del pacto, o sea la circuncisión (vers. 10-11), le dijo
Dios a Abraham, “Este es mi pacto que guardaréis entre mi
y vosotros y tu descendencia después de ti, será
circuncidado todo varón de entre vosotros, será por señal
del pacto entre mi y vosotros”. Para simbolizar que ahora
era miembro del pacto con Dios, Abraham tuvo que recibir
la señal de ese pacto: La circuncisión. (Muchos modernos
se simbolizan con señales del mismo modo; por ejemplo, el
pacto entre un hombre y una mujer se llama matrimonio y
muchas veces se simboliza con un anillo, el anillo en este
caso es la señal de que el pacto de matrimonio se ha
realizado entre estas dos personas)
Pero ya vimos que no sólo Abraham entró en el pacto,
sino; que también toda su familia. Por eso, no es
sorprendente que cuando entró Abraham en el pacto y toda
su familia con él, entonces recibió la señal correspondiente
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no solo Abraham, sino; también la recibieron todos los
demás varones de la familia (ver. 10 y 12), le dijo Dios a
Abraham; “Será circuncidado todo varón de entre
vosotros.., de edad de ocho días será circuncidado, todo
varón entre vosotros por vuestras generaciones (versículo
23), entonces tomó Abraham a Ismael su hijo y a todos los
siervos nacidos en su casa y a todos los comprados por su
dinero ...“ y los circuncidó”. Entraron ellos en el pacto con
Abraham, y recibieron ellos la señal del pacto como
Abraham, aunque no hay ninguna evidencia de que cada
uno era creyente convertido como Abraham mismo. Pero
estando relacionados con él en su casa y hogar, pudieron
entrar en el pacto y recibir la señal correspondiente.
Y por si alguien dijera que es posible que todos se
consideraron como adultos convertidos (la Biblia no dice
que eran, no dice que no lo eran), y que por esa razón
pudieron entrar y recibir la señal correspondiente. El hecho
de que el versículo 12 específicamente menciona la edad
(ocho días) como la edad mínima para recibir la
circuncisión, demuestra que era también para los niños
además de los adultos.
Además el capítulo 21, verso 4, demuestra que así se hizo,
“circuncidó Abraham a su hijo Isaac de OCHO DIAS,
como Dios lo había mandado” . Entonces podemos sacar
una segunda conclusión; no sólo Abraham recibió la señal
(la circuncisión) de haber entrado en el pacto, sino también
la recibieron todos los varones de la familia, incluso su
bebé de ocho días apenas, aunque no todos eran adultos
convertidos.
Hasta ahora sólo hemos estudiado el pacto en Génesis
capítulo 17 y 21. Pero no está aislado ahí en esos dos
capítulos, pues; la palabra “Pacto” aparece más de 200
veces en el Antiguo Testamento, (algunas de las citas se
darán más adelante). Por eso las dos conclusiones
obtenidas podrían con justicia expresarse de una manera
más general, como costumbres que se practicaban durante
todo el tiempo del Antiguo Testamento, como sigue:
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a.
Dios aceptaba el pacto, no sólo a los creyentes adultos,
sino; también a sus niños.
b. Siendo miembros del pacto tal como sus padres
creyentes, los niños reciben la señal del pacto
correspondiente, o sea; la circuncisión.
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CAPITULO II
LA APLICACION EN LA ACTUALIDAD
Hemos visto que por lo menos durante todo el tiempo del
Antiguo Testamento:
a.
Dios aceptaba en el pacto, no solo a los creyentes
adultos, sino; también a sus niños.
b. Siendo miembros del pacto tal como sus padres
creyentes, los niños también recibían la señal
correspondiente, o sea; la circuncisión.
Con esta base del Antiguo Testamento, sería más o menos
fácil demostrar que los niños de los creyentes todavía son
miembros del pacto y que por eso, deben recibir la señal
correspondiente (ahora el bautismo). Pero hay que tener en
cuenta que algunos cristianos Evangélicos tienden a hacer
una separación entre el Antiguo y Nuevo Testamento,
dando la impresión que son completamente diferentes.
Por este motivo, argumentan que éstas costumbres del
Antiguo testamento no son aplicables ahora. Ellos piensan
que los niños de los creyentes no deben recibir ninguna
señal de pertenecer a tal pacto con Dios y por eso ellos no
bautizan a los niños de los creyentes, basándose en la gran
diferencia y separación que ellos hacen entre el Antiguo y
Nuevo Testamento. Pero, ¿tienen razón ellos en hacer ésta
división? (Si tal objeción de ellos, no le parece importante
al lector, puede saltar inmediatamente a la página 11, “Una
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sola actitud” sin preocuparse más de la sección “Una sola
Biblia”), entonces para averiguar si éstas costumbres del
Antiguo Testamento son aplicables todavía o no,
tendremos que hacernos 2 preguntas:
a.
¿Es cierto que el Antiguo testamento es algo
completamente distinto al Nuevo Testamento y que
por eso, ninguna de sus enseñanzas ni costumbres son
aplicables todavía? o será más correcto decir que el
Nuevo Testamento nace de, y se basa en el Antiguo
Testamento y que por eso ideas del Antiguo
Testamento aún son aplicables en el tiempo del Nuevo
Testamento y en adelante?.
b. En particular, ¿es la actitud de Dios en el Antiguo
Testamento hacia los niños que se estudió en la
primera lección, diferente o igual en el Nuevo
Testamento?.
Una sola Biblia
Primero consideraremos la evidencia que demuestra que el
nuevo testamento nace de, y se basa en, el Antiguo
Testamento.
Esta continuidad de los dos testamentos se demuestra
primero en la manera en la cual se intercambian ideas,
términos y acontecimientos entre el Nuevo y Antiguo
Testamento sin ningún sentido de diferencia o separación
entre los dos. Por ejemplo, Corintios 10: 1-2, ocupa la
palabra “Bautismo” (término del Nuevo Testamento) para
describir lo que pasó a los Judíos al salir de la esclavitud de
Egipto miles de años antes en un acontecimiento del
Antiguo Testamento.
Asimismo, 1ra. de Pedro 3: 20-21, dice que el Bautismo
(término del Nuevo Testamento), “corresponde” a lo que
pasó a Noé en el Arca, otra vez miles de años antes,
durante el tiempo del Antiguo Testamento. En Colosenses
2:11- 12, ocupa el mismo término del Nuevo Testamento,
“Bautismo” como equivalente a la circuncisión del Antiguo
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Testamento. La gran parte de la carta a los Hebreos (cap.
3,4,5,6,7,8,9,10) ocupa ideas del Antiguo Testamento, para
explicar e ilustrar la salvación de Cristo en el Nuevo
Testamento, como lo hacen también Romanos capítulo 4 y
Gálatas capítulo 3.
La misma continuidad de los dos testamentos se demuestra
especialmente en una lista casi interminable de pasajes que
describen acontecimientos del Nuevo Testamento como el
cumplimiento de profecías, etc., del Antiguo Testamento.
El nuevo Testamento empieza de ésta manera: Mateo 1:1,
“Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de
Abraham” enlazando así los dos testamentos. Desde este
comienzo, sigue la misma idea, en Mateo 1: 22 y 23, 2:56,15,17,18,23, 3:3,4:13-16, 8:16-17, 9:27, 11:10, 12:15-21 y
así por los 4 Evangelios. Y después de los Evangelios, sigue
igual, en Hechos 1:16-20, 2:16, etc. , Romanos 1:1-2, 3:21
etc., (hay tantas citas que se pueden encontrar en casi
cualquier página del Nuevo Testamento).
En especial, como ya se habrá visto en las citas anteriores,
ésta manera de describir las cosas del Nuevo Testamento
con el cumplimiento de profecías y enseñanzas del Antiguo
Testamento, se ocupa especialmente en relación con la vida
de nuestro Señor Jesucristo. El siempre se describía a sí
mismo como el cumplimiento de gran parte del Antiguo
Testamento, por ejemplo: en Lucas 24:44, Jesús les dijo:
“Estas son las palabras que se habló... que era necesario
que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de
Moisés, en los profetas y en los Salmos”, Jesús dijo aquí
que las enseñanzas del Antiguo testamento(“La ley, los
profetas, los Salmos...”) se referían a El, o sea; El, que es el
tema principal del Nuevo Testamento, también lo es del
Antiguo Testamento. Una vez más se ve que los dos
Testamentos no son completamente distintos, sino; que
demuestran una unidad y continuidad básica.( vea también
para citas semejantes a Lucas 4:17-21, 22:37, 24:27, Juan
5:39, etc.).
Habiendo esta continuidad entre los dos Testamentos, no
es sorprendente encontrar que el pacto mismo sigue más o
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menos igual por toda la Biblia. El nacimiento de Juan el
Bautista, quien tendría que preparar a la gente para la
venida de Cristo fue descrito en Lucas capítulo 1 por su
padre Zacarías (bajo la inspiración del Espíritu Santo,
versículo 67) de esta manera - Dios “nos levantó un
poderoso salvador.., para hacer misericordia con nuestros
padres, y acordarse de su santo pacto; del juramento que
hizo a Abraham” (versículos 69,72 y73.O sea las promesas
echas a los antepasados Judíos (como Abraham) en el pacto
se cumplieron en la venida de Cristo. El pacto que empezó
en el Antiguo Testamento, y la salvación que ganó Cristo
en el Nuevo Testamento no son dos cosas completamente
separadas, distintas o diferentes, sino que están
íntimamente relacionadas.
La bendición principal del pacto en el Antiguo Testamento,
era que Dios se comprometió a ser Dios de Abraham y su
descendencia, y que ellos serían el pueblo de Dios (Génesis
17:7-8, Éxodo 6:7, Levítico 26:12, Deuteronomio 29: 1213,.Jeremías 7:23, 24:7, 30:22,31:33, Ezequiel 11:20, 36:28,
37:27, (Zacarías 13:9). Esta bendición sigue igual en el
Nuevo Testamento, Hebreos 8:10 “seré a ellos por Dios y
ellos me serán a mí por pueblo”, (ver también 2 de
Corintios 6:16, Apocalipsis 21:3). Asimismo sigue igual en
los dos Testamentos el requisito para que un adulto entre
en el pacto tal como entró Abraham por fe, (Génesis 15:6),
así entran los adultos en el Nuevo Testamento y adelante
por medio de la fe, (Hechos 16:31, Juan 6:47,etc.).
Entonces hay una continuidad general entre los dos
Testamentos; el Nuevo nace de, y se basa en el Antiguo
Testamento, pero; ¿quiere decir esto que las costumbres
que estudiamos en la primera sección del estudio son
aplicables todavía, o no?. Aunque no hubiera más evidencia
detallada, la respuesta sería sí, ideas tan básicas del Antiguo
Testamento como hemos sacado en la primera sección
deben ser aplicables todavía en el tiempo del Nuevo
Testamento y en adelante, en vista de la continuidad y
unidad entre los dos Testamentos, si no hay indicación
específica de lo contrario en la Biblia. ¡Y no hay ninguna!
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Una sola actitud
Pero por el otro lado, hay evidencia de la actitud divina
hacia la familia y los niños en el Nuevo Testamento que
demuestran en forma positiva que estas ideas del Antiguo
Testamento, son del Nuevo Testamento también.
Ya hemos visto en la sección 1 que en el Antiguo
Testamento, la familia se consideraba ( por lo menos en
ciertas ocasiones) como una unidad espiritual (ver páginas
2,3 y 5 del estudio) . Todavía en el Nuevo Testamento se
considera así a la familia en ciertas ocasiones. en los
Hechos 16:15 Lidia “ fue bautizada ella y su familia”. En
los Hechos 16: 31, Pablo y Silas le dijeron al carcelero,
“Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo Tú y tu casa” . Y
por eso en el versículo 33, “En seguida se bautizó él con
todos los suyos” En 10 de Corintios 1:16, Pablo escribe:
“Bauticé a la familia de Estéfanas”. Fíjense bien que no se
discute aquí si había niños en esas familias o no, lo
importante por el momento es que las familias enteras
fueron bautizadas, dando la impresión de la solidaridad de
esas familias en que al tomar un paso religioso el dirigente
de la familia, lo tomaban también todos los demás
miembros de la familia, como una unidad espiritual, ¿Y no
debe pasar lo mismo en éstos días?. Pero aún más
significativa es la evidencia acerca de la actitud divina hacia
los niños que se encuentran en el Nuevo Testamento,
Como en el Antiguo Testamento, así en el Nuevo
Testamento se consideraba que los niños podían ser
miembros del pueblo de Dios. En Lucas 18:15-17, Jesús
reprendió a los discípulos por haber rechazado a algunos
niños, diciéndoles: “Dejad a los niños venir a mí, y no se lo
impidáis, porque de los tales es el reino de Dios. De cierto
os digo, que el que no recibe el reino de Dios como un
niño, no entrará en él”, (Ver también Mateo 19: 13-15,
Marcos 10: 14-15).
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Otros dichos de Jesús demuestran que, según El, los niños
pueden tener capacidades espirituales mayores de las que se
imagina comúnmente. En Mateo 18:6, Jesús habla de
“Estos pequeños que creen en mí”, que le eran tan
preciosos, y en Mateo 21:16, cita del Antiguo Testamento
(dando a entender que El tenía la misma actitud hacia los
niños que en el Antiguo Testamento) que “De la boca de
los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza”.
En Lucas 10:21, le dijo a Dios Padre “Escondiste estas
cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los
niños”. Tales dichos de Jesús no sólo demuestran que
según El, los niños podían pertenecer al pueblo de Dios (tal
como en el Antiguo Testamento), sino; que por lo menos
en algunos casos y quizás en muchos, ¡era más fácil que
pertenecieran ellos al pueblo de Dios que los adultos!.
La misma actitud hacia los niños se ve en el resto del
Antiguo Testamento. Pedro, predicando en el día de
Pentecostés, Hechos 2:39, no sólo les dijo: “para vosotros
es la promesa” (de salvación), sino; también añadió en
seguida “y para vuestros hijos” (es la misma promesa).
Pablo, tratando el caso de una familia en la cuál sólo un
cónyuge se había convertido después de casarse, toma
como base para su argumento, como algo aceptado por
todos, el hecho de que los niños de tales padres ( uno sólo
convertido) no eran “inmundos” sino “santos”, en 1 de
Corintios 7:14. Si los niños que tienen a sólo uno de sus
padres convertidos deben considerarse “santos”, ¿cuanto
más se deben considerar así los que tienen ambos padres
convertidos?.
Asimismo cuando Pablo escribió a “los santos y fieles en
Cristo Jesús que están en Éfeso”, incluyó instrucciones
especiales para los niños que había entre ellos ( Efesios 1:1,
6:1-3). Cuando escribió a los “santos y fieles hermanos en
Cristo que están en Colosas”, incluyó entre ellos a los
“hijos que debían obedecer ... en todo” a sus padres
(Colosenses 1:2, 3:20). Asimismo el Apóstol Juan incluyó
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instrucciones a los “jóvenes” e “hijitos”(10 de Juan 2:2-14).
Una vez más, la razón para incluir a los niños de ésta
manera en la predicación, las enseñanzas y las cartas
cristianas dejan ver que se consideraba a los niños de los
creyentes como miembros del pueblo de Dios, tal como
durante el tiempo del Antiguo Testamento.
II CADA VEZ MAS BENDICIONES!!
Hemos visto que las costumbres básicas del Antiguo
Testamento descritas en la sección 1, todavía son aplicables
porque el Nuevo Testamento no es algo completamente
diferente del Antiguo Testamento, sino; que nace de y se
basa en el Antiguo Testamento, y también porque el Nuevo
Testamento demuestra exactamente las mismas actitudes
divinas hacia la familia (una unidad espiritual) y Hacia los
niños (capaces de ser miembros del pueblo de Dios) que el
Antiguo Testamento. Pero hay una razón más que
confirma que las bendiciones que se ofrecían a los niños de
los creyentes en el pacto del Antiguo Testamento se les
ofrece todavía: En el Antiguo Testamento, los creyentes no
tenían la seguridad de perdón que tienen los creyentes del
tiempo del Nuevo Testamento y en adelante. No tenían
ellos tampoco mucha idea de una vida eterna en el cielo
después de ésta vida, ni menos la seguridad de tener ésa
vida, como la tienen los creyentes del Nuevo Testamento y
en adelante. Tampoco recibían cada uno de ellos el Espíritu
Santo como todos los creyentes después del día de
Pentecostés. No recibían ellos tantas bendiciones como
nosotros, porque Cristo no había venido, y muerto, y
resucitado ni ascendido todavía.
Pero cuando Cristo hizo su obra redentora y la terminó,
entonces los creyentes empezaron a recibir bendiciones
espirituales mucho más grandes que las que recibieron los
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creyentes del Antiguo Testamento, no sólo en los puntos ya
mencionados, sino en otros también. Cualquiera que sea la
bendición entonces, se esperaría que al menos no sería
menos en el Antiguo Testamento y en adelante que era en
el tiempo del Nuevo Testamento; es muy probable que
sería más grande. Entonces en el caso de los niños de los
creyentes, sería muy sorprendente y muy contrario a la
tendencia que se ve en cuanto a las demás bendiciones, si
los niños de los creyentes estuvieran ahora en condiciones
espirituales peores que durante el tiempo del Antiguo
Testamento; se encontraran ahora excluidos del pueblo de
Dios en vez de incluirlos como anteriormente, y todo
como el resultado de la venida, muerte y resurrección de
Cristo. Si fuera así, quizás habría sido mejor, por lo menos
del punto de vista de los niños de los creyentes, si El no
hubiera venido! Pero por supuesto, tal conclusión es
ridícula. Entonces también tiene que ser ridícula la base de
la conclusión, que los niños de los creyentes se encuentran
en una situación espiritual peor que antes. Es posible que
su situación espiritual sea igual que durante el tiempo del
Antiguo Testamento (o sea, antes de la venida de cristo),es
probable que sea mejor, pero es imposible que sea peor.
Entonces se ve otra vez que habiendo sido recibidos
por Dios en el pacto junto con sus padres creyentes
durante el Antiguo Testamento, y habiendo recibido la
señal correspondiente junto con sus padres no van a ser
rechazados por Dios ahora, ni de su pueblo mismo, ni de la
señal correspondiente. Tal como El les recibía en aquel
entonces, los va a recibir ahora, juntos con sus padres
creyentes, !Las bendiciones van creciendo, pero nunca
disminuyendo!
Otro ejemplo de como las bendiciones van creciendo
al pasar del Antiguo al Nuevo testamento, es el hecho de
que en el Antiguo Testamento, la señal de pertenecer al
pacto solo se les daba a los varones, Génesis 17,10 y 12.En
el Nuevo Testamento y en adelante, la nueva señal
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correspondiente, el bautismo, se aplica tanto a mujeres
como a varones Gálatas 3,28, “No hay varón ni mujer: por
que todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.Entonces si
en el Nuevo Testamento se ha extendido el alcance de la
señal para incluir ahora a las mujeres, ¿Será probable que al
mismo tiempo se habrá disminuido el alcance para excluir a
los niños de los creyentes, que anteriormente eran
incluidos? !Claro que no -- todavía tendrán que ser
incluidos, y ahora no sólo los niños sí no también las
niñas). (Cabe mencionar aquí, como pequeña digresión, que
a raíz de esta inclusión, todas las Iglesias concluyen que los
niños (por lo menos de los creyentes) que mueren en la
infancia antes de alcanzar una edad suficiente como para
poder dar una respuesta personal e inteligente al evangelio,
quedan salvos. No hay ningún texto o pasaje que trate
específicamente este tema, pero en vista de estos
argumentos, esta parece ser la conclusión más probable).
3. EL BAUTISMO COMO SEÑAL ACTUAL DE
MEMBRESIA DEL PACTO.
En la sección 1., vimos que en el Antiguo Testamento,
Dios aceptaba en el pacto no sólo a los creyentes adultos, si
no a los niños de ellos también y que siendo miembros del
pacto tal como sus padres creyentes, los niños también
recibían la señal correspondiente, la circuncisión. En la
sección 2, vimos que estas costumbres básicas del Antiguo
Testamento todavía son aplicables. O sea, los niños de los
creyentes todavía son recibidos por DIOS, (Durante el
periodo de su niñez) tal como sus padres, y por eso deben
recibir la señal correspondiente. Pero ¿que es la señal
correspondiente ahora?
EL BAUTISMO COMO UNA NUEVA SEÑAL
Todos los cristianos estarían de acuerdo de que en el
Nuevo Testamento, la circuncisión dejó de ser la señal de
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pertenecer al pueblo de Dios. ~“En Cristo Jesús ni la
circuncisión vale nada, ni la incircuncisión”, (Gálatas 6,15),
y varias otras citas. Así mismo todos estarán de acuerdo de
que la señal pública de pertenecer al Señor en el Nuevo
Testamento y en adelante es el bautismo.
“Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados: y
recibiréis el don del Espíritu Santo”, Hechos 2:38, Mateo
28:19 y otros más.
Entonces el bautismo ahora ha reemplazado la
circuncisión como señal externa de pertenecer al Señor. Por
eso no es sorprendente encontrar que en Colosenses 2,1112, Pablo ocupa las dos señales como ilustraciones
alternativas del mismo aspecto de la salvación. “En El
(Cristo) fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a
mano al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en
la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el
bautismo..” Primero dice Pablo que el arrepentimiento, el
dejar la vida vieja y pecaminosa, está simbolizado en el
bautismo. La circuncisión lo representa cortando una parte
del cuerpo y la parte implicada en la transmisión de la
naturaleza humana y pecadora de una generación a otra, el
bautismo lo representa bajo la simbolización de muerte y
sepultura. El hecho de que Pablo así ocupa las dos señales
de circuncisión y bautismo como maneras alternativas de
ilustrar la misma idea, significa que para él, circuncisión y
bautismo tenían el mismo significado.
Por eso las costumbres que estudiamos en el antiguo
testamento en la sección 1, podrían expresarse en su forma
moderna, reemplazando la circuncisión con el bautismo,
como sigue:
1.-Dios acepta en el pacto, no sólo a los adultos creyentes,
sino también a sus hijos.
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2.- Siendo miembros del pacto tal como sus padres
creyentes, los niños también deben recibir la señal
correspondiente, o sea el bautismo.
RECHAZAR LA SEÑAL, RECHAZAR LA REALIDAD
En la vida diaria se ocupan muchas señales externas
para expresar realidades exteriores, como por ejemplo el
apretón de manos, el beso, etc. El apretón de manos no es
la amistad, ni produce la amistad, pero sí la expresa; el beso
no es el amor, ni produce el amor, pero sí lo expresa.
Todos saben que si uno rechazara la señal de amistad, el
apretón de manos, daría la impresión de rechazar la amistad
misma de la otra persona. Si una esposa rechazara el beso
de su marido, al marido le daría la impresión de que ya no
lo ama.
Se ve entonces que en la vida diaria, el rechazo de la
señal externa parece como el rechazo de la realidad interior,
y muchas veces lo es. Entonces el rechazar o descuidar la
señal del amor de Dios, el bautismo, cuando tal señal
debiera recibirse, daría la impresión de rechazar o descuidar
el amor mismo de Dios. Si los padres cristianos no traen a
sus niños para el bautismo cristiano que les corresponde, da
la impresión de que no sólo rechazan la señal del amor de
Dios hacia sus niños, sino que también rechazan, o al
menos descuidan el amor mismo de Dios.
Por eso es que en Génesis capítulo 17, (cita que
tomamos como base de la sección 1 de este estudio), se
trata como una ofensa tan grave el rechazo o el descuido de
la señal de circuncisión, en el versículo 14, Dijo Dios; “El
varón incircunciso, el que no se hubiere circuncidado,
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aquella persona será cortada de su pueblo; ha violado mi
pacto”. O sea, descuidando la señal de pertenecer a Dios en
el pacto, no recibiendo la circuncisión, se le trataría como
alguien que había descuidado a Dios mismo, y como
alguien que ahora no pertenecía más al pacto y al pueblo de
Dios.
Expresando esto en términos del nuevo testamento, si
alguien a quien le corresponda recibir la señal del pacto
(ahora el bautismo) no lo recibe, se considera un descuido,
aún un rechazo de lo que la señal simboliza. Rechazando o
descuidando la señal del amor de Dios, se considerará
como alguien que ha rechazado o descuidado el amor
mismo de Dios. Si es el niño de padres creyentes el que no
recibe la señal de bautismo, como le corresponde, entonces
serán los padres los culpables de esta falta grave, no siendo
el niño el responsable de esta falta.
Se entiende que la gran mayoría de padres cristianos que
no traen a sus niños para el bautismo, no lo hacen porque
no han entendido bien las enseñanzas bíblicas al respecto, y
la gran importancia de esta señal del amor de Dios, no se
trata de un descuido o rechazo premeditado.
Conviene además que los niños de los creyentes reciban
la señal que les corresponde para así aprovechar las
bendiciones que trae. Es cierto que los padres creyentes ya
tienen las promesas acerca del propósito y deseo de Dios
para recibir y salvar a sus niños (vea sección 1). Pero
bautizándoles, éstas promesas se hacen visibles y palpables,
la palabra de Dios acerca de esos niños se hace aún más
importante y viva, y así puede servir aún mejor de base para
su fe y oraciones a favor de su niño durante los años en los
que los padres los crían para el Señor. (Vea también sección
5. Los deberes de los padres cristianos).
23
OBJECIONES DE ALGUNOS CRISTIANOS
EVANGELICOS.
Hasta ahora, solo se ha tratado la evidencia positiva de
la Biblia a favor del bautismo de los niños creyentes. (Si el
lector todavía no ha leído las secciones anteriores, se vuelve
a recomendar de que las lea antes de seguir mas adelante).
Pero hay Iglesias evangélicas en que sólo se bautizan los
creyentes adultos, y que hacen varias objeciones en contra
del bautismo de los niños de los creyentes. La mejor
contestación a tales objeciones son las evidencias positivas
de la Biblia ya nombradas, pero algunas objeciones
específicas se tratarán enseguida.
PARA LOS JUDIOS SOLAMENTE.¬
A veces se hace la objeción a las conclusiones anteriores
diciendo que no tienen nada que ver con la actualidad, con
el cristianismo del Nuevo Testamento, etc... porque (se
dice) el pacto de Génesis 17 (la base de las conclusiones
antes mencionadas), era un rito terrenal, material y nacional
solamente, relacionado con bendiciones temporales
prometidas a los descendientes de Abraham (los judíos), y
nada más. Se citan por ejemplo Génesis 17, versículos 2,4,6
y 8, donde le dijo Dios a Abraham; “Pondré mi pacto entre
tu y yo, y te multiplicaré en gran manera. Serás padre de
muchedumbres de gentes haré naciones de ti, y reyes
saldrán de ti; Te daré a ti, y a tu descendencia después de ti,
la tierra en que moras, toda la tierra de Canaán en heredad
perpetua.”
Es cierto que esas promesas del pacto eran promesas de
bendiciones terrenales, materiales y nacionales para los
Judíos. Pero no eran estas las únicas promesas del pacto, ni
24
tampoco las más importantes. En el mismo pasaje,
aparecen también las siguientes promesas, versículos 7-8.
“Estableceré mi pacto entre tú y yo, y tu descendencia
después de ti en sus generaciones, por pacto perpetuo, para
ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti; Seré el
Dios de ellos.”
Esta promesa de que Dios sería el Dios de ellos, es la
promesa principal y central del pacto. Se ve su importancia
y centralidad por la manera que se repite muchas veces en
el Antiguo Testamento (Éxodo 6-7; Deuteronomio 29; 1113; Jeremías 7-23; 24-7; 30-22; 31-33; Ezequiel 11-20; 3638; 37-27; Zacarías 13-9, etc.) y también en el Nuevo
Testamento (II de Corintios 6-16; Hebreos 8-10;
Apocalipsis 21-3).
Por eso no se puede describir el pacto como algo
terrenal y material, sino que se trata mas que nada de una
relación espiritual y personal con Dios mismo. Además esta
promesa no es una que por su naturaleza tiene que limitarse
a la nación Judía solamente. Es una que se puede aplicar y
extender a todas las naciones, y que en realidad a sido así de
extendida y aplicada. “ La escritura, previendo que Dios
había de justificar por la fe a los gentiles (los no Judíos), dio
de antemano la buena nueva de Abraham diciendo: En ti
serán benditas todas las naciones” (Galatas 3-8 citando
Génesis 12-3)
Así que no se puede decir que el pacto contenía solo
promesas terrenales y materiales que no tienen nada que
ver con los cristianos de todas las razas y de la actualidad.
La promesa del pacto era sumamente espiritual y aplicable a
personas de cualquier raza y de cualquier tiempo. La
evidencia positiva por aplicarse fuera del Antiguo
Testamento y fuera del pueblo Judío, o sea la evidencia por
aplicarse a los creyentes de todas las razas y en la
actualidad, se ha tratado en la sección 2, del estudio. Por
25
eso la objeción no tiene razón, las conclusiones ya citadas sí
tienen que ver con la actualidad, y con los cristianos de
toda raza.
PARA EL ANTIGUO TESTAMENTO SOLAMENTE.Otra objeción parecida que se hace es el decir que el
pacto de Génesis 17, base de las conclusiones de sección 1,
solo era para el tiempo del antiguo testamento, y por eso
no tienen nada que ver con la actualidad. Esta objeción no
niega el carácter espiritual de las promesas del pacto, pero
las limita al tiempo antes de la venida de Cristo. Una vez
más la mejor contestación a tal afirmación sería el estudio
cuidadoso de las citas, etc. de sección 2 de este estudio que
demuestra la continuidad básica de los dos Testamentos, o
sea que enseñanzas tan básicas del antiguo testamento
como las del pacto, no pueden limitarse a aquel entonces
solamente, sino que son aplicables al tiempo del Nuevo
Testamento y en adelante también. Pero ¿Cómo se
explicarán las referencias a un nuevo pacto, si el pacto sigue
mas o menos igual por toda la Biblia? (tales referencias se
encuentran en Jeremías 31-31; Mateo 26-28; Marcos 14 —
24; Lucas 22-20; y I Corintios 11-25; II de Corintios 3-6;
Hebreos 8-13; 9-15; 12-24.) Pareciera que al principio tales
referencias contradijeran las conclusiones de sección 2, y
demostraran que el pacto de Génesis 17 ya terminó en
algún momento, y fue reemplazado por este Nuevo Pacto.
Pero la palabra nuevo en estas citas se ocupa, no tanto para
hacer contraste en el pacto de Génesis 17 y un pacto
completamente diferente y distinto, sino que se ocupa con
uno o más de los siguientes fines:
a)
Se ocupa para describir lo nuevo en la forma
externa de administración en el pacto desde el tiempo del
Nuevo Testamento y en adelante. Por ejemplo la señal
externa de entrar en el pacto que era la circuncisión, ahora
26
es el bautismo. En este sentido, el pacto ahora es Nuevo,
tiene nuevas señales externas.
b)
Se ocupa para describir lo nuevo de las bendiciones
mas amplías ofrecidas después de la venida, muerte,
resurrección y ascensión de Cristo (vea página 13 arriba,
“Cada vez más bendiciones”). Pero el hecho de que el
pacto ahora es nuevo, en el sentido de ofrecer más
bendiciones no puede significar que por eso se rechazará
ahora a los niños de los creyentes, que anteriormente eran
recibidos y marcados con la señal correspondiente, ese sería
un pacto nuevo con menos bendiciones y no con mas,
Hebreos 7-22; 8-6; que habla del Nuevo Pacto no deja
ninguna duda de que además de ser nuevo, también es un
mejor pacto.
c)
Se ocupa la palabra Nuevo, también para hacer
contraste entre el Pacto verdadero y espiritual
(especialmente como se experimentaría desde el Nuevo
Testamento y en adelante), y las explicaciones humanas y
falsas de los Escribas y Fariseos Judíos.
Ellos por medio de sus explicaciones erróneas, torcían la
idea del pacto durante el tiempo antes de la venida de
Cristo, dando la impresión de que se trataba de una
salvación merecida por las buenas obras, la obediencia
(especialmente a los reglamentos de ellos), etc.
Por último acerca de esta objeción, el hecho de que el
así llamado Nuevo Pacto incluye la misma promesa
fundamental del Pacto de Génesis 17; “Yo seré a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo”, Jeremías 31-33;
(compare versículo 31) y Hebreos 8-10; (compare versículo
8).
Así que las referencias a un Nuevo Pacto, tampoco son
contrarias a la aplicación en la actualidad de las costumbres
del Antiguo Testamento sacadas en sección 1.
27
LOS NIÑOS NO SON CAPACES.Otra objeción muy común acerca del bautismo de los
niños de los creyentes, es que los niños no son capaces de
entender el evangelio, creer personalmente en Cristo,
durante su niñez y ¡por eso no conviene bautizarlos. Si
pensáramos sólo de una manera humana, parecería
imposible que un niño pequeño recibiera la salvación.
Pero según la Biblia no es imposible. Le dijo Dios al
profeta Jeremías, “Antes que te formases, en el vientre te
conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por
profeta”, Jeremías 1-5. Sí Dios pudo conocer a Jeremías
antes de su concepción y santificarlo antes de su
nacimiento, ¿Podemos negar que el sea capaz de obrar así
ahora en un niño después de nacer? Claro que no. Eso no
quiere decir que Dios siempre lo haga, ni necesariamente
que lo hace muchas veces, pero si quiere decir que Dios es
capaz de hacerlo.
En otra ocasión le dijo el ángel al padre de Juan el
bautista (antes de que Juan naciera), que Juan sería “lleno
del espíritu Santo, aún desde el vientre de su madre”, Lucas
1:15.Otra vez, si Dios pudo obrar de esta manera en el caso
de Juan el Bautista, nosotros no podemos negar que El sea
capaz de hacer igual en otros casos, no sabemos si Dios lo
hace o no, pero sí sabemos que El es capaz de hacerlo
porque la Biblia dice que ya lo ha hecho por lo menos en
un caso.
Entonces esta objeción, que “los niños no son capaces
de recibir la salvación no está de acuerdo con la Biblia.
Además ya hemos visto que en la Biblia se considera a los
niños de los creyentes, como miembros ya del pueblo de
Dios (la sección 1 lo demuestra para el tiempo del Antiguo
Testamento y en las páginas 11-14 “Una sola actitud” y
28
“Cada vez mas bendiciones”, lo demuestra para el tiempo
del Nuevo Testamento y en adelante). Entonces si Dios les
considera como los suyos, no nos corresponde a nosotros
discutir si son capaces o no de entrar en tal relación con
Dios, pues el considera que ya han entrado. Por eso tiene
que ser posible, porque ha sucedido. Considerando esta
misma objeción, debemos pensar ¿De quien es el poder
que salva a la humanidad? ¿son salvos aún los adultos a
causa de su propia capacidad, entendimiento e inteligencia?.
No, todos diremos, son salvos a causa del poder y amor de
Dios; no son salvos a causa de algún poder y mérito que
haya en ellos; no son salvos a causa de algo bueno que ellos
hayan hecho, sino porque Dios los amó, porque Dios
mandó a su hijo para morir por ellos en la cruz, porque
Dios, el Espíritu Santo, obró en sus vidas.” Nos salvó
(Dios), no por obras que nosotros hubiéramos hecho, sino
por su misericordia”, (Tito 3-5).
Entonces, si Dios salva a los adultos no por medio de
las capacidades que ellos tienen, sino (muchas veces) a
pesar de la falta de capacidades que hay en ellos; ¿No será
posible que Dios salve también a los niños de la misma
forma, no por medio de la capacidad o inteligencia que
ellos tengan (o no tengan según su edad), sino a pesar de su
falta de capacidad, inteligencia y comprensión?, ¿no será
posible que Dios pueda salvar a los niños tal como salva a
los adultos por el poder y amor que tiene el mismo?, ¡Claro
que sí!. Si Dios logra la salvación de los adultos a pesar de
la dureza de corazón y la porfía de ellos y el hecho de que
han seguido en pecado durante muchos años,
descuidándolo y rechazándolo a El. Si a pesar de todos
estos obstáculos que hay en los adultos, Dios los puede
salvar ¿no será capaz de salvar a un niño cuyo corazón no
se ha endurecido todavía y que no ha tenido todavía mucha
oportunidad de aprender las malas costumbres del mundo?
¿no será capaz Dios de salvar a un niño que está
acostumbrado a depender de personas mas grandes y
capaces que el mismo para todas sus necesidades y que por
eso no reaccionará con orgullo a la oferta gratuita del
29
Señor, como lo hacen muchos adultos?, ¡Claro que si!, Dios
es capaz. O sea, en un sentido, la salvación de un niño es
menos “difícil” para Dios, que la salvación de un adulto
que pone muchas dificultades que no ocurren en el caso de
un niño. Por eso quizás dijo Jesús, “De cierto os digo que
si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el
reino de los cielos”, Mateo 18..3, y también ,“De cierto os
digo que el que no reciba el reino de Dios como un niño (o
sea como lo recibe un niño), no entrará en él, Marcos 1015. Otra vez entonces, se ve que la objeción que “los niños
no son capaces”, no tiene razón. Casi habría mas razón en
decir “Son los adultos que no son capaces de recibir la
salvación hasta que se hagan como niños”. Y en realidad
ningún miembro de la raza humana es capaz, por eso es
que el evangelio acerca del poder de Dios para salvar, es
una nueva tan buena.
El poner demasiado énfasis sobre la necesidad de una
respuesta humana (y generalmente hay necesidad), tiene el
peligro por fin de hacer depender la salvación del hombre,
sus capacidades y esfuerzos que es todo lo contrario al
evangelio de gracia, el evangelio de la Biblia. Esto se ve en
el bautismo mismo, que da más énfasis al aspecto divino de
la salvación que al aspecto humano. Es cierto que el
bautismo simboliza la respuesta personal del que es
bautizado pero simboliza mucho más la obra de Dios en
salvarlo, lavando sus pecados, dándole el Espíritu Santo,
uniéndolo con Cristo e incluyéndolo en la muerte y
resurrección de Cristo. (Vea el número mas grande de citas
bíblicas que tratan de estos aspectos divinos del bautismo,
comparado con el número menor de citas que tratan de la
respuesta humana).
El mismo hecho de que nadie se bautiza así mismo,
sino que es bautizado por otro, simboliza de que no nos
salvamos a nosotros mismos, sino que somos salvados por
otro, que es Cristo. O sea, que el bautismo pone el énfasis
del bautismo en la actividad del salvador y no en la
30
respuesta del salvado. Entonces lo importante en el
bautismo, tal como en la salvación, no son las capacidades
y esfuerzos humanos (ni tampoco falta de ellos), sino el
poder e iniciativa de Dios al salvarnos, lo cual no está
anulado por la supuesta “incapacidad” de los niños, tal
como no está anulado por la real incapacidad de los
adultos. Otra vez por eso, se ve que la objeción al bautismo
de los niños que dice que “Los niños no son capaces”, no
tiene razón alguna. Es de notar que el mismo énfasis en la
obra de Dios, es la salvación y no la respuesta humana, se
ve en el pacto, en el antiguo testamento, tal hecho con
Abraham en Génesis 17, y que es la base de las
conclusiones de ese estudio, descansaba totalmente en
declaraciones y promesas hechas por Dios, no en
declaraciones o promesas hechas por Abraham u otro
hombre. Continuamente Dios habla con Abraham en la
forma “Pondré mi pacto, estableceré mi pacto, te daré,
etc.” Aunque Dios le manda a Abraham y a su
descendencia que guarden el pacto, le obedezcan, etc.,
jamás les consulta si están dispuestos o no. No habla
Abraham ninguna palabra durante la institución del pacto
con Dios. Dios así lo ha decidido, Dios se a propuesto
entrar en cierta relación con Abraham, su familia y sólo
falta que Dios se lo avise a Abraham y que Dios lo lleve a
cabo. Este énfasis, en la iniciativa y obra de Dios, se
simbolizaba en la circuncisión de niños pequeños que no
entendían nada y ahora se simboliza en el bautismo de
niños pequeños que ni entienden ni se dan cuenta de lo que
pasa. Aunque en ésta sección se ha puesto el énfasis en la
obra de Dios en la salvación y no en la respuesta del
hombre, no hay ninguna sugerencia aquí de que el
bautismo (o la circuncisión) salve. La Biblia habla muy
claramente en contra de que un rito o ceremonia religiosa
sea capaz en sí de traer bendición al alma; las ceremonias
religiosas no funcionan en forma automática, sino; en
conjunto con la fe y el arrepentimiento.
31
“JESUS SE BAUTIZO COMO ADULTO Y
NOSOTROS SEGUIMOS SU EJEMPLO”
Así dicen algunos como su razón para bautizar sólo a
los creyentes adultos. Y es cierto que el se bautizó como
adulto, pero no se puede basar ninguna conclusión en
contra del bautismo de los niños en ese acontecimiento,
como lo tratan de hacer algunos. Primero porque no había
necesidad de que Jesús fuera bautizado; como niño había
sido circuncidado (Lucas 2, 21), como todos los demás
niños Judíos de aquel entonces, y por eso ya había recibido
la señal de ser miembro del pacto que se ocupaba en aquel
tiempo. Entonces no había ningún motivo para bautizarse
de niño.
En segundo lugar no había posibilidad de hacerlo, por
falta de un bautismo apropiado. El niño Jesús no podía
recibir el bautismo de Juan el bautista como lo hizo
después como adulto, porque cuando Jesús era niño,
también Juan el bautista era un niño, ¡y por eso totalmente
incapaz de bautizar a Jesús! El único otro tipo de bautismo
que existía en aquel tiempo cuando Jesús era niño era el
bautismo que se ocupaba en caso de alguien que se había
convertido de gentil (no Judío), a Judío, ¡qué habría sido
totalmente inapropiado para Jesús que ya era Judío!
Entonces aunque hubiera motivo para hacerlo, no habría
sido posible que Jesús se bautizara como niño y tampoco
había motivo. Por eso esta objeción en contra del bautismo
de los niños de los creyentes no tiene razón, basándose así
en el hecho que Jesús no hizo algo que habría sido inútil y a
la vez imposible, ¡por supuesto no lo hizo!
“NOSOTROS PRESENTAMOS A LOS NIÑOS AL
SEÑOR”
32
Aquellos que le hacen esta objeción al bautismo de los
niños de los creyentes, también dicen que ellos siguen el
ejemplo de Jesús, refiriéndose a la ocasión cuando a Jesús le
fueron presentados unos niños para que pusiese las manos
sobre ellos y orase, “Mateo 19, 13.”” Por eso, dicen
aquellos que hacen esta objeción, “nosotros hacemos lo
mismo; no bautizamos a los niños porque Jesús no lo hizo,
sino que los presentamos al Señor imponiendo las manos
sobre ellos con oración tal como lo hizo Jesús”.
Es cierto que Jesús no bautizó a esos niños, porque
Jesús nunca bautizó a nadie, ni a niños, ni a grandes
tampoco, “Juan 4, 2”. ¡ Pero nadie diría que por eso no
debemos bautizar a nadie nosotros! Entonces tampoco se
puede sacar una conclusión de esto en contra del bautismo
de los niños, sus padres no le pidieron que los bautizara
sino que “pusiese las manos sobre ellos y orase”, lo que le
pidieron, él lo cumplió, pero no tuvo ningún motivo para
hacer más que eso. Es cierto que Jesús no bautizó a esos
como señal de pertenecer al pueblo de Dios, y el bautismo
no había llegado a remplazar la circuncisión todavía.
Así que no se puede basar ninguna conclusión en
contra del bautismo de los niños en el hecho de que Jesús
no bautizó a esos niños que fueron traídos a él. El nunca
bautizó a nadie y no tuvo motivo para bautizarlos a ellos
tampoco.
En cuanto a hacer lo que el realmente hizo en esa
ocasión, se hace muchas veces aún en Iglesias que bautizan
a los niños de los creyentes. Cada vez que un cristiano, sea
Pastor o no, visita otra casa, y ora por la familia que está
visitando, está haciendo lo mismo que hizo Jesús en esa
ocasión cuando oró por esos niños. Generalmente no
imponemos las manos en las distintas personas por las
cuales oramos, porque decimos sus nombres en la Oración,
por eso no hay necesidad de hacer nada más para indicar
por quien estamos orando en ciertos instantes. Pero no
33
habría ninguna razón en contra de imponer las manos así; a
veces se imponen sobre un enfermo al orar por él, y
posiblemente habrá ocasiones en que se hace igual al orar
por niños, es un detalle que no parece tener tanta
importancia; lo importante es orar por la persona.
Entonces los que practicamos el bautismo de los niños de
los creyentes también podemos decir: “Nosotros seguimos
el ejemplo de Jesús en orar por los niños”.
“NO HAY NINGUN EJEMPLO CONCRETO EN EL
NUEVO TESTAMENTO”
Otros que hacen objeciones en contra del bautismo de
los niños de los creyentes, dicen que no hay ningún
ejemplo concreto de esto en el Nuevo Testamento. Hay
ocasiones cuando posiblemente (o probablemente, según la
opinión personal) habría niños en las familias que se
bautizaron (por ejemplo en Hechos 16:15, 16:31 y 33:1 y
Corintios 1:16), pero es cierto que no se dice
específicamente si había niños entre los que se bautizaron
en esas ocasiones, entonces no se dice en el Nuevo
Testamento que los hijos de los creyentes eran bautizados
como niños. Pero tampoco se dice en el Nuevo
Testamento que los hijos de los creyentes eran bautizados
como adultos (la práctica actual de Iglesias como la
Bautista, en que sólo se bautiza a los adultos). El Nuevo
Testamento no dice ni que lo hijos de los creyentes eran
bautizados como niños, ni dice que eran bautizados como
adultos. Suponemos que los que se convirtieron de entre
familias cristianas habrán sido bautizados tarde o temprano,
pero el Nuevo Testamento no nos da ninguna indicación
acerca de cuando esto se hacía cuando eran niños todavía,
o cuando eran adultos. Por eso la falta de evidencia es una
falta doble, no hay ningún ejemplo de bautismo de los hijos
de los creyentes durante su niñez, y no hay ningún ejemplo
del bautismo de los hijos de los creyentes como
adolescentes, como jóvenes o como adultos. Entonces
ninguna opinión puede apoyarse en la falta de ejemplos en
34
el Nuevo Testamento; el silencio del Nuevo Testamento al
respecto, es neutral; y no da ninguna indicación de cuál
sería la práctica de la Iglesia primitiva. Por eso es necesario
preguntarnos, ¿cuál es la más probable de las dos
posibilidades, en vista de las otras evidencias?. Ya hemos
visto en sección 1, que durante todo el tiempo de Abraham
y en adelante, unos 2000 años, se consideraba a los niños
de los creyentes como miembros del pueblo de Dios, y por
eso se les daba la señal correspondiente. Por eso el hecho
de que no se dice nada específicamente acerca de la
situación espiritual de tales niños en el Nuevo Testamento
y adelante, da la impresión de que su situación tiene que
haber seguido igual. Si hubiera habido cambio de una
práctica también establecida del Antiguo Testamento, sí
que tendría que decir algo claro el Nuevo Testamento al
respecto. Pero todo el mundo conocía las costumbres
acerca de la recepción de los niños de los creyentes en el
Antiguo Testamento, y si siguieran iguales. Con el solo
cambio de remplazar la circuncisión por el bautismo,
entonces no habría necesidad de decir nada. Entonces el
hecho de que el Nuevo Testamento no dice nada nos da a
entender que no había necesidad, ¡porque las costumbres
seguían como siempre!. ¡Los niños de los creyentes todavía
se consideraban como miembros del pueblo de Dios y
recibían la señal correspondiente! Entonces meditada bien,
esta objeción resulta a favor del bautismo de los niños de
los creyentes y no en contra; la ausencia de enseñanza
especial en el Nuevo Testamento acerca de la situación
espiritual de los niños de los creyentes quiere decir que su
situación espiritual tiene que haber seguido tal como en el
tiempo del Antiguo Testamento.
5.- CONCLUSIONES PRACTICAS
35
El propósito de este estudio no es discutir la teoría y
la doctrina por discutir solamente, sino que; entendiendo
mejor el plan de Dios para la familia cristiana, lo pongamos
por obra. Por eso se tratarán ahora los deberes de los
implicados en el bautismo de los niños de los creyentes.
EL DEBER DE AQUELLOS BAUTIZADOS DE
NIÑO
El bautismo de los niños de los creyentes debe
considerarse como un comienzo, como el empezar a buscar
un fin claro y definido en el futuro. Este fin es de que el
niño mismo se entregue a Cristo, de todo corazón, por
decisión personal, consciente y premeditadamente.
¿Cuándo sucederá esto? Ya se ha dicho en la sección 4,
(página 22, tratando la objeción “Los niños no son
capaces”) que puede suceder a una edad muy temprana: la
experiencia de algunos cristianos criados en hogares
cristianos que no pueden recordar un tiempo cuando no
hallan amado al señor. Eso no quiere decir que no hubo tal
tiempo, tampoco quiere decir que no hubo un momento de
decisión espiritual en su vida. Pero si quiere decir que en
algunos casos la decisión se toma muy joven y que en
algunos casos suena mas correcto no hablar de un
“momento” de decisión, sino de una decisión que se iba
tomando con cada vez mas entendimiento y profundidad
durante un período de tiempo mas o menos largo. Al ir
creciendo el niño, al ir creciendo también su capacidad para
entender, creer, decidirse, amar al Señor Jesucristo como
Salvador personal y único. Para eso se bautizaron para que
llegaran a tal entrega personal, y recibieran la salvación en
forma completa personal.
Este es el propósito de bautizar a los niños de los
creyentes. Pero en el Antiguo Testamento resultaba a veces
que niños judíos, cuyos padres les habían circuncidado, con
señal de pertenecer al pacto, no querían seguir fielmente al
36
Señor al llegar a ser adultos. En tal caso su circuncisión no
les salvaba. Tantas veces los profetas del Antiguo
Testamento tenían que amonestarles que no confiaran en
ceremonias religiosas como una manera automática de
agradar a Dios. Así mismo en el tiempo del Nuevo
Testamento y en adelante, resulta a veces que el hijo de
padres creyentes decide, como adulto, que no quiere seguir
fielmente al Señor. En tal caso, el hecho de haber sido
bautizado no le salvará, tal como el hecho de haber tenido
padres cristianos no le salvará, tales privilegios solo
aumentaran su culpa delante de Dios por haberlos
despreciado.
Como dijo Jesús, “El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; mas el que no creyere, será condenado”(Marcos
16,16). O sea, si no cree verdaderamente en su corazón, no
será salvo a pesar de haber sido bautizado; si se niega a
entregarse sinceramente al Señor, su bautismo no lo
salvará. Otra vez entonces, se ve la necesidad grande de
arrepentirse y confiar en Cristo en forma personal para ser
salvo, y de no confiar en un rito como manera automática
de recibir la salvación.
EL DEBER DE LOS PADRES CRISTIANOS.
Por supuesto, en vista de la evidencia antes
mencionada, el deber de padres cristianos es que traigan a
sus niños, mientras son pequeños, para ser bautizados
durante el culto público en la Iglesia. No deben esperar que
el niño sea mas grande hasta que hallan encontrado
padrinos pudientes, hasta que tengan el suficiente dinero
para una buena fiesta, cosas así no tienen nada que ver con
el bautismo, y no deben tomarse en cuenta. Pero junto con
bautizar a los niños, los padres cristianos tienen una
responsabilidad muy grande de criar a los niños para el
Señor, y en hacer todo lo posible para lograr el objeto y fin
de su bautismo, que los niños mismos se entreguen a Cristo
37
por decisión personal, consciente y deliberada. Es por que
esta responsabilidad es tan grande que se nombran
padrinos, para ayudarles a los padres en criar
espiritualmente a los niños.
Durante la niñez, los padrinos deberán orar por los
niños, ganar su confianza y amistad, y asegurarse que todo
lo posible se esta haciendo dentro del hogar para que niños
lleguen a conocer y amar al Señor. Y si resulta que falta
algo de esto, los padrinos deberán hacer todo lo posible
para suplir la falta.
Cuando los niños llegan a la adolescencia, los padrinos
podrán hacer mucho más. Es muy común que los
adolescentes ahora no conversen con sus padres con tanta
franqueza acerca de sus problemas como anteriormente,
que no pidan el consejo de sus padres como lo hacían antes
( y si los padres se lo dan, no le hacen caso) etc. Todo esto
no quiere decir que los padres han fracasado en criar a sus
niños, es solo otra etapa del movimiento de la niñez a la
madurez. Pero resulta mucho mas difícil durante este
período que los padres aconsejen a sus niños para
ayudarlos espiritualmente.
Entonces ahora les toca a los padrinos, quienes si ya
han ganado la confianza, la amistad y el respeto de los
adolescentes, y sí están orando por ellos, podrán hacer
mucho en cuanto aconsejarles a los adolescentes,
especialmente acerca de la vida cristiana. Durante esta
época, padrinos buenos, que saben como tratar a los
adolescentes con paciencia, comprensión y tino, llegarán
casi a reemplazar a los padres en ayudar espiritualmente a
los adolescentes. ¡Que importante entonces es el elegir
como padrinos a creyentes fieles y espirituales, maduros y
sabios, que sabrán aprovechar esta oportunidad tan
38
importante durante los años de adolescencia, cuando
muchas veces se decide el rumbo para el resto de la vida!.
Pero especialmente en los años anteriores a la
adolescencia, los mismos padres pueden, y deben, hacer
mucho también para ayudar en la formación espiritual de
sus hijos. Es muy notable la importancia que da la Biblia a
la enseñanza de los niños por sus padres, vea por ejemplo
Deuteronomio 4:9-10; 6:6-7; 6:20-21; 11:18-19; Salmo 78:37;Efesios 6:1-4; Colosenses 3:20-21; II Timoteo 1:5; 3:15.
Les promete Dios a los padres cristianos que son fieles a
este deber, “Instruye al niño en su camino, y aun cuando
fuere viejo no se apartara de el”, Proverbios 22:6.
Un cristiano en Inglaterra que dirigía una escuela
dominical para niños mantenía un registro de asistencia, y
después de muchos años de experiencia, descubrió los
siguientes Datos de sus estadísticas: de los niños que venían
de hogares cristianos, como 60% llegaban a ser miembros
activos de la iglesia como adultos. De los niños que venían
de hogares no cristianos, ¡El porcentaje era solo 21/2 % o
sea, la obra de la escuela dominical lograba 24 veces mas
éxitos entre niños de hogares cristianos que entre niños de
hogares no cristianos!.
Así de los padres de familias cristianas que se dedican
a la labor de criar a sus niños para el Señor pueden
animarse, tanto con los resultados prácticos en la vida
moderna, como con las promesas Bíblicas al respecto. Pero
para lograr estos resultados entre los niños, ¡los padres
cristianos tienen que dedicarse a esta labor, no pensar que
va a resultar así sin que ellos hagan nada! Por supuesto
deberán orar con perseverancia y confianza en las promesas
de Dios por sus niños y su formación espiritual. Por
supuesto deberán enseñarle a los niños de la Biblia historias
y enseñanzas de tal modo que los niños puedan
39
entenderlas, ver su relación con su vida actual y diaria,
recordarlas y ponerlas en practica.
Cuando los niños hacen preguntas acerca de la Biblia y
el Señor, entonces los padres cristianos deberán
contestárselas de una manera paciente, apropiada y clara,
contestando lo suficiente, pero nada más de lo que los
niños preguntaron, para no aburrirlos si quieren saber mas,
¡lo preguntaran en su tiempo!. Si la pregunta es rara, o sale
en forma rara (¡lo que pasa muchas veces con los niños!), y
los padres no hallan como contestarla, probablemente lo
mejor seria decir, “Voy a pensar como contestarte tu
pregunta en forma clara”, o algo así, y en seguida buscar la
contestación, consultando a otro cristiano de más
conocimiento si es necesario. Pero tal pregunta nunca debe
dejarse y olvidarse, o el niño gradualmente perderá
confianza en sus padres como guías y maestros.
Además de orar por los niños, los padres también
deberán orar con los niños, enseñándoles gradualmente
como orar ellos mismos en palabras sencillas y acerca de
cualquier cosa que los niños deseen, mencionarles al Señor,
sea pedirle algo, o por ellos mismos o por otros, confesarle
algún pecado, agradecerle por su bondad y amor, adorarlo
por su grandeza, etc. Momentos especialmente apropiados
para orar juntos en la familia, son antes de comer y antes de
acostarse.
Pero bien se sabe que lo que les enseñara e
impresionara más que nada a los niños es el ejemplo de los
padres. Así aprenden los niños a hacer tantas cosas, desde
algo tan básico como el hablar hasta las cosas mas difíciles,
aprenden siguiendo el ejemplo de otros, y especialmente de
los padres.
40
Por eso se ve la gran importancia de un buen ejemplo
cristiano de parte de los padres. Toda su conducta en el
hogar deberá ser buena y cristiana, toda su conversación y
sus actitudes deberán ser influidas por el hecho de ser
cristianos, todo el ambiente del hogar deberá ser diferente
del no cristiano. Se canta con entusiasmo el corito “Con
Cristo en la familia, ¡Que feliz hogar!”. Feliz por su
ambiente de amor y disciplina, de paz, comprensión y
seguridad. Entonces deberá ser así, o los niños pensarán
que el cristianismo consiste en cantar una cosa y
experimentar todo lo contrario.
Si los niños saben que sus padres leen la Biblia
diariamente y oran diariamente, es muy probable que los
niños deseen hacerlo también siguiendo el ejemplo de sus
padres. Si ven que sus padres asisten con regularidad y
entusiasmo a la Iglesia, es muy probable que los niños
deseen hacerlo también, siguiendo a sus padres. Si ven que
sus padres ponen en primer lugar al Señor en su vida diaria,
es muy probable que los niños lo empiecen a hacer
también, como algo natural, porque parece natural a los
padres. Pero si los niños ven lo contrario, entonces es muy
probable que sigan ese ejemplo contrario.
Todo lo que se ha dicho aquí acerca del ejemplo de los
padres, sus enseñanzas, oraciones, etc. Es algo que debe
empezarse desde el nacimiento del niño (¡casi todo ya debe
haber empezado antes de su nacimiento!). Los padres
nunca deben pensar “es demasiado temprano todavía de
pensar en darle un buen ejemplo al niño, o enseñarle como
vivir en este mundo”. Por supuesto las enseñanzas deben
estar a un nivel apropiado para la edad del niño, pero el
ejemplo y el ambiente del hogar le empezarán a influenciar,
ya para bien o para mal, desde el comienzo de su vida. Aún
antes de poder hablar, los niños de hogares cristianos bien
ordenados demuestran que se han acostumbrado ya a dar
las gracias (con las palabras de los padres) antes de su
41
comida, o al celebrar un tiempo de oración familiar a cierta
hora todos los días.
A causa de todo esto, se ve que el bautismo de los niños
tiene que limitarse a los niños de los creyentes, o por lo
menos, de aquellos que hacen profesión de ser convertidos
y que no niegan abiertamente esa profesión por una vida
manifiestamente pecaminosa y no cristiana. Por supuesto
también tiene que limitarse a los niños de aquellos que son
miembros de la iglesia, seria ridículo que alguien que no se
ha comprometido a si mismo como miembro de una iglesia
quisiera que su niño fuera miembro de esa iglesia. Tampoco
hay mucha probabilidad de que el niño acepte tal situación
al crecer.
EL DEBER DE LA IGLESIA.¬
Por supuesto la Iglesia deberá organizar cultos públicos de
bautismo cuando nacen niños en las familias de los
miembros. Pero no basta con administrar el sacramento, se
debe enseñar continuamente su significado, sus propósitos
y los deberes relacionados. Queda una ignorancia tremenda
acerca del bautismo, especialmente de los niños y no sólo
entre la gente inconversa. Existen supersticiones aún entre
los cristianos evangélicos, que solo podrán eliminarse por
medio de la enseñanza clara, continua y Bíblica al respecto.
La iglesia también tiene responsabilidades de ayudar a
los padres cristianos a criar a sus hijos para el Señor. Esto
incluirá el consejo y la enseñanza Bíblica y práctica acerca
de cómo criar a los niños para el Señor (Vea pagina 3 arriba
para las citas Bíblicas al respecto). A veces incluirá el
proveer enseñanza especial para los niños en la Iglesia, o
durante los cultos dominicales junto con los adultos, o en
una escuela dominical separada para los niños, (cuando la
congregación local sea capaz de proveer tales facilidades).
Pero esto último no deberá dar la impresión de que todo lo
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que los padres tienen que hacer es mandar a sus niños a la
escuela dominical, la primera responsabilidad para criar a
los niños para el Señor es de los mismos padres. Ellos
pueden aprovechar una escuela dominical para
complementar lo que hacen ellos mismos en el hogar todos
los días, pero no deben considerar cumplidas todas sus
responsabilidades mandando a los niños y que otros hagan
el trabajo.
La iglesia también deberá proveer una oportunidad
para que los niños de padres creyentes, habiendo crecido y
habiendo llegado el momento de entregarse al Señor por su
propia decisión personal, consciente y premeditada,
testifiquen de este paso públicamente delante de toda la
congregación, recibiéndose como miembros en plena
comunión de la Iglesia. En la Iglesia Anglicana tal culto de
testimonio público y recepción oficial a la membresía se
llama el Culto de Confirmación, (cuando ellos confirman
personalmente los votos y promesas que fueron hechos por
otros en su nombre, en su bautismo), y ha sido la
costumbre en la Iglesia Anglicana que el Obispo lo dirija.
Durante el culto, el dirige las oraciones de la
congregación a favor de los nuevos miembros, imponiendo
sus manos sobre cada uno al orar por ellos
individualmente.
INDICE.- Nota.- Se vuelve a insistir en la necesidad de
estudiar bien todo lo anterior antes de buscar detalles por
medio de este índice.
¿ Como es que un niño puede ser bendecido como
resultado de la fe de sus padres? Vea pagina 6 - 7.
43
¿ No era la circuncisión y el pacto algo que tenia que ver
solo con los Judíos y el antiguo testamento? Vea pagina 8 11 “Una sola Biblia”, pagina 20 - 21 “Para los Judíos
solamente”.
La circuncisión era solo para los varones ¿Qué de las
mujeres?
Vea pagina 15, último párrafo de “Cada vez más
bendiciones”.
¿Como se pueden basar enseñanzas acerca del bautismo en
la circuncisión, siendo dos cosas completamente diferentes?
Vea pagina 16 - 17, “El bautismo como una nueva señal”.
Aunque los niños de los creyentes estén en el pacto, ¿No
seria mejor postergar su bautismo? Vea pagina 17-18,”
Rechazar la señal- rechazar la realidad”.
Si se dice que el pacto sigue en el Nuevo Testamento tal
como en el antiguo, ¿ Porque habla la Biblia de un nuevo
pacto?
Vea pagina 21-23, “Para el Antiguo Testamento
solamente”.
Los niños no son capaces de recibir la salvación por eso no
deben bautizarse.
Vea pagina 23-27, “Los niños no son capaces”.
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El bautismo simboliza el arrepentimiento y la fe, y por eso
no corresponde a los niños, que no pueden arrepentirse y
creer. Vea paginas 23-27, últimos párrafos de” Los niños
no son capaces”.
Jesús se bautizo como adulto, por eso no se debe bautizar a
los niños.
Vea página 27 - 28 “Jesús se bautizó como adulto”.
Los niños que fueron traídos a Jesús no fueron bautizados,
sino presentados al Señor solamente, ¿Por qué no basta
hacer igual ahora? Vea paginas 27-28 “Nosotros
presentamos a los niños al Señor “. No hay ningún ejemplo
en el nuevo testamento sobre el bautismo de los niños.
Vea paginas 29-30 “No hay ejemplo concreto en el nuevo
testamento”
Aquellos que se bautizaron de niños, ¿Son salvos
automáticamente?
No, vea pagina 27 cerca del fin de “Los niños no son
capaces” y paginas 31 y 32 “El deber de aquellos
bautizados de niño”.
¿Por qué se necesitan padrinos, si eso no se encuentra en la
Biblia?
Vea pagina 32-33 “El deber de los padres cristianos”.
Ahora que se bautizó nuestro niño, ¿Hay algo más que
tenemos que hacer?
Si, vea pagina 32 y 33 “El deber de los padres cristianos”.
45
Al traer nuestro niño al bautismo, ¿Qué hacemos
espiritualmente?.Vea pagina 17 - 19, ultimo párrafo de
“Rechazar la señal rechazar la realidad”
Si no depende de la respuesta personal del niño, ¿Se puede
bautizar a cualquier niño?
No, vea pagina 33, ultimo párrafo de “El deber de los
padres cristianos”.
Si el bautismo es la señal de pertenecer al Señor, ¿Por qué
se celebra el culto de confirmación?. Vea página 38, último
párrafo.
Esos niños que se mueren en la infancia, ¿Son salvos o no?
Vea pagina 16 párrafo 1.
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BAUTISMO DE NIÑOS
E
INFANTES
Este pequeño estudio sobre el bautismo de los niños y de
los infantes se recopiló de un folleto de autor desconocido,
de la Iglesia Anglicana.
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Hemos arreglado para que tenga el formato de libro y lo
estamos poniendo a la consideración de todos los
discípulos de la Iglesia Anglicana de Bolivia.
Esperamos que sea de gran utilidad para ustedes y que sirva
para sostener bíblicamente nuestra posición frente a las
Iglesias que no comparten esta señal en los niños.
Rev. Raphael Samuel
Rev. Federico Bascuñán
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