Folleto Para Los Padres LAS PESADILLAS Los Monstruos Debajo de la Cama: Pesadillas y Terrores Nocturnos Los problemas del sueño, tales como las pesadillas, son comunes durante los primeros años. Los niños pequeños pueden tener pesadillas por situaciones en su vida que les causan tension o por miedos y tensiones típicos de su edad, como por ejemplo aprender a ir solos al baño. Los niños pequeños también experimentan algo llamado terrores nocturnos, que no son lo mismo que las pesadillas. Los expertos no saben con seguridad cuáles son las causas de los terrors nocturnos, pero muchos niños sufren de ellos y luego se les pasan. A un niño que sufre terrores nocturnos no le sucede nada, pero puede que sus padres se preocupen. ¿En qué se diferencian los terrores nocturnos y las pesadillas? Una pesadilla es un sueño que asusta y que despierta a la niña por completo después de haber estado dormida durante un rato. Los terrores nocturnos normalmente se dan justo después de que la niña se duerma profundamente, durante la transición del sueño no-REM (rapid eye movement — movimiento rápido de ojos) al sueño REM. Las niñas no están realmente despiertas durante los episodios de terrores nocturnos, así que pueden tener los ojos vidriosos y no responder a sus padres. Las niñas pueden llorar, gritar, agitarse y en general actuar como si tuvieran mucho miedo. Un episodio de terror nocturno puede durar de 5 a 20 minutos cada vez. El terror nocturno termina cuando la niña se despierta o se vuelve a dormir. Normalmente las niñas s se acuerdan de sus pesadillas al día siguiente, pero no de sus terrores nocturnos. ¿Qué puede hacer para ayudar con las pesadillas y los terrores nocturnos? En primer lugar, mantenga la calma. Puede que le asuste ver a su niño tan disgustado, pero eso no quiere decir que le pase algo a su hijo. Consuele a su hija. La mejor forma de ayudar es abrazar a su hija suavemente y asegurarle que todo está bien. Probablemente se volverá a dormir con sus palabras reconfortantes. Puede que no sea buena idea darle de comer o llevárselo a la cama con usted, porque quizá espere eso cada vez que le pase esto. Tómese las preocupaciones de su hijo en serio. Si su hijo dice que hay un monstruo debajo de la cama, asegúrele que nunca va a haber un monstruo allí. Establezca un ritual para echar a los monstruos (como gritar “Monstruos fuera, que se vayan todos”), que dé a su hijo algo de control sobre sus miedos. Hable con su hija. Si su hija se acuerda de un mal sueño al día siguiente y quiere hablar de ello, eso puede ayudar a calmar sus miedos. Si su hija ha sufrido un episodio de terrores nocturnos, no se acordará de él, así que hablar no le va a ayudar. Lean un libro juntos. Si su hijo se acuerda de las pesadillas, hay muchos libros que pueden leer juntos para ayudar a calmar sus miedos. In the Night Kitchen, de Maurice Sendak, , What Was I Scared Of? de Dr. Seuss, Creaky Old House de Linda Ashman, The Scariest Monster In The World de Lee Weatherly & Algy Craig Hall, Sweet Dreams for Sydney de Jean Wiley, and Rosie and the Nightmares de Philip Waechetery Bedtime for Francis, de Frances Hoban, son excelentes cuentos para niños sobre la noche. Developed for Healthy StepsSM for Young Children by BUSM ©: Department of Pediatrics, Boston Medical Center