Libro NUTRICION EN SITUACIONES FISIOLOGICAS.indb

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La dieta en pacientes
quemados
tema
D. Lerma García.
1. INTRODUCCIÓN
La falta o deficiencia de los sistemas de detección de incendios en los hogares
constituye uno de los principales factores para que las tasas de mortalidad sean altas. Una
de las principales causas de incendios en el hogar son los cigarrillos. Además el abuso de
alcohol parece ser una circunstancia coadyuvante en los casos de incendios iniciados por
cigarrillos. Por otro lado, las muertes por quemaduras en niños menores de dos años son,
en su mayoría, causadas por escaldadas, manipulación de cerillas, encendedores y líquidos
inflamables o por lesiones eléctricas debido al contacto con las líneas de electricidad.
La alta incidencia de las lesiones por quemaduras que afecta a la mayoría de
los adultos guarda relación con los accidentes que se presentan al cocinar, usar hornos
microondas, fumar o usar cerillas en diversas tareas. Por lo general, las quemaduras se
presentan cuando la persona se distrae mientras cocina o se duerme mientras fuma.
2. CLASIFICACIÓN DE LAS QUEMADURAS
Tradicionalmente, las quemaduras se han clasificado como de primero, segundo o
tercer grado. Los términos primero, segundo o tercer grado no describen las lesiones, ya
que sólo se basan en las características visuales de la herida por quemadura. La quemadura
se extiende más allá del punto visible. Una descripción más exacta es la de quemadura de
espesor parcial y de espesor total, términos que describen gráficamente la quemadura e
indican la profundidad y gravedad de la lesión de los tejidos.
nutrición en situaciones fisiológicas y patológicas
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Las quemaduras de espesor parcial se caracterizan por la destrucción de una
profundidad variable de la epidermis (capa exterior de la piel) hasta la dermis (capa
media de la piel). Estas quemaduras involucran una parte de la epidermis y de la dermis.
La profundidad de la lesión tisular se describe posteriormente como de espesor parcial
superficial, lo cual involucra sólo la epidermis, en tanto que el espesor parcial profundo
involucra toda la epidermis y parte de la dermis. Las quemaduras de espesor parcial
pueden ser muy dolorosas debido a que las terminaciones nerviosas se lesionan y quedan
expuestas. Estas quemaduras tienen la posibilidad de sanar debido a que una porción de las
células epiteliales no es destruida. Durante el proceso de curación, es común la presencia
de sequedad y prurito debido al aumento de la vascularización de las glándulas de las
sebáceas, la reducción de las secreciones y la disminución de la transpiración.
La presencia de ampollas o vesículas indica a menudo que se trata de una lesión de
espesor parcial profundo. Las ampollas pueden aumentar de tamaño como resultado de
la exudación continua y de la acumulación de líquidos de los tejidos.
Las quemaduras de espesor total incluyen la destrucción de la epidermis y de la dermis
completa, al igual que posibles daños en la capa subcutánea, el músculo y el hueso. Las
terminaciones nerviosas resultan destruidas, lo cual explica la presencia de heridas indoloras.
Como resultado de la deshidratación de la superficie, puede formarse una cicatriz, una
cubierta de apariencia correosa compuesta por proteína desnaturalizada. Adicionalmente,
es posible observar redes negras de capilares coagulados. Las quemaduras de espesor total
requieren injertos de piel debido a que el tejido destruido es incapaz de reepitelizarse.
Es posible que una herida de espesor parcial se convierta en una herida de espesor total
debido a infecciones, traumatismos o disminución de la irrigación sanguínea.
2.1. Factores que determinan la severidad de las quemaduras.
-Tamaño de la quemadura.
-Profundidad de la quemadura.
-Edad de la víctima.
-Parte del cuerpo involucrada.
-Agente de la quemadura.
- Historia de enfermedades cardíacas, pulmonares, renales o hepáticas.
-Lesiones sufridas en el momento de la quemadura.
3. FISIOPATOLOGÍA DE LAS QUEMADURAS SEVERAS
Como resultado de las quemaduras, disminuye el funcionamiento normal de la piel,
lo cual produce alteraciones fisiológicas. Éstas incluyen:
1.Pérdida de las barreras protectoras contra las infecciones.
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2.Pérdida de líquidos corporales.
3.Falta de control de temperatura.
4. Destrucción de las glándulas sudoríparas y sebáceas.
5. Disminución del número de receptores sensoriales.
La severidad de éstas alteraciones depende de la extensión de la quemadura y de
la profundidad a la cual haya llegado el daño.
El conocimiento cada vez mayor de los cambios fisiológicos que se presentan
durante las quemaduras severas ha permitido salvar muchas vidas. Existen dos etapas que
se presentan inmediatamente después de la presencia de las quemaduras graves: la fase
hipovolémica inmediata y la fase diurética.
3.1. Fase hipovolémica.
Esta fase empieza en el momento en que se produce la quemadura y dura de
48 a 72 horas. Se caracteriza por un rápido desplazamiento de los líquidos desde el
espacio vascular hacia el espacio intersticial. Cuando los tejidos se queman, se presenta
vasodilatación, aumento de la permeabilidad capilar y cambios de la permeabilidad de
las células en los tejidos en y alrededor del área de la quemadura. Como resultado de lo
anterior, pasan grandes cantidades de líquido extracelular, cloruro de sodio y proteínas
hacia el área quemada, bien sea para formar ampollas y edema local o para escapar a
través de una herida abierta.
La pérdida visible de líquidos constituye tan sólo una pequeña parte de la pérdida
de líquidos que experimenta el sistema circulatorio y otros compartimentos que contienen
fluidos esenciales. La mayor pérdida de líquido se presenta en la parte profunda de la
herida, desde donde el líquido se extravasa y pasa hacia los tejidos más profundos. Las
quemaduras que se presentan en áreas altamente vascularizadas como los tejidos musculares
o la cara, parecen causar un mayor desplazamiento de líquidos en comparación con las
heridas que se presentan en otras partes del cuerpo. Adicionalmente, mientras mayor sea
la extensión de la lesión, mayor será la pérdida de líquido. Cerca de la mitad del líquido
extracelular del organismo puede desplazarse desde su distribución normal hacia la zona
de una quemadura severa. El shock hipovolémico se presenta entonces y hay una caída
radical de la tensión arterial y un flujo inadecuado de sangre a través de los riñones, lo cual
contribuye a agravar el período de tiempo bastante corto si no se instituye de inmediato
el tratamiento adecuado.
Como resultado del desplazamiento de líquidos, puede presentarse deshidratación
de las células de los tejidos no afectados. En un comienzo, los capilares pierden más líquido
y sodio que proteínas. Esto, a su vez, aumenta la presión capilar osmótica, lo cual produce
deshidratación con edema pronunciado en el área quemada. A medida que las proteínas
continúan escapando hacia el área quemada, debido al aumento de la permeabilidad de
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los capilares, se presenta hipoproteinemia. El aumento en la cantidad de proteínas en los
espacios tisulares produce edema. Las proteínas pueden perderse a través de las heridas
abiertas. El sistema linfático, que normalmente elimina el exceso de líquidos tisulares, sufre
una sobrecarga y se torna ineficiente, lo cual contribuye a la formación de edema. Por otro
lado, el nitrógeno se escapa a través de los riñones durante el catabolismo, produciendo
un balance de nitrógeno negativo considerable. Además, el nivel de nitrógeno ureico
sanguíneo se eleva en presencia de oliguria.
Con la pérdida de líquido del sistema vascular, se presenta una hemoconcentración
que produce la elevación del hematocrito. El flujo sanguíneo se torna lento en el área
quemada y la nutrición celular disminuye. Una gran cantidad de glóbulos rojos quedan
atrapados en el área quemada y se hemolizan. De otro lado, pueden presentarse daño
renal y hematuria como resultado de la reducción del volumen sanguíneo y del paso de
los productos finales de las células hemolizadas a través de los glomérulos. La disminución
del flujo sanguíneo renal produce oliguria.
También pueden presentarse desequilibrios electrolíticos. La hipercaliemia (elevación
del nivel sérico de potasio) se debe a la liberación de potasio procedente de las células
tisulares dañadas y los glóbulos rojos y también, a la disminución de la producción de orina.
La hipercaliemia puede producir bloqueo cardíaco y fallo ventricular. Es posible inducir
al sodio a volver a los espacios intracelulares mediante la administración de insulina, ya
que el sodio se transporta de vuelta a las células junto con la glucosa. El sodio se retiene
en el organismo como resultado de la respuesta endocrina del estrés. Además, existe un
aumento del nivel de aldosterona que produce un aumento de la reabsorción de sodio por
los riñones. Sin embargo, el sodio pasa rápidamente a los espacios intersticiales del área
quemada cuando existe desplazamiento del líquido. A pesar del aumento de la cantidad de
sodio en el organismo, la mayor parte del sodio queda atrapado en el líquido del edema y
se presenta, por tanto, un déficit sérico de sodio. La perfusión tisular inadecuada produce
un metabolismo anaerobio, con lo cual los productos ácidos finales se retienen debido a la
disminución de la función renal. Entonces, puede presentarse una acidosis metabólica.
3.2. Fase diurética.
El retorno de la integridad vascular empieza alrededor de 12 horas después y avanza
de manera muy rápida durante las 18 a 24 horas que siguen a la quemadura. Aunque es casi
imposible restaurar la integridad capilar completa durante algunos días, para propósitos
clínicos se considera restaurada a las 24 horas. Esta fase empieza aproximadamente 48 a
72 horas después de la quemadura, a medida que se recupera la integridad de la membrana
capilar y el líquido del edema se desplaza de vuelta desde los espacios intravasculares.
El volumen sanguíneo aumenta, lo cual produce un aumento del flujo sanguíneo renal y
diuresis, a menos que haya algún grado de daño renal. Los niveles séricos de electrolitos
y hematocrito disminuyen debido a la hemodilución. Es posible que se presente una
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
sobrecarga de líquido como resultado del aumento del volumen intravascular. Los signos
vitales del paciente, los ruidos respiratorios y la producción urinaria sirven para determinar
la cantidad de líquidos intravenosos que deben sustituirse. Es posible que se presente
deshidratación si la rápida producción urinaria agota la reserva intravascular. También
persiste el déficit de sodio debido a la pérdida de este elemento a través de la quemadura
y por acción de aumento de la producción urinaria. La hipercaliemia es el resultado del
desplazamiento del potasio a las células o de su excreción a través de la orina. Además,
las proteínas siguen perdiéndose a través de las heridas abiertas. La acidosis metabólica
continúa siendo una amenaza siempre presente debido a la pérdida de bicarbonato de
sodio por la orina y al aumento del metabolismo de las grasas secundario a la disminución
de la ingestión de carbohidratos.
Después del periodo de desplazamiento de líquido, el paciente permanece
críticamente enfermo. Este período se caracteriza por anemia y malnutrición. La anemia
se debe a la pérdida de glóbulos rojos. El balance negativo de nitrógeno comienza con
la presencia de la quemadura y se debe a la destrucción tisular, a la pérdida de proteínas
y a la respuesta al estrés. Además, este defecto continúa durante toda la etapa aguda
debido a la pérdida de proteínas a través de la herida, al catabolismo tisular debido a la
inmovilidad y a la disminución de la ingesta de proteínas. Es necesario prestar atención
especial a la nutrición del paciente durante toda esta fase. El aumento del metabolismo
debido a la pérdida de agua y calor a través de la herida, la pérdida de líquidos debido a
la diuresis y el catabolismo por el daño tisular producen pérdida de peso.
4. SOPORTE METABÓLICO Y NUTRICIONAL EN EL PACIENTE
QUEMADO
4.1. Fisiopatología.
Después de la ocurrencia de las quemaduras moderadas o severas, el metabolismo
se incrementa como resultado del estrés, la pérdida de líquidos, la fiebre, las infecciones
y el hipercatabolismo. El temblor y los niveles elevados de catecolaminas, cortisol y
glucagón que se presentan casi de inmediato después de las lesiones térmicas, aumentan
el consumo de oxígeno por los tejidos y la producción de calor, agotan las reservas de
grasa y glucógeno musculares y hepáticas y producen un balance negativo de nitrógeno
y pérdida de peso. Las proteínas se descomponen y suministran aminoácidos para la
neoglucogénesis, a la vez que se impide la incorporación de los aminoácidos en las
proteínas. La disminución de la tasa de producción de proteínas prolonga el proceso de
curación de las heridas y aumenta la susceptibilidad del paciente a las infecciones.
Un paciente con quemaduras permanece en estado catabólico en cuanto la ingestión
calórica exceda el gasto calórico. El hipermetabolismo continúa hasta que las heridas
hayan sanado en un 90% y se haya restaurado la homeostasis. Las necesidades proteicas
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
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y de energía totales del paciente incluyen aquellas que se requieren para la homeostasis
normal y las necesarias para equilibrar el estado catabólico y reparar lesiones.
Las grandes quemaduras producen una respuesta hipermetabólica, que es
directamente proporcional al grado de la lesión y las necesidades nutricionales pueden
llegar a ser dos y hasta tres veces las normales. A partir del 40% ya se alcanza la máxima
respuesta metabólica y se incrementa solo mínimamente en las más grandes.
Uno de los más grandes retos es proveer un adecuado soporte nutricional al
quemado. No se conoce en la patología actual ninguna entidad que requiere más cantidad
de energía que una quemadura extensa.
Inmediatamente después de la quemadura el paciente entra en un estado
hipercatabólico, caracterizado por una elevada tasa metabólica, aumento en la movilización
de proteínas y gluconeogénesis.
4.2. Cambios fisiopatolágicos.
El incremento de las necesidades energéticas es mediado por el eje neurohormonal
hipófisis-hipotálamo, que en respuesta al estrés libera grandes cantidades de catecolaminas,
que son las responsables de esta respuesta de supervivencia del organismo.
Hay una gran elevación en la tasa de producción de glucosa; un componente mayor
en la hiperglucemia clínica que se observa, es ocasionado por la glucosa de producción
endógena. Además, la acción hipoglucemiante de la insulina está disminuida en los
pacientes quemados.
Durante las fases tempranas se produce una disminución de los niveles de insulina
y una hiperglucemia. Muy pronto, los niveles de insulina vuelven a lo normal, pero
persiste la hiperglucemia y no está muy claro si se debe a una resistencia periférica a
la insulina provocada por los altos niveles de catecoláminas, o a un incremento en la
gluconeogénesis.
Jahoor en 1986 concluyó que el glucagón es el estimulador primario de la excesiva
poducción de glucosa en el paciente quemado. Esta concentración elevada de glucagón
permanece por semanas y su efectividad podría ser el resultado de una interacción con otras
hormonas catabólicas, como la epinefrina y el cortisol. Es evidente que con tratamiento
farmacológico (somatostatina e insulina) la tasa de producción de insulina puede ser
normalizada en pacientes severamente quemados; sin embargo, en la situación clínica
deben evaluarse cuidadosamente los beneficios contra los costos y posibles complicaciones.
Definitivanente, pese a que la glucorregulación está alterada, la glucosa sigue siendo la
mejor fuente de energía para el tratamiento del paciente quemado.
Respecto al metabolismo de los lípidos se conoce que las catecoláminas son los
estimuladores predominantes de la hidrólisis de los triacilglicéridos de depósito (lipolisis)
por intermedio de la lipasa, que es hormonosensitiva y presentándose niveles elevados
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
de ácidos grasos y glicerol en plasma. El estímulo predominante es la estimulación beta 2
adrenérgica, ya que la lipólisis puede quedar reducida casi a niveles normales utilizando
el propranolol que es bloqueante beta 1 y beta 2 no selectivo, pero la lipolisis no se afecta
con el uso del bloqueante beta 1 metoprolol. Al contrario de lo que sucede con la glucosa,
en donde la tasa de metabolismo está ligada a la tasa de aporte, los ácidos grasos pueden
estar completamente disociados de su tasa de oxidación y participan en lo que se ha
llamado el «ciclo triacilglicerol-ácido graso».
Los ácidos grasos no oxidados son reciclados y reesterificados de nuevo en
triacilglicerol. Si esta reesterificación ocurre en el hígado, volverán nuevamente al torrente
circulatorio como lipoproteínas de muy baja densidad (VLDLs), de manera que la grasa va
a ser transportada nuevamente al tejido adiposo periférico para depósito. Este reciclaje
es cinco veces más alto en los pacientes quemados. Por estas razones se concluye que el
aporte de lípidos sirve fundamentalmente para sostener los depósitos periféricos y no para
ser usados como fuente de energía.
El desarrollo de infiltración grasa del hígado se observa frecuentemente en los
quemados, pero no hay datos específicos que vinculen la administración de carbohidratos
con la producción de triacilglicerol hepático.
La razón primaria para el soporte nutricional en un paciente quemado es promover
una síntesis de proteínas en la herida, el músculo y el intestino, así como promover la
síntesis de las proteínas implicadas en las defensas inmunológicas.
A pesar de múltiples investigaciones no está aún claro cuál es el mecanismo
responsable de la tasa acelerada de la ruptura de proteínas en el paciente quemado, que
parece ser la causa del catabolismo neto. Es posible que esté ligado por lo menos, en parte,
a la alteración en la cinética del transporte transmembrana de los aminoácidos.
Hay un aumento de la salida de aminoácidos intracelulares y una disminución del
transporte de aminoácidos hacia dentro de la célula. Esto probablemente explica porqué el
soporte nutricional solo es inefectivo para inhibir la pérdida neta de proteínas musculares.
Por lo tanto, el éxito del tratamiento no es solamente estimular la síntesis de proteínas,
sino también mejorar el transporte de los aminoácidos hacia el interior de la célula. Esto
se puede lograr con la aplicación de insulina.
En los pacientes a los que se les administra hormona de crecimiento e insulina, no se
nota ninguna diferencia y su aplicación combinada no da mejores resultados que los que da la
administración independiente de cada una de ellas. Como la insulina es un poderoso inhibidor
de la lipolisis se puede esperar que disminuya la producción de triacilglicerol hepático.
Como conclusión, se puede decir que las alteraciones en el metabolismo de los
glúcidos y ácidos grasos y los mecanismos hormonales responsables, están siendo cada
vez más claros. La naturaleza de las alteraciones en las proteínas y aminoácidos aún no
se conoce del todo.
nutrición en situaciones fisiológicas y patológicas
Tema 1. La dieta en pacientes quemados
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Se recomienda que los ingresos de energía no proteica en los pacientes con
quemaduras deben ser suministrados en su mayoría como glúcidos, adicionando insulina
exógena para estimular el anabolismo proteico. Los ingresos de lípidos se deben limitar
a cubrir las necesidades de ácidos grasos esenciales (2 a 3% de los ingresos energéticos).
La administración de proteínas en la dieta se recomienda a dosis de 1,5 gr/Kg/día, siendo
importante la presencia de un agente anabólico, como la insulina o posiblemente la
hormona del crecimiento.
4.3. Estrategias de manejo.
Se está estudiando el uso de aminoácidos específicos para determinar su participación
en ciertos procesos metabólicos. La arginina, dada en una proporción del 2% del total de
los requerimientos calóricos, parece que mejora la inmunocompetencia y la supervivencia
en animales y una reducción en la infección de la herida en pacientes quemados a los
cuales se les suministró el 9% de las necesidades proteicas como arginina. La utilidad del
uso de glutamina aún no ha sido establecida, pero tiene la ventaja teórica de preservar la
mucosa intestinal bajo los estados de estrés. En comparación con los aminoácidos libres,
las proteínas intactas parecen superiores para mantener el peso, mejorar el estado de las
proteínas viscerales y obtener una mejor supervivencia en animales de experimentación.
El suministro óptimo de glúcidos debe ser de 5 mg de glucosa/Kg de peso/
minuto.
La excesiva administración resulta en hiperglucemia y aumento en la producción
de dióxido de carbono. Aun cuando en muchas ocasiones se recomienda dar el 20% del
total de calorías en forma de grasa se ha demostrado que grandes cantidades de grasa
especialmente ácidos grasos omega-6 pueden tener efectos inmunosupresores. No obstante,
ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los aceites de pescado y en los productos
marinos, pueden tener efectos benéficos para mejorar la inmunocompetencia en pacientes
quemados.
Un estudio realizado por Garrell en 1995, demuestra que el suministro de dietas
bajas en grasa disminuye los niveles de infección, disminuye los días de estancia y prueba
que la intervención nutricional puede modular las concentraciones plasmáticas de cortisol.
Al parecer, el suministro de aceite de pescado no tiene inferencia en los resultados. Parece
que la recomendación óptima es suministrar entre 15 a 20% del total de calorías en forma
de grasa.
La mínima cantidad de ácido linoleico necesaria para prevenir deficiencias de ácidos
grasos escenciales es de aproximadamente 4% del total de calorías consumidas.
Aún cuando los requerimientos de vitaminas y minerales para los pacientes con
quemaduras no han sido establecidos, se deben suministrar al menos los requerimientos
basales de los micronutrientes que sabemos son benéficos en términos de la curación de
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
la herida, así como cantidades adicionales de vitaminas A y C y de aquellos en los cuales
se aumentan las pérdidas por la herida o por la orina, como son fósforo, zinc y vitaminas
hidrosolubles. Se recomienda:
Una multivitamina diaria, más:
- Ácido ascórbico: 250 mg 2 veces/día en menores de tres años y 500 mg 2
veces/día mayores de tres años.
-Vitamina A: 5.000 U.I diaria en menores de tres años y 10.000 U.I. diaria en
mayores de tres años.
-Sulfato de zinc: 100 mg diarios en menores de tres años y 220 mg diarios
en mayores de tres años.
-Si los niveles de fósforo son menores de 2,0 mg/dl, se recomienda administrar
suplementación intravenosa, debido a lo incierto de la absorción de los
suplementos orales.
Pacientes con quemaduras de menos del 20% de la superficie corporal pueden
nutrirse sin ningún problema por vía oral, si se les atienden adecuadamente sus preferencias
en la comida. Sin embargo, los niños no entienden la importancia de la nutrición
adecuada y exhiben comportamientos negativos que interfieren con la buena nutrición.
Se recomienda:
1.Suministrar la comida a una hora fija y en un sitio adecuado.
2.Eliminar distracciones, como por ejemplo la televisión.
3.Estimular pero no forzar la ingestión.
4.Explicar y reforzar positivamente e ignorar los comportamientos
negativos.
5.Educar al personal sanitario y a los padres y familiares.
Cuando el paciente con quemaduras es incapaz de ingerir las necesidades oralmente,
o cuando la quemadura es muy grande, es indispensable garantizarle el suministro de su
alimentación de manera más agresiva. Por ejemplo, la alimentación por sonda durante
la noche.
Si se requiere soporte nutricional total, se prefiere la vía enteral en comparación
con la alimentación parenteral, porque aumenta el flujo de sangre en el intestino, preserva
su función y mantiene la integridad de la mucosa, decrece la incidencia de desequilibrios
metabólicos, elimina el riesgo de infección en el sitio de inserción del catéter, mejora la
parte inmunológica y disminuye los costos.
A pesar del temor al íleo paralítico, se ha demostrado que la iniciación precoz de
la alimentación intragástrica (entre 6 a 24 horas) es segura y efectiva. Además ayuda
a disminuir la respuesta hipermetabólica, porque previene la excesiva secreción de
hormonas.
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
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Debido a los múltiples procedimientos quirúrgicos, es bastante frecuente observar
problemas para alimentar adecuadamente al paciente quemado por las largas horas de
ayuno que preceden a la anestesia. La seguridad y posibilidad de proveer nutrición enteral
durante los procedimientos quirúrgicos ha sido investigada, y se han obtenido buenos
resultados.
No existen fórmulas enterales diseñadas para el tratamiento de los pacientes
quemados.
Se pueden utilizar fórmulas comerciales infantiles para los niños menores de un
año, agregándoles polímeros de glucosa o emulsión de lípidos para llevarlas hasta 24 a
30 calorías/kg de peso.
Para niños entre nueve meses y seis años, se usan productos isotónicos con alta
densidad calórica. Para pacientes mayores de seis años, se pueden usar fórmulas diseñadas
para adultos, especialmente aquellas con densidades altas de calorías y proteínas. Se pueden
agregar suplementos modulares de proteínas.
La alimentación parenteral total produce altas tasas de mortalidad y sólo están
indicadas cuando el intestino no funciona como en los casos de fístulas entéricas,
pancreatitis severa o íleo prolongado.
4.4. Parámetros de evaluación nutricional.
Los parámetros de evaluación nutricional que se deben utilizar son: peso corporal,
análisis de laboratorio, balances de nitrógeno y datos de ingestión de alimentos.
-Se deben llevar registros diarios de peso sin vendajes ni férulas. El objetivo
mínimo es mantenerlo durante la fase postquemadura.
-Uno de los exámenes más sensibles en relación con una adecuada nutrición
es la valoración de los niveles de prealbúmina; por eso se recomienda tomarlo
2 veces por semana.
-El balance nitrogenado es usado en muchos centros, pero está sujeto a error
debido a la pérdida de nitrógeno a través de las heridas abiertas, las cuales
son difíciles de cuantificar. Se recomienda medir semanalmente el balance
nitrogenado.
Debe quedar claro que el tratamiento primario del hipermetabolismo después de una
quemadura es un soporte nutricional agresivo. El estado de hipercatabolismo sólo pasará
cuando la quemadura esté completamente epitelizada o con injertos de piel.
El soporte nutricional se iniciará inmediatamente después de la resucitación,
preferiblemente en las primeras 48 horas. La ruta enteral es la de elección, puesto que
mantiene los vellos intestinales y aumenta la producción de inmunoglobulinas. La
alimentación parenteral debe dejarse como último recurso por los peligros de sepsis, su alto
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nutrición en situaciones fisiológicas y patológicas
Tema 1. La dieta en pacientes quemados
costo y porque no restituye la inmunocompetencia. En algunos sitios se están utilizando
yeyunostomías tempranas para grandes quemados y dietas elementales, aún en los casos
de íleo paralítico, para alimentarlos.
Aspectos de interés
Datos significativos
Malnutrición
calórico-protéica (MPC)
- Las necesidades energéticas están aumentadas por hipermetabolismo
secundario a las quemaduras, pérdida de proteínas séricas por
capilares dañados por causa de las quemaduras.
Deficiencias vitamínicas
Vit. C
Complejo B
Deficiencias minerales
Zinc (Zn)
Desequilibrios
hidroelectrolíticos
Exceso de potasio (K+)
Déficit de K+
Déficit de líquidos
- Necesidades aumentadas quemaduras; escasa ingesta debida a
anorexia.
- Au men to de las nece si dade s causado por fi ebre o
hipermetabolismo.
- Pérdidas aumentadas a partir de quemaduras (pérdida de albúmina,
a la que se liga el zinc).
- Pérdida de K+ de las células en los líquidos extracelulares causadas
por quemaduras (en general, los tres primeros días).
- Aumento de pérdidas por quemaduras (después de quinto día).
- Aumento de pérdidas por quemaduras.
Tabla 1. Evaluación nutricional en pacientes quemados.
También se utilizan dietas que llevan aminoácidos de cadena abierta con resultados
buenos. Por lo tanto, la alimentación no sólo trae beneficios desde el punto de vista
inmunológico, sino que también tiene gran utilidad en la prevención de la replicación
bacteriana.
5. CUIDADOS NUTRICIONALES
5.1. Metas de apoyo nutricional.
El mantenimiento de un programa de apoyo nutricional es crítico para la
supervivencia y debe iniciarse en el momento mismo del ingreso del paciente. Las metas
de los programas de apoyo nutricional consisten en establecer la ingesta por vía oral tan
pronto como sea posible y mantener un aporte proteico y calórico suficiente para restaurar
la pérdida de los tejidos. El trabajo en equipo contribuye a lograr un tratamiento integral
y globaliza los esfuerzos del paciente, el médico, la enfermera, el farmacólogo, el dietista
y los terapeutas ocupacionales y físicos.
nutrición en situaciones fisiológicas y patológicas
Tema 1. La dieta en pacientes quemados
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Las necesidades proteico-calóricas del paciente quemado son muy variables y
dependen de la extensión y profundidad de la lesión y de la edad, el sexo, el estado
nutricional previo a las quemaduras y las enfermedades preexistentes. Las necesidades
proteicas diarias son mayores de lo normal como resultado del balance negativo de
nitrógeno. Las necesidades proteicas diarias normales son de 0,8 g/kg de peso corporal
en el caso de los adultos. La movilización masiva de proteínas después de las quemaduras
aumentan la necesidad diaria entre dos a cuatro veces la cantidad requerida durante el
periodo previo a la quemadura, hasta aproximadamente 1,5–3,2 g/kg de peso corporal. Las
proteínas son necesarias para la reparación y la curación de los tejidos, no como fuente de
energía. Por tanto, es importante suministrar suficientes glúcidos y lípidos para satisfacer
las necesidades energéticas. Una apreciable pérdida de zinc acompaña generalmente a
una pérdida proteica y de peso. Existen estudios que indican que las deficiencias de zinc
alteran la curación de las heridas al igual que la inmunidad celular.
Las necesidades calóricas diarias aumentan de un nivel normal de 1.700 a 3.000
calorías hasta un nivel de 3.500 a 5.000 calorías. Debido a que la demanda de calorías
aumenta en los casos de quemaduras mayores, es esencial establecer una terapia vitamínica
apropiada.
La necesidades calóricas se van a calcular con los procedimientos habituales. Se va
a utilizar la fórmula de Harris-Benedict y se añaden los factores de actividad y los factores
de lesión de LONG.
GET = MB x FA x FL
MB: metaboles con basal.
FA: factor de actividad (1,2 en cama, 1,3 ambulatorios).
FL: factor de lesión (1,3 hasta el 20%, 1,7 hasta el 40% y 2 hasta el 100%).
Las vitaminas y los minerales se administran en cantidades dos o tres veces superiores
a las dosis diarias recomendadas y establecidas para los adultos sanos normales. La vitamina
C estimula la curación y la necesidad diaria de ésta en los pacientes quemados aumenta de
un nivel normal de 45 mg hasta entre 1 y 2 g. Las vitaminas del complejo B son necesarias
para el metabolismo de las mayores cantidades de proteínas y glúcidos ingeridos. Los niveles
de vitamina A, E, K y ácido fólico deben vigilarse y suplementarse según la necesidad de
cada paciente. También es necesario revisar los niveles séricos de calcio, fosfato y potasio,
al igual que los niveles terapéuticos de hierro, los cuales deben mantenerse para evitar la
anemia asociada con las lesiones causadas por las quemaduras.
También es necesario vigilar la pérdida y ganancia de peso para evaluar el estado
nutricional. El aumento de peso se presenta inicialmente debido a la retención de líquidos;
sin embargo, después de la diuresis se presenta una marcada pérdida de peso. La pérdida
de peso pronunciada tiene que ver con la pérdida proteínica y con la pérdida de la masa
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nutrición en situaciones fisiológicas y patológicas
Tema 1. La dieta en pacientes quemados
celular corporal y de la enorme cantidad de líquidos corporales que escapan a través de la
herida producida por las quemaduras mismas. Al igual que en otras respuestas metabólicas,
la pérdida de peso depende de la extensión de la herida; mientras mayor sea la herida,
mayor será la pérdida de peso. La curva de peso se equilibrará en un punto inferior al
peso que tenía el paciente antes de haber sufrido las quemaduras y el aumento de peso
no empieza a operar sino hasta que la herida haya sanado casi por completo.
Es necesario administrar suplementos nutricionales a los pacientes con quemaduras
severas durante la fase aguda con la intención de estabilizar la función cardiovascular.
Esto se logra estabilizando el equilibrio electrolítico y el peso.
Los requerimientos de mantenimiento diario de líquidos y electrolitos durante la
respuesta de estrés se presentan en la tabla 2 que a continuación se observa.
Lactantes, niños
y adultos
AGUA (ml)
NA+ (mEq/kg)
K+ (mEq/kg)
2-4
1-3
2-3
2-3
Lactantes/niños
< 10 kg
11-20 kg
> 20
100/kg
1000 + 50/kg
1500 + 20/kg
Adultos
35-55/kg
Tabla 2. Requerimientos de agua y electrolitos.
En los pacientes con quemaduras, las necesidades hidroelectrolíticas se pueden
calcular con las siguientes fórmulas:
Primeras 24 horas: 2 a 4 ml de suero al lactato de Ringer x peso (kg) x% superficie
quemada. Se administra la mitad en las primeras ocho horas y la otra mitad en las 16 horas
siguientes (fórmula de Parkland-Baxter).
Segundas 24 horas: 0,5 ml de cloides (plasma, plasmanato o dextrano) x peso (kg)
x% superficie quemada, más líquidos de mantenimiento (aproximadamente 2000 ml de
dextrosa en agua para adultos) (fórmula de Brooke Army).
5.2. Guía para la confección de menús.
El gasto metabólico está aumentado por la pérdida energética, por la superficie
corporal lesionada y por el estrés.
Necesidades glucídicas: alrededor del 55-60% de las necesidades calóricas.
Necesidades lipídicas: dichas necesidades están disminuidas siendo alrededor del
20 –25% de las necesidades calóricas.
Necesidades proteicas: No hay acuerdo en la cantidad óptima pero se estima
conveniente alrededor del 20% de las necesidades calóricas.
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
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Suplementos de vitaminas: no hay acuerdo, se dan las dosis recomendadas sobre todo
la A y C, por la reducción que tienen con la síntesis de colágeno, respiración epitelial.
Suplementos de minerales: suelen haber alteraciones de Na y K que hay que corregir
con la hidroterapia (sueros). Quemados en más de 30% suelen tener problemas de calcio.
Se debe tener cuidado con las deficiencias de zinc, cobre y hierro.
6. PLAN DIETÉTICO SEMANAL PARA PACIENTES CON MENOS DEL
20% DE LA SUPERFICIE CORPORAL AFECTADA
Lunes.
Desayuno:
-Tostada de aceite y tomate.
-Vaso de leche desnatada con azúcar.
Media mañana:
-Una pera.
Comida:
-Acelgas con patatas cocidas.
-Pollo a la plancha.
-Melocotón.
Merienda:
- Dos yogurt desnatados con fruta.
Cena:
-Ensalada variada.
-Manzana.
Martes.
Desayuno:
-Cereales de desayuno sin azúcar con leche y azúcar.
Media mañana:
-Piña en almíbar.
Comida:
-Alcachofas rehogadas con jamón.
-Lubina al horno.
-Melón.
Merienda:
- Dos kiwis.
Cena:
-Tortilla francesa de un huevo.
-Tres lonchas de jamón de york.
-Yogurt desnatado con fruta.
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Tema 1. La dieta en pacientes quemados
Miércoles.
Desayuno:
-Tostada de aceite y tomate.
-Vaso de leche desnatada con azúcar.
Media mañana:
-Yogurt desnatado con fruta.
Comida:
-Coliflor cocida y rehogada.
-Solomillo de ternera a la plancha acompañado de un tomate.
-Sandía.
Merienda:
-Fresas.
Cena:
-Picadillo de tomate con huevo duro y atún.
-Queso blanco desnatado.
-Pera.
Jueves.
Desayuno:
-Cereales de desayuno sin azúcar con leche desnatada.
Media mañana:
-Melón.
Comida:
-Revuelto de espárragos con setas y un poco de jamón.
-Sepia a la plancha.
Merienda:
- Dos kiwis.
Cena:
-Ensalada variada.
- Dos yogures desnatados con fruta.
Viernes.
Desayuno:
-Tostada de aceite y tomate.
-Vaso de leche desnatada con azúcar.
Media mañana:
-Melón.
Comida:
-Lentejas con pollo.
-Melocotón.
Merienda:
- Dos yogurt desnatados con fruta.
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Cena:
-Merluza a la plancha.
-Tomate picado.
-Pera.
Sábado.
Desayuno:
-Cereales de desayuno sin azúcar con leche desnatada.
Media mañana:
-Una pera.
Comida:
-Puré de patata y calabacín.
-Conejo al horno.
Merienda:
-Piña en almíbar.
Cena:
-Espárragos blancos con mayonesa.
-Queso blanco desnatado.
-Sandía.
Domingo
Desayuno:
-Tostada de aceite y tomate.
-Vaso de leche desnatada con azúcar.
Media mañana:
-Fresas.
Comida:
-Plato de paella con cerdo y calamares.
-Plátano.
Merienda:
-Manzana.
Cena:
-Endibias con anchoas y un poco de jamón.
-Yogurt desnatado con fruta.
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