LLAMAMIENTO EN GARANTIA - Requisitos

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LLAMAMIENTO EN GARANTIA - Requisitos. Demanda no se considera
como prueba en el llamamiento / DEMANDA - No es prueba sumaria
en relación al llamamiento en garantía
Como lo ha sostenido la Sala, los requisitos que debe reunir el escrito de
llamamiento en garantía son los establecidos en el Código de
Procedimiento Civil, es decir, el nombre de la persona llamada y el de su
representante si aquél no puede comparecer por sí mismo al proceso; la
indicación del domicilio del denunciado, o en su defecto, de su residencia,
y la de su habitación u oficina y los de su representante, según fuere el
caso, o la manifestación - bajo juramento - de que se ignoran; los hechos
en que se basa la denuncia y los fundamentos de derecho que se
invoquen, y la dirección de la oficina o habitación donde el denunciante y
su apoderado recibirán notificaciones personales. También ha quedado
claro que la exigencia de que, en el escrito de llamamiento, se expongan
los hechos en que se apoya la citación del tercero y los fundamentos de
derecho que sustenten la actuación, tiene por finalidad establecer los
extremos y elementos de la relación sustancial que se solicita sea definida
por el juez, y de otro lado, ofrecer un fundamento fáctico y jurídico mínimo
del derecho legal o contractual en que se apoya el llamamiento en garantía
que se formula, en orden a que el uso de ese instrumento procesal sea
serio, razonado y responsable y, al propio tiempo, se garantice el derecho
de defensa de la persona que sea citada en tal condición al proceso; de allí
que, si bien la remisión que para efectos del trámite se hace en la parte
final del artículo 57 del C. de P.C. está referida tan solo a los artículos 55 y
56 ibídem, la exigencia contenida en el inciso segundo del artículo 54 del
mismo es igualmente predicable para el caso del llamamiento en garantía y
no exclusivo para la figura de la denuncia del pleito allí regulada. Es por
ello que, desde hace tiempo se ha sostenido que quien solicita el
llamamiento en garantía debe cumplir con la carga procesal de acompañar
prueba siquiera sumaria del derecho legal o contractual que le permitiría
pedir al llamado la indemnización del perjuicio que llegara a sufrir, sin
perjuicio de que, como se aclaró en auto de 8 de agosto de 2002, el Estado
no deba probar la base legal de su derecho a llamar en garantía a sus
agentes o ex agentes en la medida en que se trata de un imperativo
constitucional. Sin embargo, dado que en este caso no se está llamando a
un funcionario sino a un contratista, tiene aplicación la exigencia de
probar el fundamento del derecho del llamante. Es cierto, como lo anotó la
recurrente, que esta Corporación, en oportunidad anterior, sostuvo que la
demanda debía tenerse como prueba sumaria de ese derecho; sin
embargo, con posterioridad la sala ha precisado dicha postura. Prueba
sumaria es la misma prueba plena pero se diferencia de ésta en que no ha
sido aún contradicha. La demanda, por supuesto, no puede ser tenida
como un medio de prueba apto para llevar al juez a la certeza sobre la
existencia y contenido de un contrato o sobre la existencia de una persona
jurídica. Actualmente, el valor que se le ha dado a las afirmaciones de la
demanda, para efectos del llamamiento en garantía, consiste que la sola
referencia a los hechos los relacionados en ellas, implica el cumplimiento
del requisito legal consistente en señalar los hechos en que se basa la
solicitud. De cualquier forma, en este caso, la parte llamante allegó, en la
segunda instancia, las pruebas tendientes a acreditar la existencia y
contenido de las pólizas de seguro a que hizo referencia en el escrito de
llamamiento, así como los certificados de existencia y representación de
las compañías de seguro correspondientes. En tales documentos consta
que el tomador del seguro fue la Embajada de Estados Unidos de América
y que las pólizas cubren los daños causados con el automóvil
CHEVROLET, SPORT VAN, CAMIONETA,
modelo 1990, servicio
DIPLOMÁTICO y de placas CD – 0746. Es decir, en los contratos de
seguro en virtud de los que se pretende llamar en garantía a MAPFRE y a
Seguros del Estado, no es parte el Ministerio de Relaciones Exteriores, ni
como tomador, ni como asegurado ni como beneficiario, de manera que no
existe el derecho contractual que aduce la llamante como fundamento de
su solicitud y por lo tanto no concurren los requisitos exigidos por la ley
para que proceda el llamamiento.
Auto 0931(22643) del 02/11/14. Ponente: ALIER EDUARDO
HERNANDEZ ENRIQUEZ. Actor: HASSAN MOHAMMAD ZADEH LATI Y
OTROS. Demandado: NACIÓN COLOMBIANA - MINISTERIO DE
RELACIONES EXTERIORES Y DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
CONSEJO DE ESTADO
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
SECCION TERCERA
Consejero ponente: ALIER EDUARDO HERNANDEZ ENRIQUEZ
Bogotá, D.C., catorce (14) de noviembre de dos mil dos (2002)
Radicación número: 25000-23-26-000-2001-0931-01(22643)
Actor: HASSAN MOHAMMAD ZADEH LATI Y OTROS
Demandado: NACIÓN COLOMBIANA - MINISTERIO DE RELACIONES
EXTERIORES Y DEL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Resuelve la Sala el recurso de apelación interpuesto por la
apoderada del Ministerio de Relaciones Exteriores en contra del auto
proferido por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca el 6 de
septiembre de 2001.
ANTECEDENTES
Los señores Hassan Mohammad Zadeh Lati, Noemí del Carmen
Urzola Muskus, Esmail Mohammad Zadeh Lati, Naierhe Sekari y Osen,
Fatemen y Zahra Mohammad Zadeh Lati, por medio de apoderado,
ejercieron la acción de reparación directa en contra de la Nación
Colombiana – Ministerio de Relaciones Exteriores y del Congreso de la
República representado por el Ministerio del Interior.
En la demanda, solicitaron que los demandados fueran declarados
responsables por los perjuicios materiales y morales sufridos por los
actores con ocasión de la "falla o falta del servicio de la administración
que condujo a las lesiones en la humanidad del señor HASSAM
MOHAMMAD ZADEH LATI, las cuales lo llevaron a perder totalmente su
capacidad laboral" (destacado del texto original).
De acuerdo con lo expuesto en la demanda, a las 18:30 horas del 4
de noviembre de 1999, en la Troncal de la caracas entre calles 50 y 51, fue
atropellado el ciudadano iraní Hassan Mohammad Zadeh Lati por el
automotor de placas diplomáticas CD 0746 marca Chevrolet, modelo 1990,
Clase Sport Van, de color blanco y de propiedad de la Embajada de los
Estados Unidos de América, cuando era conducido por el señor José
Salatiel Garzón Alfonso, funcionario al servicio de esa embajada.
Agrega la demanda que, como consecuencia del accidente, el señor
Zadeh Lati perdió su capacidad laboral y que por los hechos ocurridos se
inició un proceso penal en la Fiscalía 293 Local de Bogotá D.C., Unidad
Tercera de Lesiones Personales Delegada ante los juzgados Penales
Municipales, bajo el radicado Número 556615, dentro del cual se profirió
resolución de acusación en contra del conductor del vehículo de placas
diplomáticas CDO 746 de propiedad de la Embajada Americana.
El Ministerio de Relaciones Exteriores, por medio de escrito
presentado el 14 de agosto de 2001, solicitó se llamara en garantía a las
compañías aseguradoras MAPFRE seguros Generales de Colombia S.A. y
SEGUROS DEL ESTADO S.A., considerando que el 28 de septiembre de
1999 se expidió póliza colectiva de automóviles número 2101023167501
por MAPFRE Seguros Generales de Colombia S.A., cuyo tomador es la
Embajada de Estados Unidos de América en Bogotá, asegurando el
vehículo de placas CD 0746. Dijo la apoderada de la demandada, que esa
póliza "tiene una cobertura al asegurado, responsabilidad civil ampliada
(sic), en la que por muerte o lesiones a una persona se da un valor
asegurado de 20'.000.000 de pesos".
Además, en el escrito mencionado la apoderada del Ministerio dijo
que el 30 de septiembre de 1999 se expidió la póliza de seguro de daños
corporales causados a las personas en accidentes de tránsito número 25191590166 por SEGUROS DEL ESTADO S.A., cuyo
tomador es la
Embajada de Estados Unidos de América en Bogotá.
De otra parte, afirmó que los actores pretenden "derivar la
responsabilidad contra el Estado colombiano- Nación – Ministerio de
Relaciones Exteriores por el accidente de tránsito ocurrido el 4 de
noviembre de 1999, ocasionado por el vehículo de placas CD – 0746".
Finalmente, en el acápite de pruebas, la apoderada del Ministerio,
solicitó que
"1. Se oficie a SEGUROS DEL ESTADO S.A. para que
certifique el amparo por el que se produjo el pago de la
indemnización, de la póliza de seguro de daños corporales
causados a las personas en accidentes de tránsito identificada con
el número 2519159016 6 (correspondiente al automóvil de placa
CD – 0746), vigente hasta el 30 de septiembre de 2000, y se remita
copia del contrato para que obre en el expediente.
2. Se oficie a la Compañía de Seguros MAPFRE, para que
certifique el amparo por el cual se haya producido el pago de
cualquier indemnización, de la póliza de seguro No.
2101023167501, vigente hasta el 30 de septiembre de 2000,
correspondiente al vehículo de placas CD – 0746, y se remita copia
del contrato para que obre en el expediente.
3. Se envíe nota suplicatoria con destino a la Embajada de
Estados Unidos de América en Bogotá, para que certifiquen, con
base en los archivos que tengan de los vehículos a su servicio,
sobre los seguros que se hayan contratado, correspondientes al
automóvil CHEVROLET, SPORT VAN, CAMIONETA, modelo 1990,
servicio DIPLOMÁTICO y de placas CD – 0746, indicando el
número de la póliza, los amparos de responsabilidad civil
extracontractual por daños a terceros que estuvieren vigentes a 4
de noviembre de 1999 y la compañía de seguros e, igualmente,
remitan con destino al proceso copia de los contratos de seguros
indicados en los numerales anteriores".
PROVIDENCIA IMPUGNADA
Por medio de auto de 6 de septiembre de 2001, el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca resolvió negar el llamamiento en garantía
solicitado por la apoderada de la Nación – Ministerio de Relaciones
Exteriores por considerar que no se había acompañado con el escrito copia
de las pólizas de seguros expedidas por las compañías de Seguros
MAPFRE y SEGUROS DEL ESTADO u otro documento que probara la
existencia de fundamento legal para llamarlas al proceso. Además, el
Tribunal estimó que no procede requerir los documentos solicitados en el
acápite de pruebas del escrito de llamamiento porque "es una carga
impuesta por la ley que la parte que formula el llamamiento aporte dicha
prueba para determinar la procedencia".
Finalmente, el a quo anotó que no se aportaron con el escrito
mencionado los certificados de existencia y representación de las
compañías aseguradoras antes referidas.
RECURSO DE APELACIÓN
Por medio de escrito presentado el 14 de septiembre de 2001, la
apoderada del Ministerio de Relaciones Exteriores apeló la providencia por
medio de la cual se negó el llamamiento en garantía solicitado.
En apoyo de sus censura, la apoderada del Ministerio citó un
aparte de la sentencia proferida el 28 de enero de 1994 por el Consejo de
Estado en el proceso 8901, según la cual "el solo libelo demandatorio (sic)
constituye documento contentivo de los hechos fundamento de las
pretensiones que por no haber sido aún susceptible de contradicción,
constituye prueba sumaria requerida por el ordenamiento procesal para
utilizar la denuncia del pleito o llamamiento en garantía".
Afirmó que el llamamiento formulado se sujetó a los artículos 55 y
56 del C.P.C., y que no puede sostenerse que el llamamiento a un tercero
deba hacerse en los mismos términos y cumpliendo las mismas
condiciones de las partes del pleito. Y aclara que
"si sobre los anexos de la demanda el artículo 77 del Código
de procedimiento Civil es absolutamente claro (y taxativo) al
señalar que en caso de personas jurídicas se debe probar su
existencia y representación, con este mismo espíritu de
codificación debería leerse entonces el artículo 55 del C.P.C., en el
sentido de que en él se señalan en forma taxativa los requisitos de
la denuncia, y en ninguno de sus numerales, ni en norma
posterior, se hace referencia a que el llamante debe adjuntar con el
escrito del llamamiento el certificado de existencia y representación
del llamado en garantía; sobre todo, si se tiene en cuenta que lo
señalado por la parte final del artículo 57 del C.P.C. es
determinante, es decir, "el llamamiento se sujetará a lo dispuesto
en los dos artículos anteriores"..."
CONSIDERACIONES
En repetidas ocasiones, esta Corporación ha dicho que el
llamamiento en garantía procede cuando entre el llamado y llamante existe
una relación de garantía de orden real o personal, de la que surge la
obligación, a cargo de aquélla, de resarcir un perjuicio o de efectuar un
pago que pudiera ser impuesto en la sentencia que decida el respectivo
proceso[*]. En el mismo sentido, se ha reiterado también que, tal como se
desprende del texto legal, "la procedencia del llamamiento en garantía está
supeditada a la existencia de un derecho legal o contractual que ampara a
la persona frente al tercero a quien solicita sea vinculado al proceso, en
orden a que en la misma litis principal se defina la relación que tienen
aquellos dos".
Como lo ha sostenido la Sala, los requisitos que debe reunir el
escrito de llamamiento en garantía son los establecidos en el Código de
Procedimiento Civil, es decir, el nombre de la persona llamada y el de su
representante si aquél no puede comparecer por sí mismo al proceso; la
indicación del domicilio del denunciado, o en su defecto, de su residencia,
y la de su habitación u oficina y los de su representante, según fuere el
caso, o la manifestación - bajo juramento - de que se ignoran; los hechos
en que se basa la denuncia y los fundamentos de derecho que se
invoquen, y la dirección de la oficina o habitación donde el denunciante y
su apoderado recibirán notificaciones personales.
También ha quedado claro que la exigencia de que, en el escrito de
llamamiento, se expongan los hechos en que se apoya la citación del
tercero y los fundamentos de derecho que sustenten la actuación, tiene
por finalidad establecer los extremos y elementos de la relación sustancial
que se solicita sea definida por el juez, y de otro lado, ofrecer un
fundamento fáctico y jurídico mínimo del derecho legal o contractual en
que se apoya el llamamiento en garantía que se formula, en orden a que el
uso de ese instrumento procesal sea serio, razonado y responsable y, al
propio tiempo, se garantice el derecho de defensa de la persona que sea
citada en tal condición al proceso; de allí que, si bien la remisión que para
efectos del trámite se hace en la parte final del artículo 57 del C. de P.C.
está referida tan solo a los artículos 55 y 56 ibídem, la exigencia contenida
en el inciso segundo del artículo 54 del mismo es igualmente predicable
para el caso del llamamiento en garantía y no exclusivo para la figura de la
denuncia del pleito allí regulada[*].
Es por ello que, desde hace tiempo se ha sostenido que quien
solicita el llamamiento en garantía debe cumplir con la carga procesal de
acompañar prueba siquiera sumaria del derecho legal o contractual que le
permitiría pedir al llamado la indemnización del perjuicio que llegara a
sufrir, sin perjuicio de que, como se aclaró en auto de 8 de agosto de 2002,
el Estado no deba probar la base legal de su derecho a llamar en garantía
a sus agentes o ex agentes en la medida en que se trata de un imperativo
constitucional. Sin embargo, dado que en este caso no se está llamando a
un funcionario sino a un contratista, tiene aplicación la exigencia de
probar el fundamento del derecho del llamante.
Es cierto, como lo anotó la recurrente, que esta Corporación, en
oportunidad anterior, sostuvo que la demanda debía tenerse como prueba
sumaria de ese derecho; sin embargo, con posterioridad la sala ha
precisado dicha postura.
Prueba sumaria es la misma prueba plena pero se diferencia de
ésta en que no ha sido aún contradicha. La demanda, por supuesto,
no puede ser tenida como un medio de prueba apto para llevar al juez
a la certeza sobre la existencia y contenido de un contrato o sobre la
existencia de una persona jurídica. Actualmente, el valor que se le ha
dado a las afirmaciones de la demanda, para efectos del llamamiento
en garantía, consiste que la sola referencia a los hechos los
relacionados en ellas, implica el cumplimiento del requisito legal
consistente en señalar los hechos en que se basa la solicitud[*].
De cualquier forma, en este caso, la parte llamante allegó, en la
segunda instancia, las pruebas tendientes a acreditar la existencia y
contenido de las pólizas de seguro a que hizo referencia en el escrito de
llamamiento, así como los certificados de existencia y representación de
las compañías de seguro correspondientes.
En tales documentos consta que el tomador del seguro fue la
Embajada de Estados Unidos de América y que las pólizas cubren los
daños causados con el automóvil CHEVROLET, SPORT VAN, CAMIONETA,
modelo 1990, servicio DIPLOMÁTICO y de placas CD – 0746. Es decir, en
los contratos de seguro en virtud de los que se pretende llamar en garantía
a MAPFRE y a Seguros del Estado, no es parte el Ministerio de Relaciones
Exteriores, ni como tomador, ni como asegurado ni como beneficiario, de
manera que no existe el derecho contractual que aduce la llamante como
fundamento de su solicitud y por lo tanto no concurren los requisitos
exigidos por la ley para que proceda el llamamiento.
Por lo expuesto, el Consejo de Estado, SALA
CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO, SECCIÓN TERCERA,
DE
LO
RESUELVE
CONFÍRMASE el auto proferido por el Tribunal Administrativo de
Cundinamarca el 6 de septiembre de 2001.
COPIESE, NOTIFIQUESE y DEVUELVASE
RICARDO HOYOS DUQUE
Presidente Sección
JESUS MARIA CARRILLO B.
GOMEZ
ALIER HERNANDEZ ENRIQUEZ
MARIA
ELENA
GERMAN RODRÍGUEZ VILLAMIZAR
*
Consejo de Estado, sección tercera auto 15871 de 1999
Consejo de Estado, sección tercera auto 15871 de 1999 y auto 17969 de 2000.
*
Consejo de Estado, sección tercera auto 19872 de 2000
*
GIRALDO
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