256278. . Tribunales Colegiados de Circuito. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 43, Sexta Parte, Pág. 23. ARMAS DE FUEGO. TALLERES DE REPARACION. El artículo 10 constitucional consagra como garantía, después de su última reforma (y sin que, por la naturaleza del acto reclamado, pueda concederse el amparo para que el taller del quejoso funcione al amparo del texto anterior), publicada en el Diario Oficial del día 22 de octubre de 1971, el derecho de los habitantes de la República a poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa. Pero esa garantía no implica que el quejoso tenga un derecho constitucional a poseer armas en un taller de reparación. Pues si bien el derecho a poseer armas implica el derecho a hacerlas reparar, la actividad correspondiente ya no puede decirse directamente protegida por la garantía constitucional, sino que debe ser reglamentada por una norma secundaria, puesto que la garantía constitucional no puede implicar el derecho de cualquier habitante de la República a manejar libremente un taller para la reparación de armas de fuego. Por otra parte, si bien el dedicarse a la reparación de armas es en principio una actividad lícita, puesto que los habitantes de la República tienen derecho constitucional a poseer armas en sus domicilios, lo que implica el derecho a hacerlas reparar, cuando ello sea necesario (artículo 10 constitucional, reformado), conforme al artículo 4o. constitucional, es perfectamente posible que una norma secundaria marque los términos en que las autoridades administrativas puedan vedar o regular esa actividad, para evitar que se ofendan los derechos de la sociedad, la cual está interesada en que la posesión y uso de las armas de fuego quede sujeta a control. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión RA-201/72. Ramón Alvarado Montes de Oca. 19 de julio de 1972. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco. -1-