Revista de Prensa

O.J.D.: 223717
E.G.M.: 662000
Tarifa:
Fecha:
27/05/2008
Sección: CULTURA
Páginas: 66,67
20244
de Bilbao revive
a Juan Muñoz en
La exposición
añadenueveobrasqueno
fueron
vistasenla muestra
dela Tate
NAT~~,DO
BIL BÁ~~ua~" ~u~bz ?~víVió
en la Taté Modernde Londres
el pasaddmes de enero gracias
a la primera gran retrospectiva tras su~muerteen 2001. Aque. lla exposición tuvo un carácter
muy especial y emotivo, pues
supuso el regreso del artista,
por la puerta grande, al museo
que le consagrÓ con una mues-
Un niño contemplauna de las obras de JuanMuñozen el Guggenheim
de Bilbao
EFE
tra en la Sala de Turbinas, su
último gran proyecto. Ahora
esa retrospectiva llega al Guggenheim de Bilbao, pero con
cambios sustanciales que mejoran significativamente la obra
de Juan Muñoz.
En primer lugar, hay en Bilbao nueve obras nuevas que no
se vieron en Londres. Allise expusieron más dibujos, una faceta menosconocida de este artista, pero quizá era la parte que
más flojeaba en la muestra de
la Tate. Entre las incorporaciones del Guggenheim,la más espectacular es la pieza ~~Trece
riéndose los unos de los otros.,
de 2001, que se exhibió por últimavez en 2005 en los jardines
de la Bienal de Venecia. Distribuida en cuatro grupos de figuras, esta obra --plagada de ese
humor ácido que destila toda
la obra de Juan Muñoz-- ocupa
la gran escalera de acceso al
museo bilbaíno. A buen seguro
competirá con el vecino <<Puppy~~ de Koons en número de
flashes de los visitantes.
Lo suyo es puroteatro
Esta pieza ya nos anuncia lo
que vamosa encontrar en la segunda planta de] museo. La
muestra de la Tate adolecia de
cierta frialdad, era muyaséPtica (una exposición académica,
de tesis); nada que ver con el
trabajo de Juan Muñoz,tan escenográfico y teatral. ~~Diría
que lo que meinteresa en el teatro es que no hay réplica posible --escribió el artista--.
Cuandocae el telón te vas. Una
pieza debería tener esa cualidad, no poderla replicar~L
En Bilbao se ha tenido muy
en cuenta esa teatralidad. Hay
juegos y guiños. Y buena parte
de ello se debe a que la comisaría, Sheena Wagstaff, ha delegado el peso del montaje en dos
personas que conocian a la perlección al artista. Una, la que
fue su mujer, la escultora Cristina Iglesias; otra, CarmenGiro~hez, quien recordaba ayer
que conoci0 a Juan Muñoz en
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27/05/2008
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1979. ((Me le presentó Ri~hard
serra. Quería ser curater. En
realidad, quería ser todo. Los
dos comisartamosen 19821aexposición "Correspondencias: 5
arquitectos, 5 escultores">~.
El tándem Iglestas-Giménez
ha funcionadoa la p~er fección y
el resultado es que aquí sí que
su obra respira. Los espacios,
tan importantes para Juan Muñoz, juegan un papel fundamental. Al escultor madrileño
le gustaban muchoBilbao y el
Guggenhelm,nos cuenta Cristina Iglesias; y la arquitectura
de Gehry le va comoanillo al
dedo a los múltiples juegos de
Juan Muñoz.Así, la espectacular obra ((Many Times>>, compuesta por cien de sus célebres
chinos, luce espléndida en una
sala inmensa con luz natural
(en la Tate apenas respiraba).
El recorrido de las 61 piezas
expuestas (buena parte precede del state quegestíona su legado) es cronológico: arranca
con sus escaleras, balcoues y
pasamanos de los años ochenta. A partir de ahi, nos adentramos en los juegos que nos propone ese grau narrador que fue
Juan Muñoz: piezas soneras y
radiefónicas, suelos ópticos
(comoel de «Tierra Baldím), título que toma de un poemade
T. S. Ellot, o el de ((El apuntador~), pieza donadaa la Tate),
minaretes, sus célebres escenas de conversación... Dos s0ries de éstas últimas (compuesta por balanelnes hechos en tela y resina) convivena la perfeccióu en un patio interior del
((Double
Bind)~
seguirá
sinverse,
de momento,
en España
Tenía Juan Ignaelo Vidarte,
director del Guggenheimde
Bilbao, muchointerés en que
se incorporara ala muestra
((Double Bin(b~, obra maestra
ede Juan Muñoz,que sólo S
vio en 2001en la Sala de
Turbinas de la Tate Modern.
Sus espectaculares dimensiones hacen muydificil su
emplazamiento. Se buscaron
espacios fuera del museo: el
Mercadode la Ribera y una
nave industrial en Zorrozaurre, cuyo acceso hacia imprescindible el uso de un barco. A
Cristina Iglesias le gustaba
esta idea, pero comenta que
James Lin~ood, quien
trabajo codo con codo con
Juan Muñozen esta pieza, es
el que tiene la última palabra.
Ya no hay tiempo para que se
exhiba durante la muestra,
pero Vidarte no tira la toalla y
espera hacerlo más adelante.
También quiere hacerlo
Manuel Borja-Víllel, cuando
la retrospectiva llegue al
Reina Seña en 2009. Le que es
seguro es que publicará los
escritos del artista.
ñas figuras charlan frente a
las monumentales esculturas
Nofaltan sus enanos, tan ve- de su gran amigo Richard Selazqueños. (<Juanse sentáa diferra; oculta tras unas .escalerente, como esos enanos~~,
ras, apenas advertimos una pieapunta Carmen Giménez. Pero
za que no estuvo en Londres
no sólo advertimos la presen~(Viviendo en una caja de zacia de Velázquez en su obra.
patos (para Diego)>), en la
Tambiénla de Giotto, Borromi- dos figuras vxajan en un pecuni, Degas, Giacometti, Seuliar vagón de tren a través de
rat... Juan Muñozfue una essendas vías---: en un pasillo se
ponja: tomó 1o mejor de cada
exhiben unas vitrinas...
unoy lo hizo suyo.
En una sala convivensus dib~os a tiza en tela de gabardiSolpresas
en el re’con]do
na con otra espectacular pieEl recorrido nos va deparando za, su última obra. Tampocoesno pocas sorpresas: del techo
tuvo en Londres. Se trata de
de una pequeña galería cuelga
~(Descarrilamiento)) (la ciudad
una dramática ((Figura celganse parapeta en un tren deseate)) que evoca a una trapecista
rrílado). En otro espacio, Juan
de Degas(en la Tate se mostra- Muñoznos et(ema variashistoba en una salacununa espectartas a la vez: se mira a si miscular vista de la catedral de mo. otros miran almar; hay s o-"
San Pablo al fondo); dos peque- nido, silencio, luces, sombras...
~(Fue un constante geherador
deideasz, advierte CarmenGiménez. Juan Muñoz.en estado
puro y hasta els de octubre, en
La muestrade la Tate
el Guggenheimde Bilbao..Desadolecía de cierta
pués viajará la muestra a Sefrialdad, era muy
rralves y en 2009 al Reina Sofin,
aséptica; nadaque ver
museo.
con el trabajo de Juan
Muñoz,tan teatral