Una vieja idea muy actual

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Ocho y medio popular. La recuperación
del cine Helvético en un pueblo
de Uruguay. // 04-05
Háztelo tú mismo. Entrevistamos
a Elena Cabrera, alma del artefacto
musical Autoreverse. // 06
CULTURAS
DIAGONAL.197
@sancho_ruiz
02.05.13_15.05.13
Házmelo tú mismo. El trato de favor del
Ayuntamiento al Real Madrid ha despertado a los
tribunales europeos. // 07
[email protected]
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Una
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Para
imponerse,
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sobrevivido y am ralismo actual.
al neolibe
MADRILONIA.ORG
Las empresas y mercados capitalistas demuestran una y
otra vez que no están pensadas
para una gestión sostenible de
la vida en el planeta. Los
Estados del bienestar absorbieron algunas de las tareas de
la reproducción social (pensiones, sanidad, educación, derechos laborales) pero hoy las
privatizan y eliminan sin pes-
tañear. Se extiende la idea de
que hay que construir nuevas
bases para nuestras sociedades: bases más democráticas y
sostenibles. Aquí aparecen los
comunes, una suerte de dere-
chos económicos que garantizaban y garantizan en muchas
partes del mundo el acceso a
recursos necesarios para la vida (agua, bosques, tierras) pero también su gestión comuni-
taria, es decir, la participación
y la responsabilidad de la comunidad en su reparto y sostén.
La usurpación de estos derechos por parte del naciente ca-
COMUNES
pitalismo en la Europa tardomedieval supuso la primera expropiación de los medios de
producción y reproducción: sin
tierras y sin bosques los campesinos se convirtieron en proletarios. Digamos que no nacimos proletarios, sino que el capitalismo nos hizo proletarios
al privatizar lo que era de todos.
Así ocurrió en todo el mundo,
con la conquista de América y
la colonización de África y Asia,
y así ocurre continuamente,
cuando el capitalismo nos proletariza al quitarnos nuestro
acceso a la sanidad, a la educación o al conocimiento, recursos construidos entre todos
y que nos hacen más fuertes ante la dependencia salarial.
La lucha por los comunes es
por tanto una lucha antigua, anticapitalista y democrática, que
podemos ver actualizada hoy
en día en la lucha por una educación no mercantilizada, que
puedan gestionar de forma
directa profesores, padres y
alumnos, o en la lucha por un
internet de libre e igual acceso,
construido cada día por la comunidad online. Estos ejemplos son especialmente relevantes, porque el quid de la
propuesta es esta construcción
colectiva de asuntos comunes
y de las normas que rigen su
uso y disfrute, lo que a su vez
genera y asienta comunidades
diversas. No solo bienes gestionados de forma comunitaria sino construcción de comunidad
(y democracia) en torno a la
gestión de los recursos necesa-
Gente común.
A la izquierda,
el arquitecto
griego Stavros
Stavrides.
ARCHIVO
“La democracia es
CREACIÓN,
COORDINACIÓN y
PRÁCTICA”
Stravros Stavrides es arquitecto y profesor de
la Universidad Técnica Nacional de Atenas.
Nos habla sobre los comunes en Syntagma.
EVA GARCÍA PÉREZ (OM)
¿Qué significó la ocupación de
la Plaza Syntagma?
La ocupación de la plaza no era
sólo una forma colectiva de manifestarse ni de hacer demandas.
Más allá, era una forma de reclamar nuestras propias vidas y de
proponer otra manera de componer la vida social. Por lo vivido
en Europa, estas experiencias están muy ligadas a la reclamación
de un nuevo tipo de democracia
y de construcción de nuestras vidas. Han surgido sujetos políticos que han creado nuevas formas de autoorganización y de
autoayuda en medio de una crisis económica y política muy grave, pero formas de ayuda que tienen que ver con la participación
y la implicación de todos.
¿Por qué son nuevas estas formas de cooperación?
Porque la gente involucrada se
reinventa social y políticamente
a través de estas acciones. Por
ejemplo, hay un gran número de
centros médicos en Atenas donde los profesionales desarrollan
una actividad médica, pero no están reproduciendo el papel tradicional del médico porque están
constantemente reinventando la
relación con el paciente, que no
está ligada al mercado ni la obtención de beneficio, tampoco
tienen en la mayoría de los casos
ninguna ayuda pública, está basada puramente en la solidaridad. Todas estas experiencias
desarrolladas bajo el paraguas
de Syntagma tienen que ver con
la democracia de una manera
muy particular. Después de
Syntagma, y también de las experiencias vividas en Madrid, democracia no significaba sólo una
forma de participación y de tomar decisiones. Después de
Syntagma la democracia se ha
convertido en un problema de
creación, coordinación y práctica. El sentido de la democracia
cambió en Syntagma, fue reinventado porque la gente se encontró como iguales, y tuvieron
La lucha por los
comunes es por
tanto una lucha
antigua, anticapitalista
y democrática
rios para la vida. De forma sintética podemos decir:
1. Los comunes no son un intento de regreso nostálgico a un
pasado bucólico y feliz. Son experiencias vivas en muchas partes del mundo, no exentas de
conflictos y negociaciones, que
pretenden garantizar de forma
democrática el acceso universal
a y la sostenibilidad de los recursos; por lo tanto, desbordan
la lógica de acumulación y superan la sociedad capitalista.
2. Los comunes no son “lo
que es de todas y de nadie
a la vez”, campos abiertos sin
regulación. Son procesos organizados de (re)producción que
precisan de comunidades (porosas, inclusivas, diversas y superpuestas) que garanticen esta
sostenibilidad y este acceso universal a los recursos.
3. La lucha por los comunes
está en marcha: no deben ser
una forma más eficaz de gestionar recursos para su integración
en el sistema capitalista, como
pretende el Banco Mundial; ni
deben servir para la externalización de los costes de reproducción social que hace posible la
producción capitalista, sino para construir autonomía, igualdad y democracia económica.
En las luchas en marcha por
la democracia y por nuestros
derechos económicos, la hipótesis de los comunes nos puede resultar tremendamente
útil. Si quieres bajarla todavía
más a tierra, descárgate nuestra Carta de los Comunes. //
“Los
COMUNES
combinan prácticas
e ideales”
El historiador Peter Linebaugh es el autor de
‘El Manifiesto de la Carta Magna’ publicado
recientemente por Traficantes de Sueños.
OBSERVATORIO METROPOLITANO
Su investigación se centra en
la Carta Magna y la Carta del
Bosque, dos documentos del
siglo XIII. ¿Qué tienen que ver
estas Cartas con los comunes?
Los comunes eran derechos
consuetudinarios, no escritos,
sobre los usos del agua, el bosque, las tierras. El rey Juan sin
Tierra intentó quitar esos derechos a los campesinos ingleses
y se produjo una rebelión; al
perder, tuvo que ponerlos por
escrito. Eso es la Carta del
Bosque, la primera carta de derechos en relación con los comunes. La Carta Magna sería su
homónima respecto a los derechos civiles. El artículo VII de la
Carta Magna protege los estovers de las viudas, es decir, su
acceso a la madera para procurarse calor. La Carta del Bosque
contiene 16 artículos que regulan los bienes del bosque; por
ejemplo, el derecho de pannage, que autoriza que los cerdos
se alimenten en el bosque. La
madera sigue siendo en nuestros días la principal fuente de
calor para muchas personas,
aunque otros productos derivados del carbono, como el carbón
y el petróleo se han extendido.
Ha habido muchos cambios desde el siglo XIII, pero las necesidades de las viudas, las mujeres
y la gente común son muy semejantes. Ya no dependemos
tanto de los cerdos, pero sí de
las proteínas en general. Las
Cartas limitaban la propiedad
privada sobre los recursos necesarios para la subsistencia.
¿Por qué Midnight Notes
Collective compara el momento actual con los cercamientos
de las tierras comunes de los
siglos XVI-XVIII?
Entender cómo hemos llegado
a una situación puede ayudarnos a salir de ella. Como explicamos en nuestro artículo sobre los “nuevos cercamientos”,
la clase dirigente, mediante la
desposesión y la expropiación
de millones de personas en
América Latina, en África, en
Oriente Próximo y en Asia, estaba preparando el camino a la
explotación y a la inmigración
forzada, al ataque que vivimos
sobre el bienestar humano que
se ganó en las luchas de los
años ‘60. Queríamos aprender
de las luchas de antes de los ‘60:
hemos descubierto la importancia de la redistribución de las
tierras y de la abolición de la esclavitud y hemos descubierto la
centralidad del terror en la instauración del patriarcado.
Empezamos a entender que el
cercamiento de los comunes fue
un ataque a las mujeres.
¿Qué aportan estas Cartas y su
historia a las luchas actuales?
02.05.13_15.05.13 03
que actuar en coordinación sin
que hubiera ningún centro de coordinación. Democracia en otras
palabras es compartir entre iguales en una situación en la que esta igualdad es una condición de
partida.
“Lo público es el espacio
que la gente produce
al crear su propia vida
y los bienes que son
necesarios para ella”
¿Por qué relacionas esta democracia con los comunes?
Porque estas iniciativas en el espíritu de Syntagma no se caracterizan sólo por un tipo de procedimiento sino también por un
tipo de producto. De estas nuevas formas de colaboración, surgen nuevos bienes comunes,
producidos mediante el hacer
(en) común [commoning]. Por
ejemplo: hay muchas cocinas co-
lectivas en la ciudad y en ninguna de ellas se produce solo comida, sino nuevas formas de colaboración, relación y hábitos que
generan en la gente un nuevo entendimiento de las situaciones
en las que viven. Esta re-politización de lo cotidiano produce un
nuevo tipo de espacio público
creado por el hacer común; un
espacio no regulado por la autoridad, no es un espacio dado
bajo ciertas preposiciones, condiciones y reglas. Es un tipo de
espacio público que se produce
a través de la gente que está reinventando el hacer cosas en común. Entonces, lo público no es
lo que pertenece al Estado o a
cualquier tipo de institución pública, sino que es el espacio que
la gente produce al crear su propia vida y los bienes que son necesarios para ella. Este tipo de
espacio (cocinas comunitarias,
centros sociales médicos, centros sociales de la producción de
educación, cultura…) deben permanecer siempre abiertos a la
negociación. Deberíamos hablar
de ellos como espacio común;
una gran enseñanza de la plaza
de Syntagma es que el espacio
público no es aquel que es abierto si no el que está continuamente abierto. La lección que ofrece
QUITAR
LAS PUERTAS
al campo
“La lección que ofrece
Syntagma es que este
tipo de espacios son el
campo de prueba de
otro tipo de vida social”
El Observatorio Metropolitano de
Barcelona ha comenzado unas sesiones de
trabajo, con sus correspondientes lecturas .
Syntagma es que este tipo de
espacios son el campo de prueba
de un nuevo tipo de vida social.
Este es el legado, una gran cantidad de experiencias e iniciativas
que se están intentando manejar
y que eran desconocidas. No
es fácil, y nos fuerza a trascender nosotros mismos en algunas
ocasiones. Pero es importante
para conseguir un futuro de
emancipación. //
OMB | STUPIDCITY.NET
¿Por qué hablar de una democracia de los comunes
hoy? A la sombra de la crisis
sistémica y política actual,
conociendo los límites de un
modelo social pensado desde la propiedad pública y la
propiedad privada, los comunes aparecen como hipótesis política desde la que
pensar, actuar y narrar
nuestro pasado y futuro, como una noción central e indispensable para pensar la
acción política “más allá del
puño visible del Estado y de
la mano invisible de los mercados”. Cuando hablamos
de comunes, hablamos de
recursos gestionados comunitariamente que generan
beneficio colectivo; de procesos que no carecen de elementos de gestión, control y
regulación, pero que descansan sobre principios de
justicia social. Desde el
Observatorio Metropolitano de Barcelona llevamos
un tiempo trabajando en
una investigación colectiva, junto a diversos colectivos de la ciudad, en la que
los comunes urbanos son
su punta de lanza.
Para construir un relato
alternativo al de Barcelona
como espacio de las élites y
como escenario estratégico
para la usurpación de la ri-
queza social, para recuperar una historia borrada
por pensarse improductiva
y molesta, una forma de vivir la ciudad que hoy vuelve a emerger en diferentes
procesos y movimientos sociales, hemos desarrollado
un grupo de lectura en la librería La Ciutat Invisible.
Durante las sesiones de trabajo, hemos intentado aterrizar en nuestro contexto
la historia de la expropiación de los comunes y las
continuas tácticas capitalistas para cercar toda producción social. En textos sitúan los diferentes ciclos de
acumulación del capitalismo que se sirven de la riqueza social bien sea para
fundar el propio régimen
como para intentar perpetuarlo. Aquí queremos
compartir los que nos han
resultado más valiosos.
Uno de los grandes retos
es poder pensar los comunes como espacio que no
crece y acaba en lo local, sino que tenga capacidad para
experimentarse de manera
distribuida en otros territorios. Para ello necesitamos
instituciones de lo común federadas, procesos que puedan caminar en paralelo
compartiendo su código y
transfiriendo experiencias
robustas. Y así lo haremos. //
LIBROS PARA EL COMÚN
En primer lugar, la Carta
Magna ha resultado fundamental durante siglos para restringir el poder de las autoridades
en Inglaterra y en EEUU. En segundo lugar, estas Cartas de
Libertades protegen los derechos de subsistencia de los comuneros. Tienen que ser actualizadas. Por supuesto, hay muchas corrientes en los actuales
debates sobre los comunes. En
Sudamérica, en particular, con
las luchas indígenas en Bolivia,
México y Venezuela, la discusión sobre los comunes se ha
convertido en una cuestión
constitucional. En África, los
comunes de los poblados tradicionales han resistido al asalto,
también en China. Los movimientos ecologistas surgen de
la defensa de los comunes planetarios. En EE UU, la oposición a la llamada “Guerra contra el Terror” cita la Carta
Magna en sus informes legales.
En esta coyuntura, ¿qué aporta
la hipótesis de los comunes?
Los comunes no solo tienen
que ver con los recursos naturales o con internet. Los comunes hablan de importantes
principios de organización política y económica. Cuando el
revolucionario chino Chou En
“Entender cómo
hemos llegado
a una situación
puede ayudarnos
a salir de ella”
Lai fue preguntado en los años
‘50 sobre su opinión sobre la
Revolución Francesa, contestó que era demasiado pronto
para valorarla. Lo mismo podría decirse de las Cartas de
Libertades del siglo XIII. Los
principios de los comunes
mantienen parte de las exigencias francesas de “igualdad, libertad y fraternidad”.
La Carta Magna exigía el retorno de recursos robados, en
ese caso, de los recursos del
bosque que el rey había usurpado. En nuestros días, elEstado-y-las-corporaciones
han tomado el lugar del rey,
pero la exigencia de justicia y
devolución permanece. Quizá
esta es la razón por la que se
llamó “Occupy” el movimiento. Los comunes combinan
prácticas e ideales. Son parte
de la auto-organización, horizontal y prefigurativa, que tuvo lugar en las plazas de El
Cairo, Atenas, Madrid, Nueva
York, Oakland. Los comunes
no son lo mismo que “lo público” que siempre se ha asociado a nociones de ciudadanía,
propiedad y representación
política, elementos a los que
se enfrenta el hacer-común
[commoning]. En nuestros
tiempos, dos eslóganes resumen estos debates: “Un no y
muchos síes” y “Ni Estado ni
mercado”. Cómo combinar democracia directa y los comunes con la igualdad y la justicia es la tarea histórica que
nos aguarda. //
Common
people. A la
derecha, el
historiador
estadounidense
Peter
Linebaugh.
ARCHIVO
Un chute
de Marx
Federici
lo clava
La historia del expolio original del
capitalismo nunca aparece en los
relatos sobre el "desarrollo" capitalista, pero nos la cuenta Marx en
el capítulo XXIV de El Capital: “La
llamada acumulación originaria”
Calibán y la bruja, de Silvia
Federici, editado por Traficantes
de Sueños en Madrid, es una incursión en la historia de la desposesión de los comunes a través del
feminicidio.
Polanyi vs
el mercado
Comunes
e internet
En 1944 Karl Polanyi publicaba La
gran transformación, un estudio
del proceso, violento y disciplinario, de conversión de la tierra, el
trabajo y el dinero en mercancías.
Proponía tambien un nuevo estatuto de la economía en la sociedad.
Los cercamientos digitales es una
recopilación de textos realizada
por Icaria que analiza el concepto
de los comunes, y de su expolio
con la perspectiva de la transformación de la economía generada
por la Sociedad de la Información.
Mi vida con
Harvey
Madrilonia
es común
Si no le suena la acumulación por
desposesión, concepto defendido
por David Harvey en El nuevo imperialismo, piense en la privatización de aquello que usted considera necesario para la vida.
La web de análisis Madrilonia [pausa comercial: en pleno crowdfunding en goteo.org] ha actualizado
la propuesta de regulación y
propiedad comunal y le ha dado
forma en La Carta de los comunes.
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