ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Capilla del “Sagrado Corazón y Misericordia de Jesús” Centro Juvenil Aldaba-Salesianos Utrera ¡ATENCIÓN! Estás delante del Señor, delante del Sagrario. Jesús está aquí. 1. 2. 3. 4. Arrodíllate y adora al único Señor de nuestra Vida. Da gracias a Dios por la Vida Pide perdón por tus pecados. Confía en la misericordia de Dios. 1. Haz la señal de la cruz y di: «Dios mío, yo creo, adoro, espero y os amo. Os pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no os aman.» 2. Después haz la siguiente Oración a la Santísima Trinidad Esta oración la enseñó el Angel de la Paz a los pastorcillos de Fátima: Lucía, Jacinta y Francisco antes de las apariciones de Ntra Sra del Rosario en Fátima. «Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la tierra, en reparación de los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Santísimo Corazón y del Corazón Inmaculado de María, os pido la conversión de los pobres pecadores.» 3. Haz silencio y habla desde tu corazón al Corazón de Jesús. Cuéntale como a un amigo. (Si hay un sacerdote, haz examen de conciencia y pídele confesarte. Tras la confesión haz la oración y penitencia oportuna. Da gracias a Dios). 4. Ahora lee la Palabra de Dios. ( Mateo 11,25-30). (Si sois varios se puede leer en voz alta). Del Evangelio según San Mateo: En aquel tiempo, Jesús exclamó: Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. PALABRA DE DIOS. 5. haz silencio y medita la Palabra de Dios 6. Jaculatoria al Sagrado Corazón de Jesús. (Apréndelas para cuando estés solo todo el día y quieras estar unido a Él. Si sois varios, uno dice la primera parte y el resto lo que está en negrita): 1 Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. Corazón eucarístico de Jesús, aumentad en nosotros la fe, la esperanza y la caridad. Dulce corazón de mí Jesús, haz que te ame siempre más y más. Sagrado Corazón de Jesús, sed conocido, sed amado, sed imitado. 7. Oración al Corazón de Jesús ¿CÓMO SOY CAPAZ, SEÑOR? ¿De no amarte cuando Tú, tanto me amas? ¿Qué sientes, Corazón de Jesús, cuando el amor no es amado; cuando el amor no es correspondido: cuando el amor es rechazado; cuando tanto amor divino es ridiculizado? De no decirte “gracias” por tantos bienes De llenarme de el agua de un pequeño estanque, cuando Tú eres la fuente de un agua viva e inagotable De haberte ofrecido un amor superficial, débil, inconstante, vacío, raquítico y frío. Corazón de Jesús: Lleno de aquello que en el mundo no se tropieza Respuesta ante el interrogante que nunca el hombre se hace Mano que, en el surco de cada jornada, se hace necesaria e imprescindible. ¡Dínos, Señor! ¿Qué se siente? Cuando ofreces y el hombre mira hacia otro lado Cuando eres Rey, y nosotros nos apresuramos a cabalgar y escapar en carrozas y cortejos reales que no van ni llegan a ninguna parte Cuando abres tu Corazón y, ante el tesoro que él encierra, preferimos la ceniza o la polilla a la que quedarán reducidos nuestros capitales Señor, ahora entiendo todo. Sé que, ante Ti, jamás triunfará el odio ni la mentira Se que, nuestras deslealtades y desamores, Jamás serán más grandes que tu fidelidad y promesas Se que, tu corazón, sólo sabe hacer eso: amar Se que, en tu corazón, vibra, se mueve, habita, brota, emerge, triunfa, se desborda y se regala el amor de Dios que viene de Ti, lleva a Ti y al Padre. Amén. ¡Respóndenos, Corazón de Cristo! ¿Qué sientes cuando tanto regalo jamás es abierto? ¿A dónde miras cuando el hombre a Ti no mira? ¿Cómo haces para amar, ante tanta indiferencia? ¿En qué piensas, cuando nuestros pensamientos son tan superficiales e interesados? Sí, mi Señor: ¡Cómo he sido capaz! ¡Cómo somos capaces! Para terminar reza un Padre Nuestro y di: “Que el Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Demos gracias a Dios, bendigamos al Señor” . “Sagrado Corazón de Jesús, yo me doy a ti por María”. (Saluda a la Virgen antes de marcharte). Dulce Corazón de María, sed la salvación mía. (haz ahora con mucho cuidado antes de marcharte la señal de la cruz, arrodíllate. ¡Vuelve pronto!) 2 3