Pronosticar la presencia de polen en el aire para evitar

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Pronosticar la presencia de polen en el aire para evitar alergias
https://idescubre.fundaciondescubre.es/2015/03/13/pronosticar-la-presencia-de-polen-en-el-aire-para-evitar-alergias/
La Aerobiología es una disciplina que estudia los microorganismos y partículas biológicas que se transportan de
forma pasiva a través del aire. Algunos de estos componentes son considerados como alérgenos al ser
reconocidos por nuestro sistema inmune como cuerpos extraños. Aproximadamente el 24% de los ciudadanos
europeos sufren en la actualidad algún tipo de alergia, principalmente causada por partículas biológicas como el
polen o las esporas de hongos, aunque en esta ocasión nos vamos a referir al polen.
A la hora de conocer el papel que juegan los alérgenos polínicos, es decir, aquellas proteínas u otros
componentes presentes en granos de polen y capaces de provocar problemas de alergia entre la población, se
hace necesario presentar el importante papel que juegan estos granos de polen en el proceso de reproducción
sexual de las plantas. El polen es el vehículo de trasporte de gametos masculinos hasta los órganos
reproductores femeninos a través del proceso de polinización. Como vectores polinizantes se encuentran el
viento, los animales o el agua; la mayor parte de los granos de polen en el aire proceden de plantas polinizadas
por el viento, plantas anemófilas. Una vez el grano de polen se encuentra con la estructura reproductora
femenina trata de reconocerla para proceder al proceso de fecundación. Durante este proceso de reconocimiento
entre el polen y el órgano receptor se liberan distintas proteínas, además de otros componentes, que participan
como actores en un “lenguaje de entendimiento” que facilite o rechace el proceso de germinación del grano de
polen, a través de sus aperturas, y posteriormente, la fecundación. Precisamente estas proteínas son consideradas
como alérgenos al generar rinitis, conjuntivitis o asma alérgica cuando se ponen en contacto con pacientes
atópicos.
La investigadora de la Universidad de
Córdoba, Carmen Galán, en el
laboratorio.
Estos granos de polen presentan una pared resistente con aperturas que le permitan exponerse a posibles
condiciones adversas. Las aperturas permiten adaptar su forma y tamaño a través de procesos de
desecación/hidratación dependiendo de la humedad ambiental, o a su exposición a situaciones de estrés, como
por ejemplo las partículas emitidas por motores diesel. En este proceso, se liberan alérgenos, o proteínas de
reconocimiento, adheridas a partículas de pequeño tamaño, de ahí que un alto índice de contaminantes en el aire
justifica una mayor frecuencia de procesos alérgicos entre la población urbana en comparación con el medio
rural.
Las redes de monitorizaje de polen en el aire se pueden considerar, en este caso, una herramienta de gran
utilidad para los ciudadanos y los gobiernos locales, ya que permiten conocer el polen en el aire que respiramos.
Por otro lado, las bases de datos históricas permiten generar previsiones, tanto a largo como a corto plazo,
facilitando el uso de medicina preventiva a la hora de tratar la alergia polínica, una enfermedad que afecta a un
importante porcentaje de la población (24%). Se trata de adoptar medidas de adaptación por parte de los
ciudadanos, planificando mejor sus actividades tanto laborales como lúdicas, y al mismo tiempo por parte de los
alergólogos a la hora de planificar mejor sus tratamientos con una medicación preventiva antes de que ocurra la
exposición al polen.
Las series de datos históricas de redes de monitorizaje atmosférico ofrecen, además, la oportunidad de estudiar
los cambios que se están generando en el ambiente como consecuencia del cambio climático. Estudios sobre el
contenido de polen en el aire se consideran hoy día como una herramienta muy eficaz para el conocimiento del
comportamiento reproductor de plantas polinizadas por el viento. De ahí el nuevo interés que están despertando
los estudios sobre distintos tipos polínicos como indicadores del periodo de floración e intensidad de estas
especies a nivel mundial.
La Red Española de Aerobiología (REA), cuenta con bases de datos históricas sobre el contenido de polen en el
aire con un mínimo de dos décadas en diferentes localidades. Estos datos han permitido observar un adelanto de
la floración en árboles primaverales, por su mayor dependencia con las temperaturas, y una tendencia más
estable en el comportamiento fenológico de especies herbáceas, al depender más de la disponibilidad de agua.
Un adelanto de la floración, y por tanto, en el comienzo de la estación polínica, genera un mayor riesgo para los
pacientes de alergia al estar expuestos durante un mayor periodo de tiempo.
Floración de diente de león, una planta que
contiene polen y esta directamente relacionada
con las alergias
Por otro lado, recientes estudios en Europa evidencian un aumento en la intensidad de la floración de algunas
plantas, especialmente en árboles, por una posible interacción con otros componentes del cambio global. El
aumento del CO2 atmosférico beneficia la actividad biológica de las plantas y la fotosíntesis, lo que favorece un
incremento en la intensidad floral que se manifiesta con mayores concentraciones de polen en el aire. Sin
embargo, en el sur de Europa se viene observando que cambios en los patrones de lluvia en la región del
Mediterráneo desempeñan un papel clave como motor del cambio climático en las plantas, especialmente en
plantas herbáceas. Las precipitaciones en la Península Ibérica se rigen en parte por la influencia de la Oscilación
del Atlántico Norte (NAO), especialmente durante el invierno, evidenciando una relación negativa entre el
índice NAO invernal y la intensidad de la floración de algunas plantas primaverales más sensibles al estrés
hídrico.
Profundizar en estos estudios permite predecir con suficiente antelación el periodo de floración de las plantas
que responden mejor a los cambios del clima, y la intensidad de la floración, ofreciendo la puesta en marcha de
medidas de adaptación tanto por parte de los alergólogos como de los pacientes de alergia. Por otro lado, un
conocimiento sobre el comportamiento fenológico de estas plantas ofrece la posibilidad de adoptar por parte de
los gobiernos locales medidas de mitigación a la hora de diseñar espacios verdes urbanos más diversos y con
especies autóctonas, evitando el uso de plantas ornamentales foráneas que puedan causar problemas de alergia.
Recientemente se está trabajando en Europa en una nueva revisión del Air Review Package, se trata de un
conjunto de medidas que afectan a la calidad del aire en Europa con el objetivo de mejorar la salud de los
ciudadanos. Distintas organizaciones, como la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI),
la Asociación de Pacientes de Alergia (EFA) y la Sociedad Europea de Aerobiologia (EAS), además de distintas
redes nacionales dentro de la Red Europea de Aeroalérgenos (EAN), pedimos al gobierno la toma de medidas
oportunas para la mejora de la calidad del aire, incluyendo en la nueva directiva las partículas de origen
biológico, como los granos de polen o esporas de hongos. Por otro lado, es igualmente importante el
mantenimiento de las redes de monitorizaje aerobiológico por parte de instituciones estatales que permitan
continuar la labor que hasta ahora vienen desarrollando, en numerosos casos, por parte de personal que realiza el
trabajo de forma voluntaria durante periodos prolongados de tiempo, lo que puede generar problemas en el
mantenimiento de las bases de datos históricas, con la consecuente pérdida de datos de gran valor científico,
además del coste económico, social y ambiental.
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