Improbable influencia china en el Perú prehispánico

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Improbable influencia china en el Perú prehispánico
Perú, cultura Chavín, Lanzón. Imagen:
D. Giannoni, 1998.
Perú, cultura Chavín, detalle de la estela Raimondi. Imagen:
http://www.historiadelarte.us/wp-content/uploads/2011/05/Estela-Raimondi.jpg
[Consulta: 20-01-2015]
El nuevo año trajo consigo la divulgación de una controvertida conjetura, que procura establecer
un ascendiente de la antigua China sobre el desarrollo cultural del Perú prehispánico. Ha sido así
como a través de la noticia “China y los restos que demostrarían un pasado ligado al Perú”,
publicada en el diario El Comercio por la destacada periodista peruana Patricia Castro Obando1,
se ha comenzado a difundir una especulación muy poco creíble. La suposición proviene del
arqueólogo chino Jigen Tang, quien en su país ha supervisado las excavaciones realizadas en el
sitio arqueológico de Yin Xu (también llamado Anyang2), que fue la última sede de poder de la
temprana dinastía Shang (1766 – 1122 a.C.). Cuando a Tang le mostraron algunas imágenes de
las culturas prehispánicas peruanas, entre las cuales destacaban seres antropomorfos con rasgos
de felinos, tan recurrentes desde Chavín (1200 – 200 a.C.), subjetivamente creyó encontrar
lejanas similitudes con las representaciones de aquella dinastía, así como también con las
realizadas por otra cultura china contemporánea, denominada Sanxingdui3. Él parecería haber
pensado en la existencia de un vínculo entre el rostro del Lanzón o del propio personaje de la
estela Raimondi con el ser fabuloso chino llamado Taotie, una especie de “ogro glotón”, presente
en relieves hechos en bronce encontrados en Yin Xu y Sanxingdui. Del Taotie solo se
representaba la cara en una vista frontal, por lo cual bien podría haber sido usado como una
máscara por los personajes de la élite de aquellas culturas chinas; de tal manera que en las
diversas reproducciones de aquel ser son visibles los dos ojos, lo que serían las mejillas y la parte
superior de lo que sería la boca, porque pocas veces tiene representada la mandíbula. Sin
embargo, hay una total divergencia entre los ejemplares chinos y los realizados por la cultura
Chavín, para ello solo basta con observar detenidamente los ojos de los ejemplares del Perú
1
prehispánico y notar la típica presencia de la pupila desplazada del centro hacia arriba (por lo cual
también es llamada pupila excéntrica), una característica ausente en el Taotie, que simplemente
muestra la pupila en el centro de cada ojo. Tampoco pueden soslayarse los caninos de felinos
claramente visibles en la iconografía Chavín, al estar naturalistamente representados, pero
difíciles de encontrar en un Taotie, o en su defecto, solo se aprecian formas puntiagudas que
tienden a curvarse ligeramente, las cuales podrían interpretarse como colmillos completamente
estilizados, pero al extremo de alejarse a los de cualquier felino, a menos que se pretenda
entenderlos como las garras de aves rapaces, pero que al estar dispuestas a la altura del rostro,
eliminan cualquier enlace con los ejemplos chavinoides, cuyas manos y pies suelen estar dotados
con dichas garras.
China, dinastía Shang, sede de poder de Anyang. Taotie
2. Imagen: http://www.pitt.edu/~asian/week-2/c-taotie.jpg
[Consulta 20-01-2015].
Por otra parte, de todo esto también se
desprende una pregunta que resulta evidente:
¿Cómo habrían llegado desde tan lejos los
Shang? La distancia y el tiempo que consumiría
un viaje de esa naturaleza constituyen obstáculos
prácticamente insalvables. Todo parece quedar
impreciso y débilmente apoyado en la propia
noticia publicada por el diario, la cual menciona
que según: “[…] antiguos libros chinos, cuando la
dinastía colapsó, un desencantado príncipe Yi [de
la sede de poder Yin Xu], que rechazó ceder el
poder a sus enemigos, partió de China con su
ejército y se dirigió hacia el este.” A continuación
y sin ningún rubor agregan: “Los expertos chinos
afirman que los clanes que dieron forma a las
culturas de México y el Perú son descendientes
directos de los Yin.” Si aceptamos la existencia de
aquel príncipe y su ejército, tendría mucho mayor
sentido y cordura considerar su desplazamiento
dentro del propio continente asiático, porque si se
trataba de ir hacia el este, en esa dirección
primero hubieran llegado a la península de Corea4
y luego al archipiélago de Japón.
El propio traslado hasta ese conjunto de islas ya
hubiera resultado bastante complejo y menos
aún, considero que en una época tan temprana,
la navegación haya estado tan adelantada como
para posibilitar un flujo migratorio importante que
llegara hasta América y el Perú. Los navíos habrían tenido que dejarse llevar por la corriente
marina Kuro Shivo o “Río Negro”5, para atravesar el océano Pacífico. Después, tendrían que
haber continuado bordeando la costa oeste de Norteamérica, conducidos por la corriente del
Pacífico Norte, para empalmar luego con la corriente de California. Esa fue la misma ruta que
siguieron desde el siglo XVI d.C. los galeones españoles que tras partir de Manila y luego de 6
meses de viaje, finalmente arribaban al puerto de Acapulco. Volviendo a la especulativa hipótesis
de la migración china, desde lo que ahora es México, tendrían que haber aprovechado la corriente
Ecuatorial del sur para alcanzar el norte del Perú. Por si fuera poco, los navíos provenientes
desde China tendrían que haber contado con suficientes provisiones que permitieran la
subsistencia de los migrantes, que hubieran afrontado una travesía interminable. Si bien no puede
descartarse por completo la posibilidad que algunos completasen el viaje, hubieran sido muy
pocos y culturalmente insignificantes al arribar primero al antiguo México, en donde ya
preponderaba la cultura Olmeca (1200 – 400 a.C.) y luego al Perú prehispánico, en donde hacía lo
propio la cultura Chavín.
China, dinastía Shang, sede de poder de Anyang. Taotie
3. Imagen: http://users.skynet.be/bizzart/images/bronzes/leiwen.jpg [Consulta 20-01-2015].
Jigen Tang propone comparar el ADN6 de los restos humanos de los representantes de la dinastía
Shang que ha excavado, con los correspondientes de la cultura Chavín e inclusive con los
vestigios humanos de las manifestaciones culturales subsiguientes, como una manera de
comprobar la suposición que ha planteado. A pesar de sus probables buenas intenciones, es
2
necesario recordar que si bien el análisis del ADN mitocondrial ha permitido abrir nuevas vías de
investigación, con espectaculares resultados en el estudio de los movimientos migratorios
humanos, todavía estamos lejos de obtener respuestas medianamente satisfactorias cuando se
trata de diferenciar los linajes mitocondriales de donde proceden las diferentes etnias que pueblan
el planeta. Además, debe tenerse presente que hasta este momento y cuando se trata de lugares
donde el clima es particularmente caluroso, resulta sumamente complicado recuperar el ADN de
cualquier material genético de siglos y peor aún, de miles de años7. De otra parte, el riesgo de la
contaminación de las muestras es permanente y alteraría irreversiblemente los resultados. Es
importante recordar que a mediados del siglo XIX de nuestra era, el estado peruano alentó una
importante migración china y fue a partir de ese momento, que los lazos entre ambas naciones se
hicieron indisolubles.
Por último, deseo dejar en claro que no se trata de rechazar una hipótesis por alguna absurda
consideración racial. Particularmente, me precio de contar con una antecesora china. A pesar de
ello y tan solo motivado por un entusiasmo irreflexivo, no puedo caer en el error de buscar afuera
un prodigio que me permita comprender cómo la alta cultura logró desarrollarse en el Perú
prehispánico, en un proceso que comenzó mucho antes del propio Chavín, con manifestaciones
en Caral, La Florida, Garagay, El Paraíso, La Galgada, Kotosh y muchos más que todavía
esperan ser descubiertos y estudiados. Con el tiempo, el ser humano que pobló esta parte de
Sudamérica alcanzó el esplendor, forjando a Moche, Nasca, Wari, Chimú e innumerables
civilizaciones que mantuvieron una continuidad cultural hasta el Tawantinsuyu. Hagamos a un
lado los complejos de inferioridad y dejémonos de validar injerencias venidas desde la China, de
los fenicios, la Atlántida o los extraterrestres, porque no tienen sentido y sin pruebas solo merecen
ser descartadas.
Samuel Amorós
Instituto de Investigación del Patrimonio Cultural
1
Disponible en: http://elcomercio.pe/mundo/actualidad/china-y-restos-que-demostrarian-pasado-ligado-al-peru-noticia-1782612
[Consulta: 04-01-2015]. Debo indicar que la autora de la nota actualmente se encuentra llevando en la Universidad de Beijing la
primera parte de un doctorado dual, en donde investiga el nuevo discurso chino, sobre la base de pensamiento y evolución. La
segunda parte será desarrollada en la Pontificia Universidad Católica del Perú y tratará acerca del discurso chino y su aplicación
a la coyuntura peruana, con los tusanes o peruano–chinos nacidos a partir de 1980. Leer la entrevista a Patricia Castro en:
http://www.sinolatamforum.com/opiniones_detalle/0-m151-297/entrevista-a-patricia-castro [Consulta: 20-01-2015].
2
Sobre el particular puede consultarse: http://www.pitt.edu/~asian/week-2/week-2.html#2 [Consulta: 20-01-2015].
3
Sangxindui significa “conjunto de tres estrellas” y es un lugar arqueológico ubicado al oeste de Yin Xu. Correspondería a una
cultura desconocida, cuyos objetos desenterrados han sido fechados entre los siglos XI y XII a.C.
4
En China creen que desde su territorio partió el legendario fundador de Corea en el siglo XII a.C., por lo cual podría tratarse del
mismo personaje. Su nombre habría sido Ki Tse (también llamado Chi-tse o Chi-tzu). http://dictionary.infoplease.com/ki-tse
[Consulta: 20-01-2015].
5
Así llamada por el color oscuro de sus aguas.
6
El ácido desoxirribonucleico contiene las instrucciones genéticas que emplean para su desarrollo y funcionamiento todos los
organismos vivos conocidos, siendo el responsable de la transmisión hereditaria de las especies.
7
Para mayor información puede revisarse: Lalueza-Fox, Carles. “Aplicaciones de las técnicas paleogenómicas a la
reconstrucción del pasado”. II Congreso de Prehistoria de Andalucía. Movilidad, contacto y cambio, Antequera, febrero de 2012.
Disponible en: http://digital.csic.es/bitstream/10261/79796/1/tecnicas_paleogenomicas_Lalueza.pdf [Consulta: 15-01-2015].
3
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