P. Juan DUMONT CHAUFFOUR Apdo. 3716, Lima 100, PERÚ Telf. 0-1376-0796, 0-1459-8794 E-mail: [email protected] 50 años del Concilio “Vaticano II” (1962 – 1965) P. Juan Dumont Chauffour (a partir de las notas de un amigo) I. ¿Qué es un Concilio? Asamblea máxima de la Iglesia (1er. Concilio en el 325; el N° 20 en 1870). En momentos graves. Objetivo: a) Definir dogmas; b) Poner orden en la Iglesia; c) Reorientar la Iglesia en tiempos nuevos. II. ¿En qué momento se realizó el Vaticano II? Post guerra: reconstruir el mundo desarrollado. Países subdesarrollados que reconocer y atender. La Iglesia, muy separada del mundo nuevo: Recelo de los científicos (condenación de Galileo Galilei) Recelo de la burguesía (Revolución francesa) Recelo de los obreros (industrialización) Se desconoce el mundo subdesarrollado. Una nueva generación en la sociedad y en la Iglesia (muchas dificultades para ser comprendida). III. Juan XXIII, Papa y Profeta: Anciano: Papa de transición Anciano con visión, coraje y esperanza: santo y profeta. Convoca a un Concilio, pero con un nuevo objetivo: Pastoral IV. Una Iglesia que se renueva para evangelizar el mundo de hoy: Ecumenismo: “Que se amen los unos a los otros para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn, 17, 21) Mundo desarrollado Mundo subdesarrollado Por ello hay que: Regresar a las fuentes Biblia Liturgia Teología: ¿Qué es la iglesia?... ¿Cómo debe relacionarse con el mundo? 1 P. Juan DUMONT CHAUFFOUR Apdo. 3716, Lima 100, PERÚ Telf. 0-1376-0796, 0-1459-8794 E-mail: [email protected] ¡Abrir las ventanas para que entre aire fresco! Reconocer que el Señor actúa fuera de la Iglesia: Jesús a los fariseos: Mateo 16, 2-3 Juan XXIII: “Ha llegado el momento de conocer los signos de los tiempos, de tomar la oportunidad y mirar lejos (su diario). Entrar en diálogo: descubrir lo bueno que hay en el mundo Hacer una Iglesia para el mundo subdesarrollado: “Para el mundo subdesarrollado la Iglesia quiere ser la Iglesia de todos, pero especialmente la Iglesia de los pobres” (Juan XXIII). Ver cómo se realiza en mi país, en América Latina (la “Misión Continental” ¿me dice algo?). .*.*.*.*. ¿Qué conversión nos pide el Señor hoy? 1. Regresar a las fuentes: ¿La Biblia es fuente de nuestra vida? Sí. No. ¡Por qué? ¿La Liturgia es un contacto profundo con la Palabra y el Sacramento? ¿Qué actitud tenemos con los hermanos separados… recelo… desconfianza? ¿Qué nos pide el Señor hoy? 2. Abrir las ventanas: ¿Buscamos los signos de los tiempos en los jóvenes, en el magisterio (los jóvenes maestros, contratados, sin trabajo, en escuelas particulares?) o vemos solamente las fallas, los defectos, los problemas, etc.? ¿Somos Iglesia de los pobres?: ¿Somos luz y sal de la tierra? (Cf. Mt. 5, 1216) para el mundo, para mi Equipo, para los Equipos Docentes de mi Región, de mi país, de América Latina y el Caribe???... ¿No estamos demasiado encerrados en lo nuestro? ¿Qué nos pide el Señor hoy? ¿A dónde (en mi Equipo, en los Equipos Docentes, en la Iglesia amplia, en el mundo)? La Iglesia, comunidad de hermanos El “regreso a las fuentes” permitió una visión mucho más rica de la Iglesia. Se pasó de una Iglesia vertical a una Iglesia comunitaria. 2 P. Juan DUMONT CHAUFFOUR Apdo. 3716, Lima 100, PERÚ Telf. 0-1376-0796, 0-1459-8794 E-mail: [email protected] 1. Iglesia vertical: Insistencia en el texto: “Tú eres Pedro” (Mt. 16, 18) Todo el poder está en Pedro, y de él deriva el poder a los obispos y sacerdotes (línea vertical). Los laicos: reciben los sacramentos, escuchan, obedecen. Esta visión se fue generalizando desde los años 1 000 y se intensificó desde el Concilio de Trento (1545-1563). Está profundamente arraigada en la Iglesia. 2. Iglesia comunitaria En el Concilio se redescubre, en la Constitución sobre la iglesia: “ustedes son linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido para anunciar las alabanzas de Aquél que los ha llamado de las tinieblas a su admirable luz… Ustedes que en un tiempo no eran su pueblo y que ahora son el Pueblo de Dios” (1 Pedro 2, 9). “Ya no son extranjeros sino ciudadanos de la ciudad de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo” (Efesios 2, 19-21) El laico: un hermano, un consagrado, miembro pleno de la familia. Los Ministros son los “vertebradores” que mantienen unido el cuerpo (unido a Cristo, unido en comunidad). ¡No son la cabeza del Cuerpo! El Concilio retoma las palabras de San Agustín: “A mí me aterra lo que soy para ustedes, pero me consuela lo que soy con ustedes… Para ustedes soy obispo; con ustedes soy cristiano. Lo primero es mi tarea, lo segundo es una gracia… Lo primero es un peligro, lo segundo es la salvación.” Los laicos en la Iglesia (Constitución sobre la iglesia N° 37). Dentro de la Iglesia: “Los pastores reconozcan y promuevan la dignidad y la responsabilidad de los laicos en la Iglesia. Hagan uso gustosamente de sus prudentes consejos, encárguenles, con confianza, tareas en servicio de la iglesia y déjenles la libertad y espacio para actuar… consideren… las iniciativas, las peticiones y los deseos propuestos por los laicos… De este trato familiar entre laicos y pastores son de esperar muchos bienes para la Iglesia… 3 P. Juan DUMONT CHAUFFOUR Apdo. 3716, Lima 100, PERÚ Telf. 0-1376-0796, 0-1459-8794 E-mail: [email protected] Los pastores ayudados por la experiencia de los laicos, pueden juzgar con mayor precisión y aptitud lo mismo los asuntos espirituales que los temporales. Fuera de la Iglesia: “Cada seglar debe ser ante el mundo testigo de la Resurrección y de la vida de Nuestro Señor Jesucristo, y señal de Dios verdadero… deben alimentar al mundo con frutos espirituales” (N° 38). Todos (laicos y ministros): “En una palabra, lo que es el alma en el cuerpo esto deben ser los cristianos en el mundo” (N° 38). V. Para nuestra reflexión: Como maestros, como equipistas y comunidades cristianas de los Equipos Docentes ¿cuál es mi/nuestro papel en la Iglesia?... ¿O debemos mantenernos al margen de una Iglesia más amplia?... ¿Qué podríamos aportar de específico, nutridos del contacto con los alumnos y alumnas, padres y madres de familia, magisterio sus organizaciones, etc.? … y, en las tareas de la comunidad parroquial, de las CEBs? (¡cuidarnos de no ser transformados/as en “sacristanes” o “lectores del púlpito” de primera categoría!). Hay que promover una Iglesia solidaria, fiel al Señor. Como personas, como Equipos Docentes, nos decimos “Iglesia en el mundo de la Educación”… ¿Cómo lo fuimos en nuestros inicios?... ¿Cómo serlo hoy?... ¡Seamos creativos/as, fieles a los signos de los tiempos… Si no, terminaremos convertidos/as en sectas, momias, huesos secos… 4