II Encuentro Nacional de Docentes Universitarios Católicos (ENDUC II) Buenos Aires, 26 al 28/10/2000. Comisión No. 401: “Oralidad y escritura” Conferencia Episcopal Argentina Comisión Episcopal de Pastoral Universitaria Oralidad y escritura contemporáneas: "El viaje al mundo del SIDA” María Inés Palleiro UBA-CONICET/IUNA "El redescubrimiento de las reglas de la oralidad puede ser parte de la respuesta, si bien no la respuesta total, a los dilemas planteados por los métodos desconstruccionistas de interpretación". Eric Havelock, "La ecuación oral-escrito: una fórmula para la mentalidad moderna". En Olson y Torrance (1995:33) Consideraciones iniciales El problema de la oralidad, entendida a la vez como canal de circulación y como código con sus propias reglas de funcionamiento interno, y de su pasaje a los registros escriturarios, tiene que ver con el proceso de transmisión cultural en los grupos humanos más diferentes. De ello se ocupan desde los estudios talmúdicos hasta la exégesis bíblica, y las más diversas corrientes filosóficas. El problema puede abordarse tanto desde una perspectiva cognitiva como desde la óptica de los mecanismos de transmisión de la memoria, que remiten a modalidades diferentes de acceso a un universo de significaciones más profundas de cada cultura. Los distintos estudiosos coinciden en señalar la pervivencia actual de un saber oral, rítmico y narrativizado (Ong 1982, Havelock 1995) como modalidad de pensamiento y conocimiento del mundo subyacente en un mundo atravesado por las más sostificadas tecnologías computacionales de archivo. En cuanto al problema del archivo, recordamos que el lexema griego arkhé citado por filósofos, teólogos y evangelistas, remite ya tanto al principio universal de vida, como al principio ordenador de los sistemas de registro (Derrida 1997). Los analistas del impacto de la tecnología escrituraria en las modalidades de pensamiento oral recurren con frecuencia a la cita de 2 Corintios 3: 6: “La letra mata, pero el espíritu vivifica”, y trazan su línea de continuidad con los planteos del Fedro de Platón como texto que defiende una oralidad ya atravesada por el mundo de laescritura. Autores como Ong (1982) y Havelock (1976) destacan la importancia de la repetición ritual y el retorno a la oralidad que supone la lectura de viva voz de los textos sagrados de las más diversas culturas para la preservación de la memoria de los actos fundantes de una comunidad. Ong (1982), en particular, subraya el poder reestructurador de la conciencia del impacto de la tecnología escrituraria, y su influencia en la modificación de modalidades cognitivas en la relación hombre-mundo. Este concepto nos da pie para reflexionar acerca del problema de la opacidad de los canales y los códigos, en la configuración de mensajes diferentes a partir de matrices o modelos de organización textual y discursiva semejantes, en los distintos contextos de actuación comunicativa. Por otra parte, la consideración de los vínculos entre oralidad y escritura pueda entonces tal vez, como opinan con optimismo los oralistas (Havelock 1995), quizás arrojar luz sobre los procesos de construcción de un universo simbólico capaz de establecer una relación armónica entre hombre y cultura, en los umbrales de un milenio signado por los avances de la reproductibilidad técnica. En esta ponencia, nos ocupamos de un aspecto específico de esta relación. Tomamos entonces la matriz folklórica de un relato oral, resemantizado en la época actual a la luz de la metáfora del SIDA , fijado a su vez en la escritura y en la “nueva oralidad” y la “nueva escritura” de los medios, en una recreación fílmica y en los circuitos virtuales de Internet, y lo comparamos con un documento medieval del año 1000, con el propósito de poner de manifiesto la presencia de una retórica apocalíptica propia del fin del primer milenio, abierta a la gestación de relaciones flexibles entre oralidad, escritura y tecnología de mediación en los albores del tercer milenio jubilar. Hipótesis de trabajo y enfoque metodológico En un trabajo de investigación de campo en distintas regiones de la Argentina, financiado por el CONICET, que tuvo como fase inicial la recolección de un corpus de narrativa folklórica en la provincia de La Rioja entre 1985 y 1996, reunimos un dossier o archivo de versiones en torno a la matriz de “El encuentro con la Muerte” (que tiene elementos en común con el No. 332 del Indice Universal de Tipos Narrativos de Aarne-Thompson: "Godfather Death" y con el motivo E 322. 3.3.1 "The Vanishing Hitchhiker")1 . El último de los registros orales recopilado en La Rioja en 1996, diez años después del comienzo de la recolección, presenta rasgos diferenciales con respecto a los primeros recogidos en esa zona, que contrastamos con documentos del año 1000. En los relatos más recientes, notamos ciertamente la aparición de tópicos tales como el del viaje y el SIDA, asociados con un castigo a la transgresión de fronteras endogrupales, análogo al de los documentos medievales. Ello nos llevó a formular la hipótesis de la posible existencia de un cambio de modalidades narrativas de una misma matriz en sus expresiones orales y escritas, vinculadas con una retórica apocalíptica del fin de un milenio signado por la apertura de las fronteras locales hacia una aldea global . . Realizamos además el rastreo de algunas recreaciones escriturarias de la matriz que nos ocupa en textos transmitidos a través de canales de comunicación mediatizada, como la prensa periódica y la Internet, con el objeto de detectar la existencia de posibles transformaciones en la modalidad de construcción del mensaje. Ello nos condujo a reflexionar acerca del problema del espesor de los canales y los códigos y sobre las relaciones entre oralidad, escritura y la “nueva oralidad” de los medios, como uno de los aspectos fundamentales del la episteme contemporánea que aparece en el horizonte de saberes dispersos y fragmentarios del siglo que se inicia. La matriz de “El encuentro con la Muerte” Designamos como “matriz narrativa” al conjunto de regularidades temáticas, compositivas y estilísticas identificadas mediante la confrontación intertextual de una serie de relatos, que sirve como pretexto generador de realizaciones textuales diversas en contextos diferentes (Palleiro 1994). En una reformulación de algunos planteos de la crítica genética francesa, dedicada a la reconstrucción de la dinámica de creación escrituraria por medio del examen de correcciones y variantes de manuscritos de autor individual (Grésillon 1994), analizamos en una primera fase las "correcciones" y "variantes" de la matriz en sus distintas manifestaciones textuales para tratar de reconstruir luego ciertos aspectos de sus procesos constructivos. Clasificamos las correcciones y variantes, basándonos en la taxonomía empírica de las modificaciones genéticas de los manuscritos de Proust efectuada por Lebrave (1990), en operaciones de adición, supresión, sustitución o desplazamiento de elementos en la cadena de discurso. Consideramos tales operaciones como instrumentos para la creación de mensajes diferentes a partir de una matriz común. A partir de esta definición, caracterizamos el relato folklórico como el enunciado narrativo identificador de un grupo, cuyo proceso de construcción o génesis consiste en la transformación aditiva o sustitutiva, y en la supresión o desplazamiento de elemnetos de una matriz o núcleo pretextual flexible almacenado en la memoria de los narradores a lo largo de situaciones enunciativas precedentes y actualizado en nuevas situaciones narrativa. En nuestro dossier de versiones, identificamos como unidades temáticocompositivas de la matriz "El encuentro con la Muerte": 1)"El encuentro" de dos personas, 2)"La despedida" entre ambas, 3)"La búsqueda" del acompañante efectuada por el protagonista, 4)"El hallazgo" de su dirección -o de su tumba- y 5)"El reconocimiento" de su condición de persona muerta. En la puesta en discurso, notamos en todos los relatos una articulación estilística basada en la contraposición entre lo erótico y lo tanático, unida a la acumulación de detalles que sirven como indicios de reconocimiento y en el empleo de recursos argumentativos para la construcción de un enunciado verosímil. Tales regularidades revelan la presencia de una matriz común, sometida a operaciones de transformación relacionadas, según nuestra hipótesis, con una retórica apocalíptica propia del fin del milenio. Otra fase del trabajo consistió en la elaboración de un diseño hipertextual como correlato deconstructivo del estudio de los procesos de construcción del dossier, y tuvo como eje el diseño de itinerarios opcionales del recorrido narrativo 1. La entrada a dicho dossier desde una perspectiva relacionada con el fin del mundo es solo uno de estos recorridos, que ofrece la posibilidad virtual de crear otros itinerarios de apertura hacia una nueva era. Versiones de dos milenios El medievalista Patrick Geary (1993:17) abre su trabajo sobre la memoria y el olvido en el año 1000 con un testimonio del monje Raoul Glaber contra las novedades que habían hecho su aparición en el reinado capeto de Borgoña, a paratir del casamiento de Roberto el Piadoso con Constancia de Aquitania, proveniente de una región ajena a las tradiciones carolingias de la zona: Vers l' an 1000 du Verbe incarné, lorsque le roi Robert prit pour épouse la reine Constance, une femme d' Aquitanie, commencèrent à arriver en France et en Bourgogne, à cause d' elle, des hommes étranges venus d' Auvergne et d' Aquitaine, ignorant toute politesse, aux moeurs et aux costumes étranges; leurs armes et les ornements de leurs chevaux étaient curieux, et ils avaient la tête rasée à partir du milieu du crâne; ils étaient glabres comme des acteurs, portaient des culottes et des chaussures absolument indécents, et n' avaient aucune parole, aucun respect traités conclus. Notamos aquí la construcción negativa del extranjero, cuyo aspecto físico, mentalidad y maneras asociadas con la Aquitania franca de la zona meridional atentan contra el orden del Norte borgoñón de raíces galorromanas defendido por Raoul Glaber. En las versiones de nuestro dossier, advertimos una construcción similar del personaje ajeno al grupo, representado alternativamente por "una chica" o por un visitador médico que transgrede la frontera local y recibe por ello un castigo relacionado con la destrucción y la muerte. Este documento nos resulta útil entonces para una aproximación comparativa a la figura de la amenaza del "extranjero" en el umbral de dos milenios. Otro aspecto del final del primer milenio es el que Jacques Le Goff (1972:11) caracteriza como "la revolución comercial de la que fue teatro la Cristiandad medieval entre los siglos XI y XIII" y de "la paz -relativa-" que crea "una seguridad que permite renovar la economía y...acelerar...el comercio". En este período, que coincide con el nacimiento de las ciudades, surge el mercader medieval, descripto como un "mercader errante" que se anima a surcar los caminos y enfrentar sus peligros con una valentía análoga a la del "viajante" de nuestro dossier . En su análisis del problema de las fronteras y los desplazamientos espaciales ; Clifford (1995:45-47) hace mención al cronotopo construido por "la situación paradigmática del viaje" con sus connotaciones de transitoriedad. Dicho autor se ocupa asimismo de "las formas antropológicas, exoticistas que la práctica etnográfica ha adoptado a lo largo de nuestro siglo" y de la "problemática figura del informante" vinculada con el tópico también conflictivo de los cruces interculturales. Todos estos aportes nos resultan esclarecedores para una aproximación al personaje del "extranjero" de nuestro dossier, representante de una amenaza para el viajante o el viajero, y para el estudio de la conexión de esta figura con los mecanismos de transformación de las matrices folklóricas en el final de dos milenios. "Bienvenido al mundo del SIDA" Esta versión fue narrada en La Rioja en 1996, a continuación de un relato de Silvia Díaz que consistió en una recreación actualizadora de la matriz de “El encuentro con la Muerte” como una narración de viajes. La versión de Silvia Díaz recrea el modelo pretextual de "El encuentro con la Muerte", recreado bajo la forma de una narración de viajes. Identificamos en efecto las unidades temático-compositivas de "El encuentro" entre un viajante y un visitador médico en la ruta de Tucumán a Salta, "La despedida" entre ambos que tiene lugar en un descampado, "La búsqueda" de él y de sus familiares por parte del visitador, "El reconocimiento" de su condición de persona muerta y "La destrucción del protagonista", con un desplazamiento de la secuencia de "El hallazgo" de su domicilio y sus familiares hacia una posición posterior. En consonancia con dicha recreación, advertimos la adición del tópico del itinerario, con la mención específica de los distintos puntos de su recorrido, que sirven al mismo tiempo como recursos de anclaje de la matriz en un contexto y como nexos de ilación intersecuencial. Esta adición genera a su vez el agregado de la antítesis entre endogrupo y exogrupo asociada con la figura amenazante del extranjero, presente también en el texto de Glaber. La matriz sirve entonces como pretexto para la creación de un recorrido alternativo similar al de las estructuras hipertextuales, a partir de la libre combinación de los mismos "bloques de texto" de otras versiones, con una articulación retórica particular que se caracteriza por el tono apocalíptico, realzado por la irrupción de lo sobrenatural en el espacio de tránsito de un camino. El turno conversacional siguiente fue ocupado por otra narradora riojana de unos 35 años, que no dio su nombre, y que presentó una nueva versión que ahora nos ocupa, asociada también con el tópico del viaje. El texto de la versión es el siguiente: Silvia Díaz- ...de nervioh... yy bueno... [Voz masculina] —Y nunca máh... esee... Nunca máh levantar' a nadi' en la ruuta.. [Sigue una serie de comentarios inaudibles] [Voz casi inaudible] - Y hay otro, también, asií. Otra narradora —Que se van a Bariloche... Qui una chiica... tuvo relacioneh con un chico... Eh d' ehtoh ehtudianteh que van a Barilooche... Cn un chico di otro lugar... Entonce', cuando se dehpidieron, el último día, él le dio un regalito... Y le dice: —Pero te pido que lo abrah cuando llegueh a tu caasa... Entonceh, la chica cuando vení' en el colectivo... no daba máh de .. de l' incógnita... de saber... ¿nu e' cierto? Entonceh, abr' el paquete, y arriba, tení' un' orquídea... y un papel... una tarjeta... que decía: "¡Bienvenido al mundo del SIDA!" Porqu' el chico tenía SIDA... y l'... y al tener relacioneh la chica con él... A mí me dijeron qu' ehta chiic' era de La Plaata... Y resulta qui hace como quince diíah... me dijeron... me cuentan lo mihmo qu' eh una chica di acá... Otra participante: —Eh di acá. —Sí, eh de acá... ¡Pobre chiica! ¡Qué traicionero! —Pero no se sabe quién eh... ni nada por el ehtiilo... nadie le da nombre... nadie... O sea, que ehto, con el tiempo comenzará... a correr... y se le aumentarán otrah cosah yy. y un sinfín.... hahta que quedará hech' una leyendaa... yy... —Ahora... [Dos participantes se retiran, y el recorrido del coloquio se desliza hacia tópicos relacionados con crencias locales]. La Rioja, 1996. Recolectora: María Inés Palleiro La narradora localiza su versión en el contexto exogrupal de la ciudad de Bariloche, adonde suelen trasladarse los estudiantes en viaje de egresados en una suerte de rito iniciático, para celebrar la finalización de sus estudios y el ingreso en las responsabilidades de la vida adulta. El tópico del viaje es abordado por James Clifford (1995:45-47), quien analiza el problema de las fronteras y desplazamientos espaciales en la literatura contemporánea y hace mención al cronotopo construido por "la situación paradigmática del viaje" con sus connotaciones de transitoriedad. Dicho autor se ocupa asimismo de "las formas antropológicas, exoticistas que la práctica etnográfica ha adoptado a lo largo de nuestro siglo" y de la "problemática figura del informante" vinculada con el tópico también conflictivo de los cruces interculturales, que constituye como veremos uno de los ejes constructivos de esta versión. La génesis del relato se caracteriza por su extrema concisión, lograda mediante la focalización del eje de interés en un point relacionado con el tópico apocalíptico del SIDA, generador de transformaciones sustanciales en la matriz que nos ocupa. Al igual que en las demás versiones de nuestro dossier, la unidad inicial es la de "El encuentro", que reviste aquí las características de un contacto íntimo. A diferencia de otras versiones, en las que advertimos la supresión de toda referencia explícita a las relaciones sexuales (Palleiro 1992), la narradora agrega una alusión concreta al sexo como aspecto dominante del encuentro ("...que una chica ... tuvo relacioneh con un chico..."). La presencia de protagonistas de distinto sexo está vinculada aquí con una dinámica de oposiciones entre endogrupo y exogrupo, construida a partir de la identificación metafórica de "la chica" con el ámbito endogrupal de La Rioja y del "chico" con el espacio del exogrupo, aludido alternativamente a través de la forma inespecífica de "otro lugar" o de la localidad bonaerense de "La Plata". Ambos personajes de diverso origen confluyen en la zona franca de Bariloche, asociada con la libertad y el descontrol sexual. El episodio siguiente corresponde, al igual que en el resto de las versiones, a "La despedida" que adquiere aquí las características de una separación luego de una convivencia íntima ("Entonce', cuando se despidieron, el último día..."). En esta secuencia tiene lugar la mención del detalle de la entrega de un "regalito", que cumplirá una función indicial en la unidad siguiente y que, como tal, sustituye al "chal", la "campera" o "la cartera de identificación" de otras versiones 3. Mukarovsky (1977), en un interesante estudio sobre la estructura de composición de la obra folklórica, destaca como una de sus rasgos distintivos la relevancia semántica de estos “detalles” en apariencia irrelevantes que, como en este caso, llegan a adquirir una importancia decisiva en la génesis del relato. Es así como la mención de este detalle del “regalito” genera una nueva expansión relativa a la restricción de abrir el envoltorio del regalo antes de llegar a la casa, impuesta por el "extranjero" bajo la forma de una adversación ("-Pero te pido que lo abrah al llegar a tu casa"). La "casa" funciona como un significante metafórico vinculado con el espacio endogrupal, que remite a la dinámica de contraposiciones espaciales relacionadas con la amenaza de fuerzas externas sobre la cosmovisión local. La misma contraposición, vinculada con la figura del extranjero del mundo franco que amenaza la estabilidad de valores del orden borgoñón, se advierte en la referencia a los "hommes étranges" del citado documento del año 1000. Esta dinámica de oposiciones, relacionada en este caso con la antítesis entre el impulso erótico del sexo y la fuerza tanática del SIDA, se mantiene en la secuencia siguiente de "El hallazgo", que corresponde en esta versión a la apertura del paquete ("Entonceh, abr' el paquete, y arriba, tení' un' orquídea... y un papel...una tarjeta..."). El proceso constructivo de la secuencia está focalizado alrededor del mencionado paquete, presentado como una suerte de caja de Pandora cuyo valor indicial y simbólico comienza a insinuarse a través de la referencia a la tarjeta y la orquídea, vinculadas con el universo semántico de la muerte. Tales elementos funcionan como soportes materiales de la metáfora del SIDA, e integran una suerte de código de objetos que contribuye a la resemantización de la matriz de "El encuentro con la Muerte" desde una perspectiva apocalíptica. La secuencia final de "El reconocimiento", donde se ubica el point del relato, generador de la mencionada resemantización, corresponde a la decodificación del mensaje escrito en la tarjeta ("...una tarjeta...que decía:-¡Bienvenido al mundo del SIDA!") 5. En un artículo titulado precisamente "El SIDA y sus metáforas", Susan Sontag hace referencia a este conjunto de significaciones relativas al pecado, la enfermedad y la muerte, vinculadas con el tabú del sexo y el peligro de lo desconocido, aglutinadas alrededor del significante metafórico del SIDA, que conlleva además la idea de plaga y de fin del mundo, asociadas con un castigo apocalíptico análogo al de la peste del medioevo que amenaza las sociedades contemporáneas . En el relato que nos ocupa, dicho significante metafórico remite a una dinámica de inclusión y exclusión relacionada con la amenaza de las sociedades globalizadas sobre el equilibrio de las comunidades locales. Notamos en este sentido, el desplazamiento metonímico de la responsabilidad del contagio del SIDA hacia el espacio del exogrupo, de donde proviene el "extranjero" que, al igual que los "hommes étranges" del documento citado por Geary, representa una asechanza para el universo de valores locales. La expresión "Bienvenido al mundo del SIDA" cobra así el valor de una fórmula mnemotécnica que introduce una contraposición paradójica entre la apertura espacial del "mundo" y la oclusión de toda posibilidad vital dada por esta enfermedad mortal. Del mismo modo que en el relato del viajante, la transgresión de la frontera endogrupal de la protagonista trae como consecuencia la amenaza del espacio de "la casa" que genera el ingreso de uno de sus moradores en el "mundo" de la enfermedad y la muerte. Tal vinculación causal con el mundo del SIDA es expresada explícitamente por la narradora en una cláusula evaluativa que funciona a la vez como coda de cierre del relato ("Porqu' el chico tenía SIDA ...y...al tener relaciones la chica con él...") 4 . Esta nueva alusión a las "relacione' sexuales" subraya la relevancia del dominio semántico de lo corporal -considerado por Eliseo Verón (1988) como una "capa metonímica de producción del sentido". Tal juego metonímico tiene que ver con la sexualidad como significante apto para el desplazamiento de significaciones vinculadas con la desintegración vital y el castigo por la transgresión de la frontera material y ética del endogrupo. La doble estrategia de desintegración metonímica de lo corporal y de condensación simbólica de significaciones apocalípticas en la metáfora del sida constituye una de las claves de acceso a la génesis de la versión, que utiliza la matriz de "El encuentro con la Muerte" como pretexto para la construcción de un mensaje admonitorio con un sentido de catástrofe propia del fin del milenio, cuya fuerza directiva está orientada a la regulación de pautas de comportamiento endogrupal. El relato está seguido por una serie de comentarios que proporcionan una serie de opciones sustitutivas para el recorrido narrativo: —A mí me dijeron qu' ehta chiic' era de La Plaata... Y resulta quie hace como quince diíah... me dijeron.. me cuentan lo mihmo qu' eh una chica di acá... Otra participante —Eh di acá. —Sí, eh de acá... ¡Pobre chiica! ¡Que traicionero! Tales intervenciones ofrecen una nueva puesta en discurso de los problemas de contextualización y de la contraposición entre endogrupo y exogrupo, que funcionan como ejes genéticos del relato. Una de las participantes alude así al conocimiento de dos posibilidades de localización, vinculadas con la dinámica de itinerarios opcionales propia de la estructura deconstructiva del hipertexto, y la otra realiza una selección de esas opciones que ratifica la ubicación local. Una tercera agrega una cláusula tendiente a la evaluación descalificante del personaje exogrupal, al que presenta como "traicionero"6, en una estrecha analogía con los "hommes étranges" que "n'avaient aucune parole" del texto de Glaber. “Historias de aparesidas” de Jorge Halperín En un libro de reciente aparición, que, con el título efectista de Mentiras verdaderas. 100 historias de horror, lujuria y sexo que alimentan la mitología urbana de los argentinos, publicó en este año en la editorial Atlántida de Madrid, el escritor y periodista Jorge Halperín presenta una recreación sintética de diversas versiones, en el texto siguiente: Lo que paso a relatar pudo haber ocurrido en un pub de Londres, en un animado barcito de Río de Janeiro o en un concurrido boliche de la Avenida del Libertador, en Buenos Aires. Un hombre conoce a una mujer, la invita a tomar un trago y, ya sea por obra del deseo, la música o los fantasmas del alcohol, se establece de inmediato entre los dos una atracción irresistible. Unas horas después están desnudos en la cama de un hotel de paso, haciendo el amor como corresponde. Las horas pasan veloces e intensas. Un poco abombado todavía por la noche vertiginosa que acaba de vivir, el hombre despierta a la mañana y descubre extrañado que está solo. No hay señal aluna de su fogosa compañera, como no sea la tibieza que permanece junto a él en el colchón. No entiende lo que pasa . Se levanta morosamente, va al baño, descubre en el espejo una inscripción, trazada torpemente con rouge, que lo llena de espanto: “Bienvenido al club del SIDA”. (Halperín 2000: 34) Esta recreación periodística, redactada con concisión y con un efectismo similar al del título, ofrece una síntesis de las distintas localizaciones sustitutivas de la acción documentadas en nuestro dossier, tiene como point la frase final que adquiere el valor de una verdadera fórmula mnemotécnica, con un dejo de jingle publicitario: “Bienvenido al club del SIDA”. Tal localización alternativa en “Londres”, Río de Janeiro” o “Buenos Aires” apunta a subrayar la dimensión globalizada, de “narrativa transnacional” (Briggs 2000) de este relato. Reconocemos aquí las secuencias de “El encuentro” entre un hombre y una mujer, que tiene aquí las características de un contacto íntimo, “La huida” de la mujer como reemplazo sustitutivo de “La despedida”, “La búsqueda” en el espacio cerrado del hotel, “El hallazgo” del cartel en el espejo del baño, y “El reconocimiento” de la esencia tanática oculta en el encuentro erótico. El “club”, que en otras versiones es el “mundo”, juega también con la antítesis entre clausura y apertura, y entre lo erótico y lo tanático que sirve como eje genético de realizaciones textuales diferentes. Reconocemos aquí el juego intertextual con otros códigos semióticos, como la canción y el videoclip de la estrofa de una canción Joaquín Sabina: “y nos dieron las dos, y las tres, y las cuatro, y las cinco y las seis” reforzado por la imagen evanescente de una pareja en movimiento haciendo el amor en un hotel de paso en un pueblo, en la frase “Las horas pasan veloces e intensas”. La idea del vértigo y la velocidad es uno de los ejes genéticos de este texto efectista, orientado a captar el interés de un lector masivo, con quien se intenta crear, al igual que en el relato folklórico, mecanismos de identificación: “¿Quién no oyó alguna vez una historia similar a ésta? “. El título de libro, “Mentiras verdaderas” y el subtítulo que remite a la existencia de una “mitología urbana”, tiende a destacar el carácter de construcción simbólica de ciertos aspectos fundantes de la cultura de un grupo (urbano, en este caso) como lo son aquí las relaciones con el exogrupo, la enfermedad, y la muerte, en relación con prácticas sexuales de una comunidad, a partir de la reelaboración ficcional de una amenaza real para la salud colectiva, como es el problema del SIDA. En una especie de exégesis erudita; Halperín documenta luego el estudio del prestigioso folklorista americano Brunvard , quien “supone que el relato modelo nació inicialmente en los Estados Unidos”, y cita la versión de la “historia de AIDS Mary”. Este relato tiene, sin embargo, como vemos, una procedencia mucho más antigua, cuyos orígenes se confunden, en términos de Anderson Imbert (1984), con Los primeros cuentos del mundo. La matriz en Internet Por gentileza del Lic. Jorge Gabriel Giamello, tuvimos acceso al siguiente texto de un correo electrónico difundido supuestamente por la Policía Federal Argentina: A continuación detallo una circular emitida por la Policía FederalArgentina. La idea es hacerla extensiva a la mayor cantidad de gente posible para evitar que esto se extienda. Dice así: "Hemos recibido esta información y consideramos que ustedes deben conocerla, no queremos alarmarlos, sino prevenirlos y que tomen las precauciones pertinentes. Por favor revisen su silla cuando van al cine. La mayoría de nosotros solo sentamos en el asiento sin revisarlo.Mueva el asiento varias veces para ver si hay algo y fíjese muy bien.No lo palpe con la mano, podria encontrarse con una aguja y una nota diciendo "BIENVENIDO AL MUNDO REAL: YA ERES VIH POSITIVO. En los teléfonos públicos se ha detectado el mismo problema: un grupo de drogadictos deja agujas en los orificios de devolución del dinero para todo aquel que introduzca la mano se infecte. Este mensaje ha sido enviado a todo el mundo para que nos mantengamos alejados del peligro. Atentamente, Policía Federal Argentina” Esperamos que esta información sea de ayuda de todos Y agradeceremos hacerla extensiva a quienes mas puedan. De los elementos de la matriz que nos ocupa, el “Encuentro” con una persona es sustituido por un objeto, las “agujas”, relacionadas de manera explícita en el texto con el universo de discurso de la drogadicción y el contagio. La ausencia de la persona da lugar a la supresión de “La despedida”. El “Hallazgo” del cartel y el “Reconocimiento” del ingreso en una zona mortal tienen lugar, al igual que “El encuentro”, en un lugar público como el “cine” o las cabinas telefónicas. El discurso está articulado bajo la forma de la “comunicación” de una noticia, cuyo point está marcado por una fórmula similar a la de “Bienvenido” al “mundo” del SIDA. Esta fórmula está asociada con el tópico del temor al contagio de la “plaga” del SIDA por parte de desconocidos. La construcción del mensaje tiene también aquí un tono admonitorio, que pone énfasis en el beneficio de la circulación de información”globalizada (uno de los propósitos de la Internet y su “ilusión informaciona”) como medio de prevención contra el contagio. Se advierte con claridad el énfasis conativo (“Revise”, “fíjese bien”, “no lo palpe”) destinado a regular conductas grupales, que sirvan para defender el círculo endogrupal de los “informados en la red” del exogrupo anónimo y globalizado que asiste a cines, usa teléfonos y otras redes comunicativas ajenas a las del “club” o el “mundo virtual” de la Internet. La presentación del mensaje como un enunciado referido, bajo la forma de un discurso directo atribuido a una institución social reconocida como la Policía Federal, encargada de velar por la seguridad del grupo, realza el impacto de esta narración, en la medida en que contribuye a acentuar el “efecto de realidad” de un discurso cuya génesis se caracteriza más por el tono admonitorio de un aviso que toma solo ciertos elementos de la matriz , para articular un mensaje de alerta social ante el peligro del SIDA, con el aval enunciativo de una institución social encargada de velar por la seguridad del grupo. La narrativa epidemiológica y sus connotaciones apocalípticas El problema del SIDA, con sus connotaciones de contagio y plaga social, puede ser considerado, del mismo modo que el cólera, como la manifestación transnacional de una narrativa epidemiológica 7 (Briggs 2000). Este estudioso, en un análisis acerca de los relatos sobre el cólera en tiempos actuales en el área del delta venezolano habitado por los indios Waraos, destacó la presencia de una lógica sinecdótica en su proceso de construcción discursiva. Esta estrategia retórica refleja una modalidad cognitiva que permite presentar el efecto por la causa o el todo por la parte (Lausberg 1975), que sirve al poder hegemónico como instrumento apto para relacionar el estallido de la epidemia con la incapacidad de los indígenas para incorporar el discurso médico, o que sirve a los mismos nativos para atribuir la responsabilidad del contagio a la presencia exogrupal de un barco asiático, o aun a una bola de fuego arrojada en el mar por los Estados Unidos durante la Guerra del Golfo. Tal estrategia favorece asimismo el empleo de operaciones de borramiento en los procesos de construcción narrativa, utilizados en los discursos hegemónicos emitidos por instituciones de salud pública y por la prensa periódica sobre el cólera para hacer pasar la narración por un suceso histórico. Esta reflexión trae a colación las consideraciones de White (1973) acerca de los procedimientos de ficcionalización de la materia histórica, que tienen como correlato las técnicas de creación de un “efecto de realidad” (Barthes 1970). Esta lógica sinecdótica intenta entonces explicar un hecho global a partir de sucesos particulares o locales, y forma parte de de una retórica de la globalización, que supone la existencia de “metáforas malas” (Briggs 2000) tales como la del SIDA o el cólera. La matriz de “El encuentro con la Muerte”, resemantizada a la luz de la metáfora del SIDA, sirve como pretexto para la génesis de realizaciones textuales que dan cuenta de una lógica sinecdótica que conecta el contagio de la enfermedad con la transgresión de la frontera endogrupal y la exposición a los peligros del exogrupo. Tal conexión remite a su vez a la red discursiva del enfrentamiento entre lo local y lo global, y a la amenaza del poder hegemónico a la seguridad de las comunidades particulares. Resulta evidente entonces el vínculo de esta dinámica genética de los relatos con el discurso sobre la discriminación, que atribuye la responsabilidad del contagio del cólera o del SIDA tanto a los tripulantes del barco asiático como a las “garotas” brasileras que aparecen, en otras versiones (Palleiro 1992) como portadoras del SIDA o, en el caso de las versiones de La Rioja, al “extranjero” de Buenos Aires, y tanto a las fuerzas en pugna en la Guerra del Golfo como a los veraneantes de las playas europeas . Esta tendencia a la discriminación, unida al temor al contagio y al sentido de peste o plaga, está presente como vimos tanto en el documento del año 1000, que refleja un pensamiento milenarista, como en el texto bíblico en el que se asocian las plagas con una manifestación de la ira divina ante los pecados de los hombres. En los relatos sobre el cólera y el SIDA subyace esta de alguna manera esta dimensión mítica, en la que el SIDA adquiere el valor de una peste del fin del milenio, que marca los límites de la capacidad humana para curar enfermedades y prolongar la vida. También la discriminación del extranjero está presente en el texto de Glaber, como figura portadora de plagas y pestes globales que amenazan la seguridad de las tradiciones locales, cuyas fronteras humanas resultan siempre permeables al peligro del contagio, la enfermedad y la muerte. “All that jazz”: una versión contemporánea de la Danza de la Muerte” La seducción sexual de la mujer portadora es, en alguna medida, una personificación contemporánea de La Danza medieval de la Muerte. Este modelo de seducción de la Muerte personificada, presente ya en manifestaciones pictóricas y literarias del mundo cristiano medieval, tales como la moralidad inglesa Everyman, se encuentra asimismo en los cancioneros eclesiales, en los que conserva su fuerza seductora de una joven núbil: “La Muerte aguarda en el surco, cálido abrazo nupcial. Muerte: sabrás un secreto, cuando matas vida das”, y aparece también en la “Canción para mi muerte” del cantautor argentino Charly García “Te encontraré una mañana/ dentro de mi habitación/ y prepararás la cama/ para dos”. Dentro de las versiones cinematográficas, recordamos por ejemplo la danza de la Muerte vestida de blanco presente en All that jazz, de Bob Fosse, acompañada por el tema musical “Bye, bye, love”, en la que el protagonista, vinculado también con el mundo del sexo, el desenfreno y la droga, asiste como espectador en una de sus alucinaciones a una coreografía de la Danza de la Muerte interpretada por una mujer vestida de blanco, sobre fondo rojo similar al mundo de la sangre de las heridas y al del rouge mencionado en algunas de las versiones del relato. El personaje de la Muerte personificada, presente a lo largo de todo el film, termina, como reza la letra del cancionero eclesial, en un “abrazo nupcial” con el protagonista, en el momento final de su vida. En dicho film, se alude asimismo en el discurso de un actor al hecho de que “para los cristianos, la muerte es un ascenso”, en un juego polisémico de imágenes que recuerda a las Scala caeli medievales en las cuales encontramos una representación visual del itinerario de la vida como un ascenso que tiene su culminación en el momento de la Muerte, similar al del “encuentro” final del protagonista del film, el coreógrafo Joey Gidgeon, con Muerte personificada como una dama de blanco similar a una novia, a la que se une en un “abrazo nupcial” tras su “despedida” de todos sus encuentros con mujeres de la vida terrenal, y de una “búsqueda” casi mística de la perfección por la belleza (que tiene su representación visual en la imagen de una rosa, asimilable a la rosa mística), y del “hallazgo” de la concreción final de una coreografía perfecta, a la que él “reconoce” como una versión contemporánea de la Danza de la Muerte. Todas estas semejanzas revelan la presencia de una línea de continuidad de las matrices narrativas de la tradición oral en su pasaje a la escritura y a otros códigos de imagen y sonido como la música y las artes combinadas, que transmiten, con sus modalidades de expresión específica, la misma tensión dinámica entre lo erótico y lo tanático dentro de la que se inscribe el destino de finitud de toda vida humana en una dimensión terrena. Conclusiones En las versiones tratadas, reconocimos la misma matriz pretextual de "El encuentro con la Muerte", sometida a operaciones de transformación que revelan la presencia de un cambio de modalidades narrativas propias del fin de un milenio, en distintos contextos. El eje generador de tales transformaciones es la adición del tópico del SIDA, presentados como significantes metafóricos que aluden a significaciones asociadas con la transgresión de las fronteras geográficas y éticas del endogrupo. En la confrontación contrastiva con documentos del año 1000, advertimos una evidente analogía relativa a la construcción de la figura del extranjero como representante de un "mundo" global conectado con la destrucción y la muerte, que constituye una amenaza para el equilibrio de la cosmovisión local. Dicha amenaza está asociada en ambos casos con la movilidad espacial y la transgresión de fronteras generada por los viajes, y con un sentido apocalíptico de plaga y de peligro de extinción de un orden establecido. De acuerdo con nuestra propuesta de aproximación al relato folklórico desde la doble perspectiva de sus procesos de génesis textual y de sus posibilidades de desagregación hipertextual en una estructura de itinerarios múltiples, este es solo uno de los acercamientos posibles del proceso de construcción textual, centrado en las transformaciones apocalípticas y amenazadoras del fin del milenio. Un recorrido alternativo es el de la de la apertura de los límites locales hacia la perspectiva más amplia de una "aldea global" con nuevos espacios y oportunidades. Tanto"la chica" que viaja a Bariloche como los mercaderes del año 1000, se atreven a trasponer las fronteras locales y se exponen con su osadía a los peligros del camino y de la zona franca del exogrupo. En otros itinerarios narrativos posibles, la misma osadía puede llevarlos a conquistar nuevos logros, que permitan tal vez el casamiento feliz de "la chica' con el extranjero o el hallazgo de un tesoro ofrecido por el pasajero misterioso en recompensa por la solidaridad del viajante. Las matrices folklóricas, esencialmente flexibles, están abiertas a tales transformaciones. Resta solo esperar que los narradores abran también su mente y su palabra hacia estos cambios, capaces de enriquecer el estudio diacrónico con nuevos itinerarios en los que el sentido apocalíptico pueda ser captado en su acepción etimológica de paso a un nuevo orden, en el que la discriminación y la clausura de fronteras pueda ser reemplazado por la apertura hacia nuevos universos. La misma matriz se encuentra entonces en los distintos contextos, canales y códigos orales y escritos, directos y mediatizados, urbanos o rurales, para dar cuenta de la presencia del encuentro con la Muerte asociado con la amenaza de lo desconocido, y con una dimensión sobrenatural que sobrecoge y espanta. Vida y muerte, dos polos de una ecuación dinámica que definen la existencia humana como comienzo y fin, génesis y apocalipsis, en un vaivén entre el terror a lo desconocido del origen y el desenlace, y la esperanza de desocultación y paso a un nuevo orden en el que estos terrores puedan ser disipados en una revelación final. En diversas versiones orales, la referencia a la intertextualidad mediática funciona como recurso de credibilidad del discurso. Los medios recogen elementos de la tradición oral para presentar un discurso basado, en términos de Halperín, en “mentiras verdaderas” o en verdades de ficción. La tecnología de reproductibilidad que les permite al mismo tiempo la manipulación de la información y la recreación con propósitos efectistas. Postextos mediáticos y literarios dan cuenta asimismo del espesor del canal y del código en el proceso de génesis del mensaje, y de los procesos de elaboración ficcional de la materia histórica que flexibilizan las fronteras entre “ficción”y “realidad”. El acercamiento a las interrelaciones dinámicas entre oralidad y escritura pueda resultar tal vez una de las claves de acceso a la ecuación entre ficción y realidad, asociada a su vez con una dinámica de sacralización de lo nimio y desacralización de lo consagrado, que remite a su vez a la elaboración ficcional del conjunto de representaciones y creencias que confieren a un grupo su identidad cultural, basada precisamente en la interpretación simbólica de los elementos de la realidad histórica. La reflexión sobre los vínculos entre oralidad y escritura y sobre el espesor del problema de los canales y los códigos nos conduce a reflexionar también acerca de las permanentes interrelaciones entre ficción, historia y creencia, y sobre las distintas modalidades de expresión de la compleja relación del hombre con una dimensión sobrenatural presente en los relatos de la humanidad desde el origen de los tiempos, hasta los albores de una nueva era que nos lleva a reavivar el pensamiento milenarista. Notas 1 Para la elaboración del modelo hipertextual, diseñado en el programa HyperCard-Macintosh 2.1, nos basamos en los conceptos de Nelson (1992:2), quien define el hipertexto como un "texto que se bifurca", compuesto por "una serie de bloques de texto conectados entre sí por nexos, que forman diferentes itinerarios para el usuario" y "que permite que el lector elija (...) en una pantalla interactiva". El relato folklórico, definido desde el punto de vista de sus procesos constructivos como el resultado de un conjunto de transformaciones de una matriz sujeta a operaciones de variación que activan un mecanismo generador de correcciones y variantes, puede ser considerado como una combinación libre de bloques textuales con un sistema de recorridos múltiples análogo a la de las estructuras hipertextuales. 2 Es oportuno recordar al respecto las consideraciones de Todorov (1982) acerca de la categoría de lo fantástico, también como zona intermedia donde se produce una quiebra del orden natural, dentro del cual se encuadra la categoría de lo meramente extraño, y acerca de la atmósfera inquietante creada por dicha quiebra. 3 En la confrontación intertextual de nuestro dossier o archivo de versiones, identificamos en efecto la sustitución alternativa de un "vestido blanco" o "rosado" por "un chal" o un "vestido de quince" con una "la mancha de café" o de "bebida" de la protagonista femenina ; y el reemplazo de "la campera" del protagonista masculino por "un poncho", "una manta" o "un capote militar de lluvia", como indicios de reconocimiento de la identidad de la persona conocida en "El Encuentro" con una persona muerta años atrás. 4 La adición del tópico del SIDA como núcleo generador de transformaciones en la matriz de "El Encuentro con la Muerte" ha sido registrada por nosotros también en una versión urbana, en el seno de una entrevista a jóvenes estudiantes realizada en la ciudad de Buenos Aires conjuntamente con la licenciada Lilia Ciamberlani. Para un estudio analítico de dicha entrevista, acompañada del texto de la versión urbana, véase Palleiro (1992: 21-41 y 85-86). 5 El descubrimiento de esta red metafórica es realizado por la protagonista por medio de un ejercicio de decodificación escrituraria del mensaje de la tarjeta. La decodificación de un mensaje plasmado en la tecnología de la escritura alude a un proceso de comprensión intelectiva que introduce una instancia de mediación, ausente en otras versiones como la anteriormente comentada, donde la visión directa de la foto aumentaba el golpe de efecto producido por el impacto del reconocimiento. Tal referencia a la decodificación escrituraria actúa entonces como recurso mitigador que atempera en alguna medida lo siniestro del reconocimiento. 6 Este sentido de plaga y catástrofe presente también en la sociedad medieval del año 1000 es documentada por historiadores como Marc Bloch (1939: 73-76) , quien utiliza el mismo término "plaie" para referirse al período de invasiones y a la sensación mental de amenaza que precedió inmediatamente a la pax aludida por Le Goff como factor favorecedor de los intercambios comerciales, tal como advertimos en la siguiente cita: De la tourmente des dernières invasions, l'Occident sortit tout couvert de plaies ... Aussi bien ces ravages matériels n' étaient pas tout. Il faudrait également pouvoir mesurer le choc mental. Ce n'est pas impunément qu' une société vit en posture de perpétuelle alerte..." (La société féodale cit. en Geary 1996: 47-48.) 7 Merece destacarse además la valiosa contribución de la Dra. en Medicina Clara Mantini-Briggs a nuestras reflexiones sobre el problema. Al escuchar en las mencionadas Jornadas una síntesis de esta sección del trabajo, relativa a la resemantización de la matriz que nos ocupa a la luz de la metáfora del SIDA, ratificó el carácter transnacional de este itinerario narrativo, y recordó inclusive la existencia de una versión venezolana. Ello le sirvió como base para subrayar los cruces de redes discursivas relativas a la salud y a la enfermedad, cuya circulación en distintos contextos pone al descubierto relaciones de poder, vinculadas con fuerzas de choque entre intereses locales y políticas hegemónicas que remiten a su vez al problema del enfrentamiento entre los sistemas de salud locales y globales. 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