Stanley Kubrick Temporada de Cine Arte del Sodre 2016 Lunes de octubre y noviembre, Auditorio Nelly Goitiño, 18 de julio 930 Presidencia de la República Dr. Tabaré Vázquez Presidente Ministerio de Educación y Cultura Dra. María Julia Muñoz Ministra Mtra. Edith Moraes Subsecretaria Sodre Sr. Doreen Javier Ibarra Presidente Sra. Élida Gencarelli Vicepresidente Lic. Hortensia Campanella Consejera Archivo Nacional de la Imagen y la Palabra del Sodre Juan José Mugni Director Auditorio Nelly Goitiño Director: Fernando Couto | Asistente de Dirección: Ingrid Rodríguez | Director de Escena: Jorge Medero | Jefe de Escenario: Pedro López | Jefe de Maquinaria: Máximo Silva | Jefe de Luminotecnia: Batlle da Cunha | Jefe de Sonido: Alejandro Fuksbrauner | Jefe de Sastrería: Teresita Rodríguez | Jefe de Zapatería: Fermín Castillo | Jefe de Utilería Teatral: Rogelio Pérez | Jefe de Utilería Musical: Julio Zerboni | Coordinadora Técnica: Gabriela Arriaga Relaciones Públicas y Comunicación Institucional del Sodre: Director: Marcelo Ceriani | Prensa: Magela Camelo, Julio Zuasnábar | Diseño Gráfico: Elena Maldonado, Jorge Sayagués Auditorio Nelly Goitiño | Comentarios y sugerencias: [email protected] Se advierte a los espectadores que por disposición de la Intendencia Municipal de Montevideo está prohibido encender fuego, hacer ruido, arrojar desperdicios y cubrirse la cabeza en la sala. En caso de alarma, debe mantenerse la serenidad y salir sin correr por la puerta más próxima. El Auditorio Nelly Goitiño tiene cobertura médica de UCM. Stanley Kubrick drez. Estos tres hobbies serían fundamentales para su futura carrera como director. Su afición a la fotografía le permitió, en primer lugar, trabajar para la revista Look, donde hizo reportajes fotográficos a importantes estrellas del momento y se labró una reputación profesional. Su melomanía le permitió a lo largo de toda su carrera poder discutir todos los aspectos relacionados con la banda sonora de sus películas, llegando en ocasiones a prescindir de compositor y escogiendo personalmente piezas de música clásica para sus largometrajes. Su afición al ajedrez quizás pulió el perfeccionismo y la futura frialdad profesional del director. En su juventud comienza su afición por el cine frecuentan- Stanley Kubrick (Nueva York, 26 de julio de 1928 - St. Albans, 7 de marzo de 1999) fue un director de cine, guionista, productor y fotógrafo estadounidense. Considerado por muchos como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, destacó tanto por su precisión técnica como por la gran estilización de sus películas y su marcado simbolismo. Kubrick nació en el barrio neoyorquino del Bronx, en el seno de una familia judía de clase media-alta de orígenes polacos, austríacos y rumanos, a pesar de ello no tuvo una educación religiosa. Stanley mostró desde muy joven su interés por la fotografía, que practicaba con una cámara réflex que le regalaron sus padres, la música y el aje4 do el Loew’s Paradise o el Museo de Arte Moderno de Nueva York; y de a poco nació la idea de abandonar su trabajo en Look para dedicarse a la realización de películas. Kubrick en entrevistas se refería a Max Ophüls y Sergéi Eisenstein como sus dos referencias cinematográficas más influyentes, el primero por su trabajo con la cámara, y el segundo por su técnica de montaje. En cuanto a sus relaciones amorosas, Kubrick se casó tres veces. La tercera fue durante la filmación de La patrulla infernal (Paths of glory) cuando comenzó una relación con la actriz alemana Christiane Harlan, que tuvo un pequeño papel en dicha película, se casaron en 1958 y estuvieron juntos por cuarenta años hasta su muerte en 1999. Además de su hijastra, tuvieron dos hijas juntos; Anya Renat en 1959 y Vivian Vanessa en 1960. Sus primeros filmes fueron documentales relativamente exitosos, luego con sus dos primeros largometrajes de ficción (Fear and desire, 1953) y Marcado para morir (Killer’s kiss, 1955) realizados con precarias condiciones financieras, consiguió un aprendizaje formal y logró llamar la atención por su calidad fotográfica. Fue contactado por James Harris productor de la NBC, con quien creó su primer compañía productora. De su unión surgió Casta de malditos (The Killing, 1956), su primer gran film, con un presupuesto de 320.000 dólares y un reparto de importantes actores de Hollywood, protagonizado por Sterling Hayden sobre guion de Jim Thompson, Kubrick relató la historia del atraco a un hipódromo. La utilización del tiempo cinematográfico hecha por Kubrick supuso una innovación para la época. La película atrajo la mirada de personalidades de Hollywood como Kirk Douglas, quien firmó con Harris-Kubrick un contrato para cinco películas. La primera de ellas sería La patrulla infernal (Paths of Glory, 1957), que interpretaría el propio Douglas haciendo el papel del coronel Dax, encargado de defender a sus soldados, acusados de cobardía ante el enemigo, en el marco de la guerra de trincheras de la Primera Guerra Mundial. El mensaje antibelicista de la cinta hizo que en Francia, a cuyo ejército pertenecían los protagonistas, estuviera prohibida durante décadas y significó la primer gran controversia de una de sus obras. Tras la película, Kubrick estuvo trabajando junto a Marlon Brando en la preproducción de El rostro impenetrable (OneEyed Jack, 1961), aunque tras varios meses sería despedido por desavenencias con el actor quien terminó dirigiendo la película. Kirk Douglas buscaba un director para sustituir a Anthony Mann al frente de Espartaco (Spartacus, 1960) y se lo propuso a Kubrick quien aceptó pensando que una película de tan alto presupuesto podía suponer un empujón a su carrera como director. Apenas intervino en el guión como había hecho antes y haría después en todas sus películas. Para el verdadero autor, Dalton Trumbo, el filme supuso el fin de las listas negras al colocar el nombre real del guionista en los créditos. La película obtuvo tres premios de la Academia y fue un éxito comercial. La carrera de Kubrick estaba definitivamente lanzada. Kubrick y Harris lograron rescindir el contrato que les unía con Douglas por otras tres películas. Las aspiraciones artísticas y comerciales de Kubrick le llevaron a hacer Lolita (1962) su siguiente trabajo. Convenció a Vladimir Nabokov para que le vendiese los derechos de su novela y que él mismo adapta5 se el guion. La película estuvo envuelta en escándalo y pedidos de censura por narrar la historia de la seducción de una menor de edad por parte de un hombre maduro. Kubrick nuevamente trabajó a partir de una narración no lineal, cosa que no ocurría en el libro, con el fin de darle más suspenso a la trama. El rodaje se realizó en estudios en Inglaterra, donde Kubrick finalmente se estableció definitivamente, en el condado de Hertfordshire. A pesar de vivir y trabajar en Inglaterra, al inicio por problemas coyunturales, nunca se sintió un expatriado. Tras el éxito de Lolita, se permitió afrontar proyectos más arriesgados. Se separó de su socio y amigo Harris para producir su nueva película en solitario. Así que, en medio de la guerra fría y de la crisis de los misiles cubanos, Kubrick comenzaría a rodar Doctor Insólito (Dr. Strangelove or how I learned to stop worrying and love the bomb) en 1964. Basada en la novela de Peter George que era un relato serio, decidió realizar una comedia de humor negro en función a las partes más ligeras del libro, el actor británico Peter Sellers, sería el encargado de dar vida a tres personajes de la cinta. Kubrick contrató al decorador Ken Adam para llevar a cabo los ambiciosos escenarios, muy adelantados a la época (la sala de guerra, la base militar, y el interior del bombardero) en los ingleses estudios Shepperton. La película encontró a un Kubrick plenamente instalado en la campiña inglesa haciendo gala de su obsesión por el detalle en función a los recursos que tenía a su alcance. En 1968 Kubrick alcanzaría la cumbre de su carrera con 2001, Odisea del espacio (2001: A Space Odyssey). La película no solo buscó elevar el estatus de un género menor en aquel momento, la ciencia ficción, sino además narrar una audaz parábola sobre la evolución del hombre: una elipsis de 4 millones de años. Basada en un relato corto de Arthur C. Clarke, El centinela, Kubrick realizó el guion junto al autor. Con unos efectos especiales sin precedentes (diseñados por el mismo Kubrick y ejecutados y supervisados por Douglas Trumbull), y una confianza ciega en sí mismo, Kubrick realizaría finalmente una de las películas más complejas, vanguardistas y arriesgadas de la historia del cine. (la inteligencia, la soledad, la muerte, la evolución, la inmortalidad, la auto reflexión, la inteligencia artificial...) que hacen del trabajo un motivo continuo de reflexión, manteniéndola vigente hasta la actualidad. En la música descartó la banda sonora que originalmente había compuesto Alex North, usando las composiciones clásicas que empleó en la sala de edición. Entre las obras utilizadas hay compositores como Richard Strauss, Aram Jachaturián, György Ligeti. Con esta película Kubrick ganó su único Óscar a título personal (por el diseño de efectos especiales) y varios premios BAFTA, entre otros. La historia de Napoleón, proyecto en el que pensaba recrear la vida y las batallas más importantes libradas por el dirigente francés, fue un sueño largamente ansiado por Kubrick, quien desarrolló una investigación de pre-producción enorme a finales de los años sesenta, que finalmente no se concretó debido a sus descomunales costos. Sin embargo leyó centenas de libros y preparó los planos minuciosamente. Le atraían tanto su épica como su vida sexual, que fue “digna de Arthur Schnitzler”. Durante aquellos años, Kubrick recibió la novela La 6 naranja mecánica (A clockwork orange) de Anthony Burgess. Kubrick leyó el libro de un tirón y pensó en Malcolm McDowell para interpretar el papel principal. La historia narra a modo de sátira las correrías de Alex, un joven violento cuyas distracciones son la violación, la ultraviolencia y Beethoven como rezaba la promoción de la película. La naranja mecánica presenta algunas innovaciones en los aspectos técnicos como el empleo de lentes más rápidas, cámaras ligeras de mano y los micrófonos especiales. La música fue nuevamente otro elemento destacable al usar la electrónica para adecuar las melodías a las escenas por parte de la compositora Wendy Carlos, quien recrea mediante sintetizadores músicas de Beethoven, Purcell o Rossini. La película despertó en su estreno una controversia nunca antes vista en el Reino Unido para un film, en torno al contenido de la misma y sus repercusiones en los espectadores; dividió a los críticos, generó debates públicos en la prensa escrita, la televisión y la radio. A todo esto se sumó el hecho de que hubo varios delitos cometidos similares a los de la película y serias amenazas al director y su familia. Kubrick presionó a Warner Bros., su nueva distribuidora, a cancelar cualquier exhibición pública de la película en 1973 en cualquier sala del Reino Unido hasta el año 2000. La película obtuvo 7 Premios BAFTA, 2 Premios Globo de oro, 4 nominaciones a los Premios Óscar, 2 Director Guild of America, entre otros. Quizá el logro más importante que obtuvo Kubrick con esta cinta fue asegurar formalmente por parte de Warner Bros., a través de un lucrativo contrato, el control total sobre sus cintas, a nivel técnico y sobre todo ar- tístico, incluso de distribución. El éxito en taquilla del filme le permitió al director sustentar su contrato. El trabajo de preproducción que había hecho para Napoleón le ayudó a establecer las bases de su siguiente producción, Barry Lyndon. Basada en la novela victoriana de William Makepeace Thackeray de 1884 , que narra la historia de la ascensión y caída de un muchacho en la Europa del siglo XVIII, y fue protagonizada por Ryan O’Neal y Marisa Berenson en 1975. Nuevamente el extremo cuidado por el detalle de Kubrick se hace manifiesto en el proceso de la película usando libros de arte y documentos de la época para buscar localizaciones, crear objetos, coches y el vestuario que fue confeccionado usando como modelo ropa de aquel siglo, siguiendo las técnicas de costura que se emplearon originalmente y contratando a 35 sastres que trabajaron durante 6 meses. Los interiores se rodaron exclusivamente con la luz de las velas, gracias a unos objetivos especiales de la casa Carl Zeiss diseñados para la NASA. La película fue filmada en Irlanda y en Inglaterra. La música que empleó fue el resultado de la recopilación de composiciones del siglo XVIII que Kubrick consiguió pero con algo de Schubert. Precedida de gran expectación debido a sus dos títulos anteriores y su efecto en el público, la película fue recibida con críticas mixtas a mediados de los setentas, y falló en la recaudación de taquilla inicial a pesar de los 4 premios Óscar que obtuvo en 1975. Desde entonces la película ha ganado estatura dentro del legado del director por sus logros técnicos y artísticos. La novela del popular escritor de finales de los años setenta Stephen King y un 7 1986) de Oliver Stone, obtuvo buenas críticas y buena taquilla durante su exhibición. Tras esta película Kubrick comenzó a evaluar nuevos proyectos. En primer lugar, Inteligencia Artificial, la historia de un niño robot abandonado por su madre. Kubrick siempre había querido adaptar el relato de Brian W. Aldiss, pero no fue hasta que vio Parque Jurásico (1993), del director estadounidense Steven Spielberg, que supo que la tecnología necesaria para filmar la película estaba por fin a su alcance. Su amigo Spielberg lograría llevar a la pantalla esta novela en 2001 con una dedicatoria especial para Kubrick. También estaba interesado en The Aryan Papers, una película sobre dos refugiados judíos durante la persecución nazi, sin embargo, el mismo Spielberg se adelantaría con el filme La lista de Schindler (1993). La semejanza de la película de Spielberg con su propio proyecto y problemas de diversa índole le harían desistir. Finalmente Kubrick realizó Ojos bien cerrados (Eyes Wide Shut, 1999), basada en la novela de Arthur Schnitzler, que había elogiado años antes. La historia original está situada en la Viena del siglo XIX pero la película se ubica en la Nueva York de finales de siglo XX, narrando la vida una pareja de neoyorquinos de clase alta que viven aparentemente una feliz vida en común, pero que los sueños y fantasías sexuales manifestados en un momento de intimidad empiezan a desestabilizar su relación. La película contó con una pareja en la vida real de las estrellas de Hollywood de aquel momento, Tom Cruise y Nicole Kidman. La película fue filmada en Inglaterra incluso en las tomas exteriores, con sólo algunas tomas generales hechas en Nueva York. El trabajo final es género como el terror, motivaron a Kubrick a realizar su siguiente película. A partir de la novela El resplandor reescribió el guion junto a Diane Johnson, y el resultado fue una de las mejores adaptaciones cinematográficas de alguna obra de King. La película fue filmada en los estudios Elstree en Inglaterra, mientras los exteriores recrearon el Hotel Overlook en Oregon (EEUU). Kubrick hizo uso extensivo del Steadicam, un giroscopio estabilizador que permitía a la cámara desplazarse a través del espacio sin vibraciones, lo cual le permite filmar de manera efectiva por ejemplo a un niño en su triciclo a través de los corredores del hotel. La música nuevamente recae en manos de Wendy Carlos, quien modifica nuevamente a través de la electrónica música original de Berlioz, György Ligeti, Béla Bártok, Krzysztof Penderecki. La película obtuvo buena respuesta del público y taquilla, pero la crítica volvió a dividirse en torno este trabajo del director estadounidense. Tienen que transcurrir siete años hasta que aparezca su siguiente película, Nacido para matar (Full Metal Jacket, 1987), donde vuelve a tocar el tema bélico, esta vez la Guerra de Vietnam. La película tiene dos partes claramente diferenciadas: la preparación de los soldados en la base de Marines de Parris Island en Carolina del Sur, Estados Unidos y la guerra en sí, ubicada en la ciudad vietnamita de Huế. La película se rodó en Inglaterra, los exteriores recrearon la ciudad vietnamita para lo cual llevaron 66 palmeras. La música fue escrita por Abigail Mead, un alias que utilizó Vivian Kubrick, empleando un sintetizador. Para las canciones, Kubrick recurre a las listas de éxitos del periodo 1962 – 1968. A pesar de que el filme se estrenó poco después del hit Pelotón (Platoon, 8 ta, de Oscar Wilde: “La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que sigue siendo joven”. Kubrick fue uno de los directores de cine más influyentes en la historia del cine. Su influencia en el cine contemporáneo es enorme y difícil de definir en su real dimensión. No sólo por la gran cantidad de libros dedicados a su persona y a su trabajo, las compilaciones que lo sitúan entre los más importantes de la historia, así como documentales televisivos sobre su vida y ensayos publicados en diversos medios de comunicación, sino también por los logros fílmicos que alcanzó en vida y el aporte que realizó al statu quo del rol del director dentro la industria cinematográfica. Kubrick luchó y logró el tan ansiado control total sobre sus películas, con el fin de que su visión fílmica no se viera afectada más que por lo que él entendía como coherencia artística. Sin estudios formales de cine, participó en cada etapa de la producción de una cinta, aprendiendo las técnicas y el oficio, llegando a aportar innovadores procedimientos técnicos (efectos especiales, sistema de filmación, nuevas cámaras, focos, luces y lentes) y narrativos que le permitieron a la industria en general avanzar varios años. Otro apartado donde fue decisivo fue en el empleo de la banda sonora en las cintas que dirigió, anticipándose a varias tendencias, incorporando tanto la enciclopédica revisión de la música perteneciente a la época en la que se ambientaba la película de turno, así como también empleando los aportes de la electrónica cuando ésta se aplicaba mayormente en el campo experimental. Sus películas no dejaban de incorporar sus propios intereses intelectuales y la reflexiones sobre el hombre y su lucha constante con su entorno, ya un despliegue del habitual virtuosismo de Kubrick para filmar y componer, jugando intensamente con los colores y la luz, especialmente la artificial para reforzar ciertas sensaciones, llegando incluso a forzar el revelado de las cintas para darle a la imagen el aura buscada. La banda sonora fue muy variada, compuesta para la ocasión por Jocelyn Pook incluyendo en la misma trabajos de György Ligeti, Franz Liszt, Chris Isaak o Dmitri Shostakóvich. Después de casi 12 años, Kubrick volvía con una película, generando una fuerte expectación en el público, en parte por los rumores que circularon en la prensa sobre sus hábitos de vida, especialmente su misantropía, lo cual fue desmentido por el director en sendas entrevistas durante su vida. La película nuevamente generó una cierta polémica, en torno a la censura que recibió la cinta en la versión para los Estados Unidos donde digitalmente se taparon las zonas genitales a ciertos actores extras durante una orgía, por lo demás bastante pudorosa para ser tal. El film, de gran calidad narrativa, fue recibido con cierta tibieza por parte de un sector de la crítica en un inicio, y con entusiasmo por otros sectores, especialmente la crítica francesa que incluso le dio el premio a la mejor película extranjera del año. El 7 de marzo de 1999, cuatro días después de una sesión privada para su familia y actores de su último film, Kubrick murió de un ataque cardíaco mientras dormía; tenía 70 años. Su funeral se celebró el 12 de marzo en su finca inglesa, en presencia solo de amigos y familiares cercanos. Fue enterrado junto a su árbol favorito en Childwickbury Manor, Hertfordshire, Inglaterra. En su libro dedicado a Kubrick, su esposa Christiane incluyó una de las citas preferidas del cineas9 sea físico, social, psicológico o metafísico. Su observación del ser humano siempre guardaba una distancia prudente, que en vez de frialdad (como lo tachaban algunos críticos), podría más bien leerse como un verdadero interés y abierta curiosidad por entender el proceder del personaje como pieza dentro de un engranaje más complejo que lo puramente cultural. Un tema final podría ser su obsesión con los detalles y la calidad del producto. Pocos directores hicieron de esto un tema mayor: entender el fil- me como acto de aprendizaje extremo del entorno del personaje, sobre la base de una sólida investigación que llevó, junto a su perfeccionismo, a dilatar sus rodajes y aumentar el aura mítica que proyectaba en la prensa. Además, Kubrick inspiró a directores como Martin Scorsese, Steven Spielberg, James Cameron, Woody Allen, Terry Gilliam, los hermanos Coen, Ridley Scott y George A. Romero. Incluso, Orson Welles comentó: “Entre los que yo llamaría ‘la generación joven’, Kubrick me parece un gigante”. 10 El hecho de que mostrara de forma descarnada la sucia realidad de la guerra, en la que a menudo la muerte de seres humanos sirve para satisfacer ambiciones personales y ascensos en la jerarquía de mando, la convirtió en una película extremadamente incómoda. Aunque fue estrenada sin problemas en EE.UU., el film empezó a tenerlos cuando fue estrenado en Europa. Se llegó a proyectar en Bruselas, Suiza prohibió su proyección y la productora simplemente no se atrevió a presentar el film en Francia hasta 1972.En España hubo que esperar hasta octubre de 1986 para que se proyectara dentro de una retrospectiva de Kubrick. También se prohibió en Marruecos y Canadá. Stanley Kubrick declaró: “La película no transmite mensaje alguno. En ningún caso es una película que vaya en contra ni a favor del ejército. Como máximo, es una película contra la guerra, que puede llevar a los hombres a semejantes conflictos de conciencia.” Lunes 3 de octubre a las 18:00 horas La patrulla infernal (Paths of glory) EE.UU., 1957, 97 minutos. Dirección: Stanley Kubrick. Producción: James B. Harris. Guion: Stanley Kubrick, Calder Willingham, Jim Thompson sobre novela de Humprey Cobb. Música: Gerald Fried. Fotografía: Georg Krause. Protagonistas: Kirk Douglas, Ralph Meeker, Adolphe Menjou, George Mcready. El ataque suicida del Ejército francés contra las posiciones alemanas en una colina y punto estratégico de vital importancia para el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, se convierte en un fracaso estrepitoso. Para escarmentar a las tropas con un castigo ejemplar, el general Mireau (George Macready), uno de los principales responsables del ataque y de su fracaso, convoca un consejo de guerra: tres soldados elegidos al azar por sus superiores son acusados falsamente de cobardía ante el enemigo y se enfrentan a la pena de muerte por fusilamiento. La película, a pesar de su modesta recaudación, fue todo un éxito de crítica, siendo considerada aún hoy una de las mejores películas de Kubrick y un clásico intemporal antimilitar. Fue la película con la que Stanley Kubrick entró en el rango de los grandes directores que no abandonó nunca. 11 do por qué es uno de los más grandes directores de cine de todos los tiempos. La película que pasó prácticamente desapercibida en su día (a excepción de un artículo de la revista Time y una nominación de los premios Bafta). El film sin llegar a ser una obra maestra es magnífica y cuenta con muchas cosas en su favor. Las interpretaciones son excelentes con gran reparto. La fotografía es particularmente notable, precisamente la gran especialidad de Kubrick, ya que él era fotógrafo. Y luego los diálogos de Jim Thompson son mordaces, secos y brillantes. Gran película de género, aunque no al nivel de La jungla de asfalto con la cual es frecuentemente comparada, que ha tenido la suerte de que su director se convirtiera con el tiempo en uno de los más grandes. Casta de malditos pertenece a esas cintas que nunca se las ha juzgado cinematográficamente con objetividad, ni cuando se estrenó, que sufrió un ninguneo escandaloso tratándose de una estupenda película, ni con posterioridad cuando se la revisitó y descubrió por otros atraídos por la marca Kubrick. Lunes 3 de octubre a las 20:00 horas Casta de malditos (The killing) EE.UU., 1956, 86 minutos. Dirección: Stanley Kubrick. Producción: James B. Harris. Guion: Stanley Kubrick, Jim Thompson, basado en la novela de Lionel White. Música: Gerald Fried. Fotografía: Lucien Ballard. Montaje: Betty Steinberg Protagonistas: Sterling Hayden, Coleen Gray, Vince Edwards, Jay C. Flippen, Elisha Cook Jr., Marie Windsor. Después de pasar por la cárcel, Johnny Clay (Hayden) ha decidido dar el último golpe de su vida, el que le permita retirarse junto a su amada Fay. El plan es llevarse la recaudación de las carreras de caballos de un hipódromo. Después de una meticulosa selección de colaboradores, planea la estrategia del asalto con una precisión insospechada. Tratará de provocar un altercado en la sala de apuestas y matar al caballo favorito de la séptima carrera. Clay cuenta con la ayuda de Randy, un policía sobornado, George, el cajero de las apuestas, y Mike, barman del hipódromo. El atraco se desarrolla según lo previsto, pero los problemas se presentan con el reparto del botín. Tras sus dos primeras películas Fear and desire y Marcado para morir que fueron básicamente de aprendizaje, Kubrick realizó The Killing (Casta de malditos) con 28 años demostran12 gante, vengativo y pragmático. El promotor de la obra fue Kirk Douglas, que quería resarcirse del hecho de no haber protagonizado Ben-Hur. La obra está concebida desde un estricto punto de vista laico, por lo que prescinde de todo tipo de referencias cristianas. Por lo demás, la obra trasunta aires liberales diferentes de los que se derivan de concepciones que inspiran otros trabajos. El guion aporta unos diálogos fluidos y brillantes, una buena definición de caracteres y una evolución razonable de los mismos. Al comienzo la dirección estuvo a cargo de Anthony Mann durante la primera semana de rodaje, dedicada a escenas en el desierto, que se incorporan a la cinta y aparecen hacia el final. Mann fue sustituido precipitadamente por Kubrick, que deja en el film huellas inequívocas de su autoría. En varias escenas reproduce esquemas utilizados en obras anteriores. Su mano se advierte en la creación de escenas de gran lirismo, como el emotivo encuentro final entre Varinia y Espartaco. También se advierte en la utilización del sonido como factor de agudización de la tensión (escena bélica a ritmo de tambor), en el uso de travellings inversos entre otros elementos del lenguaje cinematográfico. La obra consagra a Kubrick como realizador de relieve Lunes 10 de octubre a las 18:00 horas Espartaco (Spartacus) EE.UU., 1960, 184 minutos. Dirección: Stanley Kubrick. Producción: Edward Lewis. Guion: Dalton Trumbo, basado en novela de Howard Fast. Música: Alex North. Fotografía: Russell Metty. Montaje: Robert Lawrence. Protagonistas: Kirk Douglas, Laurence Olivier, Jean Simmons, Charles Laughton, Peter Ustinov, Tony Curtis, Woody Strode, John Gavin. Años 73 y 71 AC. Espartaco (Douglas), esclavo tracio de las minas de Libia, es vendido a Léntulo Batiato (Ustinov), titular de la escuela de gladiadores de Cápua. Enamorado de Varinia (Simmons), cuando ésta es vendida al patricio Marco Licinio Craso (Olivier), encabeza una revuelta de esclavos que ansían libertad. Sus mejores amigos son Draba (Strode), gladiador etíope, y Antonino (Curtis), poeta siciliano, esclavo de Craso. Espartaco es valiente, hábil, tiene cualidades de líder y cree que todo el mundo tiene derecho a ser libre. Craso es rico, poderoso, solitario, bisexual y vanidoso. Como líder del partido patricio es senador y general. Cree que la dictadura es el mejor sistema de gobierno de Roma. Sempronio Graco (Laughton), líder del partido republicano, es enemigo de Craso, desconfía de las dictaduras y es inteligente, sutil, manipulador, intri13 internacional. Las interpretaciones son excepcionales de un reparto notable, especialmente las de Olivier, Ustinov, Simmons, Laughton y otros. Son escenas memorables las de la segunda batalla entre esclavos libres y el ejército romano, la secuencia tras la batalla, la lucha a muerte de Espartaco y Antonino (evocación de las frustraciones interiores de Craso), la lucha de Draba y Espartaco en la escuela de Cápua, el regreso de Craso al interior de las murallas de Roma convertido en amo del mundo y otras. La música, de Alex North, ofrece una partitura de resonancias épicas y dramáticas. La orquesta incorpora instrumentos antiguos romanos y no romanos, el tema de amor es sencillo y emocionante. La fotografía, de Russell Metty y Clifford Stine, en technicolor y panavisión, se apoya en perspectivas generales y de profundidad, encuadres estáticos, planos largos y emotivos travellings inversos. El film aporta una magnífica descripción de la opresión y la tiranía. Añade una pesimista visión sobre su fortaleza y perdurabilidad. Nominada a 6 Oscars, gana 4: actor de reparto (Peter Ustinov), dirección artística, fotografía y vestuario. Habrá un intermedio de 10 minutos. Lunes 17 de octubre a las 18:00 y a las 20:30 horas Lolita, EE.UU./Reino Unido, 1962, 152 minutos. Dirección: Stanley Kubrick. Producción: James B. Harris. Guion: Vladimir Nabokov basado en su novela. Música: Nelson Riddle. Fotografía: Oswald Morris. Montaje: Anthony Harvey. Protagonistas: James Mason, Shelley Winters, Sue Lyon, Peter Sellers. Una obra polémica que narra la pulsión sexual entre una niña y un adulto. Es el retrato de una gran obsesión, el amor como degradación moral, adaptada por el propio escritor, una película de una profunda perversión y misoginia. Nacida entre rumores de escándalo, no cabe duda que Lolita fue uno de los acontecimientos literarios del pasado siglo. Se entiende, por la presión de la época, el aligeramiento por Nabokov y Kubrick de la carga erótica y transgresora que alienta en la turbadora novela. La vida itinerante del profesor de literatura francesa Humbert Humbert (un James Mason notable), que padece sus obsesiones sexuales mientras recorre los EE.UU., de una a otra universidad, viviendo en habitaciones alquiladas. La viuda que acoge a Humbert, Charlotte Haze (Shelley Winters), siente celos ante el crecimiento de su hija Lolita (Sue Lyon), y ve en el profesor 14 una ocasión única para recomponer su soledad y su deteriorada vida sexual, sublimada en acontecimientos sociales provincianos y visitas de famosos como el dramaturgo Quilty, un impagable Peter Sellers, que exagera con destreza e introduce sin desentonar calidad de farsa en la tragedia y se prepara en su papel múltiple para el siguiente filme de Kubrick, Dr. Insolito. Lolita está firmemente apoyada sobre los actores que dirige magistralmente Kubrick, la presencia de James Mason con su enfermizo amor, ayuda a aumentar la intensidad de cada secuencia. Desde sus morbosos títulos de crédito, Kubrick nos anuncia el devenir de los acontecimientos, una película que insinúa mucho más de lo que muestra, el recurso de la voz en off en su estructura narrativa, el flash back y su aspecto iconográfico que nos atrapa desde el principio, al punto que “lolitas” ha pasado a ser el nombre genérico con que se alude a las niñas sugerentes. Cine inteligente, vigoroso y arriesgado, ejercicio de puesta en escena seductora que nos muestra al Kubrick en plena posesión de su talento. La película fue candidata al Oscar al mejor guion adaptado. En 1997 se rodó otra versión de la novela dirigida por Adrian Lyne, con las actuaciones de Jeremy Irons y Melanie Griffith. Lunes 24 de octubre a las 18:00 y a las 20:00 horas Doctor Insólito (Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb) EE.UU./Reino Unido, 1964, 93 minutos. Dirección y producción: Stanley Kubrick. Diseño de producción: Ken Adam. Guion: Stanley Kubrick, Peter George, Terry Southern, basado en novela de Peter George. Música: Laurie Johnson. Fotografía: Gilbert Taylor. Montaje: Anthony Harvey. Protagonistas: Peter Sellers, George C. Scott, Sterling Hayden, Keenan Wynn, Slim Pickens, James Earl Jones. Convencido de que los comunistas están contaminando los Estados Unidos, un general ordena, en un acceso de locura, un ataque aéreo nuclear sorpresa contra la Unión Soviética. Su ayudante, el capitán Mandrake, trata de encontrar la fórmula para impedir el bombardeo. Por su parte, el Presidente de los EE.UU. se pone en contacto con Moscú para convencer al gobierno soviético de que el ataque no es más que un estúpido error. Mientras tanto, el asesor del Presidente, un antiguo científico nazi, el Dr. Strangelove, confirma la existencia de la Máquina del Juicio Final, un dispositivo de represalia soviético capaz de acabar con la humanidad para siempre. La más demoledora sátira sobre la guerra fría y el peligro 15 atómico de la historia del cine. El genio creador de Kubrick desborda en cada secuencia y alterna farsa y drama, crítica ácida y apabullante dominio técnico para relatar esta delirante odisea. La puesta en escena resulta un prodigio de imaginación visual, redondea una obra maestra absoluta, divertida y angustiosa a partes iguales. La mítica sala de guerra, el disparatado consejo de guerra en ella celebrado, los intentos del capitán Mandrake por evitar la catástrofe frente a la loca tozudez de un fanático anticomunista como el personaje interpretado por Sterling Hayden y el discurso de éste a Mandrake sobre la esencia de la vida, así como sobre todo la maravillosa construcción del personaje que da título a la película, Dr. Strangelove, y que Sellers diseña con gran libertad son ingredientes justos y necesarios para catalogar a esta obra de Kubrick como una obra maestra del humor satírico de la historia del cine. Premios 1964: 4 nominaciones al Oscar: Mejor película, director, actor (Peter Sellers), guión. 1964: Premios BAFTA: Mejor película, Film británico y Dirección artística (B&W). 6 nominaciones. 1964: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor Director. Lunes 31 de octubre a las 18:00 y a las 20:30 horas 2001, Odisea del espacio (2001- A Space Odyssey) EE.UU./ Reino Unido, 1968, 143 minutos. Dirección y producción: Stanley Kubrick. Dirección artística: John Hoesli. Diseño de producción: Ernest Archer, Harry Lange, Anthony Masters. Guion: Stanley Kubrick, Arthur C. Clarke basado en su novela. Música: Richard Strauss, Johann Strauss Jr., Aram Khachaturian, György Ligeti. Fotografía: Geoffrey Unsworth. Montaje: Ray Lovejoy. Efectos especiales: Stanley Kubrick (diseño), Douglas Trumbull (dirección), Wally Veevers (supervisión). Protagonistas: Keir Dullea, Gary Lockwood, William Sylvester, Daniel Richter. 2001: Odisea del espacio es una película de culto del género ciencia ficción dirigida por Stanley Kubrick y estrenada en 1968 que marcó un hito por su estilo de comunicación visual, sus revolucionarios efectos especiales, su realismo científico y sus proyecciones vanguardistas. Su trama se centra en un equipo de astronautas, que trata de seguir las señales acústicas emitidas por un extraño monolito hallado en la Luna y que parece ser obra de una civilización extraterrestre. Es una película de ciencia ficción transversal, que aborda temas como la evolución humana, la tecnología, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre. 16 Se caracteriza por un notable realismo científico, por sus revolucionarios efectos especiales, por algunas de sus ambiguas y surrealistas imágenes. En rigor lo único “surrealista” puede encontrarse en las escenas finales cuando Dave Bowman aparece en una sala estilo Luis XVI con cierto estilo Dalí y cuando se le observa como un feto cósmico quizás observando a su planeta natal: la (madre) Tierra. Es un rasgo peculiar el uso del sonido en lugar de las tradicionales técnicas narrativas. El uso del diálogo es mínimo. La banda sonora incluye música de Richard Strauss (la introducción de Así habló Zaratustra), Johann Strauss hijo y György Ligeti que acompañan las imágenes del espacio. La dirección y diseño de los efectos visuales fueron obra de Kubrick, y supervisados por Wally Veevers. Aunque a su estreno recibió críticas polarizadas, en la actualidad es una de las películas más aclamadas de la cinematografía estadounidense y mundial, y sus avanzados efectos especiales lo hicieron acreedor de un premio Óscar en dicha categoría. En 1991 fue anexada en el Registro Nacional de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos debido a su “significancia cultural o histórica” en la vida estadounidense. Forma parte además del AFI’s 10 Top 10 en la categoría “Ciencia ficción”. Lunes 7 de noviembre a las 18:00 y a las 20:30 horas La naranja mecánica (A clockwork orange) Reino Unido, 1971, 136 minutos. Dirección y producción: Stanley Kubrick. Guion: Stanley Kubrick, basado en novela de Anthony Burgess. Música: Wendy Carlos, Erika Eigen. Fotografía: John Alcott. Montaje: Bill Butler. Protagonistas: Malcolm McDowell, Patrick Magee, Adrienne Corri, Michael Bates. Gran Bretaña, en un futuro indeterminado. Alex (Malcolm McDowell) es un joven muy agresivo que tiene dos pasiones: la violencia desaforada y Beethoven. Es el jefe de la banda de los drugos, que dan rienda suelta a sus instintos más salvajes apaleando, violando y aterrorizando a la población. Cuando esa escalada de terror llega hasta el asesinato, Alex es detenido y, en prisión, se someterá voluntariamente a una innovadora experiencia de reeducación que pretende anular drásticamente cualquier atisbo de conducta antisocial. Un maravilloso primerísimo primer plano de Malcolm McDowell, que nos mira insolente abre esta película, mientras su voz, que cabalga entre la malicia y la inocencia nos acompañará a lo largo de la película acercándonos a su personaje, nos presenta a los protagonistas de esta odisea donde la violación, la ultravio- 17 lencia y Beethoven tendrán su espacio. Porque La naranja mecánica no sólo se ve, también se escucha, uno y otro código harán de la visión de esta obra una experiencia única. La película, con una estructura circular que tanto gustaba al autor, tiene dos partes bien diferenciadas: Por un lado, todas las fechorías de Alex y sus drugos, que nos será mostrada con todo lujo de detalles y una estética muy particular, enseñándonos también el contexto de estos personajes (la familia de Alex, apuntes sobre la sociedad en la que se mueven, el barrio donde viven, etc); por otro, las fechorías de un Estado (dentro de su civilización igual de violento que Alex) que a fuerza de garantizar la seguridad limita la libertad. La visión de Kubrick es pesimista (el final no puede ser más desolador), por lo que La naranja mecánica siendo una fábula la tenemos que ver finalmente como una advertencia. La actuación de Malcolm McDowell es sobresaliente y estremecedora, la secuencia cantando Singin’in the rain es un aporte suyo, él es La naranja mecánica. Una obra maestra más dentro de la filmografía de un maestro singular. Lunes 14 de noviembre a las 18:00 horas Barry Lyndon, Reino Unido, 1975, 187 minutos. Dirección: Stanley Kubrick. Producción: Jan Harlan, Stanley Kubrick, Bernard Williams. Guion: Stanley Kubrick basado en la novela de William Makepeace Thackeray. Música: Leonard Rosenman, Georg Friedrich Händel, The Chieftains. Fotografía: John Alcott. Montaje: Tony Lawson. Narrador: Michael Hordern. Protagonistas: Ryan O’Neal, Marisa Berenson, Patrick Magee, Hardy Krüger, Steven Berkoff. La película cuenta las peripecias del aventurero irlandés Barry Lyndon (Ryan O’Neal) y su ascensión y caída en la sociedad inglesa. La historia comienza en Irlanda en el siglo XVIII. El joven Redmond Barry se enamora de su provocadora prima Nora Brady y se bate en duelo por su amor aparentemente matando a su prometido el rico capitán inglés Quin. Barry huye, se enrola en el ejército inglés y vive muchas aventuras. Barry viaja por Europa como soldado, agente secreto al servicio de Prusia y finalmente como jugador profesional, buscando fortuna. Seduce y se casa con una rica viuda, Lady Lyndon (Marisa Berenson), a la que no ama. Barry es indiferente a ella y a su hijo, Lord Bullingdon, quien sabe que Barry es simplemente un oportunista. Barry se 18 convierte en un hombre cínico y un marido egoísta. Rodada enteramente en decorados de época y con luz natural (con velas en las escenas nocturnas o de interior), mediante objetivos de cámara muy luminosos y mediante el tratamiento especial del negativo, esta película presenta una fotografía excepcional, auténtica proeza técnica que le confiere una estética en el tono de la historia y las pinturas de la época. El espectador se encuentra dentro de la intimidad de los personajes, tal y como pretendía Kubrick, que quería realizar casi un documental que se desarrollara durante el siglo XVIII. Esta estética particular está magníficamente apoyada por la banda sonora, con piezas clásicas de Händel, Federico II el Grande, Paisello, un trío de Schubert o de Bach; y del folklore irlandés (The Chieftains). Kubrick no quiere que lo interesante sea el arribista de espíritu limitado sino el universo que cruzará en su indecorosa ascensión y lastimosa caída: los países europeos, sus correspondientes sociedades, sus cortes y guerras, sus códigos y tabúes, sus palacios, posadas, vestimentas y carruajes, todo lo que como una amplia totalidad el cineasta recrea con delicadeza y refinamiento de insólita profundidad. Kubrick gana nuevos territorios para el cine donde quiere mantener la atención emocionada del espectador, no sólo en la trayectoria lineal de Barry: en la unidad cinematográfica con que se integran música, fotografía y narración, tan completamente como en pocas obras. La película es una bellísima esfera, de muy coherente estilo, y la vida de Barry Lyndon es sólo una de las infinitas líneas que contiene. La película ganó cuatro premios Óscar a la Mejor Dirección Artística, Mejor Fotografía, Mejor Vestuario y Mejor Banda Sonora, y fue nominada también a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guion Adaptado. Además Kubrick ganó el premio de la Academia Británica de Cine y Televisión (BAFTA) a la Mejor Dirección y John Alcott ganó el de Mejor Fotografía, y el film fue nominado a Mejor Película, Mejor Dirección Artística y Mejor Vestuario. En numerosas encuestas, se la considera una de las mejores películas jamás rodada. Habrá un intermedio de 10 minutos. 19 Kubrick se propuso rodar todas las secuencias con luz abundante, evitando los escenarios oscuros y lúgubres habituales, pensaba que el terror se trasmite mejor a través de referencias bien iluminadas y claramente visibles. Deseaba construir una historia ambigua y en parte confusa, porque el terror emerge con mayor fuerza de la duda. Rechazaba construir una historia que se pueda explicar de modo plenamente racional. Será el espectador quien ha de interpretar muchos de los aspectos que tendrá ante sus ojos. La banda sonora, de Wendy Carlos y Rachel Elkind, compone una partitura de sonidos estridentes, inquietantes y perturbadores, que combina con cortes de música culta tomados de Ligeti, Bela Bartok, Penderecki. La fotografía, de John Alcott rueda espléndidos planos aéreos, el hotel sitiado por la tormenta y la nieve y del interior del hotel. Crea imágenes magníficas como las del rostro de espanto de Wendy, la mirada enloquecida de Jack a través de la puerta y otras imágenes que el tiempo ha convertido en figuras representativas del autor y del cine. Son sobresalientes los movimientos de cámara con steadycam en los pasillos del hotel acompañando al niño y los travellings nocturnos de persecución en el interior del Lunes 21 de noviembre a las 18:00 horas El resplandor (The shining) EE.UU., 1980, 143 minutos. Dirección y Producción: Stanley Kubrick. Guion: Stanley Kubrick, Diane Johnson, basado en novela de Stephen King. Música: Wendy Carlos, Rachel Elkind. Fotografía: John Alcott. Montaje: Ray Lovejoy. Protagonistas: Jack Nicholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crothers, Barry Nelson. La película relata la historia de Jack Torrance, un escritor ex alcohólico, que acepta un puesto como vigilante de invierno en un solitario hotel de alta montaña al que se traslada con su familia para ocuparse del mantenimiento. Una vez allí, empieza a sufrir inquietantes trastornos de personalidad. Paulatinamente, debido a la incomunicación, al insomnio, a sus propios fantasmas interiores y, tal vez, a la influencia maléfica del lugar, se verá inmerso en una espiral de violencia contra su mujer y su hijo, que a su vez parecen víctimas de espantosos fenómenos sobrenaturales. El relato de Stephen King fue trasladado a la pantalla con una narración inquietante, por momentos angustiosa. El poder de la imagen del maestro neoyorquino consiguió, además de una atmósfera opresiva, algunas de las escenas más impactantes del cine de terror de las últimas décadas. 20 do un talento sin igual, vuelve a proponer otra visión descorazonadora e implacable en su reflexión sobre el ser humano, entregando un feroz alegato contra la alienación del hombre como soldado y la sinrazón de la guerra. Un film magistral despertador de conciencias. La originalidad de Kubrick es retratar un Vietnam no visto en las anteriores películas que trataron este conflicto: la jungla urbana. Al Vietnam nocturno de Apocalyse now, el maestro lo cubre de luz, una luz cruda y tan descarnada como la guerra, que, para el autor, es el caos, pero no el espectáculo. De hecho, se sirve de un único personaje (una vietcong) para ilustrar las fuerzas que se desatan y que, pese al final de la película, no terminan de apaciguarse pues siguen en nuestro corazón llevándonos hacia un callejón sin salida. laberinto. Su estreno fue acogido con frialdad por la crítica, luego El resplandor ha ido ganando adeptos con el tiempo hasta convertirse en una película de culto, e incluso ha llegado a ser considerada una de las mejores películas de la historia del cine. Obra emblemática del cine de terror de los 80. Lunes 21 de noviembre a las 20:30 horas Nacido para matar (Full metal jacket) EE.UU./Reino Unido, 1987, 111 minutos. Dirección y Producción: Stanley Kubrick. Guion: Stanley Kubrick, Michael Herr, Gustav Hasford basado en su novela. Música: Vivian Kubrick. Fotografía: Douglas Milsome. Montaje: Martin Hunter. Protagonistas: Matthew Modine, Adam Baldwin, Vincent D’Onofrio, R. Lee Ermey, Dorian Harewood, Arliss Howard. Si La patrulla infernal era una película antimilitar, Nacido para matar propone un doble mensaje por antimilitar y antibélica. Dividida en dos partes, la primera -excelente- retrata el durísimo entrenamiento de los reclutas (una escuela infernal donde se reduce la voluntad individual a su mínima expresión). La segunda parte -más convencional pero igual de demoledora- se ocupa de la lucha en el campo de batalla durante la guerra en Vietnam. Kubrick, de nuevo desplegan21 de los colores primarios. Todo tiene significado, todo tiene sentido, pero es un sentido tan íntimo como el que cada uno le quiera dar. Pues para eso hacía películas Kubrick. Para liberar sus fantasmas internos y dejar esa sensación de extrañeza en los espectadores, la misma que nos deja esta maravillosa cinta posiblemente más que ninguna otra. Para Kubrick fue la mejor que hizo, y aunque a muchos les cueste afirmarlo, desde luego habrán de reconocer que sí se trata de la más madura y posiblemente personal de todas sus obras. Todo en ella es retrato de lo que somos, o de aquello que al menos una vez hemos deseado ser. Una obra psicoanalítica demoledora e inolvidable, de una clase y estilo que representa un colofón impecable para el final del siglo XX, siglo cinematográfico por excelencia, cerrando la carrera de un cineasta único y por momentos genial. Diseño: Comunicación Institucional Sodre Lunes 28 de noviembre a las 18:00 y a las 20:30 horas Ojos bien cerrados (Eyes wide shut) EE.UU., 1999, 159 minutos. Dirección: Stanley Kubrick. Producción: Brian W. Cook, Jan Harlan, Stanley Kubrick. Guion: Stanley Kubrick, Frederic Raphael, basado en novella de Arthur Schnitzler. Música: Jocelyn Pook. Fotografía: Larry Smith. Montaje: Nigel Galt. Protagonistas: Tom Cruise, Nicole Kidman, Sydney Pollack, Marie Richardson, Rade Sherbedgia, Alan Cumming, Leelee Sobieski. William Harford (Tom Cruise) es un respetable médico neoyorquino cuya vida parece ir muy bien: está casado con una preciosa mujer (Nicole Kidman), tiene una hija y hace un trabajo que le gusta. Pero, al día siguiente de asistir a una fiesta, su esposa Alice le habla de unas fantasías eróticas y de cómo estuvo a punto de dejarlo por un desconocido. Abrumado por esta confesión, acaba entrando en un local, donde un antiguo compañero le habla de una congregación secreta dedicada al hedonismo y al placer sin límites. A partir de entonces un mundo dominado por el sexo y el erotismo se abre ante él. Todo este drama interno, psicológico, proyectado en la escasa acción de la película, es retratado por Kubrick a base de movimientos lentos de cámara y del uso magistral que hace 22 Temporada de Cine Arte del Sodre 2016 Stanley Kubrick Lunes de octubre y noviembre, Auditorio Nelly Goitiño, 18 de julio 930 n 3 de octubre, 18:00 horas n 7 de noviembre, 18:00 y 20:30 hs n 3 de octubre, 20:00 horas n 14 de noviembre, 18:00 horas La patrulla infernal con Kirk Douglas Casta de malditos con Sterling Hayden n 10 de octubre, 18:00 horas Espartaco con Kirk Douglas, Jean Simmons, Laurence Olivier n 17 de octubre, 18:00 y 20:30 hs Lolita con James Mason, Shelley Winters, Peter Sellers n 24 de octubre, 18:00 y 20:00 hs Doctor Insólito con Peter Sellers, George C. Scott n 31 de octubre, 18:00 y 20:30 hs 2001, Odisea del espacio con Keir Dullea La naranja mecánica con Malcom Mc Dowell Barry Lyndon con Ryan O’Neal, Marisa Berenson n 21 de noviembre, 18:00 horas El resplandor con Jack Nicholson n 21 de noviembre, 20:30 horas Nacido para matar con Matthew Modine n 28 de noviembre, 18:00 y 20:30 horas Ojos bien cerrados con Tom Cruise, Nicole Kidman