TEMA: “EL PRINCIPIO DE LA MULTIPLICACION”. TEXTO: Lucas 9:12-17 FECHA: 01 de abril de 2012 Este es el único milagro de Jesús que nos cuentan los cuatro evangelistas (cp. Mateo 14:13ss; Marcos 6:30ss, y Juan 6:1 ss). Lectura Bíblica: “Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto. Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud. Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta. Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos. Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos”. (VRV) INTRODUCCION: 1. 2. El ser humano de una manera u otra busca el multiplicar sus finanzas. El que busque como multiplicar sus finanzas no tiene nada de malo. Dios es especialistas en la multiplicación de lo poco, cualquiera que sea el campo. abc- El multiplicó el aceite y la harina para una pobre viuda y su hijo. El multiplicó el aceite de la viuda de Sunem. Y en Galilea, en un par de ocasiones, él multiplicó el pan y los peces. 3. Sin lugar a dudas, Dios es el maestro de la multiplicación. En el capítulo 9 de San Lucas encontramos la narración de una de esas multiplicaciones milagrosas ___ la alimentación de los cinco mil. Consideremos el mensaje de este día bajo los siguientes aspectos: 1 I- A- 1. 2. El tercer principio que debemos comprender para tener una vida llena de bendiciones es: “EL DE LA MULTIPLICACION”. Una pequeña narración del milagro, según el contexto leído. El tiempo había avanzado, y la predicación parecía que no terminaría luego. Habían no menos de 20.000 personas escuchando al Señor Jesús. Los discípulos se habían comenzado a preocupar, y le pidieron al Señor que despachara a los asistentes a la reunión. a- El Señor les pide que ellos les den de comer. b- Objetan que doscientos denarios de pan no serían suficientes para darles de comer. B- Jesús les pide que los agrupen. Jesús tomó la provisión que le entregaron, vió hacia el cielo, y la bendijo. Dos asuntos claves para la Multiplicación. Después de bendecir la comida, Jesús la partió y la entregó a sus discípulos. Los discípulos bien pudieron objetar el acto; sin embargo, procedieron en obediencia repartiendo el alimento a la multitud. 1. El primer principio es: Algo debe ser bendecido, antes que pueda ser multiplicado. a- Cuando damos al Señor lo primero de nuestras ganancias, el diezmo, el resto es bendecido. Escuche lo que escribió San Pablo en Romanos 11:16 “Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas”. b- Al Señor es ha quien le consagramos nuestros diezmos, y es el único que tiene el poder de bendecirlo para que su multiplique. Este es el primer principio de la multiplicación. 2. El segundo principio de la multiplicación es el siguiente: “SOLO LO QUE SE DA SE PUEDE MULTIPLICAR”. a- El ejemplo que estamos explorando, los discípulos tenían el pan y los pescados. b- La comida fue puesta en las manos del Señor, quien la bendijo. Tenía el potencial para ser multiplicada. Si ellos se la hubieran comido, habrían permanecido como cinco panes y dos peces. Nunca se hubiera multiplicado. 2 En lugar de tener el estómago lleno y doce canastas que sobraron, sólo hubieran podido darle una pequeñas mordidas a los panes y peces. Sólo lo que se DA se puede multiplicar. b- Algunos nos hemos preguntado, ¿Pero que no es el diezmo una forma de dar? Existe una diferencia entre el diezmo y dar. Dar el diezmo, es regresar a Dios lo que El ha dicho que es Suyo. Dar al Señor nuestros primeros frutos, o nuestro primer diez por ciento a través de la iglesia local, es lo que causa que lo que es verdaderamente “nuestro” sea bendecido. Usted no puede dar lo que no es suyo. Los primeros frutos son del Señor. El resto es suyo para que lo conserve o lo de cómo desee. Es de esta “cuenta” de donde usted da lo que en la Biblia se conoce como ofrendas. c- Realmente, dar el diezmo no es dar. Es devolver. Es regresar lo que el Señor dice que ya es suyo. Por lo tanto, el segundo principio de la multiplicación es que las finanzas en exceso del diezmo se deben compartir, a fin de que sean multiplicadas. C1. Ahora consideremos el Poder de las Ofrendas. En el capítulo 25 de San Mateo, Jesús nos narra una historia de tres administradores. a- A un administrador se le confiaron cinco talentos. Cuando llegó la hora de hacer cuentas, él le devolvió al Señor diez talentos y el Señor le dijo: “Bien hecho, administrador bueno y fiel”. b- Había otro administrador al que le encomendaron dos talentos. De igual manera, él le devolvió al Señor más de lo que le había entregado. c- Había un tercer administrador a quien le habían encomendado un talento. Ese le dijo: “Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas”. (v. 24-25) (TLA) El solo le devolvió al Señor lo que ya era Suyo. “El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente, ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses”. (v. 26-27) (TLA) No se está sugiriendo que alguien que da solo el diezmo es “flojo y malo”. Sino que hay un principio de una administración fiel que enseña que le debemos dar a Dios más que solo el diezmo, porque dar el diezmo sólo es regresarle a Dios lo que es Suyo. Si actualmente usted no da el diezmo, ciertamente es con esto con lo que debe comenzar. Dando el diezmo es como removemos la maldición. 3 D- 1. En Malaquías 3:10 vemos que Dios menciona las ofrendas, aparte del diezmo. El dice: ”Diezmos y ofrendas”. Los diezmos y las ofrendas: a- Son lo que remueven la “maldición”. b- Son los que traen bendiciones. c- Son los que rechazan al devorador. Conclusión: 1. Dios quiere bendecir y multiplicar nuestras finanzas ___ tal como bendijo y multiplicó los dos peces y los cinco panes. 2. Dios puede hacer que nuestras finanzas crezcan más de lo que nosotros podríamos lograr a través de nuestras propias fuerzas o capacidades. 3. Dios quiere bendecir y multiplicar sus finanzas, pero es vital que comprenda que nunca las verá multiplicarse a menos que atienda estos dos principios. a- Primero: Le damos al Señor para que bendiga nuestras finanzas. b- Segundo: Damos más que sólo el diezmo, porque sólo lo que se comparte puede ser multiplicado. Estos dos principios son tan válidos, como en la antigua Galilea. 1. El priemr principio es: Que antes de que su dinero se pueda multiplicar, debe ser bendecido. En otras palabras, primero debe ser entregado al Señor. 2. El segundo principio de la multiplicación es el siguiente: “SOLO LO QUE SE DA SE PUEDE MULTIPLICAR”. Que Dios les bendiga, Hermano Orlando Este sermón está basado en el libro “Una vida llena de bendiciones” Escrito por el pastor Robert Morris 4