40 LATERCERA Jueves 8 de septiembre de 2016 ILUSTRACIÓN: ABEL ELIZONDO Sociedad Cultura RR La novela gráfica está protagonizada por Pedro, un niño de 9 años de Quilpúe. [LANZAMIENTO] Con la venia del cineasta fallecido en 2011, el dibujante Abel Elizondo convirtió dos de sus cuentos inéditos en una novela gráfica dedicada a los niños y que se presenta mañana en Balmaceda Arte Joven. Por Denisse Espinoza El imaginario de Raúl Ruiz aterriza en formato cómic A principios de 2011 y durante dos meses, todos los jueves a las 11 de la mañana el director Raúl Ruiz y el dibujante Abel Elizondo se juntaron a conversar acompañados de una taza de té. Aquejado de un cáncer hepático, a Ruiz le quedaban pocos meses de vida -falleció el 11 de agosto de ese mismo año-; sin embargo, el director de Tres tristes tigres seguía trabajando afanosamente. Su proyecto más inmediato era La noche de enfrente, que terminó siendo su última película, estrenada póstumamente. En el camino quedaron Las líneas de Wellington y El niño que enloqueció de amor, además de quién sabe cuántos otros proyectos en los que Ruiz se embarcaba con entusiasmo. Uno de ellos fue el que Elizondo le propuso al cineasta ese año: convertir alguna de sus historias en novela gráfica. “En el 2010 viendo La Recta Provincia, me di cuenta de las semejanzas que existían entre el lenguaje de Ruiz y lo que estábamos haciendo LA FICHA Lo mejor del día [RAUL RUIZ/ ABEL ELIZONDO] Disponible en librerías a $ 20.000 y en www.dibujame.cl a $15.000. junto a Enrique Videla en el cómic Martín Warp”, recuerda Elizondo. “Las historias corales, el relato en espiral y la forma en que Ruiz cuestionaba la manera de contar del cine norteamericano nos decía que algún referente tenía del mundo del cómic y no nos equivocábamos”, agrega, quien trabajó en novelas gráficas como Mortis, Rokunga, Heredia y Los hombres que daban de beber a mariposas, junto a la compañía Teatro Cinema. Ruiz aceptó la propuesta, pero de inmediato descartó trabajar en torno a una de sus películas. Quería algo original. “Me contó que quiso incursionar en la literatura infantil y me mostró unos cuentos inéditos que él pensaba que podían ser importantes para una nueva generación”, cuenta el dibujante, quien se puso manos a la obra. Tras cinco años, el resultado es Lo mejor del día, una novela gráfica de 51 páginas que toma como referentes las lecturas de infancia de Ruiz y que se presenta mañana a las 19.30 horas en Balmaceda Arte Joven, donde además se exhiben 22 páginas originales, todas dibujadas y coloreadas a mano, sin intervención digital. “El creció leyendo las historietas de los años 50; me mostró su colección de El Peneca y también números de Terry y los piratas, otro cómic que leía de niño. Me propuse tomar como referencia ese estilo, inspirarme en artistas como Coré y darle a la novela un aire vintage”, explica Elizondo. Lo mejor del día consta de los re- RR Una de las ilustraciones de Elizondo para Lo mejor del dia. latos Sinfonía de la luz y Un aviador de nueve años y ambos tienen a Pedro, un niño de Quilpué, de protagonista. En el primero, el curioso chico deberá enfrentar a sus padres por haberse sacado una pésima nota en matemáticas, al mismo tiempo que se encuentra con el fantasma de Beethoven deambulando por las calles, a quien le mostrará las maravillas del mundo moderno: el automóvil, los aviones y las pilas. En la segunda historia se cuenta cómo Pedro llegó a ser un reconocido aviador, desde que de niño se subiera a un planeador para recuperar un cordero que le habían robado. Así, visita distintos lugares desde Quillota a Santiago, con el Templo Votivo de Maipú y el Club de la Unión de fondo; un pueblo perdido del norte al estilo de Humberstone, hasta llegar incluso a la Ciudad de los Césares. “Son historias simples, pero reflejan de alguna forma todo el universo de Ruiz. En sus historias siempre aparecen fantasmas y muertos para decirnos que es posible conectarnos con otros niveles de realidad. También está el tema de los saltos temporales de una escena a otra, el mar y el viento como símbolo onírico, el tema del azar y del lenguaje intrincado del chileno, que siempre obsesionó a Ruiz, todo eso está presente en el cómic”, dice Elizondo, quien ahora trabaja junto a los dramaturgos Luis Barrales y Rodrigo Bazaes en una novela gráfica sobre las etnias originarias de Chile. Poco antes de morir, el director de Diálogo de exiliados pudo ver parte del trabajo del dibujante y le dio su aprobación. “El vio todo el primer cuento terminado y le gustó mucho, al punto de que en la película La noche de enfrente, que él estaba haciendo en ese momento, incorporó escenas del cómic, como la caravana de evangélicos que cantan y los niños que hablan con Beethoven”, cuenta el dibujante. “Mi esfuerzo fue que el resultado de la novela tuviera un nivel europeo y creo que acerté. Después de la muerte de Ruiz me acerqué a su viuda, Valeria Sarmiento, y le llevé el original, y ella pudo ver de qué trata lo que veníamos haciendo y me confirmó que Ruiz estaba contento. Escuchar eso fue lo que necesitaba”, remata.b