historia de inmigrantes

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HISTORIA DE INMIGRANTES
Escuelas Centenarias
Creada a principios del siglo XIX, la Escuela Nº16 de Quilmes fue un servicio
educativo para aborígenes llegados del norte del país, para inmigrantes de origen
italiano y para los hijos de los obreros de una industria en ese entonces pionera
como la cervecera.
La Escuela Nº16 “Granaderos de San Martín” de Quilmes, que hoy cuenta con 103
años, fue fundada el 19 de julio de 1904, durante la gestión del Director General de
Escuelas, Ing. Manuel B. Bahía, para dar respuesta al imparable crecimiento de la
población, que buscaba en esa zona con potencialidades para la agricultura, un lugar para
cosechar un destino más próspero.
Allí recalaron aborígenes del norte pero también inmigrantes italianos y obreros
que se empleaban en la industria cervecera. Las familias se instalaban buscando un futuro
mejor, pero se veían obligadas a enviar a sus hijos a escuelas alejadas. Precisamente esa
necesidad de un establecimiento educativo, sumado al progreso de la zona gracias al
ferrocarril y el tranvía fueron dos motivos que llevaron a la fundación de la Escuela Nº16, que
en sus comienzos funcionaba en una casa antigua en la misma esquina que hoy ocupa:
Rodolfo López y Bernardo de Irigoyen. En aquel entonces las escuelas eran habilitadas
en casas particulares alquiladas y en galpones o depósitos.
El establecimiento nació durante la presidencia del Dr. José Figueroa Alcorta,
en cuyo mandato el país aumentó el intercambio comercial con el extranjero, extendió
el área de los cultivos y los ferrocarriles prolongaron sus rieles, permitiendo el traslado
de los productos a distintos lugares del país. Fue el período de La Argentina
Agroexportadora, caracterizada por una buena predisposición para recibir inmigrantes
debido a la escasez de mano de obra nativa.
La escuela está ubicada en el barrio de “La Colonia”, antiguamente llamado “La
Colonia de Valerga”, por ser la familia de ese apellido una de las más antiguas y
prominentes de la zona, un sitio de quintas donde se cultivaban productos de huerta y
granja, así como plantaciones frutícolas que abastecían el centro urbano.
A comienzos de siglo se afincaron en ese lugar numerosas familias genovesas
provenientes de La Boca, a las que siguieron otras recién llegadas al país de orígenes
piamontés y calabrés. Después de las décadas 20 y 30 arribaron otras procedentes de la
Península Ibérica.
El tranvía 22, que llegaba de la Capital, inyectó gran progreso a la zona y determinó
que se abrieran nuevas calles después de los fraccionamientos de las chacras. El afán
progresista de las familias establecidas determinó que el barrio experimentara, después de
los años 40 y 50, un crecimiento vertiginoso, favorecido por las grandes industrias
asentadas en torno al Partido de Quilmes.
Sueños y proyectos
Esta institución escolar centenaria siempre se caracterizó por relacionar el
momento histórico con la tarea pedagógica, y por eso se destacan proyectos vinculados
con la realidad que vivía no sólo la Provincia de Buenos Aires, sino con situaciones que
atravesaba la Argentina.
Una de las primeras iniciativas data de 1983 y coincide con la apertura de la
democracia y de las Asambleas de aulas. Fue la de pintar durante “Jornadas solidarias”
cada ambiente según la decisión del grupo que lo ocupaba, al igual que el frente de calle.
En 1991 se realizó el “Primer Concurso de poemas breves", abierto a la
comunidad, que contó con un jurado calificado y cuyos objetivos fueron estimular en los
alumnos el desarrollo de su sensibilidad estética, promover el respeto por las
producciones de los otros y profundizar el momento histórico que se vivía.
En 1993, el ingreso al establecimiento de tres hermanitos cuyos padres habían
fallecido luego de padecer SIDA, llevó a realizar una campaña de prevención de la
enfermedad. En cada aula el tema se trabajó en profundidad y se organizaron charlas
comunitarias destinadas a padres y alumnos, a cargo de un Infectólogo y de una
psicóloga social, promoviendo la concientización e integración.
En 1994, ante un nuevo aniversario de la fundación de Quilmes, la escuela utilizó
el festejo como eje pedagógico y vertebrador durante todo el año. Además, en ese
contexto, se inauguró la Biblioteca Escolar.
En la actualidad el establecimiento cuenta con 18 secciones repartidas en dos
turnos, con profesores de Educación Física, Inglés, Artística y gabinete de Orientación
Escolar. Además, se creó un taller de computación con el objetivo de acercar a los niños
al mundo de la informática.
La leyenda de “El granadero de pie”
Lo primero que uno divisa al ingresar al colegio es una imponente estatua de
un granadero de pie esculpida en yeso, que es el símbolo del colegio. Se titula “El
granadero de pie”; está pintada en dorado y parece de bronce.
Cuando la escuela cumplió 100 años se quiso develar la intriga de quién había
enviado esa estatua, generadora de una leyenda acerca de que traía desgracias
producto del material en que estaba realizada y por una rotura que ostentaba.
Pero poco antes de comenzar el acto escolar por el Centenario, un antiguo
habitante de la ciudad se acercó al establecimiento y recordó cuando trasladó al
granadero de yeso con la preocupación de que no se rompiera. Allí quedó develada la
incógnita.
Al cambiar de nombre la escuela, que de “Eva Perón”, en 1949, pasó a
llamarse “Granaderos de San Martín”, las autoridades buscaron en una yesería algún
granadero que representara en lo simbólico ese nombre, pero todos eran bustos y sólo
consiguieron un granadero de pie. “Al día de hoy -cuenta la directora Adriana Canteroaquella estatua sigue en la memoria de sus ex alumnos, que cuando concurren de
visita a la escuela, inevitablemente preguntan ¿sigue el granadero allí?”
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