Cita <<Aquello que el lector también puede hacer, deja que lo haga el lector. >> Ludwig Wittgenstein Introducción Pensar, en sus diversas formas, es una de las pocas actividades que realizamos los seres humanos, no esta reservada a unos pocos. Pero a veces nos limitamos a conocer, a transmitir información pero sin llegar a traspasar la frontera de la reflexión. Este libro propone hacer un esfuerzo para pensar con rigor y no dejarse llevar por los convencionalismos... Reflexiona sobre la importancia de analizar las cosas que aprendemos y descubrir porque son así. Joseph Maria Terricabras propone utilizar la mente de forma clara, con transparencia y con rigor para no dejarnos llevar por la corriente del pensamiento único. "Philosophie, philosophie, philosophie, il faut comprendre, comprendre la vie" es la frase que centra el discurso narrativo a lo largo de los diez capítulos del libro. El título de este libro provocó en mi una gran intriga y despertó en mi un gran interés en leerlo para intentar mejorar aunque solo fuera un poco mi forma de pensar. Resumen (Voy a intentar resumir los puntos más importantes de cada capitulo, ya que veo muy difícil hacerlo de manera conjunta.) Este libro no se trata de un ensayo convencional, ya que únicamente no quiere ensayar unas ideas y opiniones, sino que quiere invitar a pensar. Es una realidad indiscutible que todos pensamos, pero nos conviene disponer de instrumentos y ayudas para pensar mejor. Nuestros pensamientos pueden tener distintas procedencias: • A algunos les denominamos propios: no queremos decir que sean exclusivamente nuestros, sino que no somos conscientes de haber tomado de nadie. • Otros, son pensamientos que también tienen otras personas • Pensamientos que se encuentran entre los dos grupos definidos anteriormente, que contienen elementos propios y elementos compartidos. Cuando somos pequeños, empezamos a adquirir pensamientos, debido a la experiencia de la comunidad con otros y a la educación. Únicamente somos capaces de llegar a poseer pensamientos propios cuando los construimos o nos basamos en pensamientos previamente adquiridos. El yo aparece cuando buscamos un lugar propio en la comunidad que nos ha dado la vida y la cultura. Nadie empieza a tener pensamientos propios desde cero. Podemos decir que nosotros compartimos pensamientos con otros porqué también compartimos el lenguaje con ellos. El hecho de aprender una lengua no significa sólo aprender una seria de sonidos o palabras, aprendemos mucho más, aprendemos una forma de vivir y de ver la realidad. Ello no implica que una misma comunidad lingüística tenga los mismos pensamientos, opiniones o sentimientos. Compartir una misma lengua es disponer de un marco de referencias común. Cada lenguaje tiene su pósito (de historias, de mitos, de vivencias y de pensamientos). Adoptar una lengua es adoptar sus límites y sus posibilidades, dicho en otras 1 palabras, adoptar una lengua es dejarse adoptar por ella. Todos podemos, sabemos y alguna que otra vez hemos mentido, fingido o disimulado. Pero el engaño y la simulación solo tienen sentido en un contexto en el que se espera la verdad y la honradez; presuponen una situación de sinceridad y sólo se pueden construir sobre ella. LA expresión mis pensamientos a veces se refiere a pensamientos que he hecho míos, aunque hayan sido creados por otros, y a veces a pensamientos originales míos. LA expresión mi mundo interior se refiere a veces, a pensamientos e intenciones que yo puedo retener y esconder frente al control de los demás, y a veces, a pensamientos e intenciones que no explicito pero que pueden ser adivinados, observados, deducidos, interpretados o supuestos de diversas formas. Todos mis pensamientos no son exclusivamente míos, ni mi mundo interior es siempre inaccesible. Un problema es una relación que se establece entre una persona y alguna cosa, idea o acontecimiento. El problema no existe si no se crea, si no aparece. Por ello yo puedo entender que alguien tenga un problema determinado pero ello no se convierte en problema para mi hasta que yo lo veo como problemático. Es decir, los problemas que yo tengo, no tiene porqué ser problemas para otros; y tampoco tienen porqué ser únicos y extraordinarios. Puesto que la autenticidad y la profundidad no son cualidades ligadas a las cosas, decir que un problema es auténtico que una pregunta es profunda, depende de una valoración hecha basándose en criterios ideológicos y personales. Podemos considerar grados muy diversos de autenticidad y de profundidad. LA diversidad de casos no lleva a decir que debe existir una única esencia para todos ellos, más bien no se lleva a replantearnos seriamente todo lo referente a la esencia. LA esencia no es algo que se pueda mostrar en todos los casos diversos que podamos examinar. LO importante pues no es el nombre común que se les da a las cosas diversas, sino lo que se puede encontrar tras ese nombre común: semejanzas y diferencias que se pueden descubrir y valorar cuando se es capaz de describir bien los casos que se examinan. Un interrogante no es siempre un problema, y no todos los problemas son problemas filosóficos. Las respuestas a las preguntas que nosotros hacemos no se adivinan, sino que se buscan y razonan. Todas las preguntas tienen respuestas, algunas incluso varias a pesar de que nosotros no podamos dar ninguna. En cambio, un enigma es algo que no tiene necesariamente respuesta. LA filosofía no quiere hacer más misteriosa la realidad, sino que trata de hacerla más transparente y más comprensible. El termino explicare a dado paso a dos expresiones distintas en castellano: no solo el termino <<explicar>>, sino que también el término más cotidiano y popular <<desplegar>>. Explicar es abrir una plica, es deshacer un pliego, extender una cosa que estaba plegada. Además de este sentido causal de explicar, hay otro sentido de explicar como desplegar propio de muchas ciencias y de muchas actividades cotidianas. A menudo simplemente desplegamos los hechos ante los ojos de alguien, para verlos mejor, descubrir nuevas conexiones, advertir relaciones que habían pasado inadvertidas o no habían sido tenidas en cuenta. Podemos llegar a conclusiones lógicas muy legítimas por caminos no deductivos. LA ciencia esta llena de conclusiones conseguidas por vía inductiva. Quienes aceptamos que hay muchos tipos de explicaciones sabemos que nuestras explicaciones nunca son completamente neutrales, sino que cumplen funciones diferentes porque responden a intereses distintos. Resultaría imposible hacer una lista de todas las cosas que sabemos, tanto en la practica como radical y lógicamente, porque siempre podríamos añadir que sabemos que hemos elaborado una lista con todas las cosas que sabemos, y así sucesivamente... Está claro que lo que sabemos no es siempre fijo depende, en gran parte, del intercambio de conocimiento y experiencias con otros seres humanos. El hecho de que participemos 2 en discusiones o diálogos para encontrar argumentos buenos y coherentes demuestra que creemos que los demás pueden ser convencidos y que nos pueden convencer. El hecho de que razonemos muestra que creemos en la posibilidad de llegar a un acuerdo o de entendernos. Pero la posibilidad de llegar a acuerdos no implica que siempre debamos ponernos de acuerdo. Sin confianza en la razón ni siquiera podríamos empezar a pensar. Sabemos algunas cosas con bastante más exactitud que otras. No podemos definirlo todo ya que es imposible definir rasgos de realidades ricas y plurales como el amor o la felicidad... NO existe ninguna reflexión teórica que pueda dar más consistencia a la realidad que la que ésta tiene por su cuenta. Puesto que el saber tiene grados, contextos y límites, se algunas cosas con certeza, pero otras no. Saber y dudar no están reñidos, más bien se complementan, es decir, sólo hay plena certeza cuando pueden existir dudas, aunque a lo mejor no existan. Si no pueden existir dudas tampoco puede existir certeza, ya que el conocimiento cierto es el que se puede comprobar, el que se puede dudar. Ejemplo: Cuando digo Lo se con certeza no quiero decir que no pueda equivocarme, sino que ahora mismo no veo como podría dudar y como podría equivocarme. El pensamiento crítico es siempre un pensamiento concreto. Podremos decidir quien tiene razón en una determinada circunstancia dependiendo de los criterios que apliquemos: • A veces tenemos criterios claros para saber quién tiene razón • En otros casos no tenemos criterios tan claros para saber quién tiene razón: En este caso lo primero que tenemos que hacer es ponernos de acuerdo sobre los criterios de decisión que aplicaremos. • Existen casos en los ni tenemos criterios de decisión ni podemos tenerlos. En estos casos nosotros opinamos, hacemos interpretaciones y juzgamos sin criterios sobre que apoyar nuestros juicios, ello no significa que actuemos irracionalmente. Carácter relacional de la verdad: Lo que es verdad o mentira siempre lo es con relación a unos criterios, parámetros o a algún marco de referencia. Las cosas no son ni verdad ni mentira en el vacío y en abstracto. Siempre participamos ya de una determinada visión de las cosas, aprendida a través de nuestra familia, escuela, cultura... A menudo nos podemos encontrar con personas que piensen de una manera distinta o radicalmente opuesta a la nuestra en cuestiones importantes. La cultura, ayuda a informarse sobre la pluralidad de las opiniones y a formarse un juicio de sus argumentos y de su complejidad. LA verdad y la mentira admiten muchos grados, ya que los conceptos de verdad y mentira son vagos pero extraordinariamente útiles. Los elementos psicológicos y emotivos acostumbran a acompañar nuestras creencias, pero no tienen porque fundamentarlas. Por ejemplo, una persona que dice ser Napoleón, no lo cree en absoluto, ya que lo dice con toda convicción. Esa persona no está expresando lo que nosotros denominamos creencia. No lo puede creer, porque el sabe que es Napoleón. Si lo creyera podría tener momentos de duda o podría discutir las razones a favor o en contra de su creencia. Nuestras creencias no tienen sentido por el simple hecho de que nosotros podamos dárselo, sino porque podemos dárselo, es decir, porque las podemos creer, las podemos compartir. Las cosas que creemos están íntimamente ligadas en la culturas y tradición de cada uno. Las creencias más comunes hallan el terreno preparado en el SENTIDO COMÚN. Los humanos partimos siempre de un sentido común que es el que nos ha criado. Las cosas que creemos son tan importantes que debemos protegerlas y defenderlas, aunque no sea siempre 3 fácil. Razonar las creencias y razonar sus consecuencias con actitud crítica, autocrítica. Cuando se trata de defender lo que creemos, lo mismo podemos pecar de indeferencia que de intransigencia. La eficacia en la defensa de los valores no solo depende del tipo de valores que se promuevan, sino del tipo de poder que promueva los valores. Adoptar por una manera u otra de transmitir los valores es optar por un tipo de valores determinados. L defensa de los valores solo es importante cuando deja de ser una defensa teórica de los principios y se convierte en una defensa de valoraciones. El tipo de realidad de los valores es el tipo de realidad que muestran; y eso se descubre si se examina el papel que juegan en distintas situaciones de la vida humana. Los valores que se han aprendido no siempre son aquellos que se han enseñado, pero si siempre los que se pueden mostrar. La desmoralización es un abatimiento más profundo que la desanimación, ya que representa una perdida del sentido, de orientación moral. El amoral es indiferente a todas las cuestiones morales. El problema de la objetividad en moral es muy complejo, hay 2 criterios que pueden conseguir que una moral personal sea una moral crítica y autocrítica: • Criterio de utilidad: Las normas morales que aceptamos nos deben servir para dar sentido a las acciones y decisiones de nuestra vida moral concreta, para explicarla. Significa, que nuestras acciones serán buenas o malas según las consecuencias que generen • Criterio de desinterés: Debemos examinar si las decisiones que tomamos son interesadas o si también son interesadas y convenientes para cualquier otra persona que se halle en nuestra situación. Si es así, es una respuesta moral universalizadle. La diferencia es lo que nos da personalidad y relieve colectivo. Cuando la diferencia halle eco en la conciencia colectiva se habrán allanado muchas diferencias para cualquier dialogo. Entonces la diferencia ya no será vista como una agresión sino como un enriquecimiento. Tolerante: dispuesto a aceptar en los demás una forma de actuar, pensar o ser distinto del propio Intolerante: no esta dispuesto a admitir en los demás un modo de actuar, pensar o ser distinto del propio. Atolerante: indiferente respecto a la diferencia y diversidad de los demás. 3 formas de indiferencia pública: • Indiferencia cuando hay que defender opiniones, cuando hay que proclamar convicciones. • Indiferencia e insolidaridad con las preocupaciones e intereses de los demás • Indiferencia cuando hay que exponer y contraponer racionalmente las diferencias. Me siento moralmente obligado a mantener un sentido moral crítico abierto. Eso puede fomentar con el fomento de la tolerancia respetuosa y vigilante. Este camino parece garantizar 2 objetivos: La estimación de la diferencia y la erradicación a la desigualdad. Nosotros no pensamos por los resultados que el pensar genera, sino pensamos en los resultados. NO es el método el que debe decirnos como hay que tratar las cuestiones, son las cuestiones mismas las que nos dicen como tratarlas. El problema nos dice en que campo nos hallamos y qué cosas debemos tener en cuenta, pero no nos dice como debemos actuar, que debemos hacer. Pensar siempre es algo que se realiza después de los hechos, nunca antes. Para entender la realidad hay tener siempre presente que la vida no es lo que parece, es decir las cosas no son tan simples como a primera vista pueden parecer; a menudo la vida y la realidad son mucho más complicadas 4 de lo que creemos. En el campo del pensamiento la prisa es mala consejera. Hay cosas de las que nadie puede presumir, de pensar mejor que ellos demás y de ser la única persona que piensa. Pensar es importante, y por muchas veces que pensemos en una misma cosa, siempre las encontraremos distintas que antes, nunca regresaremos al mismo sitio en el que hemos comenzado. Conclusión A pesar de que este libro me ha resultado bastante difícil de entender; quizás por el lenguaje que utiliza o por ser bastante abstracto aunque trate de hablar de la vida cotidiana, me ha gustado mucho. En cuanto leí su título y contraportada, esperé que este libro mejorará mi manera de pensar, razonar y reflexionar. Que me ayudará a comprender mejor lo que es la filosofía, y sobretodo a saber salir de situaciones difíciles a ser posible cometiendo los mínimos errores posibles, como pueden ser situaciones en las que no se como debo actuar, a quien debo creer.. Esperaba que me ayudara en cierto modo a conocerme mejor, a entender mejor mi mente y muchos pensamientos que a veces consiguen liarme mucho. También esperaba que me ayudar a elegir cuando estoy ante una difícil elección sin equivocarme. Creo que me ha aportado una casi totalidad de las cosas que de él me esperaba, a pesar de su complejidad, ya que en ninguno de los casos deja del todo claro como se deben responder a las distintas preguntas que hace en los capítulos entorno a las cuales se desarrolla una explicación y reflexión. Creo que ahora tengo bastante más claros muchos de los conceptos de los que se habla en el libro, y también creo que ahora sé, aunque sea solo un poco más, como debo actuar en algunas situaciones y tengo bastante más claro todo acerca del pensamiento y de lo que el pensar conlleva. A pesar de todo, creo que es un libro excelente, que esta muy bien escrito, y que si resulta algo difícil de entender es porque la filosofía misma es algo complicada y abstracta. Índice Página 2 Josep Maria Terricabras Página 3 Cita y Introducción Página 4−8 Resumen Página 9 Conclusión / Opinión personal Página 10 Bibliografía Josep Maria Terricabras Josep Maria Terricabras nació en Calera, Maresme en al año 1946. Es catedrático de Filosofia y director de la Cátedra Ferrater Mora de la Universidad de Girona. Becario de la Universidad de Münster (Alemania), del St. John's College (Cambridge) y de la Universidad de Berkeley (California), ha centrado sus trabajos en temas de filosofía contemporánea, particularmente de filosofía del lenguaje, lógica, teoría del conocimiento y ética. Ha publicado, entre otros, Ludwing Wittgenstein: Kommentar und Interpretation (1978), Etica i llibertat (1983), Fer filosofia avui (1988), Introducción a la lógica borrosa (1995) y La comunicació (1996). Ha dirigido también la actualización del Diccionario de filosofía de J. Ferrater Mora (1994) Bibliografía Todo lo que hay escrito en estas páginas lo he obtenido a partir del libro Atrévete a Pensar, excepto alguna 5 información sobre Joseph Maria Terricabras que he sacado de internet. Autor: Joseph Maria Terricabras 1º Bach. B 6