Economía política Jorge M. Streb Clase 6 25.7.2013 Temas I. El hablar que no cuesta nada (cheap talk) como modelo de comunicación II. Los signos III. El lenguaje cargado de sentido (meaningful talk) Desarrollo I. El hablar que no cuesta nada (cheap talk) como modelo de comunicación En el juego planteado antes de cheap talk, hay equilibrios no informativos donde todo es sanata. Estos siempre existen cuando hablar no cuesta nada. Describimos dos equilibrios agrupadores en estrategias puras, donde el emisor dice lo mismo no importa qué haga. Si el emisor jugara en cambio una estrategia mixta donde el mensaje no es condicional a la acción, los mensajes serían totalmente aleatorios para el receptor, lo que también llevaría a un equilibrio no informativo. Además, como vimos pueden existir equilibrios informativos. Pero si hay un equilibrio informativo, hay un sinnúmero de equilibrios informativos. Farrell (1993) apunta el hecho de que los mensajes de equilibrio se pueden permutar libremente, lo que nos da otro equilibrio intercambiando los mensajes. Esto es un problema, ya que entonces el lenguaje específico usado en equilibrio no queda determinado por la situación del juego en sí. Es decir, en términos prácticos, cuando hablar no cuesta nada (cheap talk), no habría ninguna convención compartida por los jugadores. Esto implica que no solo no cuesta nada hablar para el emisor (hablar es gratis), sino que el lenguaje además es vacío, determinándose su significado en cada juego concreto (palabras vacías). El problema con las palabras vacías es que harían al lenguaje algo inútil para comunicarse en situaciones cotidianas, ya que sería como agregar el problema de descifrar el lenguaje al problema original de coordinación de Schelling (encontrarse en un lugar dado a una hora dada), ya 1 que se pide que el significado de las palabras se determine en cada instancia concreta. Eso complica el problema original de coordinación en vez de simplificarlo, ya que hay infinitos mensajes que se pueden usar para comunicar hora y lugar del encuentro, casi ninguno de los cuáles es interpretable en lenguaje natural, y de los que son interpretables en lenguaje natural del receptor, casi ninguno da información de tiempo y hora, y menos de los datos correctos. Al no tener nada que ver con el uso usual del lenguaje natural, pasa a ser un lenguaje encriptado: si el teórico no está ahí en el campo de jugo para ayudar a los jugadores a descifrar el significado, no hay manera de que se entiendan. Además, esto sería todavía más absurdo que agregar un subastador Walrasiano a los mercados de precios flexibles. Esto nos lleva al punto siguiente. II. Los signos A. Tipos de signos En semiótica los signos se refieren a aquellos medios que sirven para transmitir información. Los signos siempre remiten a otra cosa, en el caso de teoría de juegos a tipos o acciones (además, los signos autoreferenciales suelen llevar a contradicciones, por ejemplo la frase “Esta frase es falsa”). Desde hace mucho se distinguen entre signos convencionales y naturales. Se puede distinguir, a partir de Charles S. Peirce, entre tres tipos de signos, que en orden decreciente de convencionalidad son: - símbolos puramente convencionales, como las palabras; - íconos con algún parecido con el referente, como caricaturas o ciertas señales de tránsito; - índices donde el consecuente guarda una relación causal con el antecedente, como el humo con el fuego, o los síntomas médicos con ciertas enfermedades. De hecho, las primeras dos categorías de Peirce corresponden más en general a los signos convencionales, mientras que la última se refiere a signos naturales. Estos conjuntos de Peirce no necesariamente son mutuamente excluyentes. 2 Las señales se pueden ver como un tipo particular de índices, ya que son elegidos voluntariamente por el emisor para transmitir algún tipo de información al receptor. Puede haber por otro lado índices que son completamente involuntarios. B. Elementos de un signo Como hablamos de signos, ayuda a distinguir los siguientes tres elementos en los signos: - el significante, que es el medio que transmite la información del emisor al receptor; - el significado, que es el concepto al que remite el significante: - el referente, que es el objeto al que se refiere el significante. Muchas veces se usa signo para referirse no solo a todo el conjunto sino específicamente al referente. En el caso de los símbolos lingüísticos, que es particularmente importante, es como sigue: - el significante son las palabras escritas o habladas; - el significado es el concepto al que remiten las oraciones; - el referente es el objeto al que se refiere las palabras. C. Comunicación unilateral Ya hablamos de cómo los signos tienen tres componentes: el significante (que también se puede llamar signo a secas), el significado (que está en la mente) y el referente (que está en la realidad). La comunicación vía el habla que no cuesta nada (cheap-talk) se puede ver como un caso especial de comunicación unilateral, ya que supone además que las palabras son en cierto sentido vacías: su significado se determina en cada caso particular. El gráfico siguiente, tomado de Streb y Torrens (2011), describe más en general el proceso de comunicación verbal: el punto de partida, un referente en el mundo exterior, es también el punto de llegada. El lenguaje es un medio que posibilita que dos mentes se encuentren en un mismo punto. 3 Gráfico 1. Secuencia de codificación y decodificación en la comunicación unilateral (Encoding and decoding sequence in unilateral communication) Este es el modelo semiótico de comunicación, que algunos llaman el “code model”. En la comunicación verbal, el emisor puede distorsionar a propósito el mensaje verbal, que puede no corresponder con el objeto de referencia. Esto es el centro del análisis de modelos del lenguaje como cheap-talk, que tratan de ver si hay equilibrios informativos además de los no informativos. Pero estamos dejando de lado otros posibles errores: que el emisor interprete mal la realidad (en la etapa de la intensión), o que el emisor se equivoque al codificar o que el receptor decodifique mal el mensaje (en la etapa de comunicación propiamente dicha), o que el receptor interprete mal la realidad (en la tapa de la extensión). Nos vamos a centrar en el problema de codificar-decodificar mensajes. Lo de intensión y extensión están referidos al significado y al referente involucrados en el proceso comunicativo. Al respecto, hay una discusión de Emilio Rivano (http://emiliorivano.semantica.cl/semantica1/intension.htm) que dice en Semántica que la intensión de un término es el conjunto de características que definen al término, es decir, el conjunto de predicados de los que el término es necesariamente sujeto. Por ejemplo, un “perro" es un "animal doméstico". Por otro lado, la “extensión” de un término la representan todos aquellos sujetos de los que el término es predicado.1 1 Hay otras distinciones que no tomamos en cuenta. Rivano luego distingue entre términos generales y singulares, limitando la extensión a los términos generales, usando denotación para casos singulares. Por ejemplo, la denotación de "perro" son todos aquellos individuos a los que resulta verdadero aplicarles este 4 III. Lenguaje cargado de sentido (meaningful talk) Vamos a discutir el planteo de Streb y Torrens (2011) sobre lenguaje cargado de sentido. A. Un problema de coordinación entre vendedor y comprador Vamos a discutir un problema sugerido por el modelo de Akerlof (1970) del mercado de los autos usados y la presencia de autos truchos (lemons). Primero vemos la solución cuando el lenguaje es vacío y luego vemos qué pasa cuando hay costos de descifrar mensajes. Por último, lo contrastamos con el caso donde el lenguaje es una señal porque hay costos de mentir o fabricar mensajes falsos. Lenguaje vacío (cheap-talk) Como el mercado de autos usados es un mercado descentralizado, tienen que encontrarse vendedor y comprador. Hay cuatro tipos de información a transmitir: que un coche está en venta, el número de teléfono del vendedor, el lugar y la hora para encontrarse. Nos concentramos en el lugar, que es un juego de coordinación simple. Cuadro 1. Problema de coordinación entre comprador y vendedor Left (L) Right (R) Left (L) 1,1 0,0 Right (R) 0,0 1,1 Si el lenguaje es cheap-talk, puede haber tanto equilibrios no informativos (babbling equilibria) como informativos. Mostramos primero un equilibrio no informativo: predicado (e.g. "la mascota de mi vecina es un perro"), mientras que en la extensión de "perro" está "pastor alemán", "labrador", "san bernardo", "dálmata", etc. 5 Gráfico 2. Cheap-talk: equilibrio no informativo (agrupador) 1 1 1 1 L s =1/2 "L" p =1/2 "R" L L s =1/2 q =1/2 1-s =1/2 R R 0 0 1-s =1/2 r =1/2 Receiver 0 0 Sender Receiver 0 0 0 0 1-r =1/2 s =1/2 L L s =1/2 1-s =1/2 1 1 1-q = 1/2 R R 1-p =1/2 "R" "L" 1-s =1/2 R 1 1 También hay equilibrios informativos tanto “naturales”, donde las palabras se utilizan en el sentido usual, como “antinaturales”, por ejemplo el que sigue: Gráfico 3. Cheap-talk: equilibrio informativo (con diferenciación) antinatural 1 1 1 1 L "L" p =1 "R" L L q =0 R R r =1/2 0 0 0 0 Sender Receiver Receiver 0 0 1-r =1/2 L L 1 1 1-q = 1 R 1-p =0 R "R" "L" 0 0 R 1 1 6 Si bien esto es un equilibrio, es tirado de los pelos: ¿cómo va a interpretar el comprador que la palabra “derecha” quiere decir izquierda y viceversa? No hay nadie para aclararle eso. Incluso si hubiera un tercero en la comunicación, ¿qué usaría para aclarar eso? Lenguaje. Lo que nos lleva a un problema de regresión infinita, ya que alguien más tendría que aclarar lo que dice, etc. Lenguaje costoso (costly talk) Si incorporamos costos de mentir (como han hecho Callander y Wilkie 2006, o Kartik, Ottaviani y Squintani 2007), entonces podemos eliminar los equilibrios no informativos como los del gráfico 2. Sin embargo, no nos permite eliminar los equilibrios informativos antinaturales como los del gráfico 3, como vemos acá: Gráfico 4. Costly talk: equilibrio informativo (con diferenciación) antinatural 1 1 1-ε 1 L "L" p =1 "R" L L q =0 R R r =1/2 0 0 -ε 0 Sender Receiver Receiver -ε 0 1-r =1/2 L L 1-ε 1 1-q = 1 R 1-p =0 R 0 0 "R" "L" R 1 1 Lenguaje cargado de sentido (meaningful talk) Hacemos dos supuestos cruciales. El primero tiene que ver con el proceso de codificar y decodificar los mensajes, el segundo con las inferencias a partir del significado literal de los mensajes. Por tanto, se combina el modelo semiótico, en el primer paso, con la cuestión 7 estratégica, en el segundo paso. Por eso se puede hablar de un modelo semiótico-inferencial del lenguaje. Este proceso epistémico se especifica en los dos supuestos que siguen: Supuesto 1: En el paso de codificación-decodificación, el receptor recupera el significado literal de las expresiones verbales que formula el emisor si y solo si se usa un lenguaje común. Supuesto 2: En el paso inferencial, el receptor puede creer el significado literal del mensaje recuperado en el paso de decodificación, y actualizar sus expectativas previor o no creerlo, ignorando el mensaje y conservando las expectativas previas. El supuesto 2 es muy restrictivo, ya que mientras que el emisor puede decir la verdad o algo que es completamente engañoso, el receptor puede creer literalmente o ignorar el mensaje, pero no se le permite reintrepretarlo (por ejemplo, si alguien dice que me va a encontrar en Plaza de Mayo al mediodía, yo puedo creerle o no, pero no reinterpretarlo en el sentido de que quiere decir que nos encontramos en el puente de Pompeya a las 11 de la noche). Si incorporamos los costos de descifrar mensajes que captan estos dos supuestos, evitamos este problema de los equilibrios informativos antinaturales, como muestra el gráfico que sigue. 8 Gráfico 5. Meaningful talk: no hay equilibrio informativo antinatural 1 1 0 0 B=1 "L" µ 1 =0 B=1 "R" µ 2 =1 L B=0 p=1/2 1/2 1/2 B=0 1/2 1/2 Sender Receiver Receiver 0 0 1 1 1-p=1/2 B= 1 B=1 1- µ 1 =1 1/2 1/2 B=0 1-µ 2 =0 R "L" "R" B=0 1/2 1/2 Con sólo dos opciones, si el mensaje no es creído, el supuesto que hacemos es que el receptor conserva las expectativas previas, que corresponden al equilibrio de Nash más difuso, y juega por tanto la estrategia mixta del equilibrio de Nash que da un pago esperado de ½. Si uno es más realista y toma en cuenta de que hay un sinnúmero de lugares y horas de encuentro, N tiende a infinito y el pago esperado en caso de que el mensaje no sea creído es cero. El caso general se puede representar como sigue, ignorando las jugadas específicas y concentrándose en si emisor dice la verdad o no, y se el receptor le cree o ignora el mensaje. 9 Gráfico 6. Meaningful talk: coordinando bajo información imperfecta Sender Misleading statement Truth µ1 Believe 1 1 Receiver 1−µ1 Disregard Believe 1/N 1/N 0 0 Disregard 1/N 1/N Esta idea del lenguaje cargado de sentido (con un sentido literal, al menos) lleva a eliminar los equilibrios no informativos si los receptores son optimistas y toman el mensaje del emisor en sentido literal. Pero si son pesimistas, en cambio, puede haber un equilibrio no informativo. Los costos de descifrar mensajes llevan a reducir los equilibrios informativos a lo que usan el lenguaje en el sentido literal o natural: si el emisor es veraz, el receptor tiene incentivo a ser confiado; si el receptor es confiado, el emisor tiene incentivo a ser veraz. Es decir, el equilibrio informativo vía comunicación verbal constituye un equilibrio bayesiano perfecto. El uso tan extendido de la comunicación verbal muestra que hay razones de peso que llevan a equilibrios informativos. Vemos esto ahora. Lenguaje costoso y problema de decodificar Si se combinan los dos aspectos, costos de distorsionar mensajes para emisores, y para descifrar mensajes para receptores, ahí sí tenemos una explicación de por qué el lenguaje está cargado de sentido en un equilibrio informativo: es una convención arbitraria desde los 10 que están fuera de esa cultura, pero es una convención socialmente compartida para los que están en ella. B. El mercado de autos usados (“market for lemons”) – no expuesto en clase Después de discutir el problema de coordinación entre vendedor y comprador, procedemos a discutir el problema de Akerlof (1970) del mercado de los lemons, que se puede pensar como la segunda etapa del juego, ya que este es un mercado descentralizado. En la segunda etapa se encuentran comprador y vendedor: el vendedor enuncia la calidad, el comprador ofrece un precio, y vendedor acepta o no. Se reproduce el gráfico 8 de Streb y Torrens (2011). Gráfico 7. El mercado de los lemons con comunicación (1-α)θH 0 Eq (θ)-αθH θH -Eq (θ) θH θH Εq (θ ) p =q "θH " θH "θL " Εq (θ ) q =0 θL Eq (θ)-αθH θH -Eq (θ) θL 0 0 q 0 0 Seller Buyer θH -αθL θL -θH (1-α)θH 0 Buyer θH θH -αθL θL -θH θH 1-q Εq (θ ) Εq (θ ) Eq (θ)-αθL θL -Eq (θ) 1-p =1-q "θH " θL θL " θL " Eq (θ)-αθL θL -Eq (θ) 1-q = 1 θL (1-α)θL 0 (1-α)θL 0 Acá se supone que se cumple la condición para que no se retiren los vendedores de productos de alta calidad del mercado, es decir, que la calidad promedio supera el nivel de reserva de estos vendedores (ver ecuación 1). El mensaje de equilibrio es que todos dicen 11 “tenemos un producto de alta calidad”, recibiéndose un precio igual a la calidad promedio; si alguien se desvía recibe una oferta baja. Si el lenguaje es cheap-talk, otro equilibro alternativo al del gráfico podría ser decir siempre “esto es trucho”, y que se pagara un precio bajo si se dice otra cosa. Pero si agregamos el proceso de decodificar mensajes de los receptores, las cosas cambian. Resulta que el mensaje “esto es trucho” tiene no sólo un significado inteligible sino creíble, ya que la calidad es al menos θ L. Por tanto, si imponemos esa restricción, se elimina esto como mensaje de equilibrio. No se eliminan los equilibrios no informativos, pero los mensajes de equilibrio tienen al menos una relación con el lenguaje normal. 2 Referencias Akerlof, George (1970), “The market for `lemons': Quality uncertainty and the market mechanism”, Quarterly Journal of Economics 84: 488-500. Callander, Steven, and Simon Wilkie (2006), “Lies, damned lies, and political campaigns”, Games and Economic Behavior 60: 262-286. Crawford, Vince, and Joel Sobel (1982), “Strategic information transmission”, Econometrica 50: 1431-1451. Farrel, Joseph (1993), “Meaning and credibility in cheap-talk games”, Games and Economic Behavior 5: 514-531. Kartik, Navin, Marco Ottaviani, and Francesco Squintani (2007), “Credulity, lies, and costly talk”, Journal of Economic Theory 134: 93-116. Schelling, Thomas C. (1960), The Strategy of Conflict, Harvard, MA: Harvard University Press. Streb, Jorge M., y Gustavo Torrens (2011), “Meaningful talk”, Documento de trabajo 443, Universidad del Cema. 2 Si hubiera vendedores honestos, podría generarse un equilibrio con diferenciación parcial (salteamos esto aquí). 12