9Era el Rey del sentido común. Me contaron una

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Era el Rey del sentido común.
Me contaron una anécdota de
sus últimos días. El Padre encargado de las “intenciones” de las
Misas la fue a preguntar cuántas había
celebrado ese mes (parece que el Padre
sería algo escrupuloso), y dicen que el
P. Pozzoli lo miró, y con la mano, llevándosela a la cabeza con los cinco dedos unidos en el extremo hizo un gesto,
como diciendo: “por favor…”. Sabía
ubicarse en la realidad. Cuando algo era
excéntrico solía rascarse con los cinco
dedos la tonsura, y decía “canastos…!”.
Por otra parte parecería que éste era el
único gesto de impaciencia que hacía.
Pero su sentido común aparecía en todos los consejos que daba. Al menos, ésa
es mi experiencia.
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Cuál fue la huella que dejó
el P. Pozzoli? En primer
lugar recurro a mi experiencia familiar. Si en mi
familia hoy se vive seriamente en cristiano es por él. El supo poner y hacer crecer
fundamentos de vida católica. Hay vocaciones: mi primo hermano Julio Picchi; mi sobrino José Luis (jesuita) y mi
sobrina María Inés (Esclava del Sagrado
Corazón): ambos hijos de mi hermana:
yo…Y entre los demás sobrinos, que
son menores, hay inquietud vocacional.
Además los cinco hermanos que somos
nosotros tenemos una vida piadosa, y
esa piedad fue cultivada por el P. Pozzoli
a través de los consejos y orientaciones
a mis padres. Cuando nos reunimos los
hermanos siempre sale alguna conversación sobre el P. Pozzoli: es una referencia que llevamos dentro, y mis sobrinos
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C S R F P
/
U N
P A P A
C O N
(ninguno lo conoció) saben quién fue el
P. Pozzoli. El supo consolidar la fe y la
piedad en ese grupo de jóvenes que ayudaba en su vida cristiana. Metía a fondo
la devoción a María Auxiliadora. También a San José. Usted puede consultar a
José Bonnano, a alguno de los Pedretti,
a Mango, a Juan Carlos Ghio… todos le
dirán cosas del P. Pozzoli. Creo que vale
la pena consultarlos mientras estén vivos. El año pasado celebré la Misa de los
40 años de matrimonio de Juan Carlos
Ghio (vive en la calle Cabildo), y –antes
de la Misa- en una breve conversación
surge la referencia al P. Pozzoli, como a
quien le debe tanto en su vida. En fin:
dejó herencia espiritual. Fue un operario del Reino de Dios. […]
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Bueno P. Bruno, voy dejando. Siento que hoy he
cumplido sencillamente
con mi deber. A mi edad
una comienza a aceptar que la vida “le
pase la cuenta”, es decir que le vaya señalando las personas que lo ayudaron a
vivir, a crecer, a ser cristiano, sacerdote, religioso… Y, al reconocer el bien
que me han hecho tantas personas, voy
gustando cada día más el gozo de ser
agradecido. Con el P. Pozzoli me pasa
esto. Todos los días (sic!!) lo nombro
en el oficio divino cuando rezo por los
difuntos… Y créame que gozo con este
sentimiento de gratitud que me regala
el Señor.
Gracias por su paciencia.
Afmo. en nuestro Señor
y Su Santísima Madre.
Jorge Mario Bergoglio, S.J.
C O R A Z Ó N
S A L E S I A N O
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