Distribución de salas cinematográficas en el interior argentino 1949

Anuncio
Distribución de salas cinematográficas en el interior argentino 19491950.
Cristian Poplavsky
En el presente trabajo se aborda un análisis histórico-territorial sobre las políticas que impactaron en el
desarrollo y la distribución de la industria cinematográfica en Argentina durante 1950.
Partiendo de datos provistos por el Anuario del Cine Argentino de 1949-1950, se han construido mapas que
permiten analizar la distribución en el interior del país de salas y butacas para la proyección cinematográfica.
La construcción de estas salas, se enmarca en políticas que implemento el peronismo (1946 – 1952) orientadas
al desarrollo de la producción cinematográfica nacional a través de la creación de estudios de filmación y la
capacitación de técnicos, guionistas y otros profesionales, con fuerte presencia de capital nacional.
Las primeras medidas que protegían y promocionaban la exhibición de películas de producción nacional,
surgieron en el año 1944 mediante la aplicación de una cuota que estipulaba la cantidad de proyecciones, tanto
para el ámbito de Capital Federal, como para el interior del país. De este modo, se buscaba la continuidad
en pantalla de estrenos nacionales, promoviendo también una amplia distribución de salas y pantallas de
cines en el interior. Asimismo, se buscaba aprovechar la dinámica económica proveniente de la mejora en las
condiciones de vida de las clases obreras, que se constituyeron en consumidores de este tipo de espectáculos.
Presentamos la cartografía temática elaborada y el análisis de la misma, intentando establecer relaciones con
el marco político regulatorio de la actividad, planteado por el gobierno peronista.
Barnes, C; Borello, J y Pérez Llahí, A. 2013. Formas de organización de la producción, la distribución y
el consumo cinematográfico en la Argentina. XVI Reunión anual de la Red Pymes Mercosur. Universidad
Tecnológica Nacional de Concepción del Uruguay. 2011.
Getino, O.1998. Cine argentino: entre lo posible y lo deseable. Buenos Aires. Ediciones Ciccus. Zúniga, G. 1951. Anuario del Cine Argentino 1949-1950. Buenos Aires. Editorial Cinematographica
Americana.
Introducción
Desde que el cine se utiliza como instrumento para la narración de historias, empieza a ser reconocido como
un medio de expresión artística, deja de ser un invento científico para ser obra de arte, y ser también una
actividad mercantil (Oruet, Valdes, 2007).
La producción cinematográfica se ha convertido desde 1933 en una industria muy sólida, con mas de 50
películas realizadas en el año 1939 (Getino, 1998), ello sumado a la posibilidad de tener un mercado que se
afianzaba con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Para la época, se generó en Argentina un espacio de
consumo cinematográfico inusitado a partir del auge de lugares para la exhibición, también facilitado por los
decretos firmados durante el gobierno de facto de Edelmiro Farrell (1944-1946) cuya políticas favorecieron
la proyección de películas de producción nacional en las salas del país, a partir del establecimiento de cupos
982
por sobre las producciones extranjeras (Getino, 1998).
La producción de los mapas de distribución de salas cinematográficas en el interior de Argentina durante
el periodo 1949 – 1950, que se presentan en este trabajo, aportan un panorama territorial de la aplicación de
estas políticas de Estado que determinaron una configuración espacial ligada a un cierto tipo de consumo del
espacio, a ciertas lógicas superpuestas que en parte son funcionales, en partes simbólicas. La cultura marca
los territorios de diversas maneras, tanto a través de la construcción de equipamientos y la ubicación de los
espacios de consumo mediante las preferencias y los valores que dan a las sociedades, como mediante sus
capacidades de estructurar nuevos espacios y explicar el lugar otorgado a las diversas facetas de la vida social,
en un momento histórico irrepetible (Claval, 1999).
Mirando unos datos
La pantalla no es solo un invento técnico entregado en el séptimo arte, es ese espacio mágico en el que se
proyectan los deseos y los sueños de la inmensa mayoría (Lipovetsky, 2009).
Desde hace mas de un siglo, el cine forma parte del amplio campo de las industrias culturales (Getino, 2007),
que posibilitaron su existencia económica – industrial e ideológica – cultural.
Se entiende por industrias culturales a aquellas que están dedicadas a la producción de bienes y servicios
culturales (Getino, 1998) destinadas a satisfacer y promover demandas de contenidos simbólicos en el
imaginario popular.
La inversión cultural incluye la industrialización y prestación de servicios de bienes culturales, innovación
tecnológica, el comercio y el empleo, donde el cine es el ejemplo más identificable de este modo de producción
y comercialización durante el siglo XX.
Durante el período entre guerras hubo en Europa una escasez de salas y espectadores, generando una reorientación de la colocación de películas de origen norteamericano en mercados alternativos, como Argentina.
Según el censo nacional de 1914, en Argentina había unas 455 salas cinematográficas, las cuales estaban
principalmente localizadas en las ciudades más importantes del país, y zonas próximas a Capital Federal. Esta
distribución espacial desigual de las salas de proyección acompañó la concentración demográfica e industrial
de la época, predominando su emplazamiento alrededor de las grandes ciudades y ciudades intermedias del
país (Romero, J. L., 2000).
Para este período también se registró una fuerte inversión extranjera en el ámbito de la exhibición cinematográfica,
sobre todo de capitales proveniente de empresas de origen estadounidense, las cuales consideraban el mercado
local argentino como un buen destino para sus productos.
En el siguiente cuadro se observan las empresas de origen estadounidense distribuidoras de films que se
instalaron en Argentina en el período 1920-1931 y el tipo de sociedad que conformaban.
983
Tabla N° 1: Empresas estadounidenses distribuidoras de Films radicadas en Argentina entre los años 1920 y
1931.
NOMBRE DE LA EMPRESA
FOX FILMS
CORPORACION ARGENTINA AMERICANA
DE FILMS
NEW YORK FILM EXCHANGE
COMIENZO DE LA
ACTIVIDAD
06 DE OCTUBRE 1921
TIPO DE
SOCIEDAD
S. A. NACIONAL
07 DE AGOSTO 1923
08 DE OCTUBRE 1923
S. A. NACIONAL
S. A. NACIONAL
S. A.
EXTRANJERA
S. A.
EXTRANJERA
S. A. NACIONAL
S. A.
EXTRANJERA
UNIVERSAL PICTURES
01 DE OCTUBRE 1926
METRO GOLDWIN MAYER
PARAMOUNT PICTURES
03 DE JUNIO 1927
08 DE JULIO DE 1930
WARNER BROS. PICTURES
08 MAYO DE 1931
Elaboración propia en base a Rapoport, M y colaboradores (2000). Historia económica, política y social de la Argentina (18802000). Ediciones Macchi. Bs. As.
Hacia 1914, la inversión estadounidense se iba afirmando sobre América Latina, excediendo la cartera
tradicionalmente estudiada, orientada a actividades primarias y secundarias. En el caso de la distribución y
exhibición de películas se trata de inversiones en el sector terciario ligadas a la industria cultural.
En efecto, como señala Getino (2007), la industria cinematográfica en Argentina desde los años 1930, con
la aparición del cine sonoro, obtuvo una importante inversión en estudios de filmación y sonido, así como
laboratorios cinematográficos, lo que posibilitó la aparición de verdaderas fabricas de películas, en las que se
realizaban desde el guión original hasta la impresión y copias para la comercialización en cines.
Hacia el año 1937 comienza un creciente aumento de la producción cinematográfica nacional. Se establecieron
en este periodo más de 27 productoras cinematrográficas de capitales argentinos (Barnes, Borello y otros,
2011), dando lugar al denominado “período de oro” del consumo cinematográfico en el país, y conllevando la
expansión del número y distribución de salas de exhibición.
En el cuadro siguiente se puede observar cómo se incrementó el número de salas de exhibición entre los años
1914 y 1950.
Tabla N°2: Cantidad de salas cinematrográficas, 1914-1949/50.
Pcia. / Distrito
Cap Fed
Bs. As
Santa Fe
Tierra del Fuego
Entre Ríos
Corrientes
Córdoba
San Luis
Sto del Estero
1914
164
112
67
1
21
15
13
5
4
1949-1950
213
541
305
3
77
33
240
14
25
984
Tucumán
Mendoza
Catamarca
La Rioja
San Juan
Salta
Jujuy
Misiones
Formosa
Chaco
Rió Negro
Chubut
Santa Cruz
La Pampa
Neuquén 1
Totales
1
10
22
1
1
4
0
3
2
1
1
1
0
4
3
0
455
40
95
8
2
21
26
21
20
13
46
35
21
7
51
15
1872
Neuquén sin actividad de Teatros y Establecimientos de Recreo (Censo Nacional 1914)
Elaboración propia en base al Censo Nacional de 1914 y datos publicados en Zúniga, G. (1951) Anuario del Cine Argentino 19491950. Buenos Aires. Editorial Cinematographica Americana.
En su conjunto el proceso de radicación de las grandes firmas de distribución de Films norteamericanas, sumado
al aumento de la actividad empresas nacionales dedicadas a la producción de películas a nivel nacional, generó
el despegue en la cantidad de salas en todo el país.
Tampoco hay que olvidar que durante el gobierno de Edelmiro Farrel (1944-46) se firmó un decreto que
favoreció la producción cinematográfica nacional a partir del establecimiento de un cupo de pantalla para el
cine de producción nacional por sobre las producciones extranjeras (Getino, 1998).
Posteriormente, tuvieron gran influencia las políticas de distribución de riqueza aplicadas durante el primer
gobierno peronista (1946-1952) basadas en la industrialización sustitutiva y el bienestar social. El desarrollo
industrial y los elevados niveles de empleo permitieron en este período la mejora de la calidad de vida de la
población y la inclusión de los sectores populares conformando una clase media trabajadora y con posibilidad
de consumo. De este modo, se facilitó la incorporación de sectores de menores recursos al consumo de nuevos
lugares de esparcimiento, no solo turístico-vacacionales, si no también de ocio, como las salas de cine.
Sin embargo, como sostiene Getino (1998), las políticas peronistas no avanzaron sobre un desarrollo integral
de la industria cinematográfica.
“… el primer gobierno de Perón no se destacó precisamente por lo que hubiera sido más deseable en cuanto a una visión
integral del problema cinematográfico. Dejaron hacer al libre empresismo industrial, cuya incapacidad era manifiesta,
negándose a asumir gestiones que hubieran resultado indispensables, como ser la consolidación de infraestructuras
actualizadas, estimulando la inversión de capital fijo y estable; la elevación de los niveles culturales, ideológicos y estéticos
de la producción, favoreciendo la renovación de los planteles técnicos y realizativos; el establecimiento de circuitos
permanentes de producción-distribución-comercialización a nivel nacional y latinoamericano, sólo factibles en un país
dependiente cuando media una directa y resuelta gestión estatal” (Getino, 1998, Pág 18).
En este sentido, Monserrat Huguet (2002) señala:
“la reproductibilidad del cine constituyo la razón esencial de que la elite tradicional desconfiara de este nuevo arte o
forma de entretenimiento no exclusivista y de que persistiese un atrincheramiento en los teatros de acceso social limitado,
dejando las carpas en las que se exhibían películas para las clases populares” (Huguet, 2002).
985
Es por ello, que consideramos que más allá de las implicancias económicas y/o sectoriales, es importante
destacar que el cine, junto con los avances políticos y sociales, permitieron una cierta democratización de
lugares y paisajes antes inaccesibles para la mayor parte de la sociedad (Oruet y Valdes, 2007). En sí, una
democratización cultural que permitió el acercamiento del “séptimo arte” a las masas populares.
Hablemos de los mapas
Para el primer cuarto del siglo XX, América Latina comenzaba a contar con un importante sistema de promoción
cinematográfica, basado principalmente en academias de artes cinematográficas, festivales, publicaciones
especializadas, sobre todo en Argentina, Brasil y México, llegando a su pico más alto entre las décadas de
1930 y 1950. De este modo, América Latina generaría su propio “Star System” (Getino, 2007), es decir, un
modelo de producción basado en el hollywoodense para lanzar a escala regional películas y figuras de la
cultura local.
La industria cinematográfica argentina tuvo hasta mediados de los años 1940 el liderazgo en América Latina
en la producción de películas. Durante la Segunda Guerra Mundial pasó a segundo lugar, detrás de México
(Getino, 2007). No obstante, entre 1940 y 1955, se estrenaron 36 largometrajes promedio por año, lo que
sostuvo una expansión significativa de salas de exhibición en todo el país.
En los mapas siguientes se presenta la distribución de estas salas en el período 1949-1950. Para la confección
de estos mapas se tuvieron en cuenta dos variables importantes para la exhibición cinematográfica: los lugares
donde existía una infraestructura montada para la proyección de cine (sala con asientos, telón y sistema de
reproducción sonoro) y la capacidad de los lugares para recibir a los espectadores (densidad de butacas).
En el mapa de localidades provistas con salas de cine, sólo se tomo en cuenta a las que contaban con al menos
una sala para la proyección equipada con los elementos mencionados arriba.
En la densidad de butacas, se resaltó su concentración en las ciudades de mayor importancia, no solo económica,
sino también con fuerte peso regional histórico, como pueden ser las capitales provinciales o ciudades con
una cierta actividad industrial y turística bien marcada, tales como Rosario, Bahía Blanca, Córdoba, Mar del
Plata, etc., Por tal motivo se generaron segmentos que representada la diversidad de acuerdo a la cantidad de
butacas por localidad.
Como se observa, hay un área de confluencia de población en la región pampeana, especialmente en las áreas
cercanas a las regiones más industrializadas del país que concentran la mayor proporción de butacas y cines.
En la región del Noreste Argentino (NEA), integrada por las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa y
Misiones, hay una disminución de butacas y salas de sur a norte, pero con fuerte concentración en torno a
las ciudades capitales provinciales. Se pueden ver áreas desiertas y no se cuentan con datos certeros sobre
posibles cines itinerantes en esta región, aunque sí de proyecciones a cielo abierto.
En la región Noroeste Argentino (NOA), integrada por las provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Salta,
Jujuy y Catamarca, se aprecia una concentración de salas entorno a los grandes valles que albergan a las
986
ciudades capitales y áreas productivas importantes.
En la región de Cuyo, conformada por las provincias de Mendoza, San Juan, San Luis y La Rioja, la
concentración se da también en las áreas productivas cercanas a los oasis. Surge una particularidad con la
provincia de La Rioja, la cual solo demuestra dos localidades con cines: Chilecito y La Rioja capital.
Mapa 1: Localidades provistas con sala de exhibición
con sala de exhibición cinematografica
Mapa 2:
Densidad de butacas por localidad Cinematográfica
Elaboración propia en base a Zúniga, G. (1951). Anuario del Cine Argentino 1949-1950. Buenos Aires. Editorial Cinematographica
Americana.
La región Pampeana, integrada por Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Entre Ríos y Santa Fe, es la que
concentra mayor número de salas, coincidiendo con la mayor densidad en torno al área núcleo agroindustrial.
También se observa la existencia de un área de distribución homogénea en el sur de la de la provincia de
Buenos Aires.
En la Región Patagónica, integrada por Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, la
distribución se da en torno de la costa marítima, el Alto Valle del Río Negro y sobre la Cordillera de los Andes,
sobre sus principales ciudades Bariloche, Esquel, El Bolsón, San Martín y Junín de los Andes. El factor de la
987
accesibilidad es una importante limitante sobre la disponibilidad de estrenos y acceso a copias a exhibir.
Conclusiones
Entre 1930 y 1950 se desarrolló la llamada Edad de Oro de los estudios de cine a nivel mundial. Es la época
de ocio popular por excelencia (Lipotvesky, 2009) y Argentina no escapó a este proceso.
Comenzando por el arribo de inversiones extranjeras que buscaban captar un mercado de consumo alternativo
al europeo, en crisis por las Guerras Mundiales, y seguido del desarrollo de una industria local orientada a la
producción cinematográfica a escala nacional, Argentina experimentó su propia edad de oro del cine.
En su desarrollo, la industria cinematográfica nacional reconoce dos importantes políticas de gobierno que la
impulsaron: por un lado, una política sectorial que estableció cupos para películas nacionales, y por otro, una
política de Estado, que generó bienestar social y facilitó el acceso a las mismas.
Esta dinámica queda reflejada en el territorio junto a las políticas populares de entretenimiento masivo que
proponía el peronismo, favoreciendo la expansión de la distribución y consumo cinematográfico a través de
su aparato comercial.
El proceso inclusión durante el Estado de Bienestar permitió el avance de la instalación de salas de exhibición
en país, así como la masificación de esta forma de arte y entretenimiento y, en consecuencia, la democratización
del cine.
Bibliografia
Barnes, C; José A. Borello, J,A; Pérez Llahí, A. (2011) “Formas de organización de la producción, la distribución
y el consumo cinematográfico en la Argentina”. XVI Reunión anual de la Red Pymes Mercosur. Universidad
Tecnológica Nacional, Concepción del Uruguay, 28-30 de septiembre, 2011.
Claval, P. (1999) “La geografía Cultural”. Ed. Eudeba. Bs. As.
Getino, O. (2007) “Cine ibero-americano: los desafíos del nuevo siglo”. Ed. INCAA-CICCUS. Bs. As.
Getino, O. (1998) “Cine argentino: entre lo posible y lo deseable”. Ed. CICCUS. Bs. As.
Huguet, M. (2002) “La memoria visual de la historia reciente”, en Camarero, G., ed.: La mirada que habla (cine e ideologías). Madrid, Akal.
Lipovetsky, G. (2009) “La pantalla global, cultura mediática y cine en la era hipermoderna”. Ed. Anagrama.
Barcelona.
Oruet, A. G; Valdes, C, M. (2007) “Cine y geografía: espacio geogafico, paisaje y territorio en la producción
988
cinematográfica”. Boletin AGE n°45. pag 157 – 190.
www.boletinage.com
Rapoport, M. y colaboradores (2000) “Historia económica, política y social de la Argentina (1880-2000)”.
Ediciones Macchi. Bs. As.
Republica Argentina. Tercer Censo Nacional de 1914.
Romero, J, L. (2000) “Breve historia de la Argentina”. Ed. FCE. Bs. As.
Zúniga, G. (1951) Anuario del Cine Argentino 1949-1950. Editorial Cinematographica Americana. Bs. As.
989
Descargar