La lírica - IES Drago

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0B1LLLA.11
1/4/08
09:46
Página 177
Evaluación
11
Los espíritus de la tormenta, por Evelyn de Morgan.
Rima LII
Olas gigantes que os rompéis bramando
en las playas desiertas y remotas,
envuelto entre la sábana de espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán que arrebatáis
del alto bosque las marchitas hojas,
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nubes de tempestad que rompe el rayo
5
1. Justifica por qué la «Rima LII» es un texto literario y por
y en fuego encienden las sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!
Llevadme por piedad a donde el vértigo
con la razón me arranque la memoria.
¡Por piedad! ¡tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!
nicativo interno del poema y comenta sus características.
3. ¿Qué actitud ofrece la voz poética en esta composición?
Explica por qué.
7. Consulta el anexo de las páginas 352-353 de este libro
y señala los recursos de repetición que se emplean en el
texto de Bécquer.
8. Reconoce en esa misma composición otros recursos
expresivos.
9. ¿Qué rasgos debería presentar esta composición de
Gustavo Adolfo Bécquer para pertenecer a cada uno de
los otros dos géneros literarios?
4. Explica el contenido del mensaje en esta rima.
5. ¿Qué tema desarrolla? Indica qué motivos aparecen.
6. Analiza la métrica. Atiende a la medida de los versos, al
15
Gustavo Adolfo BÉCQUER
Libro de los gorriones, Planeta
qué pertenece al género lírico.
2. Identifica al emisor y a los receptores del proceso comu-
10
10. Redacta el comentario de la «Rima LII» del Libro de los
gorriones integrando todos los aspectos que has analizado en las respuestas anteriores.
esquema y el tipo de rima y al agrupamiento en estrofas.
177 11.
La literatura y los textos literarios
Soluciones de la evaluación
1.
2.
Esta composición es un texto literario porque
nos presenta un mundo de ficción a través de
una especial elaboración del lenguaje. Así,
por ejemplo, la voz poética puede pedirle a
diversos elementos de la naturaleza que se
compadezcan de él y le lleven con ellos, y lo
hace explotando las posibilidades expresivas
de la lengua, alejándola de su uso estándar y
favoreciendo una cierta ambigüedad interpretativa. Pertenece al género lírico porque
manifiesta la subjetividad de la voz poética,
que expresa sus sentimientos y emociones.
Además, es breve y está escrito en verso, si
bien ninguno de estos rasgos es ni imprescindible ni privativo de la lírica.
2
El emisor es el yo poético, que se identifica
con una voz masculina (envuelto, arrastrado,
arrebatado) y que se expresa mediante el
verbo en 1.ª persona tengo (v. 15), el pronombre personal me (vv. 4, 8, 12 y 13) y el
posesivo mi (v. 16). Los receptores son las
olas gigantes, las ráfagas de huracán y las
nubes de tempestad, elementos que aparecen
a través de su mención expresa, del verbo en
imperativo llevadme (vv. 4, 8, 12 y 13), y del
pronombre personal vosotras (vv. 4, 8 y 12).
El emisor se nos presenta atenazado por un
dolor profundo, atemorizado, solo y situado
frente a un receptor múltiple que viene dado
por un entorno natural violento y destructor;
una naturaleza confidente de la voz poética y
reflejo de su turbulento estado de ánimo.
3.
4.
La voz poética presenta una actitud
apelativa, ya que el destinatario poético
adquiere una presencia explícita a través de
los vocativos y de los verbos en 2.ª persona.
En esta rima de Gustavo Adolfo Bécquer
podemos distinguir dos partes atendiendo a la
exposición del contenido. La primera está
constituida por las tres primeras estrofas, en
las que el yo poético impreca a tres elementos de la naturaleza marcados por su ímpetu
virulento para que le arrastren con ellos. La
segunda es la última estrofa, en la que aquel
nos revela el lugar al que desea ser conducido, así como el motivo de su sufrimiento. La
voz poética, solitaria, confía en un paisaje
desolador, con el que se identifica y quiere
fundirse, para aislarse más aún del mundo
renunciando a la cordura y no sentir más, así,
el pesar inmenso que le embarga.9
5. El tema del poema es la angustia y el fracaso
existencial y los motivos que aparecen son la
soledad, el deseo de autodestrucción, la
locura, el dolor, el miedo, la desesperación y
la naturaleza como refugio.
6. Se trata de un poema estrófico compuesto por
cuatro estrofas de cuatro versos cada una.
Estos versos son endecasílabos los tres
primeros y heptasílabo el último. La rima
presenta asonancia en ó-a y se da solo en los
versos pares de toda la composición (11— 11A
11— 7a 11— 11A 11— 7a 11— 11A 11— 7a 11—
11A 11— 7a).
9
7. Los recursos de repetición son:
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
ƒ
Aliteración de la / r̄/ a lo largo de todo el
texto. Con ella se refuerza la vehemencia
de la angustia, del dolor irrefrenable experimentado por el yo poético: rompéis
bramando, desiertas, remotas, vosotras,
ráfagas, arrebatáis, marchitas, arrastrado torbellino, rompe rayo, sangrientas
orlas, arrebatado entre, vértigo, razón
arranque quedarme, dolor.
Anáfora del imperativo llevadme (vv. 4,
8, 12 y 13), unida a la repetición de todo
el heptasílabo en las tres primeras estrofas, lo que imprime un énfasis notable al
ruego del emisor.
Paralelismo en las tres primeras estrofas,
que tienen una estructura similar. Perfectos son los paralelismos entre los heptasílabos y entre los endecasílabos, también
lo son los terceros
versos de cada estrofa: «envuelto entre la
sábana de espumas» (v. 3), «arrastrado en
el ciego torbellino» (v. 7), «arrebatado
entre la niebla oscura» (v. 11). Entre los
primeros versos de cada una de ellas contamos, además, con otro paralelismo casi
perfecto: «Olas gigantes que os rompéis»
(v. 1), «Ráfagas de huracán que arrebatáis» (v. 5) y «Nubes de tempestad que
rompe el rayo» ( v. 9).
Epítetos, que potencian ciertas características relacionadas con el carácter hostil
de los sustantivos a los que se refieren:
alto bosque, ciego torbellino, niebla oscura, marchitas hojas.
Bimembración del adjetivo calificativo,
que aporta al sustantivo playas esa hostilidad apuntada en líneas anteriores: playas desiertas y remotas.
8.
Otros recursos expresivos son:
ƒ Apóstrofe. Aparece en las tres primeras
estrofas a través de la mención explícita
de los respectivos receptores en forma de
sendos vocativos, que encierran una descripción (topografía) de cada uno de
ellos.
ƒ Exclamación, a través de la que el yo
poético expresa tanto sus sentimientos
más íntimos («¡tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas!», vv. 15 y 16), como
un ruego vehemente («¡llevadme con vosotras!», vv. 4, 8, 12 y 13; «¡Por piedad!»,
v. 15).
ƒ Hipérbaton: «del alto bosque las marchitas hojas» (v. 6), «en fuego encienden las
sangrientas olas» (v. 19); y los tres sintagmas que adelantan su posición con
respecto al verbo del que dependen (llevadme), de manera que al contar, además, con estructuras paralelas, contribuyen a marcar el ritmo de la composición:
«envuelto entre la sábana de espumas»,
(v. 3), «arrastrado en el ciego torbellino»
(v. 7) y «arrebatado entre la niebla oscura» (v. 11).
ƒ Metáforas, como son sábana de espumas
(v. 3) y las sangrientas orlas (v. 19), que
remiten, ambas, a las olas de un mar
tempestuoso.
ƒ Prosopopeya, mediante la cual se
enfatizan la rudeza y la furia de los elementos a los que se atribuyen acciones
propias de los seres vivos: olas […] bramando (v. 1), ciego torbellino (v. 7), sangrientas orlas (v. 10); «el vértigo me
arranque la memoria» (v. 14).
9.
Para que el texto perteneciera al género
narrativo, debería desarrollar al menos una
acción presentada por un narrador; y para ser
dramático tendría que contar con personajes
que expresaran los hechos a través de sus
palabras y actos sin la mediación de un
narrador.
10.
RESPUESTA LIBRE.
9
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