1 Procesos Económicos Contemporáneos

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sobre Ecuador, y otras acciones como ciclos de cine ecuatoriano. Por
diversas circunstancias, de todas esas acciones sólo se realizó en el
1
2006, un ciclo de conferencias financiado por la CAM (Caja de Aho­
rros del Mediterráneo), en el que participaron Alberto Acosta, José
Sánchez Parga y Segundo Moreno, catedrático de Antropología de
la Pontificia Urúversidad Católica del Ecuador.
Ahora tenemos la oporturúdad de presentar esta publicación sobre·
Ecuador, que es el resultado de conversaciones y acuerdos con Fran­
cisco Rhon, director del CAAP (Centro Andino de Acción Popular) de
Procesos Económicos
Contemporáneos
.Impacto de las reformas
Quito y de la prestigiosa Revista Ecuador Debate. Una vez decididos
los temas o capítulos del libro, él se encargó de comprometer a los
neoliberales en la economía*
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autores de cada tmo de ellos. Finalmente, en los últimos meses, ha
sido José Sánchez Parga, investigador, también vinculado al CAAP,
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Alberto Acosta
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el responsable de urgir a los autores que cumplieran las fechas
pactadas para la entrega de los originales y m:ientar su forma de
presentación.
A todos ellos quiero marúfestar mi estima personal e intelectual y mi
agradecimiento por embarcarse en la publicación de este «Ecuador
contemporáneo. Análisis y alternativas actuales», que ahora ofrece­
Pocas veces en el mundo una propuesta ideológica ha alcanzado
los rúveles de globalidad del neoliberalismo, una ideología, y no
mos a la Urúversidad y a la sociedad murciana con el apoyo decidido
simplemente una teoría económica. Con el <<retorno del neolibera­
del Servicio de Publicaciones de la Urúversidad de Murcia. Nuestro
deseo es que este libro cumpla la función principal de acercar a los
lismo», como lo definió Raúl Prebisch al inicio de los ochenta, esta
ideología se transformó en el <<pensarrúento único». Como resultado
murcianos la realidad actual de este gran país, que llevo en el alma
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desde hace tanto tiempo. A todos los que han colaborado en su pu­
blicación, muchas gracias.
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de esta posición totalitaria, el mensaje dominante asegura que <<no
hay alternativa>>. Y desde esta perspectiva, en un claro ejercicio de
poder global, se difunde el ajuste estructural por el mundo.
A las propuestas económicas, que configuran la lógica y la práctica
de los ajustes neoliberales, se las conoce como el Consenso de Was­
Ángel Montes del Castillo
hington', tal como lo denominó ingerúosamente John Williamson,
Director del Centro de Estudios de Cooperación
al Desarrollo de la Universidad de Murcia
*
El texto es resultado de un trabajo de edición, a partir del libro del autor Breve Historia
Económica del Ecuador, realizado por la historiadora María José Garrido.
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Anzel Montes del Castillo
Los diez componentes básicos de su recetario son: Austeridad y disciplina fiscal; Rees­
tructuración del gasto público; Reforma Tributaria; Privatización de las empresas públicas;
Establecimiento de un manejo cambiarlo competitivo; Liberalización comercial; Desregulación
del mercado financiero y apertura de la cuenta de capitales; Apertura sin restricciones a la
inversión extranjera directa; Flexibilización de las relaciones económicas y laborales; Garantía
y cumplimiento de los derechos de propiedad privada.
Procesos Económicos Contemporáneos
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a principios de los años noventa. Este recetario recoge las medidas
Además, la trartSferencia de recursos desde los países latinoame­
terales de crédito (BID, CAF, etc.) así como la posición del gobierno
para financiar la revolución tecnológica-organizativa en curso en
ortodoxas del FMI, del Banco Mundial y demás organismos multila­
norteamericano y de los conglomerados transnacionales de mayor
influencia global, sobre todo de Estados Unidos. Son medidas que
ricanos -incluyendo la amortización de la deuda externa-. sirvió
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forman parte de tma estrategia global para la reestructuración de la
siempre más de lo mismo y sin preocuparse por sus irracionalidades,
y no sólo medidas monetaristas de corto plazo. Con este recetario
se mantuvo dentro del movimiento de reordenamiento liderado por
se buscaba establecer un <<entorno apropiado» para garantizar la
el capital financiero internacional. Al dejar de lado una potencial
participación de los países subdesarrollados en la nueva división
plona, como si se tratara de un proceso nuevo; cuando en realidad
es una fase del proceso de mundialización del capitalismo.
Si bien no aparece explícitamente el tratamiento deuda externa en
los componentes básicos de la receta, la aplicación de ésta tiene en
� El Ecuador, durante todos estos años e independientemente de los
diversos niveles de coherencia entre la teoría y la práctica, aplicando
economía, dentro de la racionalidad del propio sistema capitalista,
internacional del trabajo: la <<globalización», vendida en forma sim­
los países centrales.
respuesta nacional, el Ecuador se alineó al funcionamiento de la
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economía internacional dentro de un esquema pasivo que precipita
y consolida la transnacionalización. El motor de este fenómeno no es
el simple resultado de una confabulación internacional empeñada en
sojuzgar a las naciones más débiles, sino que se explica por la lógica
del sistema capitalista, que en la actualidad procesa una nueva forma
la mira garantizar el servicio de la deuda, cuya renegociación se
de reorganización política y económica del mundo. Para consegnir esa
Consenso, que no se sustenta para nada en un consenso democrá­
la mano de obra nacional, por la vía de la programada depreciación
ha transformado en eficaz palanca para imponer el mencionado
tico. Las instituciones financieras internacionales tuvieron un papel
determinante en la fijación de las políticas económicas, ya que sin
reinserción se aceptó, en la práctica, la necesidad de hacer competitiva
del poder adqtúsitivo de los salarios y por la mayor flexibilización de
la clase obrera. Se aceptó la reprimarización de la economía al volver
su «aprobación» o «sello de confianza» difícilmente tm país recibe
a las ventajas comparativas náturales aprovechando la alta renta, des­
instih1ciones es complementaria con el trabajo que despliega el Club
alcance para la consolidación de aquellas líneas productivas mediante
créditos y mucho menos inversiones extranjeras. La acción de estas
de París, al cual es posible acceder para reestruchrrar las deudas bi­
laterales siempre que se cuente con la mencionada «aprobación».
La estabilización y el ajuste no están dirigidos simplemente a reducir
echando la posibilidad de instaurar al menos un esquema de largo
las cuales el país en forma dinámica podía volverse competitivo. En
definitiva, se consolidaron actividades con bajo perfil tecnológico y,
por ende, con muy escasa o ninguna incidencia internacional.
la inflación o a asegurar el crecimiento económico de largo plazo de
Así también se avanzó en el dogmático desmantelamiento del Es­
la economía mundial y que, en una primera instancia, han asegu­
lo que estaba de por medio, (además de los jugosos negocios que
los países periféricos, son mecanismos que apuntan a transformar
rado los mercados para los productos de los países centrales. El
tado enarbolando la muletilla de su ineficiencia estructural, cuando
incremento de exportaciones de esos países sirvió para sanear su
pueden ofrecen las privatizaciones), era la eliminación de una forma
de Estado que pueda convertirse en uno de los ejes en un proceso
son protegidas con enormes subsidios), y para suavizar la recesión y
ción del papel del Estado, al que se presentó como una institución
balanza de pagos (ya que algunas exportaciones, como las agrícolas,
las altas tasas de desempleo internos, al tiempo que sacaron tajada
de la oferta de productos agrícolas y minerales provenientes de los
países empobrecidos a precios bajos.
28
Alberto Acosta
nacional de desarrollo. Desde esa perspectiva, se llegó a la sataniza­
que, flotando más allá de fracciones de clase, intereses y estructuras
económicas, habría gozado de una autonomía que provocó la crisis
que se vivió desde los años ochenta. A partir de una crítica a la
Procesos Económicos Contemporáneos
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fracasada modalidad de industrialización se abrió la puerta a una
nueva modalidad de acumulación primaria-exportadora-moderna,
acompañada, evidentemente de un nuevo Estado, otra política eco­
nómica y alianzas dominantes diferentes.
El ajuste neoliberal
tado en <<fáciles y abundantes>> recursos financieros, y sin las reformas
estructurales que hubieran sido indispensables, los gobiernos tuvie­
ron que enfrentar la búsqueda de los equilibrios macroeconómicos,
tratando de mantener con vida el espacio constitucional instaurado
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1979, que respondía a las necesidades de la renovada estrate­
gia internacional de los Estados Unidos. A principios de los ochenta,
Ecuador tuvo que enfrentar distintos problemas que afectaron su
economía como la caída del precio del petróleo y las intmdaciones
daba a sus exigencias; en sus condiciones crediticias determinantes
en el manejo económico de los países deudores, y en su capacidad
para movilizar recursos de otras fuentes en el caso de los buenos
discípulos de sus políticas.
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y condicionalidades del capital financiero internacional, formuladas
y presionadas por el FMI y el Banco Mtmdial. Su poder y su cre­
ciente influencia, al margen de cualquier control democrático, son
indiscutibles, muestra de esto es la suscripción de Ecuador a partir
de 1983 de una decena de «Cartas de Intención» con el FMI, para la
obtención de créditos' diliciles de conseguir, ya que la misma rigidez
El estrecho control del FMI mediante sus políticas había tenido ya su antecedente en dé­
cadas anteriores, cuando otorgó créditos stand by al país con los que se pretendió, sin grandes
Alberto Acosta
1
Es a partir de este período cuando el país empezó una tortuosa marcha
de ajustes y desajustes interminables. El proceso de ajuste, visto desde
la política institucional, muestra un tímido inicio de reformas en el
gobierno de Osvaldo Hurtado (1981-1984), sobre todo en el campo de
de la deuda externa. Sus políticas económicas buscaron enfrentar el
problema de la inflación, aplicando un esquema recesivo que apun­
exclusivamente por los problemas mencionados, sino también por
ciaciones de la deuda externa con los acreedores internacionales,
incorporando cada vez con mayor proftmdidad las recomendaciones
problemas que en la etapa petrolera se habían mantenido relativa­
mente ocultos.
la estabilización macroeconómica, desatada por los efectos de la crisis
taba a reducir los índices de consumo e inversión, pero garantizando
razones estruchrrales externas e internas de larga data.
el gobierno ecuatoriano ingresó en la ronda de las. continuas nego­
el «ajuste sectorial» fueron poderosos mecanismos para forzar el
neoliberalismo e incluso para agravar sus efectos. Correlativamen­
te a estas presiones aparecieron con enorme crudeza en el país los
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1981 había sor­
En el contexto de la suspensión de pagos de la deuda externa por
parte de México en 1982, al igual que otros países latinoamericanos,
El Ecuador también recurrió en repetidas ocasiones al financiamiento
del Banco Mundial, cuyos préstamos para el «ajuste estruchlial» y
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teado con aparente facilidad el impacto de los problemas económi­
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el monto de sus créditos, sino en la atención prioritaria que se le
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dichas «Cartas de Intención». El poder del FMI no radica tanto en
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y dureza de los acuerdos alcanzados impedían el cumplimiento de
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cos internacionales, comenzó a sentir de lleno sus síntomas; pero no
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durante el invierno de los años 1982 a 1983 -el Fenómeno de El Niño-,
que afectaron gravemente la producción agrícola y la economía en
general. A partir de entonces, el Ecuador, que hasta
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Interrumpido el proceso, a fines de los setenta, de acumulación susten­
desde
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los procesos de acumulación del capital. Situación viable solo en la
medida en que se deprimían los salarios. En consecuencia cayó la
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participación del factor trabajo en la distribución de la renta nacional'.
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Todos estos elementos, en el marco de la denominada flexibilización
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resultados, superar la crisis del momento. Control del cual solo fue posible liberarse con las
exportaciones de crudo. La tiltima de estas cartas de intención se realizó en abril del 2000.
Con estas cartas el país aseguró 8 créditos stand by: julio de 1983, marzo de 1985, agosto de
1986, enero de 1988, septiembre de 1989, diciembre de 1991, mayo de 1994 y abril del 2000;
hay que anotar que el país recibió solo en dos Ocasiones todos los desembolsos previstos. En
este último lapso el país consiguió t<imbién tres préstamos de «financiamiento compensatorio))
del mismo Fondo: noviembre de 1983, agosto de 1986 y enero de 1988.
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La distribución de la renta nacional cayó progresivamente de un 32% en 1980 a un 12,7%
en 1990 y 1991, para luego recuperarse levemente a nn 13,9% en 1997, poco antes de la se­
vera crisis de fin de siglo. Los trabajadores, al igual que la mayoría de servidores públicos,
especialmente los maestros, han sufrido los efectos más duros de la represión salarial.
Procesos Económicos Contemporáneos
31
laboral, comprimieron aún más el de por sí limitado mercado interno,
que sufrió también por el desempleo creciente y por el debilitamiento
sistemático de las organizaciones sindicales.
Durante el régimen socialcristiano de León Febres Cordero (19841988) el ajuste experimentó una transición discontinua y confusa,
pese a sus declaraciones y acciones a favor de una mayor apertura
y liberalización -«neoliberalismo en gramática populista>> diría pos­
teriormente el politólogo César Montúfar-. La economía concluyó
en medio de un desorden generalizado y con un creciente malestar
ciudadano en contra de un gobierno autoritario.
Las expectativas provocadas por el socialdemócrata Rodrigo Borja
(1988-1992) -públicamente contrario a las tesis neoliberales- dura­
ron poco, ya que su gobierno se mantuvo en gran medida dentro
de la senda del ajuste y tramitó una serie de transformaciones (por
ejemplo en el campo laboral y de la apertura comercial) que faci­
litaron posteriormente la profundización del esquema neoliberal.
En su gobierno se introdujeron algunas reformas en el campo de la
contratación compartida, la maquila y las zonas francas, con claras
limitaciones al sindicalismo, y desde entonces no faltaron las pre­
siones para ahondar cada vez más en la flexibilización laboral.
En el período del conservador Sixto Duran Ballén (1992-1996) el
discurso neoliberal coincidió en gran medida con la práctica: el
ajuste dio pasos acelerados, algunos de los cuales, sin embargo, se
vieron truncados tanto por la protesta social, la derrota de las refor­
mas neoliberales que el régimen pretendió introducir vía consulta
popular a fines de 1995, como por los casos de corrupción en torno
al proyecto de privatizaciones.
El populista Abdalá Bucaram (1996-1997), que llegó a la Presidencia
presentándose como el presidente de los pobres, intentó llevar la
economía ecuatoriana a un estado superior del neoliberalismo con
su programa de convertibilidad, con el cual forzaría la aprobación
de una larga lista de reformas neoliberales, la aceleración de las pri­
vatizaciones, así como la radicalización de la flexibilidad laboral.
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Alberto Acosta
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populista Fabián Alarcón (1997-1998). A pesar de lo caótica que re­
sultó su gestión, este gobierno se mantuvo en la senda del ajuste, en
medio de una crisis que se generalizaba aceleradamente, al tiempo
que se desperdiciaba una oportunidad histórica para procesar una
profunda reforma política, tan reclamada por la sociedad luego del
derrocamiento de Bucaram.
Con Jamil Mahuad (1998-2000), demócrata cristiano estrechamente
vinculado a las altas filas del sector bancario, el país enfrentó una de
las peores crisis económicas de su historia, agravada por la imposición
de un esquema de dolarización oficial de la economía desde principios
del 2000. Dolarización que fue ratificada por Gustavo Bejarano (20002003), quien llegó a la Presidencia cuando fracasó el intento de tomar
el poder por parte de relevantes actores sociales, sobre todo indígenas,
acompañados por un grupo de oficiales de la fuerza terrestre.
El análisis de las medias de ajuste en el Ecuador estaría incompleto
si no se consideran las dificultades exógenas que ha enfrentado la
economía ecuatoriana, a las cuales habría que sumar las antiguas y
arraigadas restricciones de desarrollo. Entre las primeras se puede
destacar: inundaciones (1982-83, 1997-98), sequías, terremoto (1987),
caída de los precios del petróleo (1982-83, 1986, 1997-98), conflicto
bélico (1981, 1995), crisis financiera internacional (1997-98). Los pro-­
blemas estructurales existentes, propios del capitalismo dependiente,
dan cuenta de que las condiciones previas al ajuste no eran óptimas
ni estables, y menos aún que solo las políticas de inspiración neo­
liberal son las causantes de los problemas.
Entre los responsables del ajuste, además de los sucesivos gobiernos
como se ha mencionado están los organismos multilaterales, verda­
deros gestores de la política económica ecuatoriana. Es ineludible la
responsabilidad de estas entidades en la crisis financiera, a la cual se
llegó como resultado de la liberalización fondomonetarista y que se
agudizó con la creación de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD)
por presiones del Banco Mundial. Otro ejemplo fueron los condicio­
namientos del FMI de capitalizar bancos locales quebrados.
Un factor de distorsión casi permanente se manifestó a través de
las continuas presiones de los grupos de poder, partidarios políticos
Mediante un acuerdo para sortear la crisis política desatada en
1997 se instauró un gobierno interino, liderado por el conservador
32
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Procesos Econ6micos Contemporáneos
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del ajuste, pero demandantes incansables del patemalismo estatal.
Esto se explica por el carácter rentista de los grupos dominantes,
interesados en privatizar y aumentar sus prebendas, mas no en
una verdadera modernización del Estado o en reformas que hagan
funcionar realmente un mercado competitivo, y que den paso a la
construcción de verdaderas ciudadanías. Estos grupos, reacios al
pago de impuestos y al cumplimiento de sus obligaciones con la so­
ciedad, han buscado defender sus intereses y prebendas politizando
sus agrupaciones gremiales, las grandes cámaras de la producción.
Así se ha avanzado en un proceso de <<modernización>> que oculta
grandes ineficiencias y una marcada ausencia de la responsabilidad
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social de las empresas; dando continuidad histórica a prácticas <<em­
presariales» de los terrateníentes de 1� Sierra y de la Costa.
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Los exponentes <<naturales» del neoliberalismo -los grupos de poder
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muy difícil el mantenimiento del ritmo del ajuste. Y sin haber llegado
a los extremos autoritarios del Cono Sur, en Ecuador el ajuste vino
acompañado de un creciente déficit democrático, mientras que con
un discurso de tinte <<progresista» se trató de conseguir respaldo para
los socialmente costosos esquemas de ajuste. Este proceso de ajuste/
desajuste neoliberal, en las condiciones descritas, resultó conflictivo.
Fue un proceso tortuoso e interminable, agravado por la presencia y
recrt;tdecimiento de los ancestrales pesos del subdesarrollo. Todo esto
en medio de tm ambiente marcado por la corrupción.
estos moques externos. Son importantes los graves problemas am­
bientales, producidos por las continuas agresiones que se hacen a la
naturaleza y que, han sido la base de las grandes crisis. Las causas
coyunturales de origen exógeno pueden resumirse en los estragos del
Fenómeno de El Niño (con pérdidas estimadas en
que ocasionó un deterioro de la balanza de pagos, tanto por el lado
comercial como por el lado de la cuenta de capitales; la estrepitosa
·caída del precios del petróleo en el mercado mundial en
dificultades del Ecuador pueden encontrarse en problemas exógenos,
derivados de fenómenos de la naturaleza y de la economía mundial.
Algunos de ellos, sin embargo, podrían estar bajo control o podrían ser
suavizados, siempre y cuando se modifique la estrategia de desarrollo
Alberto Acosta
1998, y el
pago por servicio de deuda, en tanto impidió financiar el desarrollo,
ya que obligó a nuevos endeudamientos para sostener su servicio'.
A los procesos coyunturales descritos se añaden varios factores
endógenos. Sobre todo la propia política económica aplicada entre
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líticas de salvamento de la banca privada, las diversas aberraciones
fiscales, la improvisada e inconsulta dolarización de la economía,
cuyo efecto contribuyó a exacerbar las presiones inflacionarias y la
inestabilidad política en el país. No se puede dejar de mencionar
los grandes problemas estructurales que se potenciaron por los
problemas coyunturales:
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La debilidad y fragilidad del mercado interno, a causa de las
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enormes desigualdades en la distribución de la riqueza, del bajo
poder adquisitivo de las masas (pobreza) y de una creciente con­
centración del ingreso y los activos en pocas manos.
La presencia de sistemas de producción atrasados (con baja produc­
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Las principales causas de la crisis son múltiples; parte de las grandes
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dólares)'; los efectos provocados por la crisis financiera internacional,
tividad de la fuerza de trabajo; pero con elevada productividad del
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Causas y características de la crisis de fin de siglo
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y se adopten políticas económicas acordes con los retos que plantean
1992 y 1999. Evidencia de esto fueron las desacertadas y costosas po­
y sus partidos políticos- no lograron consolidar una posición homo­
génea para anclarlo como proyecto hegemóniéo por su falta de visión,
por su mediocridad y por sus contradicciones internas. Las medidas
adoptadas inicialmente tenían que ser respaldadas por otras más ade­
lante, pues· las presiones empresariales y las protestas sociales hacían
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capital) que caracteriza la heterogeneidad estructural del aparato
productivo; la poca capacidad de absorción de la fuerza de trabajo
y la desigualdad en la distribución del ingreso y activos.
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Cifra obtenida de estudios de la CEPAL
Esto se evidencia en el Presupuesto del 2001, en el cual se destinó el 53% de los ingresos
totales al servicio total de la deuda pública y el 33% de los ingresos totales para el servicio
de deuda externa; servicio que equivale al44o/o de las exportaciones previstas.
Procesos Económicos Contemporáneos
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Los elevados niveles de desempleo (abierto y oculto) y de su­
bempleo, así como la ausencia de políticas para generar empleos
estables y de calidad.
La carencia de una adecuada integración entre las diversas regio­
nes del país y el débil desarrollo de las ciudades intermedias y
pequeñas, agobiadas por diversas manifestaciones de centralismo
gubernamental y de concentración de la riqueza.
Los escasos encadenamientos fiscales, productivos y de consumo;
a lo cual se suma la escasa vinculación sectorial, en particular de
la agricultura con la industria y de las actividades de exportación
con el resto de la econornia.
La elevada propensión marginal a importar, no solo maquinaria
y equipo, sino incluso materias primas y bienes de consumo
duradero y no duradero; consecuencia de la consuetudinaria
dependencia externa, en especial tecnológica y culturaL
El mal manejo administrativo del Estado, una marcada arbitrarie­
dad burocrática y una gran cantidad de ineficiencias acumuladas
a lo largo de la historia.
El irrespeto casi permanente a la institucionalidad democrática
y a la misma Constitución, que ha aumentado la inestabilidad
política y que deterioran la imagen internacional del país.
Las masivas ineficiencias del sector privado, así como la falta de
empuje y capacidad innovadora del segmento empresarial, infec­
tado por la inercia de los rentismos y clientelismos de antaño.
La existencia de estructuras oligopólicas y aun monopólicas que
caracterizan los mercados.
La corrupción generalizada en toda la sociedad, no solo en el
séctor público.
La heterogeneidad productiva' y de comportamientos, con relacio­
nes de producción diversas (donde no han sido superadas formas
semifeudales o no capitalistas) que conduce a que los sectores
marginales, que tienen una mayor productividad del capital que
Se puede decir que la economia ecuatoriana está conformada por cinco estratos básicos:
petrolero {petróleo/minería); urbano moderno (electricidad/ agua y finanzas; parcial­
mente industria, construcción, comercio y transporte/ comunicaciones); rural moderno
(agropecuario/pesca); urbano tradicional (parte de la industria, construcción, comercio y
transporte, y servicio hogares); y,, rural tradicional (actividades agropecuarias/ pesca).
para invertir, y los sectores modernos, en donde la productividad
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de la mano de obra es más alta, no invierten porque no tienen
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mercados internos que les aseguren.rentabilidades atractivas. Ello
a su vez agrava la disponibilidad de recursos técnicos, de fuerza
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laboral calificada, de infraestructura y de divisas, lo que por su
parte desincentiva la acción del inversionista.
El Ecuador no puede ser visto simplemente como víctima de
los problemas exógenos, sino también como un país que inter­
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namente también genera y reproduce sus propios problemas en
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un proceso de «causación circular acumulativa»7•
La crisis a la luz de los indicadores económicos
Los elementos de la política económica ortodoxa, configurada en
torno al núcleo del ajuste, explican la gravedad de la crisis desatada
hacia el 2000. En estas condiciones, la ·econornia ecuatoriana atravesó
una situación dramática, incomparable en todo el siglo XX y reflejada
en los principales indicadores económicos. Ecuador sufrió en 1999
el retroceso económico más severo en América Latina. La caída del
PIB real mostró su máximo declive en 19998 cuando fue de 7,3%,
medida en sucres, y de más del 30% en dólares. Superó incluso los
niveles de decrecimiento de oh·as grandes crisis, tales como la que
se produjo en 1933, durante la Gran depresión y como consecuencia
de la crisis cacaotera, al caer en 4,2%; o en 1983 -crisis de la deuda
externa, caída del precio del petróleo y el Fenómeno del Niño cuando
la caída fue de 2,8%; o en 1987, con nueva caída del precio del crudo
y ruptura del oleoducto, cuando el PBI se contrajo en 6,0%.
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Por otra parte, la política económica en 1999 provocó una devalua­
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23% y una salida de capitales privados de un 15% del PIB. El país,
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los modernos no puedan acumular porque no tienen los recursos
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ción del 216%, una inflación del 52%, una caída del salario real del
según UNICEF, experimentó el empobrecimiento más acelerado
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Gunnar Myrdal, sueco, Premio Nóbel de Econonúa del año 1974.
8
El PIB, medido en dólares, cayó en 31% entre 1998 y 2000, de 19.710 millones de dólares
a 13.649 millones, luego de que en 1999 alcanzara 13.770 millones. El PBI por habitante se
redujo en 33% entre 1998 y 2000, al caer de 1.619 dólares a 1.079 entre 1998 y el 2000 (1999:
1.109 dólares).
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Procesos Económicos Contemporáneos
37
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en la historia de América Latina. Entre el año 1995 y el año 2000,
el número de pobres se duplicó de 3,9 a 9,1 millones; en términos
porcentuales creció del 34 al 71%; la pobreza extrema también dobló
su número de 2,1 a 4,5 millones; en términos porcentuales el salto
fue de un 12 a un 35%. El porcentaje de niños viviendo en hogares
pobres aumentó de 37% al 75%. El gasto social per cápita disminuyó
un 22% en Educación y un 26% en Salud.
Durante estos años se produjo una masiva emigración de ecuatorianos
al exterior, estimada en unas 300 mil personas (otros cálculos estiman
500 mil); proceso que incidió profundamente en la vida económica,
social y política del país. Por otro lado, la emigración explica, en parte,
la reducción del desempleo en el 2000 en un 10% (que en 1999 había
alcanzado el 17%). El subempleo, que se incrementó en estos años,
afectó al 60% de la población económicamente activa.
Estos indicadores se reflejaron en una mayor concentración de la
riqueza: mientras en 1990 el 20% más pobre recibía el 4,6% de los
· ingresos, en 1995 el 4,1% y en 1999 apenas el 2,46%; entre tanto el
20% más rico de la población acumulaba el 52% en 1990, el 54,9%
en 1995 y el 61,2% en 1999, de acuerdo a datos del SIISE.
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Antes de la crisis de 1998-2000, seis mil personas controlaban el 90%
del capital de las compañías mercantiles y no más de doscientas per­
sonas dominaban todo el sistema bancario privado, en el cual' cinco
bancos concentraban la mitad de las operaciones activas y pasivas.
Si se mide la inequidad en salarios, al inicio del siglo XXI el 64,6%
de los trabajadores recibía menos de 1,5 salarios mínimos vitales
al me_ s; el 20,4% ganaba entre 1,5 y 5 salarios y solo el 3% obtenía
más de 5 salarios (un salario mínimo vital 117,6 dólares). Así, si una
familia con 1,6 personas aportando para el ingreso familiar recibía
un ingreso de 201 dólares en julio del 2001, que apenas cubría un
69% de la canasta básica (291 dólares); en los meses más duros de la
crisis el déficit alcanzó un 57%. Los sectores sociales más afectados
por la crisis y por los problemas derivados del ajuste/ desajuste
neoliberal fueron los jubilados, gmpo estructuralmente marginado
y cuyas pensiones mensuales bordeaban los 40 dólares, la población
indígena, las mujeres y la población jóvenes.
38
Alberto Acosta
•
B:hlioteca ·
Principales resultados del ajuste
Desde inicios de los años ochenta, con diversos grados de coherencia
e intensidad en el Ecuador, al igual que en oh·os países de la región,
se adoptó una concepción aperturista y liberalizad ora de inspiración
fondomonetarista/bancomunclialista, que siguieron en gran meclida
las recetas del Consenso de Washington, concepción impuesta a través
de múltiples mecarúsmos y hasta con chantajes externos e internos.
Esto condujo a la aceptación de una lógica que ajustó al país de acuer­
do a las necesidades del capitalismo munclializado y lo desajustó en
térmirws de lo que pudo haber sido un desarrollo más equilibrado.
La recuperación de los equilibrios macroeconómicos, para retomar
en forma espontánea la senda del crecimiento y la distribución de los
frutos del progreso, fue el leitmotiv del manejo económico; al tiempo
que se introducían cambios estructurales en la economía.
Sin embargo, Ecuador ha sido considerado como un país reacio al
ajuste, incluso las instituciones financieras internacionales lo han
incluido en su lista de países rezagados, basándose en un manejo
propagandístico y una visión combinada de inevitabilidad y de
atraso que tendría el país en relación con los otros países latinoa­
mericanos, y negando la existencia de alternativas.
Quienes impulsan estos ajustes casa adentro han hecho eco de cli­
chas aseveraciones, y con nna visión muchas veces interesadas y
tendenciosas han presionado su profundización, destacando que su
aplicación fue insuficiente o afirmando que sin el tratamiento neo­
liberal las condiciones podrían ser aún peores. Incluso hay quienes
desconocen la existencia del ajuste en el Ecuador. Estas afirmaciones
son compartidas por muchas fracciones sociales y empresariales, in­
cluso por aquellas perjudicadas por la aplicación de dichas políticas.
Si de hecho la teoría ha resultado discordante con la realidad, como
ha suceclido en muchas ocasiones, los neoliberales esperan que la
realidad se ajuste a la teoría.
La imposibilidad de profundizar aún más los ajustes se debió a las
sucesivas reacciones sociales y a la falta de coherencia de las elites
dominantes, que limitaron una aplicación aún más rigurosa y com­
pleta del modelo neoliberal, aunque de hecho, en algunos ámbitos
Procesos Econ6micos Contemporáneos
39
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el ajuste ha ido más allá del promedio latinoamericano. Incluso se
ha llegado a un «terrorismo económico>>, una de cuyas expresiones
más destacadas se encuentra en la campaña pro-aceptación de la
desde
como la mejor y única alternativa para enfrentar una supuesta hipe­
rinflación (inexistente por cierto), la cual volvería a ser el fantasma
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devorador si se optara por salir de la dolarización.
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El ajuste en el Ecuador, si bien no ha cosechado «aplausos>> interna­
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cionales, no puede ser simplemente catalogado como un experimento
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fallido por incompleto, menos aún inexistente. Si se confronta la rea­
lidad del ajuste en el Ecuador con los planteamientos del Consenso
de Washington, se pueden sintetizan algunos aspectos en función
de los objetivos explícitos e implícito& del ajuste:
a) ·Liberalización comercial
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La evolución de la apertura comercial en el Ecuador ha ido a la par
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con la latinoamericana, e incluso llegando a superar el promedio
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regional. Este «avance» es explicable por la histórica aperh1ra de la
economía del país, así como por los limitados esfuerzos experimenta­
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dos para construir un mercado interno durante el período en el cual
se impulsó la industrialización vía sustitución de importaciones. La
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evolución experimentada por el índice de apertura -exportaciones
más importaciones dividido por el PIB-, superó el
40% a mediados
de los setenta y se ha mantenido e incluso aumentado a un 50%;
sin duda uno de los índices de apertura más elevados de la región.
Este nivel de apertura se profundizó con la desgravación arancelaría,
iniciada en el gobierno de Febres Cordero (1984-1988), y se radicalizó
con Borja (1988-1992). Así el país alcanzó niveles comparables a 17
países de la región' y desde 1991 superó el promedio latinoameri-
9
Datos tomados del trabajo realizado por Morley, Machado y Pettinato, quienes estudia�
ron los siguientes países: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Honduras, Jamaica, México, Paraguay, Perú, República Dominicana,
Uruguay y Venezuela. MORLEY, Samuel A.; MACHADO, Roberto; PETIINATO, Stefano,
«Indexes of structural reform in Latin América», Serie Reformas Económicas, Santiago de
Chile, Cepal. 1999
199510 se llegó a un índice de apertura comercial de 0,953,
0,946.
Con su vinculación a la Organización Mundial de Comercio (OMC),
dolarización oficial de la economía, impuesta en el 2000, y difundida
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superior al promedio regional de
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1996, el Ecuador eliminó casi todo tipo de restricción comer­
cial, salvo algunas salvaguardias arancelarias introducidas sobre
todo por razones fiscales de corto plazo. La profundización del
aperturismo contrasta con la cada vez más notoria existencia de
tendencias proteccionistas y regionalizadoras en la economía mun­
dial, en las cuales el mercado es administrado y no libre, como
pregonan los defensores del dogma neoliberal. Un claro ejemplo
son las dificultades que tiene el banano ecuatoriano para ingresar al
mercado europeo, así como también los enormes subsidios que recibe
la agricultura en los Estados Unidos y en la Unión Europea.
En términos de promoción de las exportaciones existieron mejoras
cuantitativas sustentadas, sobre todo en rubros primarios, pasando
de
2.237 millones de dólares en 1982 a 5.264 millones en 1997. Sin
embargo, en 1998, por efectos de la crisis internacional y el Fenóme­
4.203 millones, creciendo
4.926 millones en el 2000. Esta dinámica se basó en
no del Niño, las exportaciones cayeron a
nuevamente a
el incremento de las exportaciones tradicionales: petróleo, banano,
camarón, café y cacao, debido a aumentos en cantidad, con lo cual
se equilibró la reducción en los precios.
A estas exportaciones se sumaron otras" (básicamente primarias),
consideradas no tradicionales: flores y frutas exótica particularmente,
así como en algunos productos ligeramente industrializados, con
un creciente dinamismo. Los esfuerzos exportables de esta época
se registraron mayormente en la Sierra, (región tradicionabnente
orientada al mercado doméstico) donde se vivió un nuevo proceso de
cambio en su estructura de la tenencia de la tierra y en la demanda
10 En este año Ecuador lleg6 a
un
índice de apertura superior al de Argentina, Brasil, Co­
lombia, Perú, Venezuela, siendo apenas superado por Bolivia, Chile y México.
11 Agua mineral, aguardiente, artículos de confitería, achiote, alimento para perros, avena
especial, bambú, caolín, cigarros, condimentos, duraznos, féculas, extracto de malva, harina
de plátano, hongos, jugos, legumbres, manteca de cerdo, piñas, quinua, salsa de tomate,
tabaco negro, etc.
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de la mano de obra al introducir estas nuevas actividades. Sin em­
bargo, el aporte de estos nuevos productos en términos cuantitativos
(y más aún tecnológicos) es limitado.
A pesar de dichas transformaciones, el deterioro de los términos de
intercambio en varios productos ecuatorianos fue constante. Tam­
poco la dependencia petrolera pudo ser superada, por el contrario,
para sostener la dolarización oficial de la econorrúa y a través de ella
la continuidad de los ajustes, se apostó a incrementar sus exporta­
ciones. La tendencia reprimarizadora de la economía ecuatoriana,
promovida por estos ajustes, apareció con claridad, mientras que la
desindustrialización del aparato productivo resultó relativamente
limitada por el escaso desarrollo industrial, sobre todo en términos
de incorporación tecnológica a los procesos manufactureros. Situa­
ción que se agravó por los efectos que ha tenido la dolarización en
los niveles de competitividad, especialmente en aquellas activida­
des que no se sustentan en la renta de la natúraleza, así corno en la
ocupación de mano de obra barata y flexible.
En lo que respecta a la evolución de las importaciones, se observó
una reducción de2 . 187 millones de dólares en 1982 a 1 .474 millones
en1983, corno consecuencia del primer ajuste que provocó la grave
crisis de la deuda externa; se registró una paulatina recuperación
hasta 1987 (año en el que se produjo un grave terremoto, por lo
que se redujo en 300 millones de dólares el monto de las compras
externas). A partir de entonces, las importaciones, particularmente
de bienes de constuno, volvieron a subir alcanzando el nivel más
alto en 1998 de 5 .576 millones de dólares". En 1999 las importacio­
nes cayeron por efecto de la depresión a3 .017 millones de dólares y
empezaron su recuperación en el2000 , cuando alcanzaron un valor
de 3 7. 21,2 millones, con una clara tendencia ascendente.
La estructura de las importaciones demuestra el elevado grado de
dependencia externa de la industria nacional, que es el sector que
aglutina las compras de bienes de capital y de materias primas.
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12 Incremento que se explica por las adquisiciones de alimentos derivadas del fenómeno
del Niño y en parte por el ingreso de productos asiáticos abaratados, sobre todo vehículos,
luego de la masiva devaluación en esa región del mnndo.
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A pesar del debilitamiento industrial por la suspensión del tardío
esquema de sustitución de importaciones, en la práctica todavía se
siguió operando bajo la lógica del ensamblaje de piezas y partes
importadas en muchas empresas manufactureras orientadas al mer­
cado interno o, en el mejor de los casos, para el mercado andino. A
esto se añadió el fracaso en la manera en que se aplicaron ciertas
medidas proteccionistas (y no un proyecto sistemático proteccionis­
ta) que no indujeron mejoras cualitativas en el aparato industrial.
Principalmente por estar sustentadas en una concepción que privi­
legiaba relaciones personales y de grupo, plagadas de incoherencias
e inconsistencias.
Tampoco se produjo una diversificación de países compradores
de productos ecuatorianos, por el contrario, se mantuvo a Esta­
dos Unidos corno uno de los principales socios comerciales, esto
se evidenció en las exportaciones destinadas a este país, que en el
2000 representaron el 38% (1992: 42%) de las ventas totales; y en
las importaciones provenientes de ese mismo país, que en el 2000
alcanzaba el25% (1992: 34%). Esta situación se contrapone con los
. cambios de los países centrales, en donde se está llevando a cabo la
conformación de un aparato productivo ágil, flexible y de empuje a
gran escala, el mismo que cada vez depende menos de las materias
primas importadas desde la periferia y más bien se sustenta en forma
creciente en el conocimiento.
b) Desregulación del mercado financiero
En la década de los noventa, en Ecuador se profundizó un proceso
de liberalización y flexibilización del sistema financiero, al tiempo
que se eliminaron las estructuras preferenciales de las tasas de in­
terés y la acción de fomento de la banca estatal. El Banco Central
asumió exclusivamente funciones monetarias y cambiarias y los ban­
cos estatales de desarrollo facilitaron el libre accionar de la banca
comercial. Si bien el país se encontraba «atrasado» con respecto al
promedio latinoamericano en el campo de la flexibilización finan­
ciera doméstica, en los noventa no solo que igualó el promedio,
sino que lo sobrepasó, ubicándose casi al mismo nivel que Chile,
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considerado como «modelo>> del ajuste neoliberal13• Sin embargo, la
<<Ventaja>> que podría haber obtenido el país con su liberalización
financiera «tardía», no fue aprovechada para establecer mecanismos
de control y regulación adecuados. Por el contrario, las deficiencias
propias de estas reformas -expresadas dramáticamente en las crisis
de los países asiáticos- se complicaron aún más por la mediocridad
y dogmatismo de sus promotores, a lo cual se suma el corrupto
manejo del tema bancario.
Aunque ya se había flexibilizado la fijación de las tasas de interés
desde
1986, el punto de partida para una masiva liberalización fi­
nanciera fueron las reformas introducidas en el gobierno de Duran
Ballén, mediante la aprobación de la Ley General de Instituciones del
Sistema Financiero" en 1994 , que permitió a los banqueros ampliar
sus actividades y diversificar sus negocios, al tiempo que amplió la
posibilidad de aumentar los créditos para sus propias empresas, es
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en 1999 , y en lo que se refiere a las colocaciones el incremento fue
de 19 ,9 a 66,5% en el mismo período. Estas reformas cambiaron el
sistema de banca restringida (y relativamente controlada) por un
sistema de banca universal liberalizada, con lo cual, en la práctica,
aumentaron los riesgos en sus operaciones. Igualmente se permitió
el ingreso de nuevos productos bancarios a tono con el ambiente
especulativo internacional. Esta banca canalizó masivos recursos
externos hacia la economía nacional sin adoptar criterios de selec­
tividad productiva y sin tomar las precauciones del caso; recursos
que luego fueron sacados del país apenas aparecieron los prlmeros
síntomas de la crisis,
Los cambios también produjeron un debilitamiento de la banca pro­
vincial y regional, ya que se ahondó el fenómeno de transferencia
asimétrica y de concentración de capitales que se da en el Ecuador,
pues apenas pocas provincias captaban el grueso del ahorro priva­
libertinaje por la reducción de la capacidad (y voluntad) de control de
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mente se dio paso a tma serie de reformas jurídicas y a la expedición
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créditos bordean el 70% de los totales nacionales. En este ambiente
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y hasta corrupto de los créditos, los cuales, sumados a los proble­
decir los créditos vinculados. Esta liberalizacion se transformó en un
instituciones estatales como la Superintendencia de Bancos. Adicional­
de nuevas normas legales, tales como la Ley de Mercado de Valores y
la Ley de Modernización del Estado. A esto se sumó la desregulación
de los depósitos fuera del país, en la banca
ojf-shore
(sucursales de
los bancos nacionales en el exterior), que no atrajo ahorro externo,
sino que canalizó recursos de los ecuatorianos hacia el exterior para
ser manejados extraterritorialmente en un ambiente caracterizado
por cada vez menos controles. Este sería otro de los detonantes para
acelerar la dolarización espontánea de la economía, pues esta banca
off-shore sirVió para alentar
y esconder el ahorro en dólares, no para
atraer ahorro externo, como era el mensaje oficial.
El grado de dolarización espontánea creció desde
1994, como resul­
1994 un
15, 7 % correspondía a depósitos en dólares pasando a un a 47 ,3%
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dos: Argentina 0,986; Chile 0,983: Ecuador 0,980¡ Bolivia 0,973¡ Colombia 0,950; el promedio
latinoamericano era de 0,927.
14 Ley No 52, Registro Oficial No. 439 de112 de mayo de 1994.
ciudades más grandes, Guayaquil y Quito, el saldo de depósitos y
permisivo se consolidaron las condiciones para el uso ineficiente
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mas macroeconómicos mencionados y a las dificultades exógenas,
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las deficiencias de cartera, la excesiva concentración de crédito, los
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tado de la política aplicada. Así, del total de depósitos, en
13 Basta ver los índices en orden descendente para un grupo destacado de los países eshtdia­
do, que era extraído de las otras provincias. Principalmente en las
permitieron que afloren los desequilibrios financieros, reflejados en
enormes montos de créditos vinculados, la ausencia de adecuadas
herramientas de control, la ineficiencia, el despilfarro de recursos
-multimillonarias campañas publicitarias, h�osas oficinas y múlti­
ples gangas para los clientes destinadas a ocultar las debilidades de
los bancos-, además de un canibalismo bancario explicable por la
disputa de un mercado en contracción.
A esto se sumó la exacerbación de los históricos vínculos del poder
político con los grandes grupos económicos, especialmente con el
sector financiero. Esta relación se evidenció con gran fuerza en el
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gobierno de Mahuad (al igual que en gobiernos previos), quien por
ejemplo tuvo financiamiento de Fernando Aspiazu, dueño del Banco
del Progreso, para su campaña electoral, además del nombramiento
de varios banqueros en importantes puestos del gobierno.
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Procesos Económicos Contemporáneos
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En contraposición con el discurso de libre mercado no faltaron inter­
venciones del Estado a favor de bancos en situación crítica, a partir
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(1992 -1996). El problema se agudizó cuando el gobierno de
Mahuad, a fines de 1998 , estableció por recomendación del Banco
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Mundial, la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos) para que asu­
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del salvamento del Banco Continental durante el gobierno de Durán
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miera la garantía de todos los depósitos casi sin límites, mientras
que los banqueros -en la práctica- no estaban obligados a entregar
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garantías adecuadas por los préstamos obtenidos. Este descabellado
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quedó marginado con la intervención estatal, y más bien afloró una
de las facetas propias de la estructura autoritaria y paternalista de
la sociedad ecuatoriana, en definitiva, del neoliberalismo realmente
existente. El Estado controló por esta vía el70% del patrimonio y el
60% de los activos de la banca. El salvamento representó sólo en el
año 1999 casi el30% del PIE, una de las mayores cifras registradas a
nivel mundial en este tipo de operaciones17• De esta manera se explica
el desmedido aumento de la pobreza, pues el peso del salvamento
se transfirió a la sociedad, mientras la mayoría de banqueros ponía
«invento>> fue coherente con las tradicionales prácticas rentísticas.
a buen recaudo sus propiedades y sus inversiones.
Es interesante anotar que gran parte de las reformas de esta época
Un ejemplo paradigmático fue el salvamento de Filanbanco, que
fueron obra de los partidos políticos15 que formaron gobierno en el
recibió más de 1.200 millones de dólares entre
período del ajuste. En cuanto a los créditos de liquidez, el Estado
entregó a la banca, en términos netos, Ünos 900 millones de dólares
. 00 millones en bonos de la AGD (1998 ); en 1999
(1998 -1999 ); otros 1 4
congeló en toda la banca los depósitos de los clientes por unos 3.800
millones (que se devolvieron parcialmente, pero sin considerar inte­
reses ni el lucro cesante, ni la pérdida del poder adquisitivo debido
a ·la macrodevaluación), a lo cual se añaden más de 2.300 millones
entregados, por diversos conceptos (incluida la conversión de deuda
en capital a favor del Filanbanco) en el año 2000. A esto se suman
los 300 millones en nuevos bonos para el Filanbanco y casi
100 mi­
llones de capitalización del Banco del Pacífico, recursos entregados
en el año 2001 para que estos bancos cumplan con las exigencias
legales del 9% de patrimonio técnico sobre activos y contingentes
1998 y 200 1, -más
del doble de lo que el Estado destinó para Salud en el mismo pe­
ríodo-, ante lo cual sus antiguos propietarios pretendieron negar la
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ponderados por riesgo.
quiebra de la institución, cuando fue entregada al Estado y exigieron
la devolución de algunas garantías entregadas.18 Por su parte, los
organismos de control como la Superintendencia de Bancos, tampoco
pudieron presentar información clara sobre de los deudores morosos
de dicho banco, entidad que, por lo demás, resultó impenetrable
para el control estatal.
Además de los problemas derivados de la liberalización financiera,
de la política económica y de los problemas exógenos, un elemento
clave en la crisis fue la propia gestión del sector financiero privado,
ya que los dueños de muchos bancos no eran solo banqueros, como
recomienda la lógica bancaria y la ética empresarial. Por el contrario,
aprovechando los depósitos de los clientes (y quizás la información
Ante la eminencia de la quiebra bancaria generalizada, el Estado
que éstos les proporcionaban), expandieron sus dominios en otros
inició un proceso de intervención o salvamento a los distintos ban­
ámbitos de la econornia: medios de comunicación, servicios tele­
cos, lo que representó la entrega de miles de millones de dólares al
fónicos, imprentas, agroindustria, empresas lecheras y ganaderas,
sistema financiero asumidos por el Estado. 16 Así el discurso liberal
17 Teniendo en cuenta que en el Sudeste Asiático correspondió a un 15% entre 1995 y 1997,
15 Social Cristiano, Demócrata Popular y Conservador, a los cuales adhirieron el FRA y en
mientras que el promedio de América Latina fue de 8,3%.
determinadas situaciones el PRE.
18 Otro caso emblemático fue el cierre del Banco del Progreso, resuelto por su propio
16 El Estado destinó fondos para los siguientes bancos: en 1995: Banco Continental; en 1998:
dueño, Fernando Aspiazu, quien además en 1998 se apoyó en sus medios de comunicación
Solbanco, Banco de Préstamos, Filanbanco, Tungurahua; en 1999: Filancorp, Finagro, Azuay,
para movilizar a parte de la ciudadanía de Guayaquil en defensa de su banco. Capitalistas
Occidente, Progreso, Bancomex, Crediticio, Bancounión,. Popular, Previsora, Pacífico. Como
con pequeños ahorristas, oligarcas con pueblo marcharon juntos en las calles para salvar un
parte de este salvataje se autorizaron las fusiones del Banco La Previsora con el Filanbanco,
banco privado que los había perjudicado.
así como del Banco Continental con el Banco del Paófico.
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Albefto Acosta
Procesos Económicos Contemporáneos
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al Estado en un valor ínfimamente menor al valor real), producción
importadoras, clubes deportivos, fábricas de envases, productoras
de cerveza, explotación minera y petrolera, etc.
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la moneda nacional entre 1998 y el 2000 . En este contexto, el sistema
financiero, como consecuencia directa-de la liberalización de la cuenta
de capitales y afectado también por la crisis, luego de lucrar de un
ambiente favorable para la especulación más que para la producción,
terminó por transformarse en tm lastre para el desarrollo.
e) Apertura
capitales. El «avance>> ecuatoriano en este campo es notable, ya que
desde 1980 Ecuador superó ampliamente el promedio regional".
Entre 1993 y 1994, tal como sucedia en otros países latinoamericanos,
la econornia ecuatoriana se benefició, aunque en menor medida, del
reflujo neto de recursos externos. El capital <<golondrina» arribó en
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el anclaje cambiaría que requería de tasas de interés elevadas, así
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su ingreso. Este reflujo se explica por la caída de los rendimientos
La voluntad de recibir inversión externa se reflejó en una serie de
concesiones a dicho capital, el cual, salvo tmas pocas excepciones,
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sociedad o a empresas eléctricas privadas, a las cuales el Estado de
hecho les garantiza utilidades mfnimas. Sin embargo, hay grupos
esperan cristalizarlas con nuevas reformas legales en el campo de las
acelerar la venta de activos y servicios del sector público."
En esos años, como resultado de la política macroeconómica seguida,
que alentaba la inversión financiera, se registró un incremento de la
inversión extranjera neta. Ésta, a su vez, se nutrió de capitales des­
tinados a la inversión petrolera, que ha sido el campo más atractivo
para las compañías internacionales. Sin embargo, las prebendas ofre­
cidas a los inversionistas externos no desataron el esperado ingreso
de capitales para actividades productivas, quizás debido a la propia
inestabilidad que provocó el ajuste tortuoso y al manejo poco claro de
la cosa pública, que limitan las expectativas de estabilidad y confian­
za en el Ecuador. Frente al limitado ingreso de capitales extranjeros
contrasta la salida de capitales de agentes económicos ecuatorianos.
La fuga de capitales fue alentada por distintas causas: la crisis
económica-financiera, la inestabilidad política, la inseguridad ciu­
dadana, la corrupción y por el impredecible sistema legal vigente.
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donde hay varios casos de violación de la ley con perjuicios para la
privatizaciones impulsadas con la dolarización, la gran palanca para
19 -El promedio regional de apertura es de 0,848. Argentina 0,986; Bolivia 0,887;
Ecuador
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0,860; Chile 0,745; Colombia 0,726.
a ofrecerles ventajas al margen de cualquier racionalidad económica
y aún contrarias a las propias disposiciones legales; basta mencio­
nar diversas formas de subsidio a las transnacionales petroleras, en
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como por otras reformas introducidas en estos años que alentaban
financieros en los principales mercados internacionales.
gobiernos para beneficiar a los inversionistas extranjeros llegó incluso
que reclaman mayores ventajas para el capital transnacional y que
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ah·aído especialmente por el esquema de estabilización sostenido en
cedimientos de registro. Es más, la predisposición manifiesta de los
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Otro aspecto importante de análisis es la aperh1ra en la cuenta de
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obtuvo similar tratamiento que el nacional. Desde 1993, por ejemplo,
se permitió la libre remisión de utilidades y se simplificaron los pro­
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de la cuenta de capitales
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intereses, siete años de plazo y uno de gracia), operaciones con altos
busca de rendimientos más atractivos que en sus mercados de origen,
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beneficios si se considera la masiva devaluación experimentada por
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tes de entregarlos al Estado, reprogramaron sus créditos vinculados,
muchos de ellos en condiciones extremadamente ventajosas (cero
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Como corolario de esta situación los propietarios de los bancos an­
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nancieras especializadas, empresas de construcción, inmobiliarias,
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azúcar (los dueños de Filanbanco compraron el ingenio La Troncal
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Esta salida de capitales ha sido estimada en valores que bordean
e incluso superan el monto total del endeudamiento externo; así
en el año 1999 se estima que superó los 2
.000 millones de dólares.
El saldo de esta apertura se refleja en mayores dificultades para
operar adecuadamente la política monetaria y en un aumento de la
20 Un ejemplo de esto fue el contenido de las leyes Trole, en particular la Trole 2: Ley para
la Transformación Económica y la Ley para la Promoción de la Inversión y de la Participación
ciudadana.
Procesos Econ6micos Contemporáneos
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volatilidad del sector externo, en especial por el flujo de capitales
«golondrina» y por la fuga de ahorro doméstico, así como por la
creciente dependencia del endeudamiento externo.
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d) Privatizaciones
Las privatizaciones de empresas estatales es un tema controvertido,
ya que los supuestos «escasos avances» registrados en esta área, ali­
mentan los argumentos que afirman que en Ecuador no se habrían
registrado ajustes. Sin embargo, para viabilizar un.a mayor presencia
de las fuerzas del mercado sobre la gestión estatal -como reza la
ideología dominante-, al Estado ecuatoriano se lo ha minimizado en
forma sistemática. Esto es posible observar en la decreciente presen­
cia relativa del Estado en la economía, tanto en el consumo de las
administraciones públicas como en la participación de la inversión
en el sector público dentro de la formación bruta de capital fijo.
Otro indicador es la disminución de funcionarios públicos, que ha
sido paulatina, debido a que el número de burócratas susceptibles
de ser despedidos no es tan elevado como lo manifiesta la propa­
ganda antiestatista y antisindical. Es importante destacar que en
conformidad con cifras del Banco Mundial, el Estado ecuatoriano
- en la relación del gasto público con el PIB- no tenía un tamaño
superior al de otras economías vecinas."
En su afán por reducir el tamaño del Estado, el gobierno de Mahuad,
(al igual que sus predecesores), resolvió elimínar y privatizar varias
entidades del sector público, muchas de ellas no deficitarias, como
fue el caso de la Empresa Nacional de Correos. Paradójicamente, las
empresas del sector públiéo en su conjunto, como refleja información
del Ministerio de Finanzas, no han significado un peso para el fisco,
ya que permanentemente han rendido un superávit operativo que
en varios años alcanzó más del 3% del PIB; superávit que no puede
ocultar sus limitaciones, su ineficiencia y por supuesto su sistemá­
tica descapitalización, en tanto el excedente fue absorbido por las
21 Según el Informe sobre el desarrollo mundial, Washington1997, las cifras para los países
Latinoamericanos son: Colombia 11,9% Ecuador 12,4%, Perú15,8%, Chile16,2%, Venezuela
16,3%, Bolivia 18,7%, Panamá 25,45%, Costa Rica 26%, Uruguay 29,2%.
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demandas fiscales. La empresa estatal de petróleo Petroecuador fue
la más afectada, ya que como sucedió con frecuencia en casi todas
las empresas del sector público, tuvo administraciones mediocres
o abiertamente adversas a su propia gestión, en tanto los distintos
gobiernos para justificar sus planes privatizadores programaban su
deterioro previo.
Como resultado de este desmantelamiento empeoró el funciona­
miento y eficiencia estatal. Ésta ha sido una manera sui géneris de
alcanzar una menor presencia del Estado como «factor>> de desa­
rrollo, objetivo del ajuste neoliberal y de los intereses transnacio­
nales. Desde 1984", en el campo de las privatizaciones, el Ecuador
ha estado por debajo del promedio regional de 0,782. En 1995, el
Ecuador tenía un fndice de 0,663, este fndice refleja una relación
de las empresas públicas con el PIB no agrícola, que experimentó
en estos años un decrecimiento, con lo cual habría aumentado re­
lativamente la participación del sector público. Esto significa, que
la variación en los indicadores no es precisamente el reflejo de un
proceso de reestatización.
Por otra parte, cabe destacar que a diferencia de otros países de
la región, en Ecuador nunca existieron muchas empresas públicas.
Incluyendo las empresas que pertenecen a las Fuerzas Armadas y
a los municipios, la presencia empresarial del Estado fue siempre
reducida. Antes de que se inicie el proceso de privatizaciones del
sector público a mediados de los años noventa se estimaba que en
total existían unas 170 empresas públicas, de las cuales más de la
mitad eran mixtas, muchas con mayoría de capital privado, mien­
tras que en otros países de Latinoamérica su número era mucho
mayor (Chile, más de 500 empresas estatales; México cerca de 1.200;
Argentina 600; en Bolivia 660; Perú 400). Esto se explica porque en
Ecuador varias empresas del sector privado fueron beneficiarias
del aporte público, ya sea porque obtuvieron ayuda de capital por
párte del Estado, porque no pagaron las deudas adquiridas con
varias entidades estatales, o porque simplemente fueron asumidas
por el Estado luego de su quiebra en manos privadas. Este fue el
22 Según el índice de Morley, Machado y Pettinat.
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50
Alberto Acosta
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Procesos Económicos Contemporáneos
51
caso del Banco La Previsora" o de la reprivatización de la aerolínea
Ecuatoriana de Aviación.
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También ha habido íntentos fallidos debido a su concepción dogmática
de privatización, así como por la obstaculización de ciertos grupos
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de las empresas telefónicas Andínatel y Pacifictel, donde no solo no se
impulsó tm esquema competitivo, síno que se consolidaron prácticas
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vatizador fueron la escasa ínversión en sectores estratégicos, como el
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del desajuste fiscal. Por el contrario, los problemas fiscales han sido
atribuidos a un excesivo tamaño del Estado y del gasto público, pro­
vocado por la burocracia, los sindicatos, los contratos colectivos, etc.
La sostenida búsqueda de equilibrios de las cuentas públicas se centró
casi exclusivamente en la eliminación de subsidios, así como en el
incremento de tributos, particularmente el IVA El punto de partida
fue la eliminación de los controles de precios durante el gobierno de
Hurtado, que dio los primeros pasos hacia la desregulación de varios
discurso liberalizador, se beneficiaban de subsidios estatales para soste­
ner varias plantas emergentes de generación térmica, algo ínaudito en
productos de consumo popular y eliminó algunos subsidios. Se inició
así un proceso de elevación de precios y tarifas de bienes y servicios
un país con un enorme potencial hidroenergetico. Otro caso grave en
públicos, caracterizado por épocas de gradualismo, otras de shock, así
como por congelamientos forzados ante la resistencia popular, que
el sector energético son los subsidios y aseguramiento de rentabilidad
1965 a la empresa
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presente el capital privado, con frecuencia beneficiario de contratos
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preferenciales, en un contexto de graves casos de corrupción. Es
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importante resaltar que la mezcla de crudos pesados de las trans­
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bargo, esta realidad no ha sido reconocida como causa primordial
fueron ejecutadas por el capital privado, el cual, en contraposición del
por parte del Estado a distintas empresas (desde
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ocasionaron retrocesos en térmínos de su valoración real.
eléctrica Emelec, el Estado ha subsidiado y garantizado utilidades
Por las mencionadas presiones fiscales, especialmente a partir del
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mínimas pagaderas en dólares sobre sus activos fijos del9 5
gobierno de Durán Ballén, los precios y tarifas de varios bienes y
En el ·sector hidrocarburífero, en donde se centraron los afanes pri­
servicios públicos llegaron a niveles superiores a los existentes en
vatizadores desde tiempo atrás, en casi todas sus fases, ha estado
el exterior. La gasolina por ejemplo llegó a costar mucho más que
en los Estados Unidos, a partir de la introducción de un esquema
automático de ajustes mensuales en función de la devaluación, jus­
tificado exclusivamente con criterios fiscalistas. Esto explica una
nacionales con el crudo liviano de Petroecuador ocasiona pérdidas
evolución caótica, producto de un manejo irracional en términos
al Estado de 3 ,5 a
4 dólares por barril en el mercado. Esa mezcla
dismínuye tanto la capacidad del oleoducto en un 25% como del
económicos, sociales e incluso energéticos. Uno de los pocos rubros
de amplia demanda popular subsidiados es el transporte público;
el caso del gas doméstico (GLP) muestra también una compleja
rendimiento de las refinerías en combustibles, que además hay que
importar y que a su vez es consumido por las plantas térmicas priva­
evolución caracterizada por alzas y congelamientos, pues se trata de
das subsidiadas por el Estado. En este contexto, las privatizaciones
un producto con un elevado contenido político. En las políticas de
se transformaron en la esperanza de obtener recursos para servir la
subsidios los distintos gobiernos han sostenido medidas dogmáticas
deuda externa, como sucedió en los otros países de la región.
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23 Rescatado por el Estado en 1977, reprivatizado en 1986, nuevamente intervenido en1999
y fusionado con Filanbanco.
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para superar los desequilibrios fiscales, provocados por la presión
que representaba el elevado servicip de la deuda externa. Sin em­
y costosos racionamientos de energía eléctrica. Obras que tampoco
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La Reforma Tributaria empezó como un esfuerzo casi permanente
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generación de hidroelectricidad necesarias para enfrentar los continuos
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económicos, que se vieron marginados del proceso, como en el caso
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ya que han pretendido elimínarlos totalmente (especialmente los
llamados subsidios «sociales>>) en lugar de encontrar salidas creativas
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que racionalicen el desperdicio parcial del subsidio existente, y por
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Procesos Económicos Contemporáneos
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subsidios.
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En términos de reforma tributaria el aporte del gobierno de Borja
procesó significativas transformaciones con miras a modernizar el
sistema impositivo. Esta reforma, sin embargo, fue desvirtuada nue­
vamente por una serie de excepciones impuestas por los mismos
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grupos de poder, que dieron lugar a una verdadera contrarreforma
tributaria. Además de la multiplicidad de parches introducidos en
el período, un error crucial fue la introducción del impuesto del l%
a la circulación de capitales y la eliminación del impuesto a la renta
como parte de un ofrecimiento de campaña electoral del Partido
Socialcristiano. Esta situación, que exacerbó la crisis y el malestar
de amplios sectores de la sociedad, así como del FMI, fue revertida
como resultado de las protestas sociales.
El indice" con respecto a la Reforma Tributaria muestra que a pesar
de las limitaciones y contradicciones, el Ecuador se ha mantenido
durante el período apenas bajo la medida en América Latina. Sin
embargo, los espacios para procesar una reforma tributaria integral
deben considerar los siguientes elementos importantes:
l. En términos de la carga tributaria el Ecuador ocupa un puesto
intermedio en la región" .
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2. La calidad de los ingresos fiscales es precaria. El grueso del finan­
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3. Los impuestos apenas representan un 40% del total del ingreso,
el peso de los impuestos indirectos (regresivos, como el IVA)
ha subido aceleradamente en desmedro de los tributos directos
(progresivos, como el impuesto a.la renta). Una mayor carga
tributaria, dentro de la propuesta neoliberal, se lograría a través
de tributos indirectos.
4. A pesar de los esfuerzos del Servicio de Rentas Internas (SRI),
los márgenes de evasión tributaria y arancelaría son elevados.
5. La situación de los egresos es preocupante, tanto por la inefi­
ciencia·- de la gestión social, .como por las inequidades que con­
lleva.26
6. Se mantiene un desequilibrio en el monto de las preasignaciones
presupuestarias, que han inflexibilizado el manejo fiscal. Espe­
cialmente por el elevado servicio de la deuda pública.
7. Subsiste el manejo clientelar y populista de la política social
«focalizada».
Estos serían algunos de los temas por resolver en una reforma fiscal
profunda, que no simplemente apunte a conseguir un equilibrio
fiscal que garantice cuadrar las cuentas y servir a la deuda externa.
Se requiere una reforma que incorpore criterios de equidad, am­
bientales y productivos, la cual resulta imposible de esperar desde
la lógica neoliberal.
ciamiento proviene del petróleo y del endeudamiento externo.
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Aunque este último representa un juego contable, ya que los
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Reformas de la política cambiada y monetaria
préstamos han servido para financiar deudas cercanas a vencer
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En el campo de la política cambiaría el asunto es más complejo.
o para asegurar los pagos de próximos vencimientos.
24 Siguiendo el estudio de Morley, Machado y Pettinato, muestra las siguientes cifras: para
la región 0,573; Ecuador 0_551 ; Chile: 0,663, Colombia 0,520 y Bolivia 0,678.
25 Según Vega y Mancera, Chile tenía una carga de19,4% sin considerar las contribuciones
a la seguridad socia� Argentina 17,4%, Bolivia 16,6%, Costa Rica 16%, Brasil 12,9%, Perú
12,7%, Ecuador 12,7%, México 11,9%, Venezuela 11,5%, Colombia 10,8%, Guatemala 9,6%,
Paraguay 9,3%; para la mayoría de los países las cifras son del año1998, salvo para Argentina
(97), Costa Rica (96), Brasil (94), México (97), Colombia (97) y Paraguay (93).
VEGA U., Esteban; MANCERO, Piedad, Sostenibilidad Fiscal y Descentralización, Cuadernos
sobre Descentralización, Quito, CORDES y Fundación Konrad Adenauer. 2001
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Luego de experimentar diversos esquemas, que partieron de un
sistema de tipo de cambio fijo y con incautación de divisas a prin­
cipios de los ochenta, se dieron sucesivos sistemas cambiados, des­
de liberalizar el mercado en 1986 y en 1999, hasta la claudicación
monetaria y cambiaría total en enero del 2000 , con la dolarización
26 El 20% más rico de la población concentra el 26% de la inversión en educación (el 40%
mejor ubicado aglutina el 53%), mientras que el 20% más pobre apenas recibe un 11%; en el
campo de la salud la relación es de 37 a 8% (el 40% mejor ubicado percibe el 61%; solo en el
bono solidario hay una distribución relativamente más equ itativa del 6 al 28% (el 40% mejor
ubicado capta el 20%).
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Procesos Económicos Contemporáneos
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oficial de la economía. Este complejo proceso incluyó devaluaciones,
Así, el manejo fiscal durante los últimos años, caracterizados por una
con subasta de clivisas, esquema de flotación controlada y en dos
de los gastos del Estado en términos de inversiones sociales y de obra
mini devaluaciones programadas, ancla carnbiaria, banda carnbiaria
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ocasiones flotación libre, así corno la eliminación de la moneda na­
cional, el sucre. El anclaje cambiario, corno eje de la estabilización
de precios, se sostuvo con tasas de interés elevadas y volátiles. Con
lo cual la estructura de precios relativos resultante favoreció los
negocios financieros, en desmedro de las actividades propiamente
productivas. Esas altas tasas de interés en el mercado interno y el
tipo de cambio relativamente estabilizado (y controlado) invitaron a
una nueva oleada de agresivo endeudarníento externo de los agentes
económicos privados. Una tendencia facilitada por la apertura de
la cuenta de capitales y alentada por �1 reflujo de capitales interna­
cionales hacia América Latina.
Los créditos externos fueron utilizados por la · banca privada para
expandir sus colocaciones internas, favoreciendo una creciente dola­
rización espontánea de la economía -apoyada por una serie de refor�
mas legales que permitía el libre uso de la divisa estadounidense- y
que, consecuentemente, hicieron más vulnerable la cotización del
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sucre ante cualquier <<corrida» de capitales. Esta dolarización espon­
tánea se aceleró por efectos de la crisis, cuando parte significativa
de los depósitos bancarios y de los activos financieros se hicieron en
dólares, sumado a que muchos precios de bienes y servicios también
se dolm'izaron, sobre todo en segmentos de mercado con más acceso
de los sectores acomodados. Si la apertura de la cuenta de capitales
y la dolarización espontánea de la economía limitaron el campo de
acción de la política monetaria, el elevado peso del servicio de la
deuda externa, por otro lado, volvió más inflexible la política fiscal.
El gasto público dejó de ser una herramienta dinámica -situación
agravada, además, por las preasignaciones presupuestarias-, trans­
formándose en una variable endógena. Este gasto dependió en for­
ma inversa de la deuda y directamente de la actividad económica,
mientras que el servicio de la deuda estuvo atado a las variaciones
del tipo de cambio real y, nahrralrnente, a las fluctuaciones de las
tasas de interés en el mercado financiero-internacional, con lo cual
cualquier alteración externa afectó al sector público, que perdió su
potencial contra cíclico.
economía recesiva, fue procíclico. Esto condujo a una disminución real
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por el aumento sostenido del servicio de la deuda pública externa e
interna. En este escenario, los gobiernos de Durán Ballén, Bucaram,
Alarcón y Mahuad -incapaces de procesar una profi.mda reforma fiscal
y frenar la evasión tributaria- recurrieron con creciente intensidad
a la contratación de deuda interna. Con la dolarización oficial de la
economía los pocos instrumentos disponibles de la gestión fiscal para
incidir en la economía se limitaron a los ingresos y los gastos.
La deuda externa
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A lo largo de este período el Ecuador realizó grandes esfuerzos
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orientados a garantizar el servicio de la deuda. Junto a este objetivo
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para sostener una relación armónica con el sistema financiero in­
ternacional. Los programas de estabilización y de ajuste han estado
explícito de dichos programas aparece el pretenclido reordenamiento
de la economía, en el marco del Consenso de Washington. Con el
Club de París Ecuador ha renegociado en siete oportunidades; a la
séptima ronda de negociaciones llegó urgido por la dolarización.
Con la banca comercial se ,repitieron en otras tantas ocasiones las
negociaciones y se vivió un largo período de moratoria desde 1987,
hasta conseguir en 1994 un arreglo tipo Brady. Sin embargo, desde
1999, ante la manifiesta incapacidad de pago, volvieron a surgir
problemas y el país se vio forzado a declarar la moratoria de los
Bonos Brady y de los Eurobonos, con la complicidad del FMl y del
Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. De esta situación
el Ecuador salió con una nueva fórmula de arreglo, a través de la
cual garantizó una amplia gama de beneficios a los tenedores de
los nuevos Bonos Global.
Durante los años más críticos, 1997 y 1999, los organismos interna­
cionales no dejaron nunca de presionar para que el Ecuador aplique
el recetario del Consenso de Washington, algo que fue realizado
en repetidas ocasiones, sin concretar las ayudas prometidas, que
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Alberto Acosta
Procesos Económicos Contemporáneos
57
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habrían servido para paliar la grave situación. El objetivo de la re­
Consecuencias del ajuste estructural en el Ecuador
negociación del2000, reconocido expresamente por el régimen, «fue
encaminar al Ecuador hacia la reapertura del acceso a los mercados
nómico cuyo. principal objetivo era realizar un ajuste estructural de
internacionales, manteniéndose al día con el pago de obligaciones
internacionales>>; una necesidad además urgente en un esquema
dolarizado. A la vez se buscó aliviar las cuentas fiscales, al menos
en el corto plazo, mejorando de manera pasajeramente los indices
de sustentabilidad de la deuda. Adicionalmente, como otro de los
subproductos de estas acciones, apareció la posibilidad de íinanciar
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inversiones sociales utilizando los recursos que se liberarían del me­
nor servicio de la deuda y de su canje para inversiones sociales.
Algunas cifras permiten comprender la magnitud de los montos de
servicio de la deuda externa. Entre 19&2 y el 2000, el país realizó una
A partir de la década de los 80 Ecuador implementó un modelo eco­
su economía, proceso que resultó ser Uh camino tortuoso que derivó
en la mayor crisis económica de la historia del país. Si bien en raras
ocasiones es posible una aplicación total de un modelo económico,
el caso ecuatoriano responde a una tendencia mundial y regional
de seguir por la senda del ajuste del modelo neoliberal. La OIT
plasma esta realidad de una manera precisa: <<Si bien se observan
diferencias importantes en el contenido, implementación y calenda­
rio de las reformas aplicadas en los distintos países (andinos, NdA),
todos compartieron una misma orientación basada en la apertura
económica, el papel predominante del mercado en la asignación de
transferencia neta negativa de 10.229,4 millones de dólares. El manejo
recursos y las exportaciones corno motor del crecimiento>>; elementos
de la deuda tampoco estuvo exento de «favoritismos>> estatales. Tal
fue el caso de la sucretización de la deuda externa privada, instru­
cuyos resultados son difíciles de obviar.
mentada en los gobiernos de Hurtado y Febres Cordero. La «compra>>
que configuran a grandes rasgos el núcleo del modelo neoliberal y
El proceso de ajustes no ha sido uniforme a través del tiempo en
de cuentas especiales en divisas, es decir la utilización del mercado
secundario para la conversión de deuda en recursos, también fue otra
ningún país y en ninguna área de reforma, así corno tampoco pasa
herramienta para fortalecer al sistema íinanciero y a algunos grupos
tre un grado «superior>> de bienestar alcanzado por una sociedad;
económicos vinculados al gobierno de Febres Cordero, así corno para
íinanciar un número reducido de proyectos sociales y ecológicos en
el régimen de Borja, en cantidades muy inferiores a las autorizadas
para el sector privado y sin una estrategia social predeterminada.
La influencia de los organismos internacionales en el proceso de
renegociación de la deuda y de estructuración del ajuste ha sido
determinante para mantener la dirección de dicho ajuste, a pesar de
su inestabilidad. Por eso en el 2000, una vez más, la apuesta oficial
fue suscribir un acuerdo con el FMI corno punto referencial para
sostener el esquema de apertura y liberalización, así como para
retornar las conversaciones con los acreedores internacionales. De
la deuda externa se derivan una serie de problemas que afectaron
el ajuste, aunque sus sucesivas renegociaciones fueron nna recu­
rrente fórmula para forzar cada vez más ajustes, pues, tal corno se
ha mencionado, no solo estaba en juego el pago de la deuda, sino
también el reordenamiento de la economía.
58
desapercibido el hecho que el <<avance>> en estas reformas demues­
por el contrario, los países que han realizado dichas reformas han
tenido como resultado una crítica situación socioeconómica, tal es
el caso de Argentina, país que más ha caminado por la senda del
ajuste ri.eoliberal. El caso ecuatoriano también es un ejemplo, ya que
si bien muestra un supuesto «retraso» en las privatizaciones, área
importante de las reformas, los indicadores revelan que se ubicó
a la par de otros países latinoamericanos en lo que se refiere a las
reformas en su conjunto".
El ajuste, que inicialmente se desató con la crisis de la deuda y que se
concentró en la estabilización rnacroeconómica, poco a poco adquirió
profundidad y creciente complejidad. En la actualidad se habla de
27 Así, mientras el índice regional llegó en 1995 a 0,821, Ecuador estaba en 0,801, mientras
que otros países tenían los siguiente resultados: Argentina 0,888, Bolivia 0,816, Brasil 0,805,
Chile 0,843, Colombia 0,792. Estas cifras desvirtúan la argumentación del ((atraso)) global
ecuatoriano.
Alberto Acosta
Procesos Econ6micos Contemporáneos
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reformas de primera generación (sobre todo liberalización de los
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Por otro lado, esta reprimarización ha ocasionado el deterioro del
autonomía del poder judicial y descentralización). Así, por ejemplo,
la situación de la producción del camarón, ya que realiza una
tas. Como ejemplo del deterioro ecológico se puede mencionar
sistemática destrucción de los manglares (vegetación con abun­
Sur, tendencia que se amplió hacia el resto de la región a raíz de la
productos químicos en las bananeras ha provocado graves daños
y financieras aparecen entre los primeros componentes del ajuste,
3. La estrategia orientada a la exportación primaria agudizó las ten­
venta. Luego vendrían las reformas en el campo de la apertura de
Estado, que anteriormente propiciaba relativamente mejores niveles
crisis de la deuda externa de 1982-1985. Las reformas comerciales
habiendo alcanzado sus niveles más altos a principios de los no­
la cuenta de capitales, mientras que l"'s privatizaciones han variado
en cada caso.
En este contexto, se pueden presentar algunos resultados y conclu­
siones de lo que ha sido el ajuste en el Ecuádor:
dante flora y fauna), así como también el uso indiscriminado de
en el medioambiente.
dencias excluyentes y concentradoras, en tm contexto donde el
de distribución del ingreso a favor de las capas de ingresos más
bajos, en especial los sectores medios, dirigió los ingresos a favor
de las elites. El sector privado, aislado y sin el apoyo del estatal,
no ha tenido el mismo dinamismo que en décadas anteriores.
4. En todo este período se registró una marcada reconcentración del
El ajuste, en sus tendencias de largo plazo, impulsa la consoli­
dación del mercado en el manejo de la economía, con la menor
cantidad posible de interferencias de parte del Estado. En la
práctica se impuso la lógica internacional sobre la nacional y
se transformó la política social en un esfuerzo complementario
del manejo económico. Lo cual no significa que en el Ecuador
haya existido anteriormente un manejo económico estatizante,
una política económica de espaldas al mercado mundial o un
manejo social acorde con las demandas de la sociedad. El ajus­
te, sin embargo, enraizó en amplios sectores de la población la
ideología neoliberal, tanto si fue vista como algo conveniente o
incluso inconveniente.
ingreso y la riqueza, como opción buscada por la lógica del ajuste,
para poder financiar nuevas inversiones, (en especial al concluir
la bonanza petrolera) y revertirse el flujo masivo de créditos ex­
ternos, desde 1982. En estos años de crisis, las ganancias de los
principales grupos económicos, lejos de decrecer, han aumentado
y la concentración de la riqueza ha alcanzado niveles nunca antes
vistos. Como contrapartida el país ha sufrido tm grave aumento
del desempleo, una pobreza creciente y la exclusión casi estruc­
tural de la mayoría de la población.
5. El deterioro cualitativo de las actividades e inversiones sociales,
con la educación a la cabeza, son causa también de las menores
disponibilidades fiscales. Situación que se explica por los crecien­
tes requerimientos para el pago de la deuda externa, que condu­
Alentó aún más la producción primaria (con poco valor agregado)
jeron a una reducción de los gastos sociales, los cuales, dentro
proceso de reprimarización, como objetivo básico o consecuencia
15% en el2000; mientras que el servicio de la deuda, en el mismo
con ventajas naturales y dirigida al exterior, dando paso a un
del Presupuesto del Estado, cayeron de casi el 50% en 1980 a un
automática del ajuste. Esta reprimarización vino acompañada
período, se incrementó del 18% a más del 50%. Con el objetivo
dustrialización- y de los sectores dirigidos a satisfacer demanda
focalizadas orientadas a afrontar el tema de la pobreza extrema,
con un deterioro relativo de la industria manufacturera -desin­
interna, con capacidad de generar empleos adecuados, pagar re-
60
medioambiente, en tanto prioriza los rendimientos cortoplacis­
una primera ola de reformas liberalizadoras se experimentó en los
años setenta con las dictaduras implantadas en los países del Cono
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muneraciones decentes y reducir consistentemente la pobreza.
mercados internos� apertura externa de la econonúaf privatizaciones
y flexibilización laboral), segunda generación (políticas sociales foca­
lizadas) y tercera generación (concesiones de los servicios públicos,
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Alberto Acosta
de compensar esta situación se implementaron políticas sociales
tal fue el caso de la creación el bono solidario o de pobreza. Otra
Procesos Económicos Contemporáneos
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consecuencia fue el deterioro de las condiciones y la calidad de
los servicios públicos.
6. La estabilización es uno de los temas que más le ha costado re­
solver al Ecuador, a pesar de que ha sido uno de los objetivos
más buscados en los últimos años. El país alcanzó con 107,9% la
más alta inflación de América Latina en el año 2000, exacerbada
por la propia adopción de la dolarización. Esta inflación casi
crónica no puede, sin embargo, entenderse simplemente por el
elevado gasto público atribuible al excesivo tamaño del Estado
o a las demandas de los sindicatos públicos, como reza el dis­
curso oficial. Los crecientes montos requeridos por el servicio de
la deuda concentran el grueso de los egresos fiscales, así como
los recursos que en forma reiterad.a son destinados a sanear los
problemas de importantes grupos monopólicos, como sucedió
con el salvamento bancario. De manera que contrariamente a las
interpretaciones ortodoxas, la crisis fiscal en el Ecuador provino
de la crisis de deuda, a lo cual habría qüe añadir el peso infla­
cionario de los masivos subsidios al sector privado. De todas
maneras, hay que reconocer que la economía dolarizada, luego
de la internacionalización de muchos precios y tarifas (no los
salarios), permitió tener niveles menores de inflación, principal­
mente por la elimínación de las expectativas devaluatorias, que
exacerbaban el alza de los precios.
7. En todo ·este período el crecimiento de la economía ha sido
inestable y débil. Salvo en un par de años aislados en los que
la economía creció a un ritmo inferior o apenas simílar al de la
expansión de la población (2,3%), para caer estrepitosamente en
1999. La tan esperada reactivación económica, prometida reite­
radamente en los sucesivos programas de estabilización y de
ajuste ha resultado una quimera, al menos para aquellos sectores
productivos no vinculados al mercado externo. Las quiebras de
empresas medianas y pequeñas han sido una de las constantes
en todo este lapso, con variaciones más o menos masivas en
aquellos años especialmente críticos, como en 1995 y 1998-2000.
El fracaso del ajuste para lograr una mejora en las condiciones
de vida se evidencia al analizar la evolución de la producción
por habitante, indicador que, a pesar de no ser cualitativo, da
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una idea de que el objetivo del crecimiento no ha sido alcanzado.
En términos del ingreso por habitante se aprecia que el nivel del
2000 es comparable al de 1978.
8. La gravedad del ajuste hay que entenderlo también como resultado
y parte de una institucionalidad sustentada en el paternalismo, el
rentismo, la corrupción y la impunidad. Paternalismo expresado
en el sistemático apoyo estatal para hacer más fácil el ajuste a los
grupos de poder económico y politico, controladores y usufruc­
tuadores del propio Estado; rentismo depredador de la mano de
obra, de la naturaleza y de la misma moneda nacional, el sucre; y
la corrupción e impunidad reflejadas en varios manejos económicos
poco transparentes de casi todos los gobernantes desde 1992.
9. El ajuste torhwso y su continuidad dolarizada tiene otra caracte­
rística en común: el autoritarismo. El discurso de los consensos se
ha demostrado como un argumento propagandístico-comunica­
cional y no como la opción para construir un orden democrático.
Los objetivos últimos del ajuste no se discuten, sus resultados
son el producto de gestiones cupulares entre funcionarios de
instituciones financieras internacionales, miembros del equipo
económíco gobierno nacional y los voceros de los principales
grupos económicos (grandes cámaras de la producción); gestio­
nes que, además, se dieron sin rúnguna transparencia. Así, en no
pocas ocasiones los instrumentos prácticos y los procedimíentos
aplicados han violentado las leyes, incluso de la propia Consti­
tución, como sucedió con la dolarización oficial.
10.Finalmente, un aspecto importante para la comprensión del ajuste
es la respuesta que han tenido diversos grupos de la sociedad, en
particular por el surgimíento y consolidación de nuevos actores
sociales y políticos que viabilizan lo que podría ser un renovado
bloque histórico portador de la resistencia y potencial gestor de
propuestas alternativas. Además, en el Ecuador, a diferencia de lo
que sucedió en otros países de la región, no se logró fragmentar,
alienar y domesticar a las capas populares, al movimíento indíge­
na, al movimíento campesino y a los reclamos regionales, tampoco
al sindicalismo, de todas maneras debilitado en este contexto
de ajuste. Y son precisamente estos segmentos de la población,
«obstáculos para el desarrollo» desde la perspectiva del gran
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62
Alberto Acosta
Procesos Económicos Contemporáneos
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capital y del paradigma neoliberal, los que podrían desarrollar
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incluyente y autodependiente, solidario y democrático.
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En enero del año 2000 Ecuador dolarizó su economía, convirtiéndose
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en el primer país de América del Sur en sacrificar su moneda na­
cional e introducir una moneda extranjera de curso legal completo.
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La decisión de adoptar la dolarización se dio en un contexto en el
cual el país atravesaba la mayor crisis económica de su historia, con
su sistema íinanciero quebrado y en situación de moratoria de la
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taria y cambiaría. Para complementar al dólar en las transacciones
comerciales pequeñas se acuñó una serie de monedas sin nombre,
La dolarización y sus consecuencias
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reserva, unidad de cuenta y medio de pago, y como consecuencia
de la pérdida de la moneda nacional, se sacrificó la política mone­
equiparables con las monedas de dólar.
La decisión íinal sobre la dolarización oficial plena no resultó de los
designios de la razón. Tampoco fue <<impuesta por el pueblo ecua­
toriano al gobierno>>, como conclusión del proceso de dolarización
espontánea. No fue el anuncio de un nuevo modelo económico al
margen del neoliberalismo y del mismo FMI, menos aún significó
que el Ecuador dolarizado <<ya tenía un pie en el primer mundo»,
deuda externa. Sin desconocer la gravedad de la crisis económica
como afirmaron algunos de sus promotores, la decisión de dolarizar
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necesariamente conveniente, ni tampoco era la única solución, comO
pocos días antes de anunciar la medida se pronunció públicamente
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La dolarización respondió principalmente a la dinámica de los
de realizar lo que él textualmente consideraba <<un salto al vacío» .
intereses políticos hegemónicos y a la lógica del capital a escala
En momentos en que su gobierno estaba políticamente desestabiliza­
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ecuatoriana, la dolarización resultó'tma medida extrema, mas no
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se la presentó y se la sigue defendiendo.
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la economía se realizó en el gobierno del presidente Malmad, quien
en su contra, y esperó para llegar al borde del abismo político antes
internacional, en estrecha vinculación con gran parte de los grupos
dominantes del Ecuador. Fue más el resultado de decisiones y an­
do, sin preparación técnica alguna e incluso en contra de la opinión
de muchos profesionales dentro del propio régimen o cercanos a él,
gustias políticas, antes que la consecuencia de reflexiones técnicas.
Mahuad asumió esta decisión. Pocos días después su gobierno fue
Para entender la dolarización no se puede realizar un análisis en
principalmente por indígenas y militares, tras lo cual asumió el
flexiones propias de economía política, en tanto no hay decisiones
dolarización. Esta medida monetaria constituyó no sólo un golpe
a la institucionalidad democrática (ya que violó la Constitución
Fue producto de la mediocridad de las elites gobernantes.
el vacío de la política económica, sino que se deben incorporar re­
económicas que se toman en un contexto carente de intereses y que
derrocado, como consecuencia de una rebelión social compuesta
poder el vicepresidente Gustavo Noboa Bejarano, quien ratificó la
benefician a todos por igual. La dolarización fue una herramienta
-artículos 261 y 264-), sino que se la presentó como la única opción
cuales hay que añadir los intereses norteamericanos y, por cierto,
bargo, cabe aclarar que en enero del 2000 no había hiperinflación ni
de uso múltiple, que se explica por diversas razones internas, a las
la estrategia de los organismos multilaterales.
Con la do!arización se quiso arribar a tma fase superior del modelo
neoliberal, no cambiar el rumbo, sino más bien acelerar el paso, ya
que se pretendió que sea un ancla para garantizar la continuidad
neoliberal independientemente de quien gobierne, es decir, el sueño
tecnocrático de despolitizar la economía. Con el dólar se sustituyó la
moneda nacional, el sucre, que perdió sus tres funciones esenciales:
64
Alberto Acosta
para combatir el ritmo inflacionario existente en el Ecuador. Sin em­
tampoco las condiciones socioeconómicas para que ésta se desatara.
De heclto, existían otros caminos para contener el caos reinante o
ejemplos internacionales a seguir, como los programas heterodoxos
aplicados en los años ochenta en Israel y México; el programa de
estabilización boliviano aceptado desde la óptica neoliberal; el Plan
Real del Brasil, que permitió reducir la hiperinflación sin caer en la
trampa de la convertibilidad, como en Argentina. Con estos ante­
cedentes y con propuestas como las realizadas por el autor de estas
Procesos Económicos Contemporáneos
65
¡líneas, conjuntamente con Jürgen Schuldt" para el caso ecuatoriano,
semanas antes de caer en la trama de la dolarización, se desvirtuó
la supuesta inexistencia de otras opciones.
En síntesis, la renuncia a la política monetaria y cambiaria es pro­
ducto de la incapacidad de las elites para diseñar y aplicar políticas
económicas relativamente autónomas, así como por su desespera­
ción para neoliberalizar totalmente la economía ecuatoriana. No
es un triunfo, es una gran derrota. En este contexto son acertadas
las apreciaciones del economista brasileño Paú! Nogueira Batista al
considerar la dolarización como <<Suicidio monetario consecuencia
de la incapacidad de un gobernante de enfrentar una seria crisis
económica y que optó por humillar a su país, desistiendo de uno
de los elementos centrales de soberanía>>".
- Tener una libre movilidad de capitales
de cambio fijo
(2),
(1)
y mantener un tipo
que da como resultado sacrificar la política
monetaria. Este fue el caso de mantener el patrón oro entre
18701932, así como también el modelo de <<globalización>>;
Tener un tipo de cambio fijo (2) y mantener una política monetaria
independiente (3), que da como resultado sacrificar la libre mo­
vilidad de capitales, como se estableció tras el tratado de Bretton
Woods
(1945-1971);
Tener una libre movilidad de capitales
·monetaria independiente
(1) y mantener una política
(3), que da como resultado sacrificar el
control del tipo de cambio, como es el caso de regímenes vigentes
de tipo de cambio libre
(1971-...) .
Cada una de estas opciones, ajustadas a las necesidades de los cen­
tros dominantes, tiene sus potencialidades y sus riesgos. La rigidez
Riesgos de la dolarización
Con el fin de asegurar un tipo de cambio fijo y la libre movilidad
de capitales -dentro de las limitaciones derivadas de lo que en teo­
ría económica se conoce como trilema macroeconórnico, algunas
cambiaria adoptada por el Ecuador, mientras la mayoría de las eco­
nomías del mundo, sobre todo las de sus socios comerciales, tienen
esquemas cambiarios más o menos flexibles, conlleva dificultades
adicionales, como se sintetiza a continuación:
economías han sacrificado su política monetaria, este es el caso de
Ecuador. De acuerdo al indicado trilema, especialmente en econo­
mías abiertas y pequeñas como la ecuatoriana, solo pueden ir juntas
dos de las tres siguientes variables:
1)
2)
Estabilidad macroeconómica ficticia
La dolarización no asegura los equilibrios macroeconómicos, pues
aun cuando con la rigidez cambiada se consiga la estabilidad de
precios, ésta por sí sola no representa una real estabilidad macroeco­
Libre movilidad de capitales,
Tipo de cambio fijo, y
nómíca. Argentina, durante la década de los 90, pese a su política de
convertibilidad -una cuasi dolarización-, con una inflación de cero
3) Política monetaria independiente.
y una profunda recesión, ratifica esta aseveración. Aquí conviene
La resolución de este trilema, entonces, conduce a las siguientes
combinaciones posibles:
diferenciar entre estabilidad de precios y estabilidad real. Si por
estabilidad real se entiende una evolución de la economía real que
evite la sucesión de grandes auges y caídas, un manejo flexible del
tipo de cambio es superior al sistema de cambio fijo, sobre todo si
éste es extremadamente rígido: la dolarización es su máxima expre­
28 La hora de la reactivación: el mito de la falta de alternativas, Guayaquil, ESPOL, noviembre
de 1999.
29 Paúl Noguei ra Batista Jr. Fohla de Sao Paulo, el diario de mayor circulación del Brasil,
13.1.2000.
66
Alberto Acosta
sión. Con dolarización, una entrada significativa de capitales tiende
a aumentar el crédito y la demanda internos, alentando la actividad
económica e incrementando los pasivos externos; en cambio ante
Procesos Económicos Contemporáneos
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un déficit de cuenta corriente o una salida de capitales, la defensa
de la dolarización conlleva la subida de las tasas de interés y la
consecuente disminución de la actividad económica, con el objeto
de contener la salida de capitales y de contraer las importaciones. La
estabilidad macroeconómica real, que no requiere un tipo de cambio
tan rígido es, por supuesto, la que debió buscarse para el aparato
productivo ecuatoriano, que depende de fluctuantes exportaciones
sus repercusiones no pueden ser canalizadas por la vía inflacio­
naria, en la medida en que los cambios de precios son mínimos,
por lo que los ajustes se trasladarían a los salarios, el empleo y la
producción. Tampoco es posible garantizar un equilibrio fiscal con
la renuncia a la emisión monetaria; el Estado, al no contar con sus
propias instituciones financieras, como el Banco Central, para su
financiamiento, ve limitadas sus fuentes de ingresos netos a los
petroleras.
aportes tributarios, los ingresos petroleros y los créditos externos,
Luego de asegurada la estabilidad de precios, siguiendo la teoría
y no la garantía de un esquema cambiario fijo. En cuanto a los gas­
secuencial del pensamiento neoliberal, se podría esperar la reac­
tivación, y solo entonces vendría la distribución de los frutos del
progreso. Sin embargo, hay una gran distancia entre lo que puede
establecer la teoría y lo que se presenta en la realidad económica
ya que con estos esquemas monetarios rígidos se ahondan las ten­
dencias concentradoras y excluyentes.
La eliminación de la especulación cambiaría tampoco es suficiente
para que desaparezca la especulación financiera. No habría más
presiones especulativas sobre el tipo de cambio, es cierto, pero
esperar que la especulación en general sea erradicada es una equi­
vocación. Este no es un producto exclusivo del manejo económico
ecuatoriano y tampoco se produce solamente por los repetidos vai­
venes cambiarías, la especulación se nutre en el mercado financiero
internacionat y en el Ecuador, como se ve a diario, se reproduce en
forma de caricatura. Con la dolarización tampoco desaparecerá el
riesgo de corridas bancarias.
cuya obtención sigue teniendo como requisito la capacidad de pago
tos, la dolarización ha aumentado las presiones para eliminar los
subsidios, así como para reasignar los egresos en función del peso
que tienen los diversos grupos en la sociedad. En este contexto, el
Presupuesto del Estado se ha transformado cada vez más en un
campo de confrontación.
Desde la perspectiva de la competitividad económica, las exportacio­
nes han perdido la capacidad de contar con un respaldo coyuntural
a través de una variación cambiaría. Esto ha producido un proceso
de apreciación relativa de la valoración internacional de bienes y
servicios. Ecuador ha visto limitada su capacidad de ajustar los
precios de productos que comparativamente son más altos que los
de otros países, mediante una modificación del valor de su moneda.
El ex ministro de Economía Jorge Gallardo afirmaba poco antes de
la implementación de la dolarización, que se corría el riesgo de que
la economía ecuatoriana se transformara en una economía de alto
riesgo, ya que estaría expuesta a choques externos sobre los cuales
no podría responder de manera independiente.
Para una economía pequeña y productora de bienes primarios como
Pérdida de competitividad
La dolarización, pese a su <<potencial>> estabilizador para lograr
una reducción de la inflación y ampliar la previsibilidad en las
decisiones de inversión y consumo, conlleva, por su rigidez, graves
riesgos del aparato productivo, además de los múltiples costos so­
ciales que esto implica. Con el objetivo de asegurar la estabilidad,
se dejan más vulnerables la producción y el empleo, con lo que
las condiciones de ajustes son más duras en casos de impactos
externos y elementos exógenos, como desastres naturales, ya que
68
Alberto Acosta
la ecuatoriana -dependiente en gran mecliada de las exportaciones de
petróleo-, la vigencia de un tipo de cambio extremadamente rígido
trae como consecuencia una economía vu]nerable y más depencliente
a los precios internacionales de sus productos de exportación, como
sería el caso frente a una caída de los precios del crudo. También
se vería afectada por los cambios de las economías vecinas, si por
ejemplo hubiera una devaluación en Colombia, se abaratarían los
productos de dicho país, con el consiguiente encarecimiento de los
Procesos Económicos Contemporáneos
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desarrollar políticas contra cíclicas cuando sean necesarias. Un
que las ventas de banano alcanzaron un 6,02%, esta comparación era
tema preocupante, dado que la economía ecuatoriana difiere de la
norteamericana básicamente en dos sentidos: su especialización y
ampliamente favorable al banano en 1990, cuando sus exportaciones
llegaban al 6,24% del PIB y las remesas de los emigrantes llegaban
unilateral al ámbito monetario de Estados Unidos, Ecuador redujo
año. Las remesas representaron 9.74% del PIB en el 2000, mientras
la productividad de sus factores. Además, con esta incorporación
unilateralmente las posibilidades para negociar en términos de
apenas a un 0,95% del PIB. El aporte de estas remesas ha sido una
integración más adecuados con dicho país (si es que ésta fuera
de las principales fuentes de ingresos de dólares al país.
una opción a seguir), pues de facto ya archivó, sin obtener nada
Si bien ha mejorado la balanza de pagos, por la oferta de dólares (ya
a cambio, parte importante de su soberanía económica, como es
sea por vía de remesas o por el aumento del precio del petróleo), la
la política monetaria y cambiaría. Otro efecto colateral nocivo es
economía doméstica se ha deteriorado, ya que se ha incrementado
el distanciamiento real que se producirá frente a los otros países
andinos y latinoamericanos. La aceptación unilateral y sumisa del
la disponibilidad de divisas, pero también ha aumentado la pro­
pensión a importar sin un mejoramiento del aparato productivo,
dólar puede significar un duro golpe a la integración, dentro de la
por lo que éste ha sufrido el embate de dichas importaciones. Esta
cual debería procesarse en forma armónica y simétrica la adopción
de una unidad monetaria común.
situación ha provocado una expansión del consumo y del crédito
interno para financiarlo, pero esto no ha impulsado a gran escala un
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más atado a su ciclo económico, con menores posibilidades para
del consumo nacional que representaron un valor superior a las
exportaciones conjuntas de banano, café, cacao y camarón en dicho
crecimiento del aparato productivo. A esto se añade una histórica
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mucho más hacia la economía de Estados Unidos. Estará cada vez
2000 éstas alcanzaron una cifra de 1.330 millones de dólares, 20%
difusión de patrones de consumo transnacionalizados en amplios
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cular del mercado norteamericano, con la dolarización se inclinará
ofrecidos por los organismos multilaterales de crédito. En el año
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Si bien el Ecuador ha dependido del mercado mundial y en parti­
fuente de divisas, llegando a ser incluso superiores a los recursos
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Relaciones internacionales asimétricas
remesas de los emigrantes ecuatorianos en el exterior han sido otra
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no elimina con esta sola medida los riesgos existentes en el país.
divisas que permite paliar las tensiones provocadas por el déficit .
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canzado con facilidad los niveles internacionales, pues el Ecuador
Como consecuencia de este proceso el petróleo ha sido la fuente de
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mayor previsibilidad; sin embargo, las tasas de interés no han al­
nos de mercados externos e incluso del mismo mercado nacional.
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las tasas de interés, al desaparecer el riesgo de las devaluaciones.
Se espera que dicha baja aliente las inversiones en un ambiente de
que la producción de otros países desplaza a los productos ecuatoria­
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La utilidad potencial de la dolarización radica en la reducción de
ecuatorianos con capacidad de compra, pero se convierte en grave
deterioro de la competitividad del aparato productivo nacional, ya
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Mayor heterogeneidad estructural
sectores de la población, aun en aquellos que no tienen los recur­
Como resultado de todos estos cambios han aumentado las ten­
sos para satisfacerlos. Problema complejo en la medida en que las
dencias que profundizan la heterogeneidad estructural del aparato
elites dominantes persiguen �equivocadamente- esquemas consu­
mistas comparables a los existentes en los países industrializados,
imposibles de masificarse en el mundo empobrecido, por razones
ecológicas, sociales y culturales.
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Alberto Acosta
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productivo, pues las mejoras de productividad de determinados
segmentos de la economía, en su mayoría considerados como moder­
nos, han aumentado con la importación de maquinaria ahorradora
Procesos Económicos Contemporáneos
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de mano de obra y la incorporación de modernas tecnologías, en
detrimento de los sectores productivos tradicionales con empleos
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precarios, de baja calificación y pobres ingresos. Si bien puede ser
deseable superar los actuales sistemas tradicionales de producción,
lo cierto es que la competitividad no se logra de un día al otro, por
más estabilidad de precios que se alcance. Ésta se consigue como
resultado de un largo proceso compartido de gestión empresarial,
de capacitación laboral, de construcción de infraestructura básica,
de consolidación del mercado interno, de desarrollo tecnológico,
de reforma educativa, de transferencia de recursos desde el sector
moderno al tradicional, de activa acción del Estado, de creciente
De la representación a la
equidad productiva y cultural. Más que la simple reducción del
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costo del dinero para reactivar el aparato productivo, se precisan
representatividad política:
una serie de factores básicos, que incídan en las expectativas de los
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el caudillismo democrático
inversionistas: seguridad jurídica, calificación de la mano de obra,
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infraestructura y servicios productivos, tranquilidad social, esta­
José Sánchez-Parga
bilidad política, reducción de la violencia y delincuencia, políticas
agrícolas e industriales, esquemas de generación de empleo, tanto
como de un esquema macroeconómico apropiado para favorecer la
La victoria electoral del Presidente Correa y sus primeros meses de
producción. Así también se requiere un mercado interno con capa­
gobierno confirmaron y reforzaron una actual tendencia latinoa­
cidad de expansión que justifique mayores y nuevas inversiones, lo
mericana, protagonizada por Chávez en Venezuela, Evo Morales
cual implica mejoras sustantivas en términos de equidad.
en Bolivia, e interpretada en cierta manera también por Lula en
De esta forma el introducir el dólar en la economía no garantiza, en
términos macro, mejores condiciones de crecimiento, de ahorro, de
en Uruguay: gobiernos con una orientación más social que socia­
lista, más antineoliberal que propiamente de izquierda, con tma
tada capacidad de maniobra del país. Una cosa habría sido adoptar
un esquema cambiaría rígido cuando las monedas de los principales
socios comerciales del Ecuador operaban con un esquema de esa
naturaleza; otra completamente distinta fue adoptarlo en un mundo
,.
Brasil, Bachelet en Chile, Kirchner en Argentina y Tabaré Vázquez
inversión y tampoco de fundamentos económicos. La dolarización
fue una decisión artificial y autoritaria .que redujo aún más la limi­
1'1:;:
Sistema Político:
Fracturas y derrumbe bajo
el impacto neoliberal
en que dichas monedas fluctúan unas frente a otras.
1
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posición altermundialista y sobre todo de resistencia a un modelo de
globalización en particular contra la hegemonía norteamericana en
la región'. De hecho las victorias electorales de estos gobiernos lejos
de contar con el apoyo de partidos políticos tradicionales fueron
más bien producto de movimientos sociales y movilizaciones de
protestas acumuladas no sólo contra los gobiernos neoliberales y
1
Para una versión del «reto posneoliberab) de estos gobiernos cfr. George Gray Malina,
<<El reto posneoliberal de Bolivia», Nueva Sociedad, n. 209, mayo-jtmio 2007¡ para nna versión
de los estereotipos de izquierdismo y etnicidad atribuidos a los cuadillismos democráticos,
M. Saint-Upéry, Le réve de Bolívar. Le dé.fi des gauc1Jes sud-americaines, La Découverte, Paris,
2007.
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Alberto Acosta
Sistema Político: fracturas y derrumbe bajo el impacto neoliberal
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