CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las horas y

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2-2004
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las doce horas y cuarenta y cinco
minutos del día veintinueve de abril de dos mil cuatro.
Visto el incidente de Competencia Negativa suscitado entre el Juzgado Segundo de
Paz, y el Juzgado de Instrucción, ambos de Quezaltepeque, Departamento de La Libertad,
en el proceso penal instruido contra el imputado SALVADOR ORLANDO JARQUIN
ROMERO, por la supuesta comisión de los delitos de DAÑOS AGRAVADOS y
AMENAZAS CON AGRAVACIÓN ESPECIAL, tipificados y sancionados en los
Artículos 254 y 225, ambos del Código Penal derogado, en perjuicio de los señores Luis
Alonso Estrada y Mario Esteban Buendía, y del menor Francisco Javier Ochoa Buendía,
respectivamente.
LEIDO EL PROCESO, Y
CONSIDERANDO:
I.- Con fecha cuatro de enero de mil novecientos noventa y seis, se inició, en el Juzgado de
Paz de El Paisnal, el proceso penal contra los imputados ausentes Salvador Jarquín Romero
y Ricardo Jarquín Romero, por los delitos citados en el preámbulo. Dicho tribunal realizó
las diligencias útiles de investigación de los hechos denunciados y con fecha dieciocho de
enero de ese mismo año, decretó Detención Provisional en contra de los mencionados
imputados, por lo que remitió las actuaciones al Juzgado de lo Penal de Quezaltepeque.
II.- El Juzgado de lo Penal de Quezaltepeque, luego de recibir las actuaciones, con fecha
veinticuatro de enero de mil novecientos noventa y seis, confirmó lo actuado por el Juez de
Paz de El Paisnal. Asimismo, consta a fs. 29 del presente proceso que, los referidos
encartados nombraron como Defensor Particular al Licenciado Paul Andre Castellanos
Schurmann, quien presentó ante dicho Juzgado un escrito solicitando la Revocatoria del
auto pronunciado por el Juez de Paz de la referida localidad, y argumentó como base de su
petición que en el presente caso no se había comprobado suficientemente el cuerpo del
delito, de conformidad con el Artículo 247 Pr. Pn. derogado, pues el valuó practicado a los
semovientes, en ningún momento especifico el daño ocasionado; agregó además, que la
participación delincuencial de los mencionados imputados tampoco se demostró en los
hechos que se les atribuían.
Con fecha doce de febrero de mil novecientos noventa y seis, el Juzgado de lo Penal de
Quezaltepeque, revocó la Detención Provisional en contra de los mencionados imputados,
únicamente por el delito de Daños Agravados en perjuicio patrimonial de los señores Luis
Alonso Estrada y Mario Esteban Buendía, y argumentó como base de su resolución que no
se había establecido en dicho delito lo regulado en el Artículo 247, Número Uno del
Código Procesal Penal derogado; en cuanto al ilícito penal de Amenazas con Agravación
Especial, en perjuicio del menor Francisco Javier Ochoa Buendía, atribuidos a los aludidos
encartados, el referido Juzgador, resolvió revocar la Detención Provisional solamente al
encartado Ricardo Jarquin Romero, y no al procesado Salvador Jarquin Romero, pues la
participación delincuencial de éste se había comprobado con las declaraciones de los
testigos Servelio Godinez, de fs. 6; Santos Ricardo Menjívar Rodríguez, de fs. 7, y de José
Albeny Martínez, de fs. 9, resolución que fue recurrida en apelación, por parte de la Fiscal
Adscrita a dicho Juzgado, para ante la Cámara de la Cuarta Sección del Centro de Nueva
San Salvador.
Por su parte, los Magistrados de la Honorable Cámara de la Cuarta Sección del Centro de
Nueva San Salvador, con fecha veintisiete de marzo de mil novecientos noventa y seis,
confirmaron el auto pronunciado el día doce de febrero de ese mismo año, por la Jueza de
lo Penal de Quezaltepeque y argumentaron como base de su resolución que en cuanto al
delito de Daños sea Simple o Agravado, el cuerpo del delito debió de probarse con la
destrucción, inutilización, desaparición o deterioro de la cosa total o parcialmente ajena.
Respecto al delito de Amenazas con Agravación Especial, consideraron que la
interlocutoria estaba apegada a derecho, pues los testigos de cargo expresaron que el autor
de dichas amenazas fue el imputado Salvador Orlando Jarquin Romero y no Manuel
Ricardo Jarquin Romero. Por otra parte, los Magistrados de la referida Cámara expresaron
que la Jueza de lo Penal de la mencionada localidad, debía realizar inspección en los
semovientes que fueron objeto del delito de Daños y luego practicara el valuó de los daños
ocasionados a dichos semovientes, pues la participación delincuencial del imputado
Salvador Orlando Jarquin Romero se había comprobado con las declaraciones de los
testigos Servelio Godinez, de fs. 6; Santos Ricardo Menjivar Rodríguez, de fs. 7; y de José
Albeny Martínez, de fs. 9, en cuanto a la participación del imputado Ricardo Manuel
Jarquin Romero, esta no se había demostrado.
La Jueza de lo Penal de Quezaltepeque, con fecha veintiocho de mayo de mil novecientos
noventa y seis, después de recibir las actuaciones, libró oficio al Juzgado de Paz Instructor
de El Paisnal, con el propósito que practicara inspección en los semovientes objeto del
delito de Daños ordenado por la mencionada Cámara. Con fecha diecisiete de junio de mil
novecientos noventa y seis, el mencionado Juzgador nombró a los peritos Carlos Enrique
Galdamez Tejeda y Edwin René Galvez Palacios, quienes determinaron que los daños
ocasionados a los mencionados semovientes ascendia a la cantidad de un mil colones
exactos.
Posteriormente, luego de practicada la anterior diligencia el Juez de Paz de El Paisnal, con
fecha veintiséis de junio de mil novecientos noventa y seis, remitió las actuaciones al
Juzgado de lo Penal de Quezaltepeque, que con fecha doce de agosto de ese mismo año,
Elevo a Plenario, el proceso penal instruido contra el imputado ausente Salvador Orlando
Jarquin Romero, por los delitos de Daños Agravados, en perjuicio patrimonial de los
señores Luis Alonso Estrada y Mario Esteban Buendía; y de Amenazas con Agravación
Especial, en perjuicio del menor Francisco Javier Ochoa Buendía, pues el cuerpo del delito
en el primero de los ilícitos penales se comprobó con el acta de inspección y el valuó de
daños practicado a los semovientes por el Juez de Paz de la referida localidad, de fs. 90; y
la participación delincuencial del mencionado imputado se había demostrado en ambos
delitos con las declaraciones de los testigos Servelio Godinez, de fs. 6; Santos Ricardo
Menjívar Rodríguez, de fs. 7, y de José Albeny Martínez, de fs. 9; asimismo Sobreseyó
Provisionalmente al imputado Manuel Ricardo Jarquin Romero, por los mismos delitos y
en perjuicio de las víctimas antes mencionadas.
Por otra parte, consta a fs. 95 del Proceso en comento que, el Defensor Particular
Licenciado Paul Andre Castellanos Shurmann, con fecha treinta de septiembre de mil
novecientos noventa y seis, interpuso Recurso de Apelación para ante la Cámara de la
Cuarta Sección del Centro de Nueva San Salvador, por medio del cual expreso que en el
delito de Daños Agravados atribuido al procesado Salvador Orlando Jarquin Romero no se
cumplieron los requisitos de ley, ya que dicho procesado al momento de cometer el referido
delito estaba protegiendo su propiedad, lo que no fue valorado por el Juzgado de lo Penal
de Quezaltepeque al Elevar a Plenario el presente proceso.
Con fecha dieciséis de mayo de mil novecientos noventa y siete, la Honorable Cámara de la
Cuarta Sección del Centro de Nueva San Salvador, resolvió revocar el auto pronunciado
por la Jueza de lo Penal de Quezaltepeque, y argumentó como base de su decisión que el
cuerpo del delito en el ilícito penal de Daños Agravados no se había comprobado
suficientemente, pues el valuó practicado a los semovientes por el Juez de Paz Instructor de
El Paisnal, no cumplía los requisitos de ley, ya que dicho juzgador no estaba facultado para
realizarlo, de conformidad con el Artículo 174 Pr. Pn, derogado. En virtud de lo anterior,
los Magistrados de la referida Cámara ordenaron a la Jueza de lo Penal de la mencionada
localidad, practicara el valuó a los semovientes de acuerdo a lo regulado en el Artículo 116
del mismo cuerpo legal.
Con fecha veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y siete, la
Jueza de lo Penal de Quezaltepeque, luego de recibir las actuaciones, resolvió darle
cumplimiento a lo ordenado por la Cámara de la Cuarta Sección del Centro de Nueva San
Salvador, señalando que para practicar el valuó a los semovientes, lo haría con la vista de
autos, pues habían transcurrido un año cinco meses desde que se cometió el hecho
investigado, por lo que tomaría en cuenta para cuantificar los daños las cartas de venta de
los mencionados semovientes, los cuales se encontraban agregados a fs. 11, 12, 13 y 14 del
presente proceso, ascendiendo los daños a la cantidad de tres mil colones en perjuicio del
señor Luis Alonso Estrada, y un mil quinientos colones en Mario Esteban Buendía.
Además consta que con fecha treinta de abril de dos mil uno, el Juzgado de Instrucción de
Quezaltepeque, resolvió Elevar a Plenario el proceso instruido contra el imputado Salvador
Orlando Jarquin Romero, por los delitos de Daños Agravados en perjuicio de Luis Alonso
Estrada y Mario Esteban Buendía; y de Amenazas con Agravación Especial en perjuicio
del menor Francisco Javier Ochoa Buendía, pues el cuerpo del delito en el primero de los
ilícitos penales se comprobó a través de las cartas de venta, de fs. 11, 12, 13 y 14, y con el
acta de valuó de fs. 102; y la participación delincuencial se demostró en ambos delitos por
las declaraciones de los testigos Servelio Godinez, de fs. 6; Santos Ricardo Menjivar
Rodríguez, de fs. 7, y José Albeny Martínez, de fs. 9.
III.- Por otra parte, consta a fs. 120 que, la Jueza de Instrucción de Quezaltepeque, con
fecha seis de noviembre de dos mil tres, pronunció auto por medio del cual se Excusó de
conocer del presente caso en comento, de conformidad con el Artículo 36 del Código
Procesal Penal derogado, y argumentó como base de su decisión que había intervenido en
el mismo en calidad de Fiscal Adscrita a la Cámara de la Cuarta Sección del Centro de
Nueva San Salvador, pues contestó agravios en un Recurso de Apelación interpuesto por el
Defensor Particular, Licenciado Paul Andre Castellanos Shurmann, por lo que remitió las
actuaciones a la referida Cámara para que declarara si era o no legal dicha excusa, de
acuerdo a lo regulado en el Artículo 1183, del Código Procesal Civil.
Con fecha dieciséis de diciembre de dos mil tres, la Cámara de la Cuarta Sección del
Centro de Nueva San Salvador, considero que la solicitud de Excusa manifestada por la
Jueza de Instrucción de Quezaltepeque, era procedente, y argumentó como base de su
resolución que efectivamente dicha juzgadora había intervenido como Fiscal Adscrita a esa
Cámara; en vista de lo anterior, los Magistrados de la referida Cámara nombraron al
Juzgado Segundo de Paz de Quezaltepeque, para que conociera del presente proceso de
conformidad con el Artículo 38 de la Ley Orgánica Judicial, por lo que devolvió las
actuaciones al Juzgado de Instrucción de esa misma localidad.
Por su parte, la Jueza de Instrucción de Quezaltepeque, con fecha seis de enero del presente
año, luego de recibir las actuaciones, las remitió al Juzgado Segundo de Paz de esa misma
ciudad, tal y como había ordenado la Cámara de la Cuarta Sección del Centro con sede en
Nueva San Salvador.
Con fecha nueve de enero del presente año, la Jueza Segundo de Paz de Quezaltepeque,
después de recibir el proceso, se declaró incompetente para conocer del presente proceso, y
argumentó como base de su decisión que, dicho Tribunal no tenía competencia para
conocer de la Fase de Llamamiento a Juicio, pues al hacer una interpretación sistematizada
de los Artículos 19, 117, del Código Procesal Penal derogado, en relación con el Artículo
64 de la Ley Organica Judicial, los Jueces de Paz únicamente le correspondía realizar las
primeras diligencias de instrucción en todos los delitos comunes que se cometieran dentro
de su comprensión territorial, y practicada las mismas – tal y como se hizo en el presente
caso – se remitían al Juzgado de Primera Instancia en el ramo penal; asimismo, agregó
dicho juzgadora que la Cámara de la Cuarta Sección del Centro de Santa Tecla, no aplicó
correctamente en el presente caso, el procedimiento señalado en el Artículo 38 de la Ley
Orgánica Judicial, pues, debió haber delegado la competencia al Juez Suplente de
Instrucción de la mencionada localidad.
IV.- En el caso de mérito esta Corte, considera que es necesario hacer ciertas
consideraciones al respecto, la primera de ellas está referida a aclarar que no existe
conflicto de competencia, ya que estos se suscitan cuando dos jueces se declaran expresa y
contradictoriamente competentes o incompetentes para conocer de un determinado proceso,
situación que no se cumple en el presente caso, pues, consta en autos que únicamente se
declaró incompetente la Jueza Segundo de Paz de Quezaltepeque.
La segunda de las consideraciones, está referida a sostener que en el presente proceso,
estamos en presencia de un caso de Excusa, expresada por la Jueza de Instrucción de
Quezaltepeque, ante tal situación consideramos pertinente señalar que, es procedente
separar del conocimiento del proceso a un determinado funcionario judicial sólo cuando
existan razones fundadas debidamente comprobadas - tal y como lo hizo la Jueza de
Instrucción de la referida localidad - y además, que las mismas sean susceptibles de poner
en entredicho la imparcialidad del funcionario judicial – garantía constitucional y procesal
que informa al proceso penal democrático, delimitado por las reglas del debido proceso –
afectándose con ello el juzgamiento del imputado. En el mismo orden de ideas
anteriormente expresadas, se debe tener en cuenta que las situaciones que permitan sustraer
al juez natural de sus atribuciones, son únicamente las que se encuentran estricta y
taxativamente determinadas por la ley de conformidad con el Artículo 36 del Código
Procesal Penal derogado, de tal suerte que los motivos capaces de provocar la separación
del juez sean de carácter excepcional y particularmente grave, pues no podría admitirse el
señalamiento de cualesquiera razones, como la simple sospecha de animadversión u otras
semejantes, ya que ello atentaría contra la misma administración de justicia, y a su vez
vulneraría las reglas del debido proceso, por cuanto corresponde el juzgamiento de cada
asunto al juez competente, ya sea en razón de la materia o del territorio.
La tercera de las consideraciones, está referida a analizar la resolución de la Honorable
Cámara de la Cuarta Sección del Centro con sede en Santa Tecla, en la cual se observa que
no existe pronunciamiento sobre el estado actual del proceso sino que únicamente respecto
de la Excusa presentada, asignando al Juzgado Segundo de Paz de Quezaltepeque, para que
conociera del mismo, la cual consideramos se encuentra apegada a derecho, de
conformidad a los Artículos 38 de la Ley Organica Judicial y 1183 del Código de
Procedimientos Civiles, que regula lo relativo al trámite de las Excusas, pues, la Jueza
Segundo de Paz de la mencionada localidad, ha sido nombrada como Jueza reemplazante
para desarrollar la correspondiente etapa del plenario, lo cual entendemos en ningún
momento violenta la competencia funcional asignada por ministerio de ley a dicho
funcionario.
Por todo lo anteriormente expuesto consideramos que corresponde idóneamente conocer
del presente caso a la Jueza Segundo de Paz de Quezaltepeque.
POR TANTO:
Con base en las razones antes expuestas, disposiciones legales citadas y a los Artículos 182,
Atribución Segunda de la Constitución de la República; 36, Código Procesal Penal
derogado; 1183, Código de Procedimientos Civiles; 38 de la Ley Orgánica Judicial, 1 DE
LA LEY TRANSITORIA PARA REGULAR LA TRAMITACIÓN DE LOS PROCESO
PENALES Y OCURSOS DE GRACIA INICIADOS ANTES DEL 20 DE ABRIL DE
1998, y Decreto Legislativo Número: 197, de 12 de diciembre de 2003, publicado en el
Diario Oficial Número: 233, Tomo: 36, de 12 de diciembre de 2003.
Esta Corte RESUELVE:
NO HA LUGAR, a dirimir conflicto de competencia alguno en razón de no existir en el
presente caso.
Remítase el proceso con certificación de esta resolución, al Tribunal de origen, y
certifíquese la misma a la Jueza Segundo de Paz, para que conozca de la presente causa,
ambos de Quezaltepeque, Departamento de La Libertad. ---J. ENRIQUE ACOSTA--M.E. VELASCO---E. CIERRA---LOPEZ A.---J.N. CASTANEDA S.---M.A.
CARDOZA A.--- M. POSADA---PERLA J.---GUZMAN U.D.C.---PRONUNCIADO
POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---MANUEL
EDGARDO LEMUS---RUBRICADAS
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