La contaminación ahoga al Santiago

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MEDIO AMBIENTE
La contaminación ahoga al Santiago
Ni todas las plantas de
tratamiento que están
construyendo podrán
solucionar la alta
contaminación que presenta
el río Santiago. Especialistas
proponen la administración
de microcuencas para el
adecuado manejo de los
residuos
WENDY ACEVES VELÁZQUEZ
[email protected]
S
on insuficientes las 11 plantas de
tratamiento de aguas residuales en
funcionamiento para limpiar el agua
del río Santiago, contaminada en su
mayoría por coliformes fecales, pero también
con metales pesados (mercurio, plomo, cromo
y arsénico), tóxicos originados por descargas
residuales municipales, de origen industrial y
rural.
Su readecuación y rehabilitación es inminente. No obstante, resulta necesario construir otras 21, así como las macroplantas de El
Ahogado y Agua Prieta, reconocen investigadores y la misma Comisión Estatal del Agua
de Jalisco (CEA).
En el mejor de los panoramas, el río Santiago estará saneado hasta el 2012, cuando construyan las plantas de tratamiento necesarias.
Para el doctor Ramón Ojeda Mestre, presidente de la Academia Mexicana de Derecho
Ambiental y consultor de la Organización de
las Naciones Unidas (ONU), las autoridades
ambientales en Jalisco “no han tenido la capacidad, imaginación y la decisión para instalar plantas de tratamiento de aguas, a nivel
primario, secundario o terciario en todos los
asentamientos humanos mayores a 30 mil habitantes, como marcan las normas internacionales”.
Añadió que “nuestro país ha sufrido un grave retroceso en los últimos 10 años en materia
de política ambiental y en particular a lo que
toca a los cuerpos de aguas superficiales. Todo
el patrimonio hídrico de nuestro país está sufriendo un embate por parte de los industriales y por el descuido de las autoridades federales, estatales y municipales, que vierten sus
aguas negras a los cuerpos de agua limpia”.
Las plantas de tratamiento ubicadas en la
zona del río Santiago y operadas por la CEA,
son Atequiza, Atotonilquillo, Ixtlahuacán de
los membrillos, Poncitlán, Ocotlán, Cuitzeo,
Jamay, La Barca, Juanacatlán, parque industrial de El Salto y Atotonilco el Alto.
En la década en que construyeron las plan-
5Planta de
tratamiento de agua
en la Barca, Jalisco.
Foto: Archivo
Tratamiento
del agua
[
Nuevo León,
Aguascalientes, San Luis
Potosí, Guanajuato y Chihuahua
son ejemplos en
el tratamiento de
sus aguas.
[
Una
planta de
tratamiento que
limpia 50 litros
por segundo,
cuesta 50
millones de
pesos.
[
Sanear
un metro
cúbico de agua
cuesta entre tres
y siete pesos,
cantidad alta
a causa de los
altos índices de
contaminación
que presenta el
agua.
tas (1989), el Santiago estaba clasificado como
cuerpo receptor B, lo que significa que tenía
máximo 75 miligramos por litro de sólidos suspendidos totales y 75 miligramos por litro de
demanda bioquímica de oxígeno.
A partir de 2009, el río fue reclasificado a
cuerpo receptor C, por lo que es necesario mejorar la calidad de las plantas y hacer más remoción de nutrientes para poder cumplir con
esta clasificación, que indica un máximo de 40
miligramos por litro de sólidos suspendidos
totales y 30 miligramos por litro de demanda
bioquímica de oxígeno.
“No son suficientes. Se necesitan más plantas de tratamiento. Se deben construir 21 plantas en el río Santiago y 25 en el río Verde, para
que sea completo el saneamiento del Santiago
y del Verde en lo que corresponde a territorio
jalisciense”, reconoció el ingeniero Manuel
Oses Pérez, director de Operación de plantas
de tratamiento de la CEA, organismo perteneciente al gobierno de Jalisco.
Arcediano para sanear el Santiago: CEA
Si queremos sanear el río Santiago es necesario construir Arcediano, justifica Manuel
Oses Pérez. “Arcediano da la oportunidad de
oro de rescatar al río Santiago. Si no hubiera
presa de Arcediano, nadie le metería dinero
a la rehabilitación, al rescate del río. Seguiría
siendo como hasta ahora, un río de drenaje, de
descarga, en donde todo el mundo lo ve como
el tiradero oficial de Guadalajara. Construir
la presa de Arcediano nos obliga a nosotros,
gobierno del estado de Jalisco, a sanear el río
Santiago”.
El doctor Antonio Gómez Reyna, investigador del Departamento de Ingeniería Mecánica
Eléctrica, del Centro Universitario de Ciencias
Exactas e Ingenierías, señala la importancia
de evitar las descargas para no seguir contaminando el río, mientras avanza la construcción de las plantas de tratamiento. Sin embargo, “de aquí a que terminen las plantas,
el problema ya creció. Además, las plantas de
tratamiento de Agua Prieta y El Ahogado no
resultan suficientes para sanear el río Santiago. Las plantas que están proyectadas para la
cuenca del Ahogado no cumplirán con esas
condiciones”.
Gómez Reyna propone dividir el problema
mediante la construcción de microcuencas.
“Realizar una serie de plantas de tratamiento no costosas en su operación, utilizando lagunas de oxidación y otras tecnologías que
existen a escala mundial. Por ejemplo, lo que
llega de la cuenca de El Ahogado, dividirlo
en pequeñas microcuencas y que cada una
trate sus aguas y sucesivamente realizar el
proceso hasta terminar en una gran cuenca”.
Para la CEA, la esperanza de sanear el Santiago no ha muerto. “Once plantas que nosotros operamos, más 16 que ya construidas, más
otras 21 que están por construirse. Con eso
tendríamos cubierto todo el río entre el lago
de Chapala (de donde nace) y el punto Arcediano”, dijo Oses Pérez.
Desde esta óptica, será hasta dentro de tres
años cuando las 11 plantas necesarias terminen de ser construidas y los jaliscienses tengan un río Santiago limpio. [
lunes 27 de abril de 2009
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