La guerra o la paz

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juventud rebelde
SEXO
SENTIDO
SÁBADO
28 DE NOVIEMBRE DE 2015
ESPECIAL
05
A cargo de MILEYDA MENÉNDEZ [email protected]
En la escuela nos enseñan un montón
de oficios, pero no nos enseñan a convivir.
Miren Larrazábal
La guerra o la paz
APENAS el marido entra por la puerta y le da
un beso, ella comienza a pelear porque llegó muy tarde y sin sacar los mandados ni
recoger a los niños o pagar el teléfono.
Por los gritos parece que se va a acabar
el mundo, o al menos ese matrimonio. Una
mujer de visita en el barrio sale alarmada a
esperar la réplica, pero su anfitriona la tranquiliza: «No va a pasar nada porque él no le
hace caso. Así llevan 20 años… Ella es
muy peleona, pero se adoran y nadie puede
meterse en eso».
CONTIGO PORQUE ME MATAS…
El flujo natural de mensajes en cualquier
pareja incluye castigos y refuerzos positivos.
Esto funciona como una cuenta emocional
conjunta que debe incrementarse día a día,
pero a veces el saldo de amor se agota con
las mentiras y desconsideraciones, la falta
de tacto y los reproches estereotipados al
estilo de «todos los hombres son iguales» o
«a las mujeres no hay quien las entienda».
Aunque la resolución de conflictos mediante negociaciones es una conquista de
la especie humana, mucha gente parece no
estar al tanto de esa ventaja y aún ventila
sus asuntos a gritos, como otros mamíferos menos evolucionados.
Esa hostilidad puede convertirse en hábito
que a la larga repercute en la intimidad erótica
de la pareja… cuando no es síntoma justamente de desavenencias en ese campo.
Es un tema que lleva cada año a miles de
personas a las consultas de consejería
sexual, si bien no todas logran sanear el
vínculo porque detrás del grito retórico hay mucho de condicionamiento cultural, y hasta de
aprendizaje adquirido en las familias de origen.
Se estima que las mujeres peleamos
más y por más variedad de cosas. La queja es nuestro patrimonio social, lo que nos
queda tras «sacrificarnos» en la casa, el
trabajo, la familia… Pero algunas ejercemos
ese «privilegio» en demasía y creamos un clima incómodo hasta para nosotras mismas.
Cuando hay pocas habilidades comunicativas, los mensajes se escuchan, pero no
se asimilan: es muy difícil adivinar nuestras
pretensiones concretas si el lenguaje corporal agresivo contradice lo que pretendemos
suplicar. Muchas veces la respuesta es
ignorar todos sus reclamos con la esperanza de que se le pase, actitud que acrecienta la percepción de abuso y descortesía, y
por ende los gritos.
Algunos matrimonios se resignan a ese
COMO parte de la jornada cubana por el Día
internacional de respuesta al VIH, se celebrará el próximo martes a las 8:30 p.m. la gala
cultural Gracias a la vida, en el capitalino
teatro Mella, bajo la dirección de Carlos Rey.
LA invitación que publicamos el pasado sábado sobre la fiesta de reencuentro en el IPVC
Luis Urquiza Jorge, de Las Tunas, incluye a los
seis grupos de la graduación 2004-2005. Será el 25 de diciembre a partir de las 9:00 a.m.
Contacten a Patricia ([email protected]).
La última peña del año en la librería Alma
Pregunte
sin pena
…Y SIN TI PORQUE ME MUERO
Las discrepancias no siempre son el
peor síntoma. Más daño hace una relación
estéril, indiferente,
la
convivencia
por inercia o
por miedo a cambiar. Mientras haya
amor, es digno buscar ayuda para
potenciar los recursos psicológicos y
comunicativos que
deriven en armonía,
opina Miren Larrazábal, sexóloga e investigadora española.
El odio marital es un modo de afecto,
una señal de que aún se importan y pueden
transformar la valencia de esa emoción,
explica Ojeda: Para ayudarlos es importante recordarles por qué están juntos y qué
los unió alguna vez.
Larrazábal explica cómo en cada consulta se les orientan ejercicios para reforzar los
intercambios positivos y disminuir los negativos. Uno de ellos es pedirles que anoten
todo lo que aún les gusta de la otra persona y luego hacer que se lo confiesen mirándose a los ojos, para sentir la autenticidad
de esa emoción.
Para cualquier pareja es recomendable
«conectarse» emocionalmente al menos
una vez al día y reforzar lo positivo de la relación, dice la experta. Ojeda puntualiza que
es importante elegir el momento para revisar y ajustar las expectativas de ambos: Si
ya conocíamos nuestros defectos y decidimos estar juntos, no tiene caso vivir en un
perpetuo reproche, como tampoco es sano
hacer planes contando conque la otra persona va a cambiar lo que te molesta por
amor a ti, para dejar de decepcionarte.
Lo único que puedes cambiar en una
relación es tu propia actitud: Empieza por
revisar el modo en que tus cualidades y
conductas perjudican a tu contraparte y luego agradece si ves que hace lo mismo por
ti… Si eso no ocurre de inmediato no desesperes: el camino más largo siempre
empieza con el primer paso.
Ofrecerán su arte en esta ocasión Haila María
Monmpié, Osdalgia Lesmes, Juan Guillermo,
Vania Borges y Mayko D’Alma; los transformistas Margot, Zaira, Imandra, Estrellita y
Débora; los primeros bailarines del Ballet
Nacional de Cuba Yamir Gaínza, Anette Delgado y Danny Álvarez, la compañía Latin Dance
Ballet y el Ballet de la Televisión Cubana.
Esa noche se entregará el premio
nacional Esperanza a instituciones y personas destacadas por la labor de prevención
de la epidemia y su actitud solidaria hacia
las personas seropositivas al VIH.
La jornada se dedica a los 15 años del proyecto HSH-Cuba y a la decisión de la OMS de
nombrar a Cuba como primer país que logra eliminar la transmisión directa madre-hijo del VIH
y la sífilis congénita. (Ana María Domínguez)
Una discusión no define quién gana, porque
casi siempre ambos pierden. Imagen tomada
del sitio www.trabajemos.cl
estilo aberrante de comunicación hasta tal
punto que la alarma salta cuando no hay
reproches, porque eso significa que la otra
parte se siente realmente mal o está tramando algo.
Otras parejas entienden que han llevado
las cosas demasiado lejos cuando el círculo de violencia verbal afecta su erotismo o
es cuestionado fuertemente por la familia,
que ya ha perdido el respeto por la relación.
Entonces buscan ayuda en servicios de
salud, congregaciones religiosas, grupos de
meditación u otras dinámicas de autoayuda
que alguien les sugiere. Lo malo es que no
siempre se comprometen a aplicar tales
ideas y resolver sus conflictos de forma
sostenible… o no logran ponerse de acuerdo sobre el método a seguir.
En las discusiones acaloradas no siempre se dice lo que cada quien piensa de verdad. A veces domina la rabia del momento
o afloran otras frustraciones mal ventiladas.
Eso demuestra que aún no han aprendido la
lección, precisa el psiquiatra cubano Oscar
Ojeda: si siempre elegimos el mismo camino para comunicarnos como pareja, ¿cómo
esperar resultados diferentes?
ENCUENTROS
Máter será el martes 8 de diciembre. Les propongo hablar sobre proyectos de vida, individuales y de pareja, para el nuevo año.
Sumamos hoy al club a [email protected]; [email protected];
[email protected]; Yisel, [email protected] y [email protected], quien además saluda a su grupo
de duodécimo grado del IPVC Federico
Engels.
S.A.: Empecé mis relaciones
amorosas hace un año. Desde
entonces, mi novio y yo nos
peleamos por razones insignificantes en disímiles ocasiones,
como cualquier pareja. Yo lo
quiero tanto que lo he puesto
por encima de mis padres y mis
amigos que no aceptan nuestra
relación. Pero ellos son muy
importantes para mí y por eso
no sé qué puedo hacer. No quiero dejar ir todo lo que alguna vez
quise. ¿Qué me aconseja? Tengo 16 años.
Quizá es un buen momento
para cuestionar esta manera ilimitada de entregar y renunciar,
en nombre del amor. No es
cuestión de recriminar al novio o
los familiares, pues eres tú quien
finalmente ha decidido ofrecer
este lugar cimero al novio, por
encima de todo: especialmente
de ti.
Al parecer, lo que para ti
resulta insignificante no lo es
para tus familiares y amigos
importantes. Sin embargo, pareces no estar conforme con las
renuncias que protagonizas. De
manera que estás vislumbrando
que al amar dejas ir mucho de lo
que también quieres.
No es extraño que las mujeres se entreguen de manera
ilimitada al ser amado. Suele
pasar que todo resulte insignificante, nada de lo dado sea equivalente a lo sentido, y se busque dar un poco más. No es raro
tampoco que las féminas se quejen de sentirse mal hasta el
estrago; pues este mecanismo
compulsivo, se activa automáticamente y no cesa de demandar algo más.
Por eso, nos parece importante que logres comenzar a
cuestionártelo y mejor sería que
pudieras equilibrar un poco el
lugar que otorgas a quienes
amas y en especial a ti misma.
Ni tan por encima, ni tan por
debajo.
Tomar esas decisiones podría
resultarte difícil. En tal caso, te
propongo consultar a un psicólogo, pues necesitarías analizar
más esta manera tan embarazosa y estragante de amar.
Mariela Rodríguez Méndez.
Máster en Psicología Clínica
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