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Más que amigos,
AMIGOS CON DERECHOS
A
lo mejor estás cansado de las exigencias de una
relación formal. Quizás no estés dispuesto a hacer esa
inversión emocional. Posiblemente estés buscando
otras formas de experimentar tu sexualidad. O simplemente quieres vivir el momento y divertirte con
alguien que te gusta. ¿Estás considerando una relación
de “amigos con derechos”? Suena emocionante,
aunque moverse en la línea entre el romance y la
amistad parece algo muy complicado. Pero antes de
nada, ¿entiendes bien de qué se trata?
Atracción fisica entre personas que se conocen, se
agradan y se tienen confianza. Reiteramos: atracción
fisica, sin enamoramiento.
La relación se basa en acuerdos claros y el respeto al
espacio de cada uno. No se trata de acostarse con
cualquiera, sino hacerlo con alguien de confianza, que
entiende a la otra persona de forma que la experiencia
sexual se vuelva más agradable y cómoda.
Tener sexo es una extensión de su amistad.
No hay romance, no hay compromisos, no hay restricciones, no hay celos, no hay convivencia cotidiana, no
hay rutinas de pareja.
Ninguno de los implicados tiene interés en algo más
que lo sexual. Son relaciones sin futuro, basadas en el
aquí y ahora. Si alguno abriga expectativas de algo más
seguramente no funcionará.
Firmeza Total
¿Qué tipo de personas se involucra en relaciones de
este tipo? Por lo general más jóvenes que adultos, que
tienen menos certeza sobre sus gustos o su futuro y
buscan experimentar lo más posible. Ciertamente no
es una regla, pues personas de todas las edades viven
etapas en las que no se sienten cómodas ni dispuestas
a un compromiso. Algunos entran en estas relaciones
porque no les gusta la fidelidad o por temor a ser
lastimados. Muchas veces son relaciones que surgen de
forma espontánea: dos personas descubren un deseo
mutuo y simplemente lo satisfacen sin más implicaciones. Definitivamente no es un tipo de relación para
cualquiera, y manejarla con éxito requiere de mucha
honestidad, madurez y seguridad en ti mismo. Por eso,
si buscar empezar una es bueno que conozcas la mejor
forma de proceder y entiendas sus implicaciones.
Lo primero sería escoger a la persona adecuada.
Obviamente debe ser alguien que conozcas, con quien
te lleves bien y que no tenga una relación formal. Debe
ser alguien que te guste, pero no tanto como para que
estés en riesgo de enamorarte. Preferentemente
debe ser alguien fuera de tu círculo cotidiano, de
mente abierta y que no se encariñe demasiado.
Lo siguiente es empezar el acercamiento. Ponle
atención, coquetéale y hazle insinuaciones, de forma
que se dé cuenta de que te interesa, pero sin elogiar su
personalidad o sin decir algo que la haga pensar en un
romance. Después debes plantearle la situación de
forma clara, con una actitud segura y honesta. Esto es
vital para evitar malentendidos y asegurar que la
relación vaya por la ruta que quieres.
Travesuras Sexuales
Lo que sigue es acordar las reglas del juego. A lo mejor se
sienten incómodos o raros haciéndolo, pero es muy sano
tener las cosas claras desde el inicio y más en una relación
como esta. Ambos deben coincidir en que es sólo diversión,
que no son ni desean ser una pareja, que pueden ver a otras
personas y que cualquiera puede terminar la relación en el
momento que desee, entre otras cosas. Lo ideal es
establecer esto antes de empezar a tener sexo, así se
minimiza el riesgo de que alguno se sienta herido.
Después viene la diversión. Este es el momento de experimentar, de dejarte llevar, ser auténtico y pasártela bien
sin preocupaciones ni inhibiciones. Deja que tu compañera
se suelte el pelo también y mantengan una buena comunicación sobre lo sexual, de forma que ambos se adapten y
disfruten lo más que puedan. Mantén las cosas ligeras y
divertidas.
Lo atractivo de ser amigos con derechos es que les permite
a ambos ser independientes. Sal con amigos y amigas, lígate
a quien quieras, sé espontáneo y sigue tus propios planes.
Por otra parte, es mejor que no presumas el gran acuerdo
que tienes con tu amiga. Nuevamente, no cualquiera
entiende o respeta este tipo de relación, y si quieres que
dure es mejor ser discreto.
Para que tu relación no migre a otra cosa debes saber
moverte dentro de los límites. Trata de no pasar demasiado
tiempo con tu amiga ni hacer cosas propias de una relación
formal, como tener citas con parejas, irse de vacaciones o
salir de compras. Sé amable pero no cariñoso. Actúen con
naturalidad en actos sociales en que coincidan y sigan
tratándose igual que antes. No vayan juntos a
bodas o eventos familiares, ni hagan planes
en conjunto.
Es importante que ambos sepan cuándo debe terminar su
relación. Hay tres motivos principales: una de las personas
se enamora de la otra, uno de los amigos encuentra a
alguien con quien quiere una relación seria, o simplemente
lo dejan de disfrutar. Si la relación se manejó con honestidad y reglas claras probablemente será más fácil
terminarla. Si resulta que ambos se enamoraron deberán
hacer la transición a otro tipo de relación, con la ventaja de
un nivel de confianza superior y la facilidad de lograr
acuerdos.
Si crees que eres capaz de afrontar las consecuencias,
cargas psicológicas y apegos sentimentales de una relación
de amigos con derechos, lánzate y descubre de primera
mano si es algo para ti. Unas últimas cosas para considear:
Usen siempre protección. Se trata de una relación
abierta, y aunque no les importe que tengan sexo con
otras personas ambos deben ser responsables con su
salud. Tampoco quieres un embarazo con alguien con quien
no te interesa una relación seria.
No lo hagas si tienes una relación seria, aun con permiso
de tu pareja. Seguramente acabará volviéndose
un problema.
No lo intentes con quien tengas una amistad conflictiva.
Evita involucrar a ex parejas. Es probable que revivan
dinámicas y sentimientos anteriores y
no funcione.
Date tu lugar. Si tu amiga te ignora o te
trata en público como un extraño, termina la
relación e intenta con alguie más.
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