El acuario de horror

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El acuario de horror
Pat vio un equipo deportivo Adidas con la ropa para hombres. Se
probó el equipo deportivo, pero le quedaba un poco apretado. Pat se
miró en el espejo y le dijo a Barb, “¿Cómo me veo?”
Barb le dijo, “Te queda apretado.”
De repente, dos chicas muy bonitas entraron en la tienda y vieron a
Pat. Ellas gritaron, “¡Wow! ¡Te ves guapísimo!” Pat compró el
equipo deportivo inmediatamente. Barb se enojó mucho.
Había un acuario. Se llamaba “Mundo Marino.” En Mundo Marino,
vivían varios animales. Había caimanes, pingüinos, peces, tiburones,
y pirañas. Todos los animales eran tranquilos y obedientes…más o
menos.
Pat y Barb fueron al tanque de los pingüinos. Los pingüinos parecían
tranquilos y obedientes. Pat se acercó a los pingüinos. Uno de los
pingüinos saltó hacia los ojos de Pat, pero Pat le pegó y el pingüino
se cayó al suelo, muerto. Otro pingüino saltó hacia Pat, y Pat mató
este pingüino también.
Había un hombre que se llamaba Pat. Pat fue a Mundo Marino con
su esposa, Barb. Entraron en el parque y se pasearon por los
tanques de los peces, reptiles, y otros animales. De repente, un
esqueleto y un gato negro saltaron enfrente de Pat y Barb. El
esqueleto llevaba una minifalda y un Grill. Asustó a Pat y Barb. Ellos
gritaron, “¡AAAAAH!” y corrieron rápido.
Barb leía una revista y esperaba.
Los pingüinos siguieron saltando hacia Pat, y Pat siguió matándolos.
Después de treinta minutos, Barb le preguntó, “¿Todavía no acabas
de matar a los pingüinos, Pat?”
Barb vio una tienda en el acuario. Ella y Pat fueron a la tienda. La
tienda vendía ropa, figuras talladas, tarjeta, y calcetines. Había un
oferta en “toe socks” para hombres, con un descuento de un 30 por
ciento. Barb le dijo a Pat, “Amor, ¿por qué no te compramos un par
de toe socks? Dice ‘Mundo Marino’ en los calcetines y son muy
bonitos.”
Pat le dijo, “Todavía no.” Pat siguió matando a los pingüinos.
Mientras tanto, Lauren, la chica chismosa, se pasó por el acuario y
vio a Barb. Lauren le dijo, “¡Hola, Barb! ¿Qué haces aquí?”
Barb le dijo, “O, nada. Pat está peleándose con los pingüinos.”
Pat le dice a Barb, “¡No! Primero, vimos un esqueleto que llevaba
una minifalda, y ¡¿ahora quieres que yo lleve toe socks?!”
Lauren le dijo, “Oye, Barb. Te tengo un chisme. Los pingüinos tienen
un tesoro.”
De repente, unas siamesas entraron en la tienda, peleándose. Una
siamesa le dijo a la otra, “¡Jake es mío!”
Barb le dijo, “¡No me digas!” Barb creyó el chisme.
La otra le dijo, “¡No! ¡Tú eres tan egoísta y consentida! Yo voy a
comprar una tarjeta romántica para Jake que dice, ‘Te amo.’ Mira,
hermana, hay una venta de liquidación en las tarjetas.” Las siamesas
miraron las tarjetas románticas y siguieron peleándose. Ellas no se
llevaron bien. Siempre se peleaban mucho.
Lauren le dijo, “Hasta pronto, Barb,” y se fue.
Barb le gritó a Pat, “¡Oye, Pat! ¡Oí que los pingüinos tienen un
tesoro!
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Pat le gritó, “¿O sí?”
Barb le dijo a Pat, “El mesero es muy chistoso, ¿no?”
Barb le gritó, “¡Sí, y cuando oí la noticia, no lo quise creer!”
Chris regresó a la mesa. “¿Les traigo algo de tomar? ¿Un jugo o un
café?”
Por fin, Pat acabó de matar los pingüinos. Barb le preguntó, “¿Te
acordaste del tesoro?”
Barb le preguntó, “¿Qué tal está el café?”
Pat le gritó, “¡Se me olvidó por completo!”
Chris le dijo, “¡El café es delicioso! Se lo recomiendo.”
Barb le gritó, “¡Búscalo y tráemelo!”
Barb le dijo, “Bueno, tráigame un café con leche, por favor.”
Pat buscó y buscó pero no encontró ningún tesoro. Sólo era un
chisme.
Pat le dijo, “A mí también.” Chris se fue a la cocina.
Barb sacó un crucigrama de su bolsa y empezó a hacerlo. De
repente, Pat vio una lámina de Pokemon en el piso. Se emocionó
mucho porque a él le gustaba coleccionar láminas de Pokemon.
Agarró la lámina de Pokemon y se la mostró a Barb.
Barb dijo, “Lauren es muy chismosa.” Barb se cansó de los chismes
de Lauren.
Dos chicos caminaron hacia el tanque de los pingüinos. Un chico se
llamaba Jason, y el otro se llamaba Shady Matt. Ellos vieron un
pingüino muerto. Jason le preguntó a Shady Matt, “¿Cuánto tiempo
hace que el pingüino murió?”
“¡Mira, mi amor! ¡Es Charizard!”
Barb le dijo, “¿Dijiste, ‘Charizard?’”
Pat le dijo, “Sí, ¡es una lámina de Pokemon!” Pat disfrutó de
Pokemon mucho.
Shady Matt miró al pingüino y pensó. “Hace poco tiempo que el
pingüino murió. ¿Qué tal si preparo una pizza con el pingüino
encima?”
A Barb no le interesaba Pokemon para nada. Barb fingió una
enfermedad y fue al baño. Mientras ella estaba en el baño, Megan
Fox entró en el café. Pat la vio y quiso hablar con ella, pero se puso
muy nervioso. Pat decidió pintar un retrato de ella en una servilleta.
Le mostró el retrato a Megan. El retrato le llamó la atención mucho, y
Megan le dijo, “Gracias, Pat.” Pat se puso muy emocionado.
Jason odiaba pizza con animales muertos encima. Jason le dijo,
“¡No, Matt! ¿Por qué no pones ingredientes normales en tus pizzas,
como verduras, queso, cebolla, o carne? Qué pesado eres.”
Pat y Barb siguieron caminando por el acuario. Vieron a un café. El
café se llamaba Café Amor. Barb le dijo a Pat, “Vamos a almorzar.”
De repente, Barb salió del baño y vio a Pat hablando con Megan.
Barb agarró a Pat, lo puso en el baño, apagó la luz y cerró la puerta
con llave. Dejó a Pat en el baño por quince minutos. Luego, abrió la
puerta y se lo dejó salir.
Pat le dijo, “Sí, vamos. Matando todos los pingüinos me dio hambre.”
Ellos fueron a almorzar en el café. Se sentaron a una mesa.
Chris les sirvió las bebidas. Chris les dijo, “El plato del día es bistec a
la parilla con cebolla asada, servido con una ensalada mixta y caldo
de pollo.”
El mesero vino a la mesa. Se llamaba Chris. Chris les contó un
chiste, y Pat y Barb se rieron mucho. Chris les dio el menú y se fue.
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Chris le dijo, “Sí.” Chris les sirvió los flanes y se fue.
Pat le dijo, “Tráigame el plato del día.”
Pat se puso a gritar. “¡Mi amor! ¡Gasté todo mi dinero en este equipo
deportivo Adidas! ¡No tengo para pagar la cuenta ni para dejar la
propina!”
Barb le dijo, “Quiero bistec encebollado. Por favor, tráigamelo con un
agua mineral y la sopa de ajo.”
Barb le dijo, “Bueno, ¡vete a la tienda y devuelve la ropa, ya! ¡Date
prisa!”
Chris les dijo, “Sí,” y se fue. Había un problema en la cocina – el
cocinero se enfermó y Chris tuvo que cocinar la comida. Chris picó
las verduras y las cocinó de prisa. Cortó el pollo en trozos y preparó
el caldo de pollo. Puso los bistecs en la parilla y asó la cebolla. Le
echó sal a todo, preparó la ensalada mixta y la sopa de ajo, y se lo
sirvió todo a Pat y Barb.
Pat tomó el recibo, salió de prisa y corrió hacia la tienda. En el
camino, vio a un mimo muy cerca al tanque de los pingüinos. El
mimo estaba haciendo pantomima. Estaba triste porque todos los
pingüinos habían muertos. De repente, el mimo vio algo debajo de
un pingüino muerto. ¡Era un tesoro de mucho dinero! El mimo agarró
el dinero y se dio prisa para salir.
Pat y Barb probaron todo.
Pat dijo, “El caldo está aguado. Sabe a un demonio.”
Pat le gritó, “¡Oye, mimo! ¡El tesoro es mío!”
Barb dijo, “Sí, y la sopa de ajo está salada.”
El mimo se quedó callado. Hizo una pantomima. Se subió a un
camión y condujo muy rápido. Pero, no pudo escapar. Pat agarró al
mimo y tomó el dinero. Le dio parte del dinero al mimo y le dijo, “Este
es tuyo, y este es mío.” Pat regresó al café Amor con el dinero.
Pat dijo, “La ensalada está echada a perder, y a mi bistec le falta sal y
está quemado.”
Barb dijo, “Bueno, mi bistec encebollado está rico.” Barb comió el
bistec y toda la cebolla. Su aliento olía a cebollas.
Barb vio que Pat llevaba el equipo deportivo Adidas y se puso
impaciente. “¿Qué pasó?”
El aliento de Barb empezó a fastidiar a Pat. Pat le dijo, “¡Tu aliento
huele a cebollas!”
Pat le dijo, “¡Un mimo encontró el tesoro de los pingüinos, y me dio
algún dinero!”
Barb le dijo, “No te preocupes. Traje mi cepillo de dientes.” Ella se
fue al baño y se cepilló sus dientes.” Cuando Barb regresó, ella y Pat
se besaron mucho.
Barb gritó, “¡Mi amor!” Ellos se abrazaron y pagaron la cuenta.
Salieron del café y se pasearon por el acuario.
Chris vino a la mesa y dijo, “Ahem.”
Barb le dijo a Pat, “Mañana vamos al zoológico, ¿Sí?”
Barb y Pat tenían vergüenza.
Fin
Chris les preguntó, “¿Quieren dos postres? Se los traigo.”
(1,532 words)
Pat le dijo, “¿Nos trae dos flanes de vainilla?”
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