SI USTED PIENSA QUE LA REVOLUCION INFORMATICA NO ESTA TRANSFORMANDO SU EMPRESA. PIENSELO NUEVAMENTE. Gerenciando en el marketspace Jeffrey F. Rayport y John J. Sviokla Una de las profundas consecuencias de la actual revolución informática es la influencia que tiene la misma sobre el modo en que se origina y extrae el valor económico. Expresándolo de un modo más específico, esa influencia se ve cuando las transacciones entre comprador y vendedor tienen lugar en un ámbito definido por la información, así como cuando el acceso a la misma información y su absorción es más fácil, siendo los precios establecidos y concordados de diferentes maneras. Y lo más importante es que la información relativa a un producto o a un servicio puede separarse del producto o servicio propiamente dicho. En algunos casos, esto puede llegar a ser tan importante como el producto o servicio real, en términos de su efecto sobre las ganancias de la compañía. tiene lugar el mismo); creó un sistema patentado de comunicaciones por satélite y computadora llamado AUCNET. Cada semana, los vendedores llaman a AUCNET con una lista de los autos que ofrecen. Luego, un inspector de AUCNET viaja hacia los lotes de los vendedores, verifica la información, inspecciona los autos, y les saca fotografías. La información se transcribe, se pone en discos láser, y se envía a los comerciantes que están inscriptos al sistema. Cada fin de semana, una persona perteneciente al personal de AUCNET preside una subasta, la que tiene lugar en las pantallas de las computadoras esparcidas en todo el país. A continuación los autos comprados son distribuidos a los lotes correspondientes. Considere cuántos mayoristas venden autos usados en Japón. Hasta mediados de los ‘80, los vehículos eran transportados semanalmente a una de las varias localizaciones establecidas, donde eran vendidos a minoristas en subasta pública. Este método tradicional era intrínsecamente ineficiente a causa de que en cualquier subasta dada, sólo se vendía un 45% del inventario. Pero en 1985 un entrepreneur, Masataka Fujisaki, vio una oportunidad en la transformación del marketplace (mercado, lugar donde El sistema AUCNET ha hecho irrelevante la ubicación física de las existencias y el emplazamiento actual de compra y venta. La interacción tradicional del marketplace, entre un vendedor en persona y un comprador en persona, ha sido eliminada. De hecho, todo lo relacionado con este nuevo tipo de transacción -lo que nosotros llamamos una transacción marketspace - es diferente de lo que sucede en el marketplace: ∗ El contenido de la transacción es diferente: la información acerca de 1 los autos reemplaza a los mismos autos. ∗ El contexto en el que tiene lugar la transacción es diferente: una subasta electrónica, sobre un una pantalla, reemplaza a la subasta cara a cara. ∗ La infraestructura que permite que tenga lugar la transacción es diferente: las computadoras y las líneas de comunicación reemplazan a los lotes de autos. Esta transacción marketspace ofrece costos menores (no necesitan ser trasladados los autos); conveniencia (la información está disponible en todas las ubicaciones de los suscriptores); y ubicuidad (todos pueden anotarse como suscriptores). Además, a causa de que un mayor número de compradores potenciales están “presentes” cuando son vendidos los autos, pueden los vendedores obtener entre un 6 a un 7% de ganancia promedio sobre el precio que ellos obtendrían con una subasta pública. Los compradores están dispuestos a pagar más porque pueden elegir mejor y de manera más conveniente. AUCNET obtiene dinero ofreciendo equipamiento a los comerciantes por medio de leasing alquiler con opción a compra- (como serían las computadoras especiales), cobrado una tarifa por poner un auto en el sistema (entre U$S 25 a U$S 50), y cobrando otra tarifa si un auto se vende (unos U$S 70). Desde 1989, los márgenes netos de AUCNET han sido en promedio de más del 20%. Con AUCNET, el marketplace tradicional -un conjunto de ubicaciones físicas, existencias, y productos tangibles- ha cambiado de modo radical. Simplemente, en un espacio de transacción definido por la informática, los clientes conocen los productos de modo diferente, los compran de modo diferente, y los distribuyen de modo diferente. También puede ser diferente el modo en que decidan manejar su lealtad. En un mundo donde los tradicionales letreros indicadores de diferenciación del marketplace no importan más donde “contenido” puede no significar automáticamente “producto” y donde “distribución” puede no significar automáticamente “ubicación física”- el patrimonio neto de la marca puede evaporarse rápidamente: el producto pasa a ser lugar, que a su vez pasa a ser publicidad. Como resultado, las transacciones realizadas por medio de la informática -creación de valor y extracción en el marketspace- están originando nuevas maneras de pensar sobre cómo obtener dinero, y de esta manera están cambiando la manera de ofrecer valor. Los análisis financieros tradicionales no ayudarán al cálculo del valor de los activos de una compañía cuando los mismos se encuentran dentro de una red de conexiones de computadoras y comunicaciones. Y, ¿qué pasa si la compañía tiene acceso a la red pero la misma no le pertenece? ¿qué valor tiene ese acceso? De modo similar, no tiene ya la misma aplicación la 2 mezcla tradicional de marketing. De hecho, las viejas estrategias sobre inversiones pueden incluso no descubrir las nuevas amenazas para sus “lugares” convencionales de negocios. Hoy día están teniendo lugar transacciones en el marketplace y en el marketspace. Algunas compañías operan solamente en el marketplace; otras han comenzado a operar en ambas esferas. Hemos investigado el modo en que sobreviven en este momento las compañías, trabajando con las mayores ventajas que tienen respectivamente tanto el marketplace como el marketspace. Estas experiencias de las compañías nos ofrecen un útil telón de fondo para pensar sobre el marketspace y para sugerirnos un modelo estratégico que maximice las oportunidades en esta área emergente. Creemos que con el tiempo el que dominará será el entorno del marketspace. Las transacciones por medio de la informática son inevitables y están aumentando cada vez más en número y complejidad, dada la creciente omnipresencia del microprocesador. Como resultado, las compañías deben aprender cómo manejarse en este nuevo campo y a su vez tomar ventaja de ello. EL MARKETSPACE EMERGIENDO QUE ESTA Considere dos ejemplos de industrias que han entrado al marketspace. Una todavía no ha aprendido a descubrir la oportunidad y a mantener los márgenes en este nuevo terreno de actividad económica; la otra se ha dado cuenta del potencial de ganancias que tienen estas nuevas tendencias. Comenzaremos con la industria que no ha logrado tener éxito, el ambiente bancario. Los bancos al principio usaron los cajeros automáticos para automatizar dos funciones básicas: la de depósitos de dinero y la de extracción en efectivo. En realidad, los cajeros automáticos fueron introducidos casi como un castigo. El Citibank (no el Citicorp) instaló primero los cajeros automáticos para servir a los clientes que tenían poco dinero. Los pocos favorecidos, los que tenían cuentas abultadas, hacían las transacciones con los cajeros del banco. De modo significativo, sin embargo, las transacciones a través del cajero automático -o marketspace- tomaron vida por sí mismas. Los clientes descubrieron que los cajeros automáticos eran más convenientes que los empleados cajeros porque eran accesibles las 24 horas del día. Los bancos descubrieron ahorros reales en el costo. Y pronto proliferaron los cajeros automáticos, formando una red a la que podía tener acceso un conjunto más amplio de personas, haciendo transacciones en un espectro más abarcador de actividades, como serían el tener información sobre el estado de las cuentas o el solicitar préstamos. 3 Al mismo tiempo que se expandía la red de cajeros automáticos, sin embargo, apareció una consecuencia no buscada: los clientes de los bancos comenzaron a responder a la tecnología de los cajeros automáticos, no al banco individual que la proveía. Los bancos se encontraron a sí mismos atrapados en un doble círculo vicioso; los clientes exigían más servicios del cajero automático, pero al proporcionar esos servicios, los bancos se transformaron en los indiscriminados proveedores de beneficios. Su duramente ganado patrimonio de marca fue barrido por el poder de las transacciones en el marketspace. Amenazaba con evaporarse totalmente la lealtad que sentía un cliente por un banco en particular. En efecto, dado que los bancos ligaban y daban nombres a sus redes para aumentar la comodidad del cliente (por ejemplo, CIRRUS o NYCE), el efecto resultante fue una posterior homogeneización de los cajeros automáticos y una declinación de la lealtad del consumidor hacia los respectivos bancos minoristas. En resumen, el cajero automático creó una interacción entre el cliente y la compañía que cambió la dinámica competitiva en la industria bancaria. La interacción con el cajero automático llegó a ser una parte crítica de la estrategia en comunicaciones y en línea de productos del banco. La información en la pantalla del cajero automático, en su mayor parte, reemplazó a los folletos de información sobre los productos y a los empleados cajeros. De este modo, comenzaron a fusionarse viejas categorías de productos y las publicitarias. Sin embargo, aplicando modelos tradicionales y de manejo decoroso del tiempo, los banqueros al principio sólo vieron a la red de cajeros automáticos como una automatización bancaria. No vieron que esa automatización cambiaría toda la propuesta de valor de la banca minorista -un error de juicio con profundas consecuencias. A medida que los bancos avanzan, enfrentan un desafío combinado. Actualmente podría ser un disparate que los bancos minoristas se embarquen en cualquier estrategia sin tomar en cuenta la red de cajeros automáticos. Los mismos están expandiendo el alcance de los bancos y constituyen en conjunto una red interbancaria mundial de intercambio de información. Más aún, la acción real en la banca minorista está con las innovaciones que hace posible la red de cajeros automáticos. Están siendo agregadas nuevas funciones, como las transferencias de fondos y los enlaces de video para los representantes de servicio al cliente y los jefes de préstamos. La mayor parte de los banqueros entienden ahora mucho más acerca de las implicancias estratégicas de la red de cajeros automáticos, pero muchos están todavía bastante atrás de la curva, en el sentido de armar una estrategia para aprovechar todo su potencial. Los servicios de mensajes hablados ofrecen un ejemplo de transición al 4 marketspace. Unos pocos años atrás, el correo hablado, como hoy se lo conoce, era una anomalía confinada a los enclaves privilegiados de las grandes corporaciones, que mantenían redes privadas para evitar la central telefónica local. Hoy en día esos servicios están disponibles por medio de una suscripción a los servicios de los proveedores telefónicos locales más grandes -a saber, las siete compañías regionales que operan Bell, General Telephone, y otras grandes compañías independientes. Con los servicios de correo hablado, los consumidores pueden acceder a un almacenamiento sofisticado de la voz, y a sistemas de recuperación desde sus hogares: pueden programar llamadas, almacenar mensajes a ser emitidos en fecha futura, y transmitir información a otros usuarios. Lo que vemos aquí es el reemplazo de un producto físico (el contestador telefónico) con un servicio basado en la información. Con el correo hablado, las compañías telefónicas han identificado y explotado un tremendo potencial del marketspace. Para los que están en el negocio de los electrónicos para el consumidor, este desarrollo es potencialmente preocupante; el contestador automático que antes estaba en todas partes, hoy, aparece como vulnerable. El marketspace ha presentado a los consumidores nuevas características y funcionalidad, con un arco potencialmente ilimitado de nuevos servicios y características. Y con el correo hablado, los clientes no necesitan comprar un aparto. No hay que hacer mantenimiento de un artefacto; no existe un hardware adicional dando vueltas por la oficina o la casa; y todos los cargos están incluidos en la factura telefónica. Para las compañías telefónicas, el valor agregado es igualmente irresistible. Como sucede con los bancos y sus cajeros automáticos, las compañías tienen muy poco aumento en los costos cuando agregan un suscriptor al correo hablado. Por cierto, que sólo las implicaciones relacionadas con el costo son enormes. En el marketspace, la base tradicional de costo de los precios ofrece una pobre guía a los directivos; al mismo tiempo los precios, basados en el valor que percibe el cliente, pueden ser determinados de innumerables modos. Tome sólo una de las muchas formas en las que los directivos de una compañía de teléfonos puede cobrar al consumidor los servicios del correo hablado. Si el precio que debe pagar el consumidor es calculado sobre la base de la sustitución de productos y servicios ya existentes, entonces la estructura de costo podría verse de la siguiente manera: un contestador automático cuesta unos U$S 120 y dura en promedio unos cinco años; así, la amortización directa resulta en un costo para los consumidores de U$S 2 por mes. Pero eso es parte de lo que realmente cobran las compañías telefónicas (los precios son de U$S 5.95 por mes). Las compañías telefónicas pueden cobrar más porque 5 su servicio, basado en el marketspace, resulta ser más conveniente y tiene una mayor funcionalidad que el producto del marketplace. Estos beneficios se trasladan dentro del valor agregado entregado al cliente; el correo hablado satisface de un modo más EFECTIVO a los clientes al mismo tiempo que sus servicios son más EFICIENTES. El resultado neto: los clientes pueden no hacer cuentas, pero claramente están deseando pagar el precio. Una vez que la infraestructura necesaria para estos servicios esté disponible, el cliente representa un costo variable cercano a cero por unidad de servicio. Eso quiere decir que la tarifa que la compañía cobra por esos servicios -el precio real basado no en el costo sino en el valor percibido por el clienteva directamente como ganancia. Los fabricantes de productos electrónicos para el consumidor, en contraste, deben ajustar sus cuentas con los costos implícitos dentro de cada unidad de producto manufacturado. Vale la pena subrayar esta distinción porque refuerza un punto fundamental de la dinámica del marketspace -y la razón por la que su aparición es importante para una empresa. La aparición del marketspace junto con el marketplace no representa una simple sustitución uno a uno como velcro por cremalleras. Una vez que el cliente pasa de la transacción en el marketplace de compra de un contestador telefónico a la transacción en el marketspace de suscribirse al correo hablado, aparecen claramente las oportunidades de venta de otros servicios basados en la informática. La red telefónica no es sólo un contestador telefónico diferente; sino que es como el cajero automático, una ventana hacia todo un nuevo conjunto de posibilidades de servicios comerciales. La relación con el cliente establecida por medio del correo hablado crea una serie de nuevos valores -y marcas- de las propuestas, tales como almacenamiento de mensajes y recuperación de los mismos, entrega de mensajes comerciales, mensajes para después. Finalmente, el cliente se preocupa sólo por el acceso a un grupo determinado de beneficios. Y si ese acceso puede lograrse sin el contestador telefónico, el cliente obtiene los beneficios de los servicios provenientes del software sin el fastidio de adquirir y mantener el producto físico. Tanto los emprendimientos con los cajeros automáticos como aquellos con los de correo hablado han causado en el marketspace los mayores trastornos a los mercados que sirven. El que se ve eliminado con este cambio es el cajero de un banco, que ya no tiene trabajo, y el pequeño banco local, cuya permanente presencia física a la que estaba acostumbrada la comunidad no puede competir con la conveniencia que representa la red omnipresente de cajeros automáticos. De modo similar, el correo hablado ha introducido un nuevo tipo de competencia en el 6 mercado del contestador telefónico, los clientes que eligen esa opción en la compañía telefónica que les corresponde, es poco probable que alguna vez retornen al mercado del contestador telefónico. UNA NUEVA ESTRUCTURA PARA MANEJARSE EN EL MARKETSPACE Las compañías que no comprendan el marketspace perderán oportunidades aún llegando a establecer relaciones con sus clientes basadas en la información. Así, los gerentes enfrentan dos importantes desafíos; el primero, reconocer de manera coherente todo el potencial de las transacciones del marketspace, y segundo, elegir los mejores medios para obtener dinero en este nuevo campo. Hemos desarrollado un modelo que ilustra cómo puede ser desagregada la propuesta convencional de valor, y cómo sus tres elementos básicos -contenido, o lo que las compañías están ofreciendo; contexto, o cómo lo están ofreciendo; e infraestructura, o lo que permite que tenga lugar la transacción- pueden ser manejados de nuevas y diferentes maneras. (Ver el gráfico, “Cómo se crea el valor”). Examinemos primero cómo se crea y percibe el valor tradicionalmente. En el marketplace, se establece y maneja el patrimonio de la marca manipulando el contenido, el contexto, y la infraestructura por medio de una mezcla tradicional de marketing. Los tres elementos generalmente están reunidos. Los clientes -y los gerentesven a la marca como una representación del valor percibido por el cliente, que es provisto por el producto/servicio, así como por los programas de comunicaciones, la estrategia de precios, y las actividades de los canales relacionados con ese producto/servicio. Por ejemplo, un periódico es una colección total de contenido (noticias, negocios, deportes, tiempo, así como de cualquier otra información), de contexto (formato, organización, logo, estilo editorial, y tono retórico), y de infraestructura (planta de impresión y sistema físico de distribución, que incluye camiones, entrega puerta a puerta, así como ventas en quioscos). Con el objeto de crear valor para los consumidores, los editores deben reunir todas las actividades de contenido, contexto e infraestructura dentro de una sola propuesta de valor. Los lectores no pueden acceder al tema de noticias (en otras palabras, contenido) sin interactuar con el contexto y la infraestructura de ese periódico (en efecto, pagando por él). Del mismo modo, los anunciantes no pueden llegar hasta los lectores sin suministrar un contenido comercial que pueda funcionar dentro del contexto de un periódico y que pueda ser distribuido a través de la infraestructura del mismo. Sin embargo, en el marketspace, el contenido, el contexto, y la infraestructura pueden separarse para crear nuevos modos de agregar valor, 7 bajando los costos, forjando relaciones con socios no tradicionales, y repensando los temas relacionados con la “propiedad”. En la nueva área del marketspace, contenido , contexto, e infraestructura se pueden separar fácilmente. La tecnología de la información agrega o altera el contenido, cambia el contexto de la interacción, y permite la distribución de un contenido variado y de una variedad de contextos a través de diferentes infraestructuras. Considere lo que le pasa a un periódico cuando el mismo se hace parte de un producto del marketspace como America Online (AOL). AOL ha separado contenido, contexto e infraestructura, y así, ha reconfigurado la propuesta tradicional de valor. El contenido pertenece a una docena de periódicos nacionales que suministran un producto editorial. Al contexto lo establece AOL para proveer a los suscriptores una inteligente “fachada”, que permite a los “lectores” acostumbrarse al contenido informativo que desean consumir. La infraestructura descansa sobre una combinación de bienes, ninguno de ellos perteneciente a AOL: líneas telefónicas, redes electrónicas, así como Pcs que le pertenecen al consumidor, equipadas con modems. Por lo tanto, ¿qué es lo que realmente vende America Online? AOL no es dueña de la infraestructura o del contenido, por lo que la propuesta de valor -la “marca” AOL- debe centrarse en un contexto único en el que una variedad de contenidos puedan ser consumidos. No desaparecerán los periódicos con el advenimiento de este tipo de ofertas de America Online. Pero su rol, como un dispositivo impreso portátil de información a un costo de 35 centavos, cambia radicalmente en un mundo de un intenso marketspace. En efecto, como los productos del tipo de AOL están proliferando, la mayoría de los editores de periódicos pueden encontrarse compitiendo en un negocio que está concentrado en el servicio antes que en el producto. DE LA INFORMACION AL GASOIL Al mismo tiempo que nuestro modelo es claramente aplicable a las ofertas basadas en la información como los periódicos y America Online también puede aplicarse a los productos “físicos” de todos los días. Por ejemplo, Pacific Pride (PP), que vende gasoil a los camioneros, ha capturado con éxito una parte importante del mercado de combustible del Noroeste del Pacífico, poniendo su empresa dentro del marketspace. Pacific Pride ha creado un sistema único de distribución usando a las máquinas del tipo de los cajeros automáticos para operar estaciones de gas sin personal que atienda a lo largo de las carreteras interestatales. Los camioneros pueden comprar combustible en las estaciones de PP de la misma manera que se puede obtener efectivo de los cajeros automáticos. El sistema ofrece un 8 rápido y eficiente acceso al combustible, permite que las compañías de camiones lo compren en cantidad para sus flotas, sin necesidad de reembolsar lo gastado a cada camionero, y crea la posibilidad de que las compañías supervisen la eficiencia de cada camión y de cada conductor con respecto al combustible, en todo el sistema de transporte. Analice ahora esta propuesta de valor en términos de sus elementos básicos: contenido, contexto, e infraestructura. PP ofrece una interacción nueva a sus dos grupos claves de clientes, los conductores de camiones y los operadores de la flota, y les ofrece nuevos beneficios relacionados con el consumo de combustible. Con respecto al conductor de camión, el contexto es el uso de una red del tipo de los cajeros automáticos, con beneficios tales como accesibilidad durante las 24 horas del día, líneas de espera más cortas, y autoservicio. El contenido es el combustible, y la infraestructura es una serie de estaciones de gas oil ubicadas de modo conveniente para el usuario (por ejemplo, cerca de parques industriales y aserraderos), y equipadas especialmente para los camiones (por ejemplo, amplios espacios entre los surtidores). El otro cliente, el operador de flota, recibe como contenido el valor agregado, en la forma de informes contables que detallan las compras de combustible con la hora, el día, y la cantidad registrados, de acuerdo a las especificaciones dadas por el cliente, lo que resulta en un flujo de información de mayor calidad para el control. Además, el operador obtiene la ventaja de una línea de crédito por parte de la corporación PP. Pidiendo prestado un concepto a otra industria, la dirección de PP ha maximizado las ventajas de las transacciones que se hacen en el marketplace y en el marketspace. En resumen, lo que había sido tradicionalmente un modo de operar del marketplace, que involucraba un tejido de relaciones y de canales cara a cara con el cliente, se ha transformado en un nuevo negocio entre el marketplace y el marketspace, donde los tres elementos de la propuesta de valor no se encuentran entrelazados y se pueden manejar con nuevas modalidades. Por su parte, el sistema le facilita a PP la inversión en instalaciones de servicios en lugares remotos. Por medio de esta nueva infraestructura, PP también puede controlar diariamente toda su base de clientes, lo que ha probado ser particularmente útil para ayudar a la compañía a lograr que las pérdidas por créditos estén bien por debajo de las de sus competidores. Con esta estrategia, PP cobra tarifas ocho centavos por encima del mercado ¡y esto en una industria donde los márgenes netos son de tres a cinco centavos!. En otras palabras, PP ha aumentando sus márgenes en un 100% o más, comparados contra los estándares de la industria. LA LEALTAD DEL CLIENTE EN EL MARKETSPACE 9 El manejarse en el marketspace -y en el híbrido mundo de ambos, el marketplace y el marketspace- quiere decir combinar contenido, contexto, e infraestructura de modo nuevo y creativo, basado en la importante premisa que la interacción o la interfase entre el cliente y la compañía ha cambiado de modo radical. Como resultado, la lealtad del cliente en el marketspace se ve de modo muy diferente de lo que se veía en el marketplace. La Time Warner produce filmes de programas de entretenimientos, y los distribuye a los cines, a la televisión por cable, y, últimamente en videocasetes. Pensemos en el videocasete como un producto empaquetado que tiene marca. El mix tradicional de marketing -producto, precio, publicidad, y distribuciónofrece una manera conveniente de resumir la tarea que involucra poner tal producto en el mercado. Por ejemplo, un videocasete de TERMINATOR 2 lleva como marca el título del film; el precio se establece según sea para venta o alquiler; la propaganda la hace Time Warner y sus canales correspondientes, como serían los lugares de alquiler de videos y otros medios minoristas; y sus medios de distribución llevan el producto a los consumidores. Esta es una transacción pura de marketplace. La interacción con el cliente no está manejada por el productor de TERMINATOR 2 sino por los canales intermediarios de Time Warner. La lealtad del cliente con el vendedor se ve determinada por cada oferta individual de entretenimiento, definida por la marca individual del propio film. Existe muy poca diferencia, entonces, para el consumidor, entre la definición del mix de marketing para un videocasete o para cualquier otro tipo de producto que tiene marca, como sería un anteojo para sol de marca Ray-Ban o una novela de Michael Crichton. Cuando Time Warner Cable lanza al mercado el mismo film, sin embargo, la propuesta de valor para el cliente se transforma en algo más complejo; la transacción tiene lugar en el marketspace, y el mix tradicional de marketing ofrece una guía menos útil. Considere un cliente que tiene cable, lo que permite que se ordene por teléfono una selección de entretenimientos que se pagan al ser vistos. Time Warner ha estado ofreciendo justamente este tipo de programación en su Quantum Project de Queens, barrio de New York, durante varios años. Proyecta un test incluso más grande en Orlando, Florida. El servicio se llama video según demanda. Nuestro modelo revela las interesantes posibilidades que abre este tipo de transacción en el marketspace. Mientras que TERMINATOR 2 es el contenido adquirido, tanto la compra como el uso de este contenido tienen lugar en un contexto -por vía un canal de cable como Home Box Office (HBO) o Cinemax. En otras palabras, 10 para que los clientes compren y consuman lo que seleccionen para ver, ellos deben primero tener algo de lealtad hacia un contexto (suscribirse a él), en el que se venda esa selección. Por supuesto, el contexto en el que la interacción compañía-cliente se establece, y a través del cual la lealtad del cliente se mantiene, no puede existir sin el sistema de televisión por cable. El sistema de cable es la infraestructura de los sistemas de cable pertenecientes y operados por Time Warner, así como una variedad de otros operadores de sistemas múltiples. (MSOs). MSO, entre otros contextos de programación con marca, ofrece a los suscriptores HBO y Cinemax como un premio adicional. Entonces, para Time Warner Cable, el contenido es el film TERMINATOR 2 y no el videocasete. El contexto es el canal de cable extra, HBO o Cinemax. La infraestructura es el sistema por cable de Time Warner. En este marketspace particular, el cliente puede encontrar contenido (la película) en una variedad de contextos (canales de cable) suministrado por una variedad de infraestructuras (redes de cable). Desde la perspectiva de cliente, el marketplace opera de modo similar. El cliente que quiere alquilar o comprar un video puede buscar un contenido en especial (la película) en una variedad de contextos (los locales que alquilan películas para video), tomando poco en cuenta la infraestructura (la fabricación, distribución, y las actividades de los distintos canales) que hace posible esta transacción. Sin embargo, desde la perspectiva de la compañía, la transacción que se establece en el marketspace es muy diferente de la que se lleva a cabo en el marketplace. Time Warner tiene una nueva oportunidad en el marketspace de dirigir DIRECTAMENTE su interacción con los clientes en los tres niveles. Puede definir y controlar los contextos a través de los cuales se vende el contenido. Lo más importante es que puede obtener una diferenciación en la marca y la lealtad del cliente en ambos niveles. En aquellas áreas, donde es un operador de cable que tiene el dominio, puede incluso también cimentar lealtad en el nivel de la infraestructura. Time Warner Cable ya no necesita depender de los canales miembros para mantener sus relaciones con los clientes porque ahora, como sucede en la interacción entre cliente y compañía en el correo hablado, la compañía puede relacionarse directamente con sus clientes. En este caso, la lealtad del cliente sólo se mantendrá si esa relación se lleva a cabo en el nivel de contexto antes que en el de contenido. ¿Por qué? Si un cliente no ha llegado a desarrollar una lealtad a lo que ofrece un cable como HBO y expresado esa lealtad por medio de una disposición a pagar tarifas mayores por la suscripción, entonces no existirán oportunidades de venta relacionadas con el contenido. Una vez que el consumidor 11 haya expresado esa lealtad a través de los pagos de la tarifa, sin embargo, se hace posible un amplio abanico de nuevas propuestas de valor. Las oportunidades de comercialización bajo el paraguas de la marca relacionada con el contexto- proliferan. Pero PRIMERO debe desarrollarse una lealtad en el nivel del contexto. Y la entrega del contexto requiere el acceso a (si no se tiene la propiedad o el control) la infraestructura. El ramo de las tarjetas de crédito ofrece otro ejemplo de la dinámica de la lealtad del cliente en le marketspace. El contenido de la tarjeta de crédito incluye elementos come el pago diferido, la capacidad de conseguir efectivo electrónicamente, y el poder de compra. El contexto incluye el servicio al cliente, el status que está asociado con la tarjeta, y con la rapidez en la aprobación de un crédito. La infraestructura incluye la red de computadoras, el software, las comunicaciones que permiten la aprobación del crédito, la transferencia electrónica de fondos, y los comerciantes que aceptan esa tarjeta en particular. Siendo esto así, muchas de las posibilidades relacionadas con el contenido, el contexto, y la infraestructura son comunes, entonces, ¿cómo se diferencian los distintos usuarios de tarjetas de crédito?. Ellos tienden a concentrarse en un estrato o en otro. Por ejemplo, American Express pone énfasis en el contexto del servicio, y en el prestigio de ser un miembro. Este énfasis se ve reforzado por los boletines informativos y otros estímulos que hacen que los clientes se sientan como si fueran parte del club. Citicorp, a través de la tarjeta Diners Club, también sigue esta estrategia para obtener mayores márgenes en un negocio relacionado con beneficios adicionales. Diners cobra a los comerciantes altas tasas, y es aceptada en un número relativamente pequeño de establecimientos de todo el mundo. Pero Diners también cobra altas tasas a los consumidores, a un precio de U$S 85 por año por la tarjeta. Entonces, ¿cómo hace para sobrevivir como un negocio rentable una tarjeta que es cara para los mismos consumidores que la usan, costosa para los comerciantes que la aceptan, y que es útil en una limitada infraestructura? Diners usa una cantidad de métodos para agregar valor, con el fin de obtener lealtad ya sea a nivel de contenido como en el de contexto. La diferenciación en el contenido como en ele de contexto. La diferenciación en el contenido se basa en puntos para obtener regalos y créditos para los que vuelan frecuentemente, de acuerdo a los dólares cobrados. El contexto se establece por medio de boletines informativos, resúmenes a fin de año y análisis, consejos para el consumidor, programas de recompensa, y promociones ocasionales de ventas en locales de interés para los usuarios de Diners. 12 Las compañías como MasterCard y Visa tienen una estrategia diferente. Las mismas enfatizan su superior infraestructura. Visa le dice a los consumidores que está en “cualquier parte donde usted quiera estar, y, comparándola con cualquier otra tarjeta de crédito, así es. Las campañas publicitarias de Visa están basadas en mostrar un sistema que extiende su alcance geográfico y llega más lejos de lo que lo hace la competencia, especialmente de aquella que, como Diners Club y American Express, representan a la elite. Visa cobra su producto a los comerciantes a bajos índices, con el objeto de lograr una intensa distribución y aprovechar una infraestructura poderosa y así establecer -y diferenciar- su licencia. Otras compañías que están en el negocio de la tarjeta de crédito, como los bancos, ofrecen una diferenciación significativa en el contenido, bajo la forma de políticas crediticias extremadamente liberales. Estos jugadores usan una infraestructura común e invierten poco en diferenciar el contexto. Lo que están haciendo es ofrecer el contenido del beneficio -el poder de compra- de manera nueva, para sectores del mercado poco explotados. Agregan valor en el nivel de contenido, ya sea ofreciendo crédito a los consumidores que no son considerados importantes por otros vendedores o pidiendo altos intereses por adelantos en efectivo a los consumidores que los necesitan, quienes de otra manera no podrían conseguirlos. Es difícil no captar la natural comodidad de este negocio, aún con innovadoras estrategias de diferenciación en los distintos niveles. Como resultado, algunas compañías han buscado modos de enlazarlas con otra fuentes patrimoniales de la marca en el nivel del contenido, con el objeto de llamar la atención sobre la singularidad de sus ofertas. Por ejemplo, Visa ha lanzado una tarjeta de crédito ligada a los programas para los que hacen frecuentes vuelos pro American Airlines: las cantidades cobradas en dólares son traducidas a millas para los viajeros frecuentes. Este tipo de estrategia se ha transformado en algo común, para numerosas compañías; desde aerolíneas y hoteles hasta organizaciones sin fines de lucro e instituciones educativas han intentado transferir una parte del flujo de dinero de las compras a través de las tarjetas de crédito de los consumidores a su propio bolsillo. Además, otros vendedores han desarrollado conexiones con los contenidos. Shell Oil ofrece gasolina gratis a los usuarios de la tarjeta Shell Visa, y AT&T ofrece gratis tiempo de llamada a larga distancia a los consumidores que pagan con su tarjeta MasterCard. En resumen, en ambientes maduros de marketspace, es posible mezclar y combinar contenido y contexto de modos tales que al principio parecieran no estar relacionados con la 13 transacción principal. Una vez que el consumidor se encuentra en el marketspace y es leal a un contexto en particular, el potencial para las transacciones puede verse sólo limitado por la imaginación de los miembros involucrados en la estrategia. El negocio de la tarjeta de crédito ha estado en el marketspace durante un largo tiempo. Desde la primera aplicación de las computadoras al ámbito bancario y al de las garantías, la información acerca del dinero a menudo ha sido más importante que el dinero en sí mismo. Hoy día sería absurdo pensar en riqueza en términos de oro en lingotes, y menos aún en especies. El marketplace del dinero siempre ha sido una parte trivial de la ecuación; la acción real es en el marketspace. Pero las implicancias y dificultades de manejarse en el marketspace se transforma en algo cada vez más relevante a medida que más y más productos y servicios, procesos de manejo de marketing, e incluso los mismos mercados se trasladan del place al space (del lugar al espacio). OPORTUNIDADES EN EL MARKETSPACE El primer desafío para los ejecutivos y los planificadores estratégicos es el comprender la transición que se está llevando a cabo del marketplace al marketspace en las industrias claves. ¿Quiénes son los competidores que están logrando una presencia en las redes? ¿Quién está usando la red para vender productos u ofertar servicios postventa? ¿Cuáles compañías están agregando valor a los productos ofreciendo más información sobre esos productos o servicios? Más de 20 millones de personas tienen acceso diario a los servicios globales de información a través de Internet, y su uso está creciendo más del 10% MENSUAL. Los gerentes necesitarán comprender cuáles son las consecuencias de estas presencias en el marketspace para sus empresas. El segundo desafío es descubrir y actuar sobre las nuevas oportunidades que se presentan en el marketspace. Esta tarea puede no ser fácil. El aprender a manejarse en el marketspace requiere un cambio radical en la manera de pensar en los mercados definidos por un lugar físico a los definidos por el espacio de información. Las compañías deben examinar cuidadosamente lo que están ofreciendo, cómo lo están ofreciendo, y qué es lo que permite que tenga lugar la transacción. A partir de ahí deben decidir cuál combinación y énfasis servirán mejor a estos propósitos. Lo que es importante comprender sobre las estrategias del marketspace es que estas son dinámicas. Es posible desarrollar una estrategia que enfoque primeramente un estrato del modelo, como lo sugiere el ejemplo de la tarjeta de crédito. Puede ser muy rentable el crear un contenido que tenga un atractivo único, innovador o 14 funcional. La división de dibujos animados de Disney, por ejemplo, crea de modo espléndido un contenido único. No tiene relación con el contexto y la infraestructura, de modo que se concentra en expresar creativamente la historia. Disney ha seguido esta estrategia desde LA BELLA DURMIENTE hasta EL REY LEON. Y se puede decir que es único en esto. En el marketspace, que permite el fácil acceso a los nichos de mercado, la creatividad florecerá. Además, es posible desarrollar una estrategia dirigida al contexto. Como hemos visto, America Online es dueño del contexto de la infraestructura. En lugar de ello, AOL crea un contexto basado en la información, en el que la gente consume, se comunica, y realiza transacciones. Como sugiere la lucha para entrar a la autopista informática existe la posibilidad de hacer o perder fortunas estableciendo nuevos contextos de mercado. Finalmente, es posible desarrollar una estrategia basada únicamente en la infraestructura. Panasonic, por ejemplo, no está interesada en el contenido o en el contexto; ESTA interesada en crear VCRS. Panasonic, en otras palabras, ofrece la infraestructura que permite que se vean películas en video. Muchos operadores locales de cable siguen una estrategia similar. En lugar de interesarse por el contenido o el contexto, ellos son dueños del “cable” que entra a su casa - y cobran por ello. Puede ser rentable y tener sentido una estrategia dirigida hacia un estrato único, al comenzar en un mercado, y dirigirse a los tres niveles y después apuntar a uno en especial. Fíjese en el extraordinario éxito que tuvo Michael Bloomberg, quien construyó una de las compañías de información mas rentables y poderosas en el negocio de servicios financieros, la Bloomberg Financial Systems. Bloomberg creó una infraestructura de la que es dueño, que incluye un sistema de teclado especial y de comunicaciones, un especializado contenido de marca, y un nuevo contexto para consumir información financiera. Bloomberg ofrece todo tipo de información que podría necesitar o desear un profesional financiero. En segundos, los suscriptores pueden acceder a una pantalla gráfica de análisis sobre las opciones, y los precios. También pueden recibir un avance en tiempo real de los puntajes en deportes profesionales, que se muestran debajo de sus pantallas comerciales. Incluso pueden comprar entradas para la ópera o lugares de vacaciones por adelantado. De este modo, todo el proyecto de Bloomberg está dedicado a desarrollar un sistema patentado de mejor perfomance, no sólo para ayudar a un comerciante a hace dinero sino también para que cada vez más el mismo necesite del marketspace del que es propietario Bloomberg. No importa cual sea el producto automóviles, viseocaseteras, combustible, o tijeras de podar- es importante que se comprenda y 15 explore el aspecto de la creación de valor en el marketspace. A comienzos de este año, Larry Grant, un comerciante en flores de Ann Arbor, de Michigan, firmó por U$S 28 por mes para entrar al Internet. Ahora recibe más órdenes provenientes del Internet que de cualquier otra fuente. En el marketspace las nuevas oportunidades como ésta surgen diariamente, y con el objeto de aprovecharlas, la gente de negocios necesita de una estrategia coherente que no se vea limitada por la vieja manera de entender el marketplace referida al lugar. Jeffrey F. Rayport es profesor asistente de administración de negocios en el Service Management Interest Group de la Harvard Business School de Boston, Massachusetts. Su investigación explora el impacto de las tecnologías informáticas sobre los productos y servicios basados en la información, enfocando la calidad del servicio basados en la información, enfocando la calidad del servicio en las relaciones con el cliente que tienen un uso intensivo de la tecnología. John J. Sviokla es profesor asociado en la Harvard Business School. Estudia el modo en que las compañías pueden incrementar sus productos, servicios, canales, y procesos directivos par aumentar sus ganancias y retener al cliente, particularmente con la ayuda de nuevas tecnologías relacionadas con la información. 16 COMO CREAR VALOR 17 COMO CREAR VALOR EN DIFERENTES EMPRESAS 18