1 ABRAZAR EL SUFRIMIENTO EN EL SERVICIO por Ajith Fernando Tuve una experiencia aleccionadora cuando volví de enseñar a pastores en el sur profundo de Sri Lanka. Según la experiencia de estos pastores, a veces se requieren diez a quince años de trabajo pionero en áreas no alcanzadas antes que vean frutos significativos y menor hostilidad. Muchos abandonan luego de unos pocos años. Pero los que perseveran dan mucho fruto eterno. Cuando vuelvo del ministerio en Occidente mis sentimientos son muy diferentes. He podido “usar mis dones”; sufro frustración cuando vuelvo a trabajar como líder en nuestra cultura menos eficiente. Como líder, soy siervo de las personas que lidero (2 Corintios 4:5). Mi agenda está influida más por las necesidades de ellas que por las mías. La realización vocacional en el reino de Dios es bastante diferente de la que ocurre en la sociedad. Jesús dijo: “Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra” (Juan 4:34). Si estamos haciendo la voluntad de Dios, estamos satisfechos. Pero para Jesús, y para nosotros, eso incluye la cruz. La cruz debe ser un elemento esencial en nuestra definición de la realización vocacional. Los jóvenes obreros cristianos que vuelven a Sri Lanka después de estudiar en Occidente luchan con esta realidad. Ellos no pueden usar sus capacidades plenamente porque no podemos darnos el lujo de tener especialistas puros. Algunos dejan el país luego de unos pocos años. Algunos comienzan su propia organización para poder cumplir su “visión”. Otros pagan el precio de identificarse con nuestro pueblo y como resultado producen un profundo impacto en la nación. Yo intento decirles que la frustración de ellos podría ser el medio para desarrollar una aguda percepción. Juan Calvino y Martín Lutero tenían tantas responsabilidades que sólo pudieron usar sus dones a través del cansancio; sin embargo, el fruto de sus trabajos aún bendice a la iglesia. Frustración Pablo asignaba un lugar importante a la necesidad de soportar pacientemente la frustración, gimiendo con la creación mientras esperamos la redención (Romanos 8:18-25). No incluir esto en nuestra comprensión de lo que es la realización vocacional, hoy lleva a una iglesia sin profundidad, que no cuestiona los estándares del mundo respecto del éxito y la realización. El énfasis contemporáneo en la eficiencia y los resultados medibles hace que la frustración sea aún más difícil de soportar. El desarrollo industrial y tecnológico en Occidente significa que cosas una vez consideradas lujos son consideradas ahora necesidades y derechos, aun por cristianos. En este ámbito, la idea del compromiso del cristiano ha recibido una fuerte paliza. Llamamos “familias” a nuestras iglesias y organizaciones cristianas, pero las familias son organizaciones muy ineficientes que dejan todo de lado para satisfacer la necesidad de un miembro. A menudo no estamos dispuestos a extender este compromiso a la vida del cuerpo cristiano. Compromiso 2 El modelo bíblico de vida comunitaria es el mandato de Jesús de amarnos unos a otros como Él nos amó a nosotros; es decir, que los miembros den la vida por otros miembros (Juan 15:12-13). El modelo del liderazgo cristiano es el del Buen Pastor que muere por las ovejas (Juan 10:11-15). No desechamos a las personas cuando tienen problemas y no pueden realizar su trabajo correctamente. Las servimos y las ayudamos a salir de sus problemas. No decimos a las personas que busquen otro lugar para el servicio cuando se rebelan contra nosotros. Trabajamos con ellas hasta que llegamos a un acuerdo, ya sea de concordar o de discrepar. Cuando las personas dejan una iglesia porque no encajaron en el programa, transmitimos un mensaje fatal: que nuestro compromiso es con el trabajo y no con la persona en Cristo. El triste resultado de esto es que los cristianos no tienen la seguridad de pertenecer a una comunidad que permanecerá con ellas no importa lo que les ocurra. Se vuelven individuos poco profundos que van de un grupo a otro. Las iglesias pueden cumplir programas y crecer numéricamente de esta forma, pero no educan cristianos bíblicos que entienden lo que significa pertenecer al cuerpo de Cristo. Perseverar con las personas es frustrante porque es ineficiente. ¿Por qué deberíamos desperdiciar varias horas escuchando a un amigo enojado o dolido cuando hay consejeros profesionales que pueden hacerlo? Idealmente, el consejero ayuda a diagnosticar y tratar casos difíciles, y los amigos dan el tiempo que es necesario para traer sanidad por medio de la aceptación, el consuelo y la amistad. Las personas dolidas y enojadas con quienes estamos comprometidos también nos herirán al tratar de ayudarlas. Otras personas que han sido heridas por ellas podrían enojarse con nosotros porque nos comprometemos con ellas. Pero soportamos ese dolor porque Cristo nos llamó a morir por nuestros amigos. Varias personas me han dicho que comprenden que debe ser duro y frustrante servir en un país destruido por la guerra y que es hostil al evangelismo. Ciertamente hemos sufrido por esto. Algunos meses atrás, uno de los obreros de nuestro personal fue atacado brutalmente y asesinado. Pero creo que el mayor dolor que he experimentado fue el que recibí de Juventud para Cristo, una organización para la que he trabajado 34 años. Puedo decir también que, después de Jesús y mi familia, Juventud para Cristo ha sido la mayor fuente de alegría de mi vida. Dondequiera que usted viva, sufrirá dolor si está comprometido con las personas. Este es un sufrimiento que puede evitarse interrumpiendo la relación o dedicándose a algo más “satisfactorio”. Pero ¿qué perdemos, entonces? Hace unos años, mientras viajaba por Occidente, estaba preparando un mensaje sobre el compromiso. En pocos días tres personas me contaron cómo ellas o alguien cercano había dejado a un grupo o a una persona debido a problemas que enfrentaban: un matrimonio infeliz, una iglesia, una organización. Cada uno lo describió como una liberación misericordiosa del sufrimiento. Pero no podía evitar preguntarme, en cada uno de estos casos, si la actitud cristiana era quedarse y sufrir. Ser compulsivo o ser siervo Escribo a las personas que me apoyan en oración, y a veces menciono mi necesidad de superar el cansancio. Muchos responden diciendo que están orando para que Dios me fortalezca y me guíe en mi agenda. Sin embargo, hay diferencias entre las formas en que responden mis amigos de Oriente y de Occidente. Me da la impresión de que muchos en Occidente piensan que, cuando uno está cansado por exceso de trabajo, es evidencia de desobediencia a Dios. Mi 3 argumento es que es malo si uno se enferma por una actitud compulsiva o de inseguridad. Pero tal vez tengamos que pagar el precio del cansancio cuando, como Pablo, somos siervos de personas. El Nuevo Testamento es claro en cuanto a que quienes trabajan para Cristo sufrirán por su trabajo. El cansancio, el estrés y la tensión no están excluidos. Pablo menciona frecuentemente las dificultades físicas que le produjo su ministerio. Esto incluyó presión emocional (Gálatas 4:19; 2 Corintios 11:28), ira (2 Corintios 11:29), noches sin dormir, hambre (2 Corintios 6:5), aflicción, incertidumbre (2 Corintios 4:8) y trabajar hasta el agotamiento (Colosenses 1:29). En una actitud radicalmente contracultural en la sociedad actual de “culto al cuerpo”, dijo: “Aunque este hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16) y “Nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida” (2 Corintios 4:11-12). Me temo que muchos cristianos analizan estos textos sin preguntarse seriamente cómo deberían aplicarse a sus vidas hoy. Occidente, habiendo luchado con el dominio tiránico del tiempo, tiene mucho que enseñar a Oriente acerca de la necesidad de descanso. Oriente puede enseñar a Occidente acerca de abrazar los problemas físicos que surgen del compromiso con las personas. El sufrimiento es un paso inevitable a lo largo del camino hacia la productividad y la realización. Dado que la cruz es un aspecto básico del discipulado, la iglesia debe capacitar a los líderes cristianos para que esperen el dolor y las aflicciones. Cuando esta perspectiva entra en nuestra mente, entonces el dolor no tocará nuestro gozo y contentamiento en Cristo. Encontré dieciocho lugares diferentes en el Nuevo Testamento donde el sufrimiento y el gozo aparecen juntos. De hecho, a menudo el sufrimiento es una causa de gozo (Romanos 5:3-5; Colosenses 1:24; Santiago 1:2-3). La gloria del evangelio En un mundo cuyos ídolos son la salud física, el aspecto y la conveniencia, Dios puede estar llamando a cristianos para que demuestren la gloria del evangelio al estar gozosamente contentos mientras soportan dolor y penurias. Las personas que buscan cosas que no satisfacen podrían asombrarse al ver a cristianos que están alegres y contentos luego de privarse de estas cosas por el bien del evangelio. Tengo un gran temor por la iglesia. Occidente se está volviendo rápidamente una región no alcanzada. La Biblia y la historia muestran que el sufrimiento es un ingrediente esencial para alcanzar a los pueblos no alcanzados. Debido a que la iglesia en Occidente ha perdido una teología del sufrimiento, ¿será ineficaz en su evangelismo? Los siervos de Dios en la iglesia en Oriente están sufriendo porque la iglesia está creciendo. Occidente ejerce influencia sobre Oriente con importante financiación y educación. ¿Podrían los cristianos occidentales influir sobre los orientales para que abandonen la cruz dando la impresión de que hay de algo malo en este sufrimiento? Los cristianos de todo el mundo necesitan una firme teología del sufrimiento si han de ser saludables y dar fruto. Ajith Fernando ha sido Director Nacional de Juventud para Cristo en Sri Lanka desde 1976. Con su esposa Nelun, también ministra en una iglesia de Colombo formada principalmente por 4 cristianos de primera generación pobres y urbanos. Es autor de The Call to Joy and Pain (Crossway / IVP UK) y An Authentic Servant (Didasko Files). Copyright © 2010 Christianity Today / El Movimiento de Lausana Próximamente: La conversación de septiembre sobre la Reforma del Siglo XXI