Erentxun: canciones para tardes de lluvia y guitarra A escasos días de la publicación de "24 golpes", repasamos la trayectoria de Mikel Erentxun a lo largo de sus ocho discos de estudio. Escrito por Condemius para Mundopop. Sábado, 28 de enero de 2012 Mikel Erentxun está a punto de publicar "24 golpes", su nuevo disco que ha grabado en Nueva York de la mano de Henry Hirsch. En los últimos años Erentxun se ha reivindicado como uno de los mejores arquitectos de canciones pop-rock de nuestra música, superando los habituales obstáculos por haber pertenecido a Duncan Dhu, uno de los grupos más populares de la década de los 80 y 90. Veinte años de trayectoria en solitario le avalan, con ocho discos publicados, un recopilatorio y un disco en directo, en los que ha navegado desde los naufragios del pop al miedo al olvido, nadando como un acróbata por ciudades de paso y superando los obstáculos a base de 24 golpes. En Mundopop hemos considerado este un buen momento para repasar la trayectoria del donostiarra, del que puedes escuchar también nuestra selección de mejores canciones en spotify. Naufragios (1992) El debut en solitario de Erentxun venía precedido de una enorme popularidad y ventas de Duncan Dhu, el grupo que lideraba junto a Diego Vasallo, y como no podía ser de otra forma, el álbum fue un éxito. Sin embargo, Naufragios es el disco más flojo de su carrera, un conjunto de canciones que bien podrían ser caras B de su hasta entonces banda madre, con amagos de dureza y letras inocentes. Incluye A un minuto de ti y Esta luz nunca se apagará, la discutida versión de The Smiths. El abrazo del erizo (1995) A mediados de los 90 Mikel quería ser indie y con El abrazo del erizo se intentó acercar a bandas anglosajonas como Oasis o Ride y nacionales como El inquilino comunista o Los Planetas. El resultado es un disco de guitarras, mucho powerpop, y letras existenciales, donde la búsqueda de un sonido áspero queda anclado en un intento a la postre positivo para la carrera del donostiarra. Grandes cortes como El cielo es del color de las hormigas o De espaldas a mí contrastan con temas menos acertados como Levanto el vuelo o la radiada Suelta las riendas de mi corazón. Acróbatas (1997) Para muchos éste es el disco cumbre de Erentxun. Para otros un simple experimento sonoro basado en las modas de finales de los 90, el britpop y el éxito de Radiohead y la fusión de guitarras y electrónica. Lo que está claro es que es un álbum con una producción exquisita, multitud de capas, tonalidades, arreglos de cuerda y letras humanas y sociales. La influencia de New Order o los citados Radiohead se deja ver en cortes como A pleno sol o Acróbatas, que constituyen un perfecto comienzo y cierre del disco. Te dejas ver (2000) El primer disco de Erentxun del siglo XXI suponía un alejamiento del sonido británico que le había perseguido en sus anteriores trabajos, a favor de unas texturas más americanas y clásicas. Fred Maher produce posiblemente el disco que mejor suena de Erentxun y en el que Matthew Sweet o Lloyd Cole dejan su impronta en esta sublime colección de canciones en las que la luminosidad desprende un brillante sonido cristalino, entre las que destacan la imprescindible Rara vez y la wilconiana La orilla de Carla, frente a cortes más apagados como la facilona California o la prescindible Que nadie me detenga. Te dejas ver cierra la primera etapa de la trayectoria de Mikel Erentxun en solitario. Ciudades de paso (2003) Ciudades de paso es una vuelta a los orígenes, a los sonidos más clásicos y acústicos. No queda ni rastro del britpop, de la electrónica ni de sonidos luminosos. Aquí todo es más terrenal, hasta hacer del álbum un disco irregular, con grandes momentos que sobrevuelan en Mañana o Amara, y deslices como los de Grandes éxitos o Loco de atar. Un correcto punto de partida a una segunda etapa que iba a dar más de sí. El corredor de la suerte (2006) Disco doble de 20 canciones que pretendía mostrar la vertiente acústica y eléctrica del donostiarra. El corredor de la suerte tiene ecos de Bob Dylan, Cash y Neil Young, pero también de los Clash. Erentxun ha olvidado definitivamente las modas y se centra en construir canciones atemporales vestidas de acertadas melodías y letras sociales que tocan temas hasta ahora alejados su hábitat musical. Marcos y Nerea debería ser destacada en cualquier enciclopedia musical, sin obviar Cartas de amor (cuando no hay amor) o Me recuerdas a mí cuando era yo. Detalle del miedo (2010) Con Detalle del miedo Erentxun comienza una nueva andadura, su tercera etapa, y firma un álbum coherente y diferente, de texturas intimistas e introspectivas, cargado de emociones. Las doce canciones que forman el trabajo buscan nuevas sonoridades y evolucionan hacia terrenos más maduros y paisajes sombríos. Está formado por piezas acústicas, tranquilas, relajadas, de mayor densidad y profundidad, ausentes de estribillos, y de una gran riqueza instrumental sustentada en unos exquisitos y certeros arreglos de cuerda, entre las que destacan El mejor de mis días, Éramos dos hielos o Déjalo así. 24 golpes (2012) 24 golpes supone un paso más respecto a lo que Erentxun ofrecía en Detalle del miedo. Es un álbum menos denso que su predecesor, centrado en sonidos del rock clásico de los 70, y habitado por brillantes medios tiempos que en ocasiones abren la puerta a canciones más rockeras para después descansar junto a baladas que los mismísimos Beatles hubieran firmado hace 40 años. Cuervos blancos, Desfile, o A veces te quiero siempre se antojan como piezas indispensables en el cancionero del donostiarra. Un álbum coherente y maduro, heterogéneo dentro de su homogeneidad sonora, que constituye la cima creativa del donostiarra hasta la fecha. 24 golpes tiene visos de clásico. También puedes escuchar nuestra selección de 20 canciones de Erentxun en spotify.