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ORIGINALES
Rev. Logop., Fon., Audiol., vol. XVI, n.o 1 (12-19), 1996
PRE-ENTRENAMIENTO AUDITIVO E IMPLICACIONES
EN EL DESARROLLO MADURATIVO DEL NIÑO
Por Alicia Huarte
Departamento de otorrinolaringología. Clínica Universitaria. Facultad de Medicina. Universidad de Navarra.
IMPORTANCIA DE LA ESTIMULACIÓN
PRECOZ EN EL NIÑO
E
l éxito de un tratamiento paidoaudiológico y
de la educación del niño con problemas auditivos es en general mayor cuanto más temprano se haya podido comenzar con ellos (Löwe, 1981).
Son muchos los autores que citan la importancia
de una estimulación auditiva precoz en los primeros
años de vida (período crítico) que determina de forma definitiva la adquisición del lenguaje (Holm y
cols. 1969; y Ribel y cols. 1984).
En el ser humano los límites de este período crítico y la naturaleza precisa de la estimulación acústica,
susceptible de determinar un desarrollo normal, ha
sido definido por Ruben 1986, Curtiss 1989, y por
los estudios quasi-experimentales basados en la observación de niños salvajes (niño lobo) privados de
toda comunicación verbal durante la infancia (Itard
1821). El primer niño recuperado a la edad de ocho
años no pudo nunca adquirir un lenguaje superior a
las 10 palabras. El segundo descubierto en la pubertad sólo ha aprendido a comunicarse por signos.
Según Chouard, Meyer en 1983 y Uziel 1991, el
período crítico de adquisición del lenguaje se situaría desde el nacimiento a los 4-6 años aproximadamente. Este período crítico del desarrollo precoz corresponde a una fase de plasticidad neuronal privilegiada donde la información sensorial auditiva
adecuada es esencial para el desarrollo normal del
córtex cerebral (Hubel y cols. 1965, Movshon y cols.
1981). En condiciones normales el 50% del cerebro
humano se estructura antes de los tres años, y el 80%
antes de los ocho. Ello resalta la importancia de llevar a cabo una estimulación precoz, aun con mayor
razón en el caso de que exista cualquier tipo de minusvalía sensorial como es la hipoacusia.
Pero el desarrollo de la estimulación auditiva en el
niño forma parte de una globalidad de ahí la importancia de «estimular» todos aquellos aspectos que
ayuden a un mayor desarrollo madurativo.
El niño necesita ser estimulado para lograr un desarrollo integral —físico, neurológico, psicológico y
social—. Este desarrollo depende por un lado de la herencia recibida de los padres, contenida en su código
genético, pero también del ambiente en que se desenvuelve, de tal modo que podríamos considerar el
desarrollo total del niño como resultado de multiplicar la herencia genética por la estimulación recibida.
Desde la gestación hasta los ocho años aproximadamente, el enriquecimiento del cerebro es consecuencia directa de las conexiones que se efectúan
entre las neuronas. Los cinco sentidos: vista, oído,
tacto, gusto y olfato —sirven de canal o vías de entrada para que los estímulos externos: una voz, un
olor, etc.— lleguen a las neuronas y descarguen en
ellas pequeñas dosis de energía positiva.
Cada neurona cargada se enlaza automáticamente
con su vecina creando de este modo las redes o circuitos por los que deben circular más tarde nuevos
estímulos. Por lo tanto a más estímulos mayor número de circuitos neuronales y mejor desarrollo cerebral.
Las vías de entrada de las informaciones o estímulos que provocan las conexiones entre las neuronas son la vista, el oído y el tacto.
Correspondencia: Alicia Huarte. Dpto. de Otorrinolaringología. Facultad de Medicina. Aptdo. 4209. 31080 Pamplona.
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«Ejercitar los sentidos no es solamente hacer uso
de ellos, es aprender a manejarlos bien, es aprender
por decirlo así, a sentir, pues no sabemos tocar, ni
ver, ni oír sino en la medida que hemos aprendido»
(Rousseau 1981).
Desde el momento de nacer el niño aprende: observando, escuchando los sonidos, oliendo, saboreando, tocando, haciendo cosas, moviéndose, imitando y repitiendo. Todo ello con el estímulo y la motivación adecuada.
Toda la información sensoriales esencial para el comienzo y desarrollo de las funciones mentales del
niño, dado que la actividad cerebral depende esencialmente de estímulos sensoriales. Dice Comenio «no hay
nada en la mente que antes no haya estado en los sentidos». El Dr. Rodríguez Delgado también afirma que
«el cerebro no es capaz de sentir, reaccionar y pensar
normalmente si se encuentra en un vacío sensorial».
La estimulación temprana del niño es la mejor
forma de despertar el cerebro del niño: hay que enseñarles a oír.
Este proceso de desarrollo madurativo, se ve gravemente afectado en aquellos niños que sufren una
sordera de origen congénito o prelocutivo. Son conocidas las repercusiones que se producen en el desarrollo psicomotor, lingüístico y de la personalidad.
En estos casos mencionados, es aún más importante
actuar con precocidad en la estimulación temprana.
Todo niño hipoacúsico se beneficiará con una estimulación auditiva, por pequeña que sea su dinámica residual, es importante que las vías y áreas auditivas reciban señales y vean potenciado su desarrollo, ya que el sistema auditivo no sirve sólo para oír
sino también para estructurar el tiempo y el espacio
(Lafon 1985).
Pero la reeducación auditiva no debe concebirse
exclusivamente como un proceso pasivo, en el que la
estimulación sonora es suficiente para provocar un
normal desarrollo. La educación auditiva en el niño
se ha de concebir como un proceso activo, en el que
además de aportar un apoyo profesionalizado, es
preciso contar con la motivación del niño hacia ese
aprendizaje auditivo, esencial para mantenerle comunicado con el mundo exterior.
El pre-entrenamiento auditivo busca, en esta fase
preliminar del aprendizaje, despertar al niño al cono-
cimiento de la existencia del sonido, con sus variaciones de frecuencia, intensidad y tiempo. Estos objetivos aparentemente simples, son transcendentales para
facilitar una perfecta programación de los implantes
cocleares en niños hipoacúsicos de corta edad. Hay
que considerar que en la medida en que antes contemos con un implante coclear bien programado, antes
estaremos cumpliendo ese objetivo de estimular precoz, pero también correctamente al niño implantado.
PRE-ENTRENAMIENTO AUDITIVO:
OBJETIVOS Y ACTIVIDADES, EQUIPO,
DESARROLLO DE LA SESIÓN, MATERIAL
Partiendo de la base de que las pruebas audiológicas objetivas como el EABR (potenciales evocados
auditivos), reflejo estapedial, no reemplazan las audiometrías convencionales de comportamiento, se ha
creído conveniente la elaboración de un protocolo de
pre-entrenamiento auditivo (Kileny 1994, McCormick 1993) que favorezca una más rápida y eficaz
programación del implante coclear.
El Pre-entrenamiento auditivo está enfocado fundamentalmente a niños prelocutivos que no tienen
una experiencia con el sonido. Generalmente se trata de niños de edades comprendidas entre 2 y 6 años
que necesitan condicionarse al sonido y realizar un
«aprendizaje auditivo» para la programación del implante coclear.
El condicionamiento desempeña un papel esencial
para el desarrollo de la integración del conjunto de
aprendizajes, no siendo posible la socialización en
una persona que no sea capaz de tener gestos y reacciones condicionadas.
Una de las mayores dificultades para la realización de la programación del implante coclear en niños es precisamente su falta de condicionamiento
hacia el sonido. Por ello es importante realizar un
pre-entrenamiento auditivo previo que ayude a detectar y lograr una mayor colaboración en el ajuste
de los electrodos durante la programación.
La observación del logopeda y posteriormente del
audiólogo que realce la programación, así como la
interacción con el niño durante la misma, van a ser
aspectos importantes a valorar. No todos los niños
reaccionan igual ante el estímulo acústico. Por ello
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En función de las características del niño se realizarán los ejercicios con apoyo visual, eliminándolo
progresivamente en función de su percepción auditiva. Con esto se logrará que el niño inicie un adiestramiento que posteriormente interiorizará y aplicará
a estímulos exclusivamente acústicos.
Conseguir un correcto condicionamiento
hacia el sonido
Detección: presencia-ausencia de sonido
(no hay sonido)
FIG. 1. Presencia de sonido/ausencia de sonido.
va a ser de mucha ayuda el que realmente el niño
esté condicionado y que se pueda aceptar a los diferentes materiales lúdicos presentados con el mismo
objetivo: la respuesta ante el estímulo sonoro.
Objetivo
En la programación del implante coclear que se
lleva a cabo a las tres o cuatro semanas de la intervención quirúrgica, se procede a determinar, para
cada uno de los electrodos, el umbral de audición y
el umbral confortable. Para facilitar esta tarea se realiza previamente el pre-entrenamiento auditivo.
Los objetivos que se plantean son:
1. Conseguir un correcto condicionamiento hacia el sonido:
— Detección: presencia-ausencia de sonido.
— Intensidad: mucho-poco sonido.
— Detección-Intensidad: no hay-hay poco-hay
mucho sonido.
2. Reforzamiento y afianzamiento del vocabulario básico adquirido.
Actividades - Programa
Es necesario elaborar un programa de actividades
lúdicas, adaptadas a cada niño dependiendo de sus
características individuales y planteadas de forma
sistemática. No debemos olvidar la importancia que
va a tener una estimulación temprana y el propio desarrollo madurativo del niño.
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Ante un estímulo sonoro, el niño indicará la presencia del sonido a través de una acción. Para ello
tiene que estar en disposición de escucha ante el sonido y saber esperarlo. Cabe destacar la importancia
que va a tener el tiempo de espera ante el estímulo,
ya que dicho estímulo no debe presentarse de forma
regular, porque podría llevar a una falsa respuesta.
El estímulo debe introducir de forma sorpresiva y
variable, evitando así respuestas automatizadas
erróneas.
En un principio el estímulo sonoro se presentará
visualmente para conseguir la atención del niño y
crear cierta seguridad. Posteriormente se irá eliminando el apoyo visual, observando de esta forma
cómo va respondiendo a las vibraciones y diferentes
estímulos acústicos, etc…
Todos estos ejercicios se pueden plantear de forma lúdica a través del:
1. Apoyo psicomotor: ante un estímulo sonoro
realizar una acción (saltar dentro de un aro, realizar
algún movimiento de brazos, tirarse en el suelo, hacer rodar una pelota, esconderse, etc.).
2. Apoyo gráfico: por medio de diferentes dibujos
ir pegando gomets cada vez que se mande el estímulo
sonoro, pegar papelitos de colores para realizar un dibujo, picar, pegar bolitas de plastilina, recortar, etc.).
3. Otros juegos: no se puede olvidar la importancia que tiene la propia iniciativa del niño, su grado de motivación en cada momento y la creatividad
del logopeda.
Si nos encontramos ante un niño dinámico, juguetón, inquieto, habrá que enfocar todas estas actividades hacia sus propios intereses: tirar un bloque de
cubos, con una pistola de juguete tirar a los indios
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PALABRA
GESTO
L. LABIAL
ARTICULACIÓN
UTILIZACIÓN
FIG. 2. Poco sonido / Mucho sonido.
FIG. 3. No hay sonido / Poco sonido / Mucho sonido.
del caballo, lanzar muñecos en cajas, encestar pelotas, construir torres con clavijas, etc.
Intensidad: mucho-poco sonido
Estos ejercicios es conveniente asociarlos con
cantidad de elementos con el fin de lograr una mayor interiorización, utilizando siempre algún tipo de
apoyo gestual para expresar el mucho o poco sonido.
Los ejercicios que se plantean, se realizan todos
ellos con apoyo visual.
1. Apoyo gráfico: ante la presencia de un sonido
de baja intensidad el niño pintará en la tarjeta que
presentamos con pocos elementos. Utilizaremos la
misma dinámica cuando el sonido sea más intenso.
2. Apoyo psicomotor: presentando en el suelo
tarjetas de pocos y muchos elementos el niño saltará
en la que corresponda según el tipo de estímulo sonoro. Si se quiere hacer más divertido y dinámico, se
puede aumentar la dificultad poniendo al niño algo
sobre su cabeza, con los brazos en cruz, a pata coja,
etc., con el fin de conseguir una mayor motivación.
Es también interesante realizar el juego a la inversa: el niño toda un sonido poco intenso por ejemplo
FIG. 4. Palabras que el niño conoce por lectura labial, gesto, o
articulación.
en el tambor, y el logopeda salta en la tarjeta que indica el poco sonido.
Podemos hacerles seguir el ritmo de un tambor
(mucho-poco ritmo).
3. Otros juegos: con diferentes construcciones
realizadas con cubos, cajas clips, legos…, colocados
a distintas alturas dependiendo de la intensidad del
estímulo auditivo, cuando el niño oiga el sonido,
pondrá un muñeco en el lugar que corresponda según la intensidad.
Durante las sesiones es importante apoyar con
lectura labial, apoyo gestual y con expresión facial
para conseguir una mayor motivación en el niño y
un más elevado grado de comunicación, evitando
que en esta actividad vea un aprendizaje «aburrido».
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Detección-Intensidad:
no hay sonido-poco sonido-mucho sonido
Una vez el niño tenga interiorizados estos conceptos anteriormente descritos, combinaremos las tres
opciones: no hay sonido-poco sonido-mucho sonido.
Así se desarrollarán los ejercicios anteriormente
descritos, con apoyo gráfico, psicomotor y lúdicamente si el niño lo requiere, aplicados a los conceptos
de ausencia de sonido/sonido de poca intensidad/sonido de mucha intensidad (estímulo sonoro cómodo).
Reforzamiento y afianzamiento del vocabulario
básico adquirido
El niño debe conoder por medio del gesto, lectura
labial, etc., determinadas palabras para conseguir
una buena comunicación en relación a la futura programación del implante coclear. Este vocabulario
mínimo lo podríamos resumir en las siguientes palabras: no hay, poco, mucho, ¿oyes bien?, ¿te duele?,
si no, ¿tienes pupa?
Otros ejercicios complementarios
Tosos los ejercicios descritos tendrán que ir acompañados de dramatizaciones, juegos lúdicos, introduciendo en ellos elementos sonoros: objetos que se
caen, elementos que al golpearlos producen ruido,
cosas que al romperse hacen ruido, etc. Todo ayudaría a que el niño vaya detectando la presencia del sonido. Es entonces cuando tenemos que indicarle a través del gesto o la expresión, la existencia del mismo.
Podemos realizar también otros ejercicios complementarios que van a ayudar a condicionar al niño
al sonido. Éstos son:
1. Ejercicios de atención: seguir objetos con la
mirada, juegos de aparecer y desaparecer objetos…
2. Ejercicios que estimulen la memoria visual y
auditiva: juegos de relaciones, de clasificar semejanzas, de opuestos, de asociación de imágenes, de secuenciación de gráficos.
3. Ejercicios de praxias buco-faciales. Orofaciales: labios, lengua, dientes./soplo/expresiones faciales
(risa, tristeza, llanto, carcajada…)/articulación/trabajo de contraste entre tensión y distensión de la musculatura orofacial/actitudes corporales (gestos espontáneos, miradas).
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4. Ejercicios que estimulen el pre-lenguaje: trabajando todos aquellos aspectos que ayuden a una
estimulación del lenguaje a través de un afianzamiento del esquema corporal, nociones espaciales y
temporales, percepción visual/auditiva, memoria visual/auditiva, psicomotricidad, coordinación, vocalización, desmutización, sonidos onomatopéyicos.
EQUIPO
El condicionamiento hacia el sonido en niños muy
pequeños así como las mediciones de la audición se
limitan a la observación de sus reacciones ante los estímulos acústicos. El niño puede parpadear, alterar la
expresión facial o la conducta, producir movimientos
corporales, etc. Todo este tipo de reacciones no son
evidentes y quizás muchas veces son difíciles de interpretar y objetivar. Por ello la colaboración de todas
aquellas personas implicadas en la educación y entorno del niño han de ser tenidas en cuenta.
En esta fase son muchas las personas implicadas
en el proceso de condicionamiento, pudiéndose hablar de un equipo que aúne a audiólogos, logopedas,
educadores y familia.
Equipo audiológico
Lleva a cabo la Programación del implante coclear.
Se encarga de supervisar y elaborar las orientaciones
específicas para capacitar al niño en la tarea de Programación del implante coclear.
Logopedas y educadores
Es preciso establecer un contacto directo con el
logopeda y educadores del niño bien a través de entrevistas personales o contactos telefónicos con el
objetivo de orientar este trabajo de Pre-entrenamiento. El entrenamiento auditivo es conveniente realizarlo en las mejores condiciones auditivas del niño.
Será de gran ayuda la utilización de una serie de medios técnicos como prótesis individuales, amplificadores lineales, amplificadores con tratamiento del
sonido, vibradores…
La educación auditiva es una educación perceptiva que a través de la escucha y de sus análisis, intenta hacer descubrir al niño el interés por el mundo
sonoro. En relación a su comunicación, el niño sor-
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do no va a construir el lenguaje oral espontáneamente, ya que es difícil para él elaborar la representación de las formas sonoras y establecer así una relación entre éstas y el significado.
Estos profesionales que trabajan en esta fase preimplantación, son los que proseguirán esta tarea después de la implantación.
Entorno y apoyo familiar
Deben adquirir conocimientos sobre la hipoacusia, asumirla y participar activamente en el proceso
estimulativo y educativo.
Son los responsables de continuar el trabajo llevado a cabo en la sesión de logopedia. De forma lúdica, no sustituyendo al profesional sino reforzando
los conceptos trabajados en la sesión.
DESARROLLO DE LA SESIÓN
El terapeuta debe lograr un ambiente atractivo, dinámico, bien planificado y considerar los siguientes
aspectos durante una sesión de pre-entrenamiento.
1. Manipular el entorno para aumentar las posibilidades de que el niño inicie el pre-entrenamiento.
El objetivo de planificar el entorno es el de organizarlo de tal modo que aumente el interés del niño sobre él y con ello la necesidad de comunicarse estimulando la demanda del niño y favoreciendo los intercambios comunicativos. De esta forma se planifica el
contexto no verbal, de tal modo que los materiales y
actividades funcionen a la vez como estímulos discriminativos y reforzadores.
La probabilidad de que el niño se comunique, y
participe en la actividad que planteamos aumenta:
— Cuando los objetos o actividades de su entorno le interesan. Hay que observar qué tipo de objetos le resultan más atractivos, dónde dirige su mirada ante una diversidad de materiales. Es conveniente que el pre entrenamiento se realice con un solo
juguete, los otros objetivos deben esconderse. Cada
vez que el interés del niño por un objeto disminuya
podemos cambiar a otro tipo de juego o actividad
con los mismos objetivos.
— Cuando hay algún objetivo en el entorno que el
niño quiere, pero por sí solo no lo puedo conseguir.
— Cuando creamos la necesidad de requerir más
de algo.
— Cuando disponemos de los materiales necesarios para llevar a cabo una actividad.
— Cuando sucede alguna cosa en el entorno de
manera inesperada o se levan a cabo reacciones sorprendentes. Los niños generalmente aprenden ciertas
rutinas y esperan que sucedan. Nosotros podemos
crear situaciones que en cierta forma rompan las expectativas del niño, llevando por ejemplo a cabo totalmente absurdo como poner los calcetines en la
mano como si éstos fueran guantes.
Con todo ello es importante crear una interacción
con el niño «escuchándole» y mirándole atentamente,
creando un clima de interacción positivo. Hay que
crear ese afecto positivo con apariencia física relajada,
manteniéndonos cerca del niño, a la altura de su mirada, a fin de poder establecer una atención compartida.
2. Seleccionar los objetivos adecuados al nivel
de desarrollo del niño.
3. Responder a la iniciativa del niño.
4. Reforzar los intentos comunicativos del niño
o sus emisiones verbales con la atención del terapeuta y con el acceso al material en el que el niño
esté interesado.
5. Observar al niño.
6. Conocer cómo se comunica el niño.
7. Mantener la Sesión dinámica motivadora en
función de los intereses del niño.
8. Reforzar el feed-back.
MATERIAL
Es importante que el material elegido para trabajar el condicionamiento hacia el sonido reúna las siguientes características:
— Juguetes y materiales que despierten la motivación del niño.
— Materiales adecuados a su edad, dinámicos.
— Material fácilmente manipulable, que pueda
ser utilizado de manera diversa.
Atendiendo a distintas áreas, el material puede
clasificarse en relación a la psicomotricidad, juego,
materia fungible, material sonoro, murales educativos, cuentos. Se enumeran a continuación una serie
de juguetes y objetos.
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Psicomotrocidad
• Módulos volumétricos de espuma de poliuretano, forrados con tejido de rizo de vivos colores.
• Bloc módulos (equilibrio, salto, arrastre).
• Aros y ladrillos soporte de polipropileno irrompible.
• Balones y pelotas de psicomotricidad.
• Cuerdas.
• Material para el ritmo: claves, cascabeles, silbato, etc.
Material sonoro
Lúdico
• Casa.
• El libro de manualidades: recortar, pegar, picar.
• Dominós de frutas, figuras, colores, meses del
año, números, etc.
• Títeres (para realizar dramatizaciones, despartar el interés del niño).
• Globos.
• Pitos, silbatos.
• Figuras de animales (colección de animales de
granja de tamaño reducido para ser manipulado).
• Cartas «vocabulario en imágenes»: los deportes,
el pueblo, los alimentos, el mercado, los animales.
• Construcciones: Duplo, Clipo, macro-bambimo.
• Encajes de madera, asociaciones (vocales).
• Puzzles. «Busca y completa»: la casa, la ciudad, etc.
• Juegos de asociación de ideas. Memoria de palabras. Dominó de números, palabras, colores, horas.
• Ábaco.
• Juegos de observación.
• Juegos de menaje y cocina.
• Juegos de secuencias temporales.
• Ensartables.
• Regletas.
• Encajables de pirámide, cubos.
• Secuencias de imágenes.
• Imitación de sonidos: juego de onomatopeyas.
• Cartas de secuencias.
• Lotos fonético.
• Libros de hacer todo (para recortar, pegar, relacionar, leer imágenes, escribir, manipular).
Fungible
• Gomets.
• Punzones.
• Pinturas. Pintura de dedos.
• Plastilina.
• Pizarra, tizas de colores.
• Cartulinas de colores.
• Papel de seda.
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• Sonido, cintas magnetofónicas.
• Caja de elementos sonoros, de psicomotricidad
y de soplo.
• Objetos sonoros: maracas, campana, caja china, diapasón, flauta xilófono.
• Muñecos con sonidos.
• Magnetofón.
Murales educativos-cuentos
Protocolo de valoración pre-entrenamiento
auditivo completado por el logopeda
Para conocer si el niño está condicionado al sonido, pueden seguirse una serie de pautas de evaluación para confirmar el objetivo propuesto.
1) ¿Responde el niño ante un estímulo auditivo?
• ¿Con/sin apoyo visual?
2) ¿Ante qué tipo de estímulos responde?
• Ambientales..............
• Provocados en contexto artificial (instrumentos)..............
3) ¿Qué tipo de ayuda técnica se ha utilizado:
vibrotáctil/prótesis auditivas/otros.
4) Nivel de atención, orientación de la mirada:
nulo/poco/adecuado.
5) Tiempo de espera ante el estímulo auditivo:
nulo/poco/adecuado.
6) Imitación gestual: nula/poca/adecuada.
7) Producción verbal: nula, poca, adecuada.
8) ¿Considera que el niño está adiestrado?: sí/no.
9) ¿Considera que el niño ha interiorizado el
concepto?
10) Observaciones.
CONCLUSIONES
De la experiencia obtenida en nuestro centro en
niños prelocutivos de edades comprendidas entre 2 y
6 años desde hace aproximadamente tres años, po-
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demos reseñar que de los 25 niños implantados, 20
realizaron pre-entrenamiento.
En los cuatro que no lo llevaron a cabo, el esfuerzo y tiempo dedicado a ello por el equipo fue superior para lograr la completa Programación de los diferentes electrodos del implante coclear consiguiendo un menor ajuste de dicha Programación.
De los objetivos planteados en el Pre-entrenamiento, la presencia-ausencia del sonido lo consiguieron todos los niños, sin embargo, el concepto de
mucho-poco sonido, al ser un concepto abstracto,
fue más difícil de lograr.
Por todo ello concluimos que:
• Es necesario que el niño realice un pre-entrenamiento auditivo para un ajuste más exacto de la
Programación del implante coclear.
• A mayor desarrollo madurativo, hay un mayor
condicionamiento hacia el sonido.
• Cuanto más trabajo de estimulación auditiva
se ha realizado previo a la Programación, mayor
ajuste se consigue de los diferentes electrodos del
implante coclear.
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